One shot
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JEON JUNGKOOK
Esa noche en el antro cuando la mire por primera vez se veia tan hermosa, deslumbraba entre las demás putas, era una diosa disfrazada de una maldita serpiente, no hay duda que esa noche fue mi perdicion seguia pensando en aquella castaña no dejaba mis pensamientos en paz, no estaba obsesionado, era más que eso.
Era una tortura, ella había dominado mis pensamientos .
—Quieres otra—esa voz burlona interrumpio mis pensamientos siempre era tan molestoso, maldito.
—Si—
—Sigues pensado en ella—dijo sirviendo otro vaso de wiskhy
Ahí va de nuevo
—Cierra la boca mingyu —
—Estás jodido, eres un puto la verdad, todos la conocen cómo es, no por nada esta con Dexter y caiste ahi, que diablos te pasó jeon eh dime?—
—El único puto eres tú, y a mí no me ha pasado nada escuchaste— ya me tenía jodiendo con lo mismo.
—Ja! si Dexter se entera que su dulce Alya esta siendo cortejada por ti, considérate hombre muerto jeon—
—No te metas en lo que no te importa—
—Si me meto porqué eres mi amigo imbecil—
—Si lo fueras dejarías de preguntar tantas estupideces y no estoy cortejeando a nadie quedó entendido—
—Entonces deja de actuar cómo imbecil, está es la tercera botella de whisky siempre andas bebiendo y ni de que decir que dejaste de follar cada vagina que se te cruzaba—
—Déjame de joderme Mingyu y si dejé de follar cada vagina que se me ponia al frente se—
—Si ves, ni sabes que diablos decis, lárgate al departamento a descansar quieres—dijo interrumpiendome.
—No me jodas Mingyu, estoy muy sobrio—
—Maldito imbecil malagradecido, bien ahogate en alcohol al rato no vengas llorando porque Alya te dejó cómo perro—dijo enojado y se fue.
—Maldito hijo de perra siempre dice lo mismo—susurre, el unico qué va llorar va ser ella, de mi nadie se burla. Mingyu había dejado la botella de whisky y sólo seguí tomando, ella tiene qué desaparecer de mis pensamientos el imbecil de Mingyu tenía qué abrir su bocota, Dexter era él novio de Alya ése maldito la tiene con ella, desde lejos lo veía cómo se la comía a besos, la tocaba con sus asquerosas manos su esbelto cuerpo, el tiene tanto suerte que siento celos, ella debería ser mía.
Sigo pensando en ella, talvez Mingyu tenga razón. Miró el vaso de whisky qué yacía en mí mano aún con aquél liquidó qué hacía, qué me relajé de toda ésta mierda.
—Imbecil—susurré para mí.
—Quién es imbecil Jung—
Ésa voz claramente la conocía, su dulce voz, su apodo por dios sé me hacía adorable viniendo de ella no hay duda qué Mingyu tenía razón, soy un maldito puto que cae una y otra vez.
—Alya—dije mirando fijamente sus hermosos ojos color avellana, tan preciosa con su hermoso vestido negro señido a su cuerpo, en instante siento una mirada intensa, era Mingyu estaba mirandome y negando con la cabeza, dejé de prestarle atención al imbecil de mi amigo para mirarla a ella.
—Jung quién es imbecil—
—Yo—dije finalmente.
—Tú, porqué — dijo tomando mí bebida para tomarla ella.
Si supieras Alya dije suspirando está situación me tiene cansado debo de largarme de aquí.
—Entonces dime Jung— dijo tomando mi brazo.
Está es una maldita advertencia para largarme.
Lo siento Alya hablamos en otro momento si dije parandome de mi asiento igual qué ella, buscando mí celular y mi billetera para pagar no hay duda qué su sola presencia me emboba, dónde diablos está.
—Qué pasa Jung, apenas llegó y quería conversar contigo un rato— dijo ella con un poco de desilusión no me atreví a verla si lo hago, accedería de inmediato.
—Estas muy alejado últimamente Jung—habló de nuevo, me lleva el diablo, después encontré la billetera saqué unos billetes, alcé la mano para qué Mingyu me viera y viniera, oh sorpresa esta muy entretenido con unas chicas y dice qué yo soy el puto.
Imbecil
—Jung— habló nuevamente qué hago. Tengo que largarme ya, me estoy asfixiando en este maldito lugar.
—Yo— iba hablarle cuándo Mingyu interrumpe milagrosamente.
—Jeon me llamabas, que pasó — dijo mirándome intensamente claramente estaba enojado— Oh, Hola Alya no te había visto—
—Hola Mingyu —dijo con recelo claramente no le gustó su comentario del idiota.
—Sí, ten— dije dándole los billetes.
—Te vas— dijo incrédulo.
—Me voy al departamento, idiota— claramente lo último lo dije un poco audible para que escuché.
—Jung—
—Bueno me voy, nos vemos Alya, hablamos en otra ocasión—dije para despues darle un pequeño beso en la cabeza— Adiós—.
—Llámame cuándo llegues Jeon—
—Esta bién — dije para después despedirme dándole una pequeña palmada en su brazo.
Me retiré rápidamente de ahí antes de qué ella hablará de nuevo, cuando iba a salir, me encontré con Dexter pero pasé de largo necesitaba aire fresco.
—Qué suerte, creo que Mingyu es un maldito brujo—.
