❝ Octavo Episodio ❞
De nuevo ese sentimiento que la atacó el día anterior en la clínica.
Estaba tan enojada que sentía que le subía le hervor del enojo por toda la cara. Las ganas de gritar, de romper algo. Tarde se dio cuenta que iba a vómitar si seguía así.
Por suerte alcanzó a correr hacia el baño.
Sesshomaru quedó desconcertado por un minuto, luego negó con la cabeza. Aceptando que era lógico que no reaccionara bien, y que era bastante normal hasta el punto de vómitar cuando se pasa por una situación de extremo estrés.
Él lo sabe por que le ha pasado, sabe lo que es, con estrés siempre fue su compañero de vida. Ese horrible malestar en el estómago que pareciese se le fue contagiado.
Abandonó la taza a medio tomar.
El café amargo se enfrió rápidamente.
La mujer no salió del baño hasta media hora después, con una expresión de derrota total. Con rastros de escozor en sus ojos, para ver a Sesshomaru sentado en el sillón nervioso, con sus codos en su regazo y sus manos juntas. Temblaba levemente su pierna derecha.
Kagura lo miró sin decir nada. Por todos los cielos. ¿Eso era lo que él pensaba de ella? ¿Qué era una salvaje que no se comunica con palabras? ¿Qué no siente empatia por otro ser humano?
Luego del enojo por supuesto que ha intentado por sí misma pensar en El lado más positivo posible. Esa chica no era una supermodelo, no era una tentación pasajera. No descarta la idea de que en realidad estuvieran pasando cosas a su espalda y no refiere a lo sexual, si no a los sentimientos. Y la mujer no sabe si lo hubiera preferido así.
Hay que ser una mujer fuerte para respaldar a alguien como Sesshomaru ¿Acaso esa mosquita seria capaz de ocupar siquiera la mitad de su lugar? ¿Cuanto tiempo irían a durar?
Sesshomaru le acaba de pedir un tiempo... lo que generalmente significa que quiere experimentar. Probar si le gusta su nuevo amor o si se da cuenta que le va a ir mejor con una mujer de verdad. Como sea, Kagura no logra ver en su futuro estar con él de nuevo. No después de esto... se estaban haciendo daño.
Nada estaba bien.
No quería ser un monstruo. Solo se estaba defendiendo.
Acarició sus ojos para alejar las lágrimas, ya no quería derramar ni una más.
─ Puedes quedarte aquí. No tengo problema con ello, yo buscaré otro departamento. Hasta saber que pasará con nosotros. ─ habló el hombre aún sentado en el sillón, irrumpiendo su hilo de pensamientos.
─ Olvídalo, puede que me lleve una muda de ropa y mi computadora.
─ ¿Dónde te estas alojando?
Kagura dudó en responder por un momento.
─ ... con una amiga.
El hombre asintió lentamente. Se puso de pie, y busco algo en su bolsillo. Se lo extendió a la mujer, ella lo miró desconfiada. Al menos hasta ver que se trataba de la llave de un vehículo.
─ Son las llaves de tu auto, llegaron hace dos días. ─ luego de esa breve explicación, Kagura la tomó.
El auto que Sesshomaru le había regalado hacia unos meses atrás, mentiría si dijera que no lo necesitaba. Al menos debía de reconocer la decencia de Sesshomaru de entregárselo cuando bien podría haberse hecho el tonto.
Pasaron la siguiente hora sin tocar el tema de la razón por que parecían una pareja que se estaba divorciando. Kagura por un momento pensó que tal vez si se había pasado con su enojo.
Quería entenderlo. Quería ponerse en su lugar. Sesshomaru siempre fue bastante reservado con sus emociones y ella lo sabía más que nadie. Quería comprender que es lo que estaba pasando en su cabeza, y tal vez consideró que realmente lo que había ocurrido fue un desliz... un error que le daba demasiada relevancia.
Fue acompañada por Sesshomaru y Jaken a buscar su auto. No paró de pensar en todo el camino mientras abrazaba su mochila que contenía nada más que su computadora, cuadernos importantes y un par de mudas de ropa.
Sintió un hormigueo en su vientre. Entonces pensó que pasaría si Sesshomaru se arrepentía de todo y le pidiese volver. ¿Lo perdonaría? ¿Lo haría por amor? ¿Por la comodidad? ¿O por el bebé?
Solo se despidió de ellos por cortesía. Realmente necesitaba una respuesta clara, su propia mente no le estaba siendo de mucha ayuda. ¡Ya estaba visualizando perdonar a un infiel!
Primeramente había confiado en sus propios ojos cuando los agarró con las manos en la masa, luego su corazón se estaba entrometiendo con su racionalidad.
Ella prefiere culpar a las hormonas.
...
Llegó a la casa de Tsubaki caminando jugando con la llave. El auto lo dejó en un estacionamiento a unas cuadradas del lugar puesto que la casa no contaba con un garaje.
Solo deseaba darse un baño y cambiarse de ropa. Comer y dormirse. Nada de pensar.
...
Se encontraban sentadas en la mesa hablando mientras comían, o más bien Kagura estaba hablando mientras que la anciana la escuchaba.
A ese punto ya le había revelado todos los detalles De lo sucedido el día se hoy. De vez en cuando opinaba al respecto.
─ Si te dejo el auto fue por falsa caballerosidad. Creo que pretende que te conformes con las cosas materiales. Te ofreció quedarte en el departamento también.
─ ¿Lo dices enserio?
─ Seguramente no te diste cuenta pero seguro lo hizo para que no lo molestes. No quiere que le reclames nada. En mi opinión creo que en esta ocasión estuvo bien que no te dieras cuenta.
─ ¡¿Porqué?!
─ Pues no hubieras traído el auto. Por orgullo seguramente. Te conozco, le hubieras lanzado la llave a la cara.
Kagura rió, sabía que era cierto, o quizás le hubiera gritado que se lo metiese por donde no le da el sol.
Por otro lado, si ha estado distraída, realmente no ha estado bien mentalmente. Y ya pensado en tonterías... pura mierda.
Lo bueno que es que sentía una extraña calma.
Entre las dos limpiaron la mesa y hablaban de cualquier cosa mientras lavaron los platos.
─ Ya va empezar mi novela. ─ Dijo Tsubaki antes de abandonar a Kagura con los últimos trastes.
A la más joven no le importó, total que ya casi terminaba. Su teléfono vibró en la mesada. Luego vibró otra vez, y tres veces seguidas más.
Secándose las manos no pudo contenerse en revisar que eran esas notificaciones.
5 Mensajes No Leídos ✉️
💋 Yura -
Adivina a que sanguijuelas acabo de ver 💩
Foto- 📷
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No me vieron, amiga estoy muy indignada.
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