Un nuevo día abrazaba la mitad de la irritante semana para los cansados estudiantes que solo deseaban la llegada del fin de la misma para poder escapar a sus hogares durante dos días seguidos, días en donde se olvidarían de sus responsabilidades por completo para luego realizar todos sus trabajos la noche del domingo, con sus corazones latiendo a mil mientras intentaban recordar la mayoría de fórmulas que necesitarían bajo los insultos de sus padres por ser tan flojos. Procrastinar es el pasatiempo favorito de la generación actual, ¿No ven que las mejores ideas nacen del ocio? No puedes ser ocioso si eres productivo con tus trabajos escolares, eso es algo bastante obvio.

Pero bueno, lo cierto es que el fin de semana era realmente esperado, todos se encontraban cansados de las clases como de costumbre y ya actuaban como zombis sin alma incluso antes de llegar a la primera hora.

No obstante –y como siempre– había una excepción, en esa ocasión era aquel extraño joven con pintas de nerd estereotipado.

En los pasillos del instituto un alto muchacho castaño caminaba tranquilamente hacía el salón de reuniones del lugar, hojeaba un par de papeles que había sacado no mucho antes de su bolso, la mayoría eran hojas citaciones que el director debía firmar o simplemente actas de reuniones pasadas que debería organizar. No había mucha gente en el pasillo ya que era bastante temprano, él también llegaría tarde si fuera por mero placer pero al ser el vicepresidente del comité estudiantil no tenía otra opción que llegar temprano a las reuniones reglamentarias con los profesores y otros miembros del comité.

Bostezó en grande en medio de sus pasos, las ganas de salir del lugar para comprarse un café en la cafetería de mala muerte a unas calles de distancia eran bastante grandes. Necesitaba una forma de avisparse, dejar el sueño a un lado para poder operar correctamente, necesitaba un café. Al final se quedó con la idea de salir a comprar uno antes de que la campana sonara, una idea tentadora que muy pronto pondría en marcha.

Luego de no mucho camino llegó a su destino, pero antes de poder adentrarse al salón una voz desconocida le habló.

一¿Cha Eunwoo?

Suspiró ya fastidiado cuando una vez más fue llamado por aquel nombre que no le correspondía.

一Ya les dije que me llamo Lee Dongmin–...

Y bueno, quizás ese golpe en su estómago tendría mejor efecto para despertarlo que un café caliente.

(...)

Beomgyu caminaba hasta su centro educativo como de costumbre, no le faltaba mucho para llegar y por alguna razón había decidido ir a pie aquel día. Disfrutar de la mañana como hace no mucho hacía por tomar el autobús, saludando a un par de personas mayores que se encontraba por el lugar al igual que pequeños niños que sonreían brillantes por pensar en un nuevo día para jugar con sus amigos. Él intentó prestarle más atención a su entorno desde que aquel balde de agua fría con la etiqueta "realidad" en su costado le cayó una tarde después de su último encuentro con su profesor de matemáticas, y aparentemente no lo estaba haciendo tan mal.

A partir del momento en el cual había caído por Yeonjun parecía como si su mundo se hubiese difuminado con una espesa niebla que no le permitía prestar atención a otras cosas que no fueran sus trabajos, emociones y el rubio.

No tenía amigos cercanos, los pocos que podrá haber considerado conocidos en algún momento se alejaron ante su falta de atención –algo completamente comprensible según el pelinegro–, sus compañeros de trabajos siempre eran los mismos flojos que se colgaban de sus notas, su relación familiar se había quedado estancada y habían ocurrido varias cosas de las cuales no se hubiese perdido si tan solo no se hubiese involucrado con Choi Yeonjun. Eso último era un pensamiento que no dejaba de llegar en sus momentos más bajos.

No obstante, si todo aquello no hubiese ocurrido no conociera a Taehyun, Soobin o Kai.

Esos tres muchachos eran los que comenzaba a considerar sus nuevos amigos.

一¡Beomgyu, piensa rápido!

El azabache al escuchar su nombre ser exclamado a sus espaldas se volteó con la intención de encarar al muchacho también azabache detrás de sí, no obstante lo único que consiguió fue que un USB cayera en todo el centro de su frente. Si aquello hubiese sido parte de una competencia de tiro probablemente su atacante hubiese recibido unos fabulosos...

一Cien puntos.

Beomgyu tocó la zona afectada con una expresión entre confundida y adolorida, observó a los dos altos muchachos, uno era Kai que lo miraba con una sonrisa apenada y a unos pocos metros de distancia estaba Soobin con una paleta de uva entre sus labios, acercándose con calma.

一¿No creen que sea muy temprano para ser tan agresivos? 一Interrogó