Ya estando afuera el aire frío me recibió, estaba haciendo frío pero no me importó la verdad. Suspiré y tomó la decisión qué es mejor caminar haci el alcohol en mi sistema se va, supongo. Caminar de forma lenta es el mejor remedio para un poco de paz aunque la ciudad no ayudé la verdad. Después de algunos minutos, mucho diría yo, había llegado, al puente del rio Han tan esplendoroso y a la vez tan superficial, me dejé caer en suelo mire el agua, supongo qué éste es el momento dónde surge esa pregunta no.
¿Porque?
Me voy de aquel lugar, después de un rato llegó al edificio cansado, fue una mala idea, lo estoy deduciendo ahora el alcohol te hace, hacer estupideces. Dentro del edificio, tomó el ancesor mis pulmones duelen horriblemente, respiro bruscamente quién diablos me mandó caminar con este frío de mierda, se abre el ancesor lo primero que hago es sostenerme de las barandas del aquél, pulso el boton que indica el piso numero 10. Llegó a mi piso salgo de aquel, mi respiración sigue siendo pesada, me agarró de las paredes hasta llegar a la puerta de mi departamento. Mi mano no me ayuda dios, me tiembla y no puedo pulsar los dígitos para entrar, después de un arduo esfuerzo al fin entre y cerre la puerta, corrí cómo pude y me meti a la habitación a encender la calefacción y me metí a la cama arropando todo mi cuerpo normalizando mi respiración de a poco se sentia tan bién. Me quedé dormido hasta que unas vibraciónes por mi brazo me hace despertar quito la colcha y busco de donde proviene esa vibración, era mi celular.
Quién diablos será
—Si—conteste con la voz romca y adormilada me pasé la mano por la cara esta sacándome de quicio que nadie habló, en la otra línea.
—Quién diablos es—dije ya molesto me duele la maldita cabeza y me joden.
—Jeon—era él puto de Mingyu.
—Mingyu eres tú, qué quieres — dije con desinterés.
—Porque no contestabas, además te largaste en plena tormenta el maldito wiskhy te fundió el cerebro o qué, qué diablos te pasaba por la mente en irte caminando! Ni siquiera me llamaste, cuando llegaste, son las malditas 12 de noche desde qué te fuiste, no se de ti y me vienes con qué, qué quieres, eres un maldito imbecil—sabia estaba histérico realmente su voz me irritaba en este momento vi la hora y era medianoche.
—Estoy bien— dije pesadamente, para nuevamente acostarme en mi cama.
—Que! Es lo unico que vaz a decir, maldito idiota despue— solo corte la llamada.
—Ja! mañana te lo recompensare bien ok!, no hay duda que eres un buen amigo —dije hablándole al celular después de cortarle la llamada a Mingyu solo lo dejé en el buro, y me envolvi de nuevo con mi colcha.
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MINGYU
Miraba a mi amigo de nuevo ahogándose en alcohol que diablos le pasa me pregunto, Alya lo ha hecho cambiar muchísimo, si sigue así, el que lo va matar voy a ser soy yo. Estaba demasiado enojado con ese imbecil siempre es lo mismo nunca me hace caso, últimamente siempre discutía con el idiota. Hace un momento vi que ella llegó, el me vio e ignoro mi advertencia, que fastidio yo preocupandome por el, vaya como es la vida. Nos conocemos desde niños y me sale con su cuarto de hora. Limpiaba los vasos bruscamente, no tenia noción de que alguien me estaba llamando.
—Mingyu, mingyu, mingyu —
—Si, qué pasó San—dije saliendo de mi burbuja de enojo.
—Lo mismo digo qué le hacías a esos pobres vasos—
—Ahh nada, dime qué pasó—deje los vasos en su lugar para prestarle atención.
—Tú amigo, está que te hace señas para qué vallas—
—Oh Jeon—
—Si ese mismo, seguramente penso qué estabas hablando con esas chicas, yo igual pense lo mismo hasta que te vi, estabas desquitandote con esos pobres vasos—dijo mirandome incrédulo San. Me rio y me miró mas raro.
—Oh no lo sabía, gracias por avisarme San— me fui de ahi después de darle una leve palmada en el brazo en agradecimiento.
—De nada, cada día esta más loco Mingyu — lo alcance escuchar, si supiera quien es el causante de esta locura.
Me acerque y alli estaba ella la causante de la imbecilidad de Jeon, en unos de estos dias Dexter lo hará papilla.
—Jeon me llamabas, que pasó —dije interrumpiendolo apropósito pero al verme pense que se iba a molestar, pero esta vez tenia cara de alivio, aunque aun sigo enojado con el idiota después me acordé que Alya estaba aqui y me hice el tonto para molestarla— Oh, Hola Alya no te habia visto—.
Me rei en mis adentros despues de ver la cara que puso, seguramente no le gusto nada mi comentario tan hermosa y peligrosa a la vez en que te metiste Jeon.
—Hola Mingyu —dijo con recelo.
—Sí, ten— dijo Jeon, pagandome lo del wiskhy.
—Te vas— dije incredulamente enojado, que diablos piensa hacer acaso no me escucho hace rato apenas la ve y si quiere ir con ella ya.
—Me voy al departamento, idiota—dijo el imbecil susurando lo ultimo para mi, que hijo de puta. Aunque es raro qué se valla recién ella llego.
—Jung— dijo ella, por el apodo qué le puso cuando se conocieron, aunque es raro solo cuando está el, lo dice mientras cuando no está no lo hace.
—Bueno me voy nos vemos Alya, hablamos en otra ocasión—dijo para despues darle un pequeño beso en la cabeza—Adiós —
—Llámame cuándo llegues jeon—dije recordandoselo.
—Está bien—dijo para después despedirse dándome una pequeña palmada en mi brazo.
Después de aquello se fue, es demasiado extraño habrá pasado algo y eso que no habla con Alya es muy curioso. Me puse a limpiar el desastre del idiota.
—Quieres un vaso de wiskhy Alya— dije preguntándole a la castaña quien parecía más confusa que yo.
—Sí, éste Mingyu qué le pasa a Jungkook últimamente anda raro— dijo ella, si supieras que es por ti nenita.
—La verdad no sé yo también lo noto raro, esta bebiendo más de lo normal, casi se pasa toda la tarde aquí, me pregunto si no tiene nada que hacer, la verdad no piensa es un idiota pe—
—Hace frío afuera, el no llevaba abrigo cuando se fue, vi qué hoy va a haber tormenta—dijo interrumpiendome, aunque tiene razón no llevaba abrigo si no la chaqueta de siempre.
—Seguramente toma un taxi, siempre lo hace— dije despreocupado, el siempre lo hacía, tenía que esperar alrededor de una hora media, para su llamada, el muy idiota se quedaba dormido apenas llegaba.
—Esta bien, supongo—dijo aquello con un tono preocupado, y después como el diablo aparece Dexter.
—Nena—dijo para después devorarse enfrente mio, que descaro primero se muestra preocupada por el y ahora esta con el otro, no mereces a mi amigo.
—Se les ofrece algo más—dije interrumpiendo aquella escena.
—Mingyu— dijo saludando.
—Dexter— devolviendo el saludo.
—Una botella de wiskhy para la mesa de siempre —dijo, y solo después agarro la muñeca de Alya y se la llevó, ella solo me miró, esa mirada de disculpa, debería creerle. Hice aquello, un botella de whisky de la más cara esa era la que siempre pedía, pero esta vez mande a unos de mis compañeros a dejarla en la mesa solicitada.
Había Pasado casi alrededor de 6horas esperando la llamada del imbecil y nada la noche de hoy era pesada habia mucho más clientes de lo normal. Apenas me desocupada le timbraba para saber del maldito, espero y no halla hecho una maldita estupidez. Seguia insistiendo y nada. Salí del antro necesitaba contactarlo tal cómo dijo Alya habia un tormenta, marque rápidamente otra vez y nada a éste pasó me voy a congelar.
—Maldito hijo de puta— dije para mi, estaba con una maldita jaqueca. Hasta que siento qué me tocan el brazo me solbresalte, giro y era aquella castaña.
—Alya, dios casi muero— dije tocando mi corazón que se había acelerado por tremendo susto,
—Encerio— dijo con un tono demasiado hostil.
Seguramente se pelio con su amorcito
—Que quieres—dije en el mismo tono.
—Jungkook te llamo— dijo ella mirandome de forma fija, vaya ahora quiere saber de él, maldito jeon.
—No— dije para seguir llamándolo.
—No te a llamado , ya le llamaste—dijo ella al instante.
—Si lo he hecho Alya, lo estoy haciendo ahora pero el idiota no contesta—
—Será que le paso algo—dijo preocupada, no se si creerle la verdad.
—No lo sé —
—Puedo intentarlo desde mi celular—dijo ella, la mire incrédulo, en pocas palabras me está diciendo qué a ella si le va a contestar. Dudé un poco, pero el idiota no contesta haci que.
Lo siento jeon pero tenia que hacerlo.
Le doy el número, ella marca y nada, sigue y a la tercera contesta. Miro como ella se queda estática y no contesta, qué le pasa. Me tomé el atrevimiento de tomar el celular de ella.
—Quién diablo es— dijo el molesto a través de la línea.
—Jeon— dije realmente enojado, el maldito puto se había quedado dormido.
—Mingyu eres tú, qué quieres— dijo con desinterés total, ya explotaba, Alya me miraba con atención y curiosa a la vez.
—Porqué no contetestabas eh, además te largaste en plena tormenta el maldito wiskhy te fundio el cerebro o qué, qué diablos te pasaba por la mente para irte caminando! Ni siquiera me llamaste cuando llegaste son las malditas 12 de noche desde qué te fuiste no sabía nada de ti y me bienes con qué, qué quieres eres un maldito imbecil—dije histérico el guardia de afuera me había informado qué el maldito se había ido caminando.
—Estoy bien— dijo.
—Que! Es lo unico que vaz a de ir maldito idiota des—y solo me corto la llamada, vi el celular y a Alya al mismo tiempo, tenía ganas de golpear a alguien.
—¿Qué pasó? ¿está bien? qué te dijo— hablo bombardeandome de preguntas.
—Está bien el muy idiota— dije para darle su celular y largarme a mi puesto de trabajo malagradecido despues de preocuparme por el.
Me la vas a pagar.
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ALYA
Este día había sido muy pesado y extraño, últimamente Jungkook estaba alejado, se iba cuando llegaba, nunca hacía eso, tomaba más de lo normal dicho por Mingyu, se había ido en media tormenta caminando, había escuchado al guardia decircelo a Mingyu, por eso lo seguí hasta afuera, se veia alterado, siempre los observe desde lejos se veían muy cercanos, suponía que ellos eran amigos desde pequeños algo muy curioso. existía una amistad así, ahora que lo veo, creo que si, le ofrecí llamarlo desde mi celular, pero creo quw por su cara se ofendió, pero a la final acepto.
Se veía frustrado, e hice el intento de llamarlo el celular timbraba y nada a la tercera abrió la llamada. Su voz ronca sexy y la vez adormilada me dejó en shock y no pude contestarle Mingyu me arrebato el celular al ver que no le contéstaba.
Mingyu estaba molesto, estaba hablando sin parar histéricamente, y después solo Jungkook corto la llamada.
Yo también lo haría la verdad.
—¿Qué pasó? ¿está bien? qué te dijo— dije preguntándole, necesitaba saber de él, no se porque pero necesito saber que estába bien, porqué carajos se fue caminando.
—Está bien el muy idiota—dijo enojado, dándome mi celular y solo se fue maldiciendo seguramente a Jungkook. Suspiré mire el celular en mis manos, ahí estaba el número de el , lo agende por si alguna cosa pasará. Levante la mirada la nieve caía de forma lenta, algo dignó de admirar seguramente esta estación apesta. Solo tomé mi camino hacia al antro. Ya adentró me encuentro con el estúpido de Dexter ya no lo aguanto, se cree que es mi dueño me da asco cuando me besa y me toca, es un pedazo de mierda, todos los son.
—Nena— dijo Dexter cogiendome de la cintura.
—Que quieres Dexter—ya fastidiada por el.
—Cuidado! cómo me hablas Alya— dijo agarrando mis mejillas con fuerza.
—Ja! No se te olvidé Dexter quién es el perro aquí—claramente me tenía harta, solté una sonrisa cínica, el sabía con quién se metía y aquí está, el es mi perro y así siempre lo va a ser.
—Tú perro—dijo agarrando más fuerte—tú eres mi perra que no se te olvide querida Alya al único perro que tienes es a la rata de Jeon y eso todos lo saben—
—Suéltame imbécil—forcejeando con el, aunque él era mucho más grande y fuerte que yo.
—Estas mejor calladita cariño, no se te olvide tu lugar Alya, eres una maldita perra desgraciada—dijo soltándome bruscamente sobre el sofá.
—Tú crees que me intimidas Dexter, eh— dije parándome del sucio sofá donde se tiraba a las putas baratas del antro
—Compórtate Alya, o quieres que te haga comportar— dijo acercándose peligrosamente hacia mi, su rostro se había transformado a uno serio con mucha furia sus venas sobresalían, en su frente.
Realmente disfrutaba verlo así me causaba furor saber qué tipo de emociones causaba en los hombres, desde el deseo hasta la maldita rabia que me tenían, todos eran iguales me aburrían en un santiamén. El ya lo hacía no quería verlo, y se que va ser difícil alejarlo. No importa cuantos más lleguen entre mis piernas nadie me hacia sentir nada, era como una roca, no tenía sentimientos, no sabía cómo eran, está es una de las ocasiones que maldigo por meterme con estúpidos como el.
—Se que no lo harás Dexter y sabes porque —dije acercándome a él lentamente, mi mano tocó su duro pecho, recorriendolo hasta su cuello subiendo hasta su mejilla lentamente.
—Porque—dijo ya embobado, tal y como lo quería tener, es fácil.
—Porque me deseas—dije cerca de sus labios susurrando aquellas palabras. Antes de que reaccione me voy rápidamente, cojo mi bolso y chaqueta, salgo del antro. La nieve me recibe solo tomo el camino contrario de siempre, el tiempo pasa lento, y solo su voz está en mi pensamiento, que es lo que me pasa por qué el siempre está presente, tengo que saber de él pero no puedo, seguramente es una maldita obsesión con el.
El río han me parece tan aburrido y poco original paso aquel, las personas son tan ruidosas, sigo hasta que llego al edificio lujuso, realmente ha valido la pena esos hombre con los que estuve y utilice, creo que sí. La vista era digna de admirar para cualquiera pero para mí era tan sencillo y superficial. Llegó al departamento miro el lugar vacío , oscuro no hay nada más que la soledad en este lugar. El único que siempre estuvo conmigo, quisiera anhelaba algo de compañía pero a la vez no me gusta estar sola. Siempre estuve sola, no hay gota de sentimientos en mi qué solo engañar a las personas con mi dulce personalidad actuada.
El ventanal de mi departamento reflejaba las luces de la cuidad, demasiado sofocante para mí. Decidí cosas por mi, este es mi camino y nadie lo doblegará ni si quiera tú Jeon, te arrancare desde lo más profundo, nunca verás algo más que amabilidad disfrazada de hipocresía, no por nada me llamo Alya, su significado era algo importante para esta vida que escogí, una serpiente que te puede envenenar, lo hice y siempre va hacer hacer. Camine hacia la habitación pero antes cerré las persianas del ventanal, mis pasos eran lentos y pesados, ya en la habitación, me despojo de mi vestido, zapatos, abrigo y bolsa, entro a la ducha y solo me quedo ahi, el agua recorre mi cuerpo y un flashback llega a mi, era el, esa vez cuando me beso y me toco era algo que no salia de mi mente, ni de mi piel.
Rápidamente lavo mi cuerpo, salgo de la ducha cojo una bata bata, con una toalla pequeña seco mi pelo lentamente mientras camino hacia la cama. Suspiro, estoy dejando llevar por la emoción de ese día, no debería hacerlo.
Quién díablos eres Jeon Jungkook que no te puedo sacar de mi mente dije para mí en forma de replica, como si el estuviera aquí.
Dejo las absurdas preguntas al aire , me levanto de la cama para cambiarme, y ponerme algo cómodo para dormir, escuchaba mi celular timbrar, no le preste atención, seguro era Dexter qud queria joderme la vida, lo cojo y lo apago lo deko guardado en el buro mas lejano de mi cama, pago las luces del baño y me dirijo hacia mi cama dejándome llevar por cansancio, dran días pesados, me envolvi con mi colcha de algodón, para caer en un profundo sueño donde el siempre aparecia.
Era una de unas de tantas noches donde los dos estábamos juntos.
♠︎
Los días pasaban y aquellos no se topaban ni jeon y alya ya no se encontraban más, cada uno tenía sus problemas, jeon tenía problemas de alcohol y en el trabajo, decidió mejor darse un tiempo para poder recuperarse con la ayuda que aveces Mingyu le daba, lo aconsejaba sobre asistir a la AA.
Alya estaba perdida últimamente, tampoco se la veía en el antro como solía verla, las pocas veces que iba siempre terminaba en discusiones o peleas con dexter y demás hombres qud a daban detrás de ella, mingyu se sentia asfixiado con la situación de ambos, esto era demasiado para su amigo y ahora ella, acaso los dos lo iban a volver loco, eso era certero.
—Ya basta! Tranquilízate— Dijo Mingyu agarrando a dexter por los brazos, el quería golpearla, porque la había visto con otro hombre besándose.
—Te voy a matar maldita perra!!— Dijo Dexter forcejeando con mingyu y otro guardia que se acercó al alboroto que habían hecho ambos.
—Maldito imbecil, te lo dije siempre seras mi perro— dijo Alya enojado e histérica, sosteniéndose la mejilla donde dexter la habia golpeado.
—Sueltenme que le voy a enseñar quien manda a esta perra—dijo enojado por la palabras de Alya, aunque todos en el antro sabian que ella tenia razon era uno mas que no acepta la cruel realidad, seguia forcejeando hasta que llegaron más guardias.
Mingyu al verla en el suelo, le ofreció la mano para ayudarla pero ello solo estaba mirando la escena con una sonrisa cínica y loca. Lo que primero que se le vino a la mente a Mingyu fue que realmente los dos estaban perdidos y sumidos por tenerse al uno ni al otro ni sab3r como expresar lo que real e sienten.
—Alya, déjame ayudarte— dijo Mingyu dandole la mano para ella pueda apoyarse en ella, pero Alya solo.
—Apártate— dijo Alya golpeando la mano de Mingyu y parándose ella misma, se sentia realmente satisfecha, esa era la reacción que quería ver, últimamente se sentia perdida, tampoco lo había vuelto a ver a él, desde aquella vez.
—Alya no estas bien, espérame para que te pueda acompañar a tu departamento es peligroso— dijo Mingyu ofreciendo su ayuda una vez más, sabía que dexter no se iba a quedar quieto y le haría algo a la chica.
—Déjame, yo puedo sola Mingyu—dijo Alya pasando a su lado, hasta que detuvo en ese instante, su nombre vino hacia su mente, Jung, tomo un respiro profundo y se atrevió a preguntarle.
—Como esta el —dijo Alya con voz más calmada y serena, solo quería saber que estaba bien, con eso se conformaría.
—El esta algo mejor, supongo dijo mingyu algo aliviado al verla calmada, esta situación donde ella pregunte por el, era un avance, pero en realidad ambos no estaba bien. Tenían que hablar para dejar en claro todo y seguir con sus vidas.
—Bien, adiós Mingyu— dijo Alya en susurando, estaba conforme pero a la vez preocupada, porque no estaba bien se preguntaba, solo decidió salir de ahí. Irse a su departamento a donde había estado encerrada todo este tiempo, solo venía porque talvez tenía la esperanza de encontrarlo.
—Alya— dijo Mingyu tratando de que no se valla, al verla irse decidió que era mejor que piense bien las cosas al menos estaba calmada. Miro hacia donde estaba Dexter seguia forcejeando y maldiciendo a todos. Prefirió mejor ir a su lugar de trabajo, después de que se calmen las cosas, el y sus compañeros tendría que arreglar aquel desastre, en eso aprovecho para enviarle un mensaje a su amigo.
Jeon como estas
Leído
Ya comiste
Leído
Alya pregunto por ti
Leído
Aunque el último mensaje dudo en enviarlo, pero habia la misma respuesta, siempre solo los leía. Dejo aquello a lado y se fue a laborar.
Por otro lado un Jeon Jungkook acostado en la cama de su departamento, mirando la pantalla fijamente el mismo mensaje lo había leído unas tres veces, se preguntaba si era realmente cierto o solo era mentira de su amigo, aunque sabía que Mingyu jamás lo haría, solo ignoro los otros mensajes y se concentro en aquel donde el nombre de Alya resaltaba, estaba perdido no podía olvidar, decidió que era mejor evitarla, pero aún así ella siempre seguía en su mente, sus deliciosos labios, sus manos recorriendolo todo su torso aun seguia esa sensación ahi, sus manos recorriendo aquel esbelto cuerpo de la castaña no lo olvidaba, la forma en que sus color avellana lo miraban seguían presente, todo de ella no lo olvidaba, aunque sabía que la cruel realidad, que era uno de los tantos que callo en la redes de la hermosa castaña y eso le duele mucho.
Seguia perdido en sus pensamientos había bebído de nuevo, hasta que se quedó dormido, después despertó por el ruido que hacía la puerta de su departamento. Se levantó algo mareado, tenía resaca por la noche anterior, con pasos pesados se dirijo hacia la puerta que parecía qué la iban a tumbar, abrió y vio el rostro de su amigo estába más enojado que ayer.
—Que maldito hijo de puta eres Jeon— dijo Mingyu enojado, había estado llamándolo para que habrá la maldita puerta y nada era medio día, tenía su día libre, no pensó que aquel puto que tenía al frente con cara de mierda, estába arruinando su día.
—Mingyu— dijo Jeon de forma lenta, su voz estaba ronca, le dolía la cabeza y su amigo no ayudaba en nada.
—Tomaste de nuevo— dijo Mingyu pasando de largo hacia el departamento de su amigo qué estaba lleno de botellas y de basura de la comida instantánea. Dejo la bolsa de lado que había traído para arreglar el lugar.
—Deja eso Mingyu, después estas que me reclamas— dijo Jungkook tratándolo de, detener.
—Es por el mensaje no—dijo Mingyu incrédulo, sabía que era mala idea, pero al final el no contestó y solo lo dejo, se quedó sentado en aquel mueble cabizbajo, el solo siguió arreglando el lugar, le dolía que su amigo estuviera así.
Después de unas horas todo estaba limpio aquel muchacho también se había dado una ducha y había tomado unas pastillas que le trajo su amigo, ambos estaban sentados en el mueble, Mingyu solo miraba a su amigo como comia de forma lenta, Jeon estaba incómodo con la mirada intensa de su amigo, sabía que le iba a decir algo, lo esperaba claramente.
—Tienen que hablar— solto Mingyu de repente, esa era la mejor opción, ya estaba cansado de esta situación, aquel muchacho estaba sorprendido por aquellas palabras de su amigo.
—Sabes qué no puedo—aclaro jeon para dejar la comida de lado, se le había quitado el hambre en ese instante.
—Si puedes, debes hacerlo, ambos—insistió Mingyu, tenían que hacerlo. Era lo más certero en esa situación. No importa como lo haría pero ellos se encontrarían de nuevo.
—No, Mingyu—negó con la cabeza, no quería hablar con ella y no tenía pensado en hacerlo.
—Crees qué quiero ver cómo tú, te matas lentamente y Alya ande por ahí para que Dexter le hago algo eh— dijo Mingyu ya poniéndose histérico, no había medido bien sus palabras, claramente no estaba en su planes decirle a su amigo lo sucedido de anoche, la había regado, y solo decidió que mejor era decirle para ver si se animaba a encontrarse de nuevo.
—Como—dijo Jungkook para ponerse de pie, la noticia de que ellos estaban teniendo problemas, dejaba una sensación de dulce y amargo.
—Como lo escuchaste Alya y Dexter tienen problemas, no sabes el martirio de esta semanas Jeon—dijo Mingyu soltándolo todo, se había dado cuenta en el cambio tan repentino de su amigo, estaba cansado de esto, así que entre más pronto mucho mejor.
—Que es lo que realmente ha pasado, Mingyu — dijo Jungkook desesperado por saber más, se había sentado de nuevo en el sofá, cerca de su amigo cogiendo su brazo para que siga.
—Anoche se atrevió a golpearla, hizo un maldito desastre, tuvimos toda la maldita madrugada arreglando —dijo Mingyu después de un breve momento el accionar de su amigo, lo hacía arrepentirse, no sabía si iba a cometer una locura.
Jungkook estába impactado por las palabras de su amigo, su mente se nubló, se paro de aquel sofá, salió del leveng dirigiéndose hacia la habitación velozmente, Mingyu miró como su amigo se había alterado por aquella noticia, igual se paró y lo siguió, estaba como loco buscando entre el armario, sacándolo todo.
—Que diablos te pasa Jeon—dijo Mingyu tratando de parar a su amigo, el solo se luchaba bruscamente para que lo soltara.
—Sueltame!—Dijo Jungkook soltandose del agarre de su amigo, estaba enojado con el maldito de Dexter.
—Imbecil que crees que vas hacer—dijo Mingyu tratando de hcer que entre en razón.
—Lo voy a matar, no debió tocarla Mingyu—estaba enojado, no pensaba bien las cosas necesitaba partirle la cara al puto de Dexter
—Crees que esta es la maldita forma eh, ella ni estába llorando, se estaba divirtiendo por el accionar de Dexter, cálmate porfavor no hagas una locura, solo habla con ella eso es todo—dijo al borde Mingyu esperaba que su amigo entrará en razón.
Jungkook miro a su amigo más calmado sabía que Alya era así, llevaba a los hombres a ese punto, solo se senté en la cama derrotado, estaba actuando como un imbecil. Mingyu estaba más aliviado al verlo tranquilo, estaba a punto de hacer una locura, el tenía parte de culpa en esto. Después de un rato Mingyu tenía qué irse, tenia un encargo que hacer. El se fue y le dijo a Jungkook que lo pensara bien sobre encontrarse con Alya, Jungkook solo le dijo que lo pensaría. Cerró aquella puerta, se deslizó por ella quedó en penumbra su departamento, mirando a la nada decidió que debería intentar verla para arreglar las cosas, al menos quería sentirse en paz consigo mismo.
Esta noche quería encontrarla, volvería a verla.
Esa noche ambos estaban preparándose, sabían que debían verse eso era lo mejor, ninguno de los dos que exactamente tenían que hablar, pero algo en ellos sentia que iba a ser así, se encontrarían esa noche y eso estaba asegurado, Jungkook opto por algo cómodo y un enorme abrigo e igual Alya vistió cómoda e iba abrigada esa era la última noche que iba a ese antro, se largaria de Seúl. El antro estaba lleno esa particular noche, el primero en llegar fue Alya veia su alrededor tratando de encontrarlo pero nada, estaba desilusionandose, quería al menos verlo desde lejos.
Al momento llega Jungkook estaba un poco agitado había corrido un poco, miro a su alrededor, había muchas personas, pero se le hizo extraño que Mingyu no estuviera en la barra cómo cada noche, seguia mirando alrededor hasta que la ve. Sus miradas se toparon, las personas estaban obstruyendo la vista de ambos. El quería ir donde ella, pero después Alya vio a Dexter en el mismo lugar y decidió irse de aquel lugar esperaba que Jungkook la siguiera y se diera cuenta que Dexter esta ahí.
Jungkook estaba confundido al verla irse, quería ir tras de ella pero a la vez no, miro sus manos tratando de tomar una decisión clara, alzó la mirada y ahí lo vio a él, a Dexter. Entendió rápidamente y salió del antro, ahí la vio igual qué ella a él. Jungkook solo siguió adelante caminando lenta disfrutando esa noche era curiosamente tranquila. Alya solo miro confusa la actitud de aquel muchacho que no salia de su mente, lo siguió. Ambos caminábamos de forma lenta, ninguno de los dos habló, sólo se daban miradas leves.
Llegaron hasta el río Han donde ninguno de los dos habló durante varios minutos, Jungkook estaba recargado sobre la barandilla, Alya lo miraba desde atrás, su mirada recorría la espalda de él, le picaban las manos por tocarla, en algunos momentos Jungkook le daba miradas con desdén a Alya, sus pensamientos no lo dejaban, se veia hermosa tal como la primera vez era uno de sus tantos pensamientos.
—Jung— se atrevió hablar Alya, tenía muchas cosas en mente, de qué decirle pero ahora frente de ella, de se quedó nula y no sabía que decirle.
Jungkook solo giro para mirarla, esos ojos todo de ella lo tenia loco y lo hizo por impulso. Se abalanzó sobre ella cogiendo con una de sus manos su cintura y la otra en la mejilla para besarla bruscamente, a lo que Alya se sorprendió por aquel acto, pero al instante correspondió. Los dos se sumieron en un beso,donde se devoraba uno al otro, las falta de aire se hizo presente y tuvieron que romper aquel momento.
Alya miro como el castaño se alejaba de ella, aquella sensación llego como la primera vez, esto era una despedida muy cursi penso ella, no quería que el quedara embobado por ella, como los demás.
El era diferente y lo sabía, había tocado su frio corazón, había dejado que aquel castaño cruzara aquellos muros que tanto le costó construir, lo iba hacer, tenía y era necesario.
—Caíste muy rápido Jeon, rompiste el récord de todos— dijo Alya riendo y aplaudiendo al mismo tiempo, vio la cara que puso el castaño, lo había herido de la peor manera. Sabía que con esto la iba odiar.
—Uno mas de tus perros, no? Eso es lo siempre dices con cada que se mete contigo—dijo Jungkook incrédulo y serio al mismo tiempo, sabía que iba pasar ella no era para el, lo habia destruido aquellaspalabras de la castaña. No iba ser un idiota, esta vez no.
—Si, eso son y para eso sirven, crees que yo iba enamorarme de cualquier estupidez, pisa la tierra Jeon, eres igual a ellos, no te hagas ilusiones— dijo Alya tratándolo cruelmente.
—La única que se hizo ilusiones eres tu Alya, no olvides que la perra eres tu— dijo Jungkook muy serio, vio a la castaña abrir los ojos , la había lastimado tal como ella lo hizo con el.
—No hables estupideces, el ilusionado y perro eres tu— dijo Alya con un poco desesperada, apunto de perder la cordura, sus palabras eran cuchillas, realmente los dos se estaban haciendo daño.
—No olvides con quien te metes Alya— dijo Jungkook recordandoselo, era un maldito playboy.
Este era su karma
—Entonces porque estas aquí—dijo Alya ya sin más, se sentia una idiota, debería controlar su estúpido corazón.
—Por lo mismo, que tu estas aquí— dijo Jungkook acercándose más a Alya, quería que viera que el no iba a perder.
Alya no sabía que decirle se había quedado sin palabras, sus palabras eran frías y crueles. Sólo dejó de mirarlo, su mirada ahora le intimidada, hizo puños sus manos, ésto no era lo planeado. Tenía que recuperar la compostura, era una maldita perra y así siempre va a ser.
—Estoy aquí, para ver lo estúpido que eres— dijo Alya recuperándose.
—Nunca vas a cambiar esa estúpida actitud Alya— dijo Jungkook ya rindiendose, no le iba seguir el juego, su amigo no merece esto, el veia como se esforzaba para verlo bien y eso iba hacer.
Iba cerrar este maldito capítulo de su vida.
—Sabías cómo era, y ni asi te alejaste Jeon, que pretendes que voy a cambiar por alguien como tu— dijo Alya amargadamente.
—No, lo sabía muy bien, pero ni así pude controlarme—dijo Jungkook finalmente.
—Que diablos ha—dijo Alya pero el castaño la interrumpio.
—Déjame hablar maldita sea— dijo Jungkook agitado no importaba si ella no lo iba a corresponderle como tal. Iba sacar todo para poder sanar.
—Esto qué pasó es una maldita perdición para mi—dijo Jungkook señalandose así mismo y a ella— Jugaste conmigo e igual qué lo hice contigo, trate miles de veces sacarte de aqui—señalando su corazón— Crees que este es un maldito juego, si lo es para ti pero para mí no, lo merezco lo sé. Fui un hijo de perra toda la vida, para mi solo era importante mi mejor amigo y mi familia , pero también lo eras tú, me enamoré estúpidamente de ti, lo hice! Ya lo sabes! Caí tal como los otros, fui un perro más que usaste a tu favor, no puedo olvidarte y esto me mata, no tenerte para mi, es la tortura más difícil que he tenido, pero esto se acabó te amo, pero primero estoy yo, quiero salir de esta miseria— Dijo Jungkook desgarrandose por dentro esto le dolía mucho, pero tenia que hacerlo.
—Jung—dijo Alya en susurando, todo que le había dicho ña había dejado impactada , el estaba sufriendo tal como ella, quería consolarlo decirle que también sentía amor por el, pero no podía, no lo iba arrastrar a esta miseria.
—No quiero ver a las personas que me importan, sufrir por mi culpa, esto se acabó Alya, es mejor dejarlo lo talvez fue una ilusión para los dos aquí—dijo Jungkook tratándolo de no perder la cordura. Se había quitado un peso encima, se sentía más mejor después de haberlo dicho esto era un nuevo comienzo.
—Crees que con tu teatro, me voy a poner a llorar y lanzarme a tus brazos Jeon, estas muy equivocado, no sabes quien realmente soy, solo fui una estúpida actuación de amabilidad, te la creíste toda y caiste tal y como quería—dijo Alya duramente señalandolo te ves realmente estúpido, eres un maldito pendejo, de nada te sirve la carita que tienes. Se sentia sofocada su mirada y la de el eran muy diferentes. Una era de decepción y la otra de hipocresía. Sabía que era lo mejor, nunca el lo sabrá, que el fue el único que pudo hacerla perder.
Jungkook solo la miro, se lo esperaba y estaba preparado eso suponía, pero fue muy cruel. Ya no sabían que más decir lo habían dicho todo. Alya se acercó a él lentamente, tocó su mejilla fría, su era mano cálida. No iba caer de nuevo.
Alya se acercó por impulso, era la última vez que lo veía, su mano ahora estaba en la mejilla de castaña. Quería decirle que era un gran hombre, que no se deje caer por su palabras y que lo amaba todo era tortura que siempre recordaría.
—Fuiste un buen perro después de todo Jeon Jungkook —dijo Alya con un nudo en la garganta por dentro se moría pero por fuera era una maldita que no demostra nada, se alejo de él, y tomo el camino contrario al del castaño. Su mente era un huracán sus palabras seguían ahí, no podría olvidarlo era ese su castigo, seguia caminando a paso lento en su corazón surgió una pequeña esperanza de que el la detuviera pero o fue así, mientras seguía caminando una pequeña lágrima bajo por su mejilla le dolía lo había lastimado, un flashback llegó de repente.
—Niña aveces el amor puede ser una tortura para algunos, pero lo mas difícil es dejar ir a quienes amamos, dejar ir requiere amor, dejar ir a quienes amamos nunca es fácil, siempre dolerá soltar lo que amamos. Así que amar es también soltar a esa persona —dijo el anciano sentado a lado de Alya, ella simplemente lo ignoro.
Porque ahora tenía que recordar las palabras de ese viejo.
Amar también es soltarte Jung dijo ella dando la vuelta, para ver su estaba el castaño ahí, pero no estaba ahí, sonrió con tristeza, sus lágrimas no se hicieron esperar y siguió su camino.
Este era un nuevo comienzo para Alya.
Jungkook había quedado estático por aquello que dijo la castaña, la odia si, pero no puede, su corazón no dejaba que la odiara como quería, ella solo se fue después haberlo destrozado con esas duras palabras, quizá detenerla pero no pudo, quería que ella se diera la vuelta y se arrepientiera que le diga que todo era una maldita mentira, no sabía porque tenía esperanzas, sus lágrimas salían sin avisar bruscamente se limpiaba no era un maldito débil, iba a soportarlo, de repente una llamada lo hizo controlar, era un número desconocido, solo contestó, era lo que tanto temía dañar a quien más quiere.
Era del hospital, Mingyu había sufrido un accidente en la tarde, corto la llamada, miró por última vez la silueta de la castaña que había robado y destrozado su corazón.
—Dejarte ir, es un acto de amor por mi parte Alya y de amor propio— dijo aquello susurando para después salir corriendo, para ir al hospital, a ver su amigo.
Era el nuevo comienzo del camino de Jungkook.
♡
Los dos decidieron que era mejor dejar ir para no lastimarse y comenzar una nueva etapa donde podran superar al adversidades del mundo.
♧
Fin
Gracias por leer.....
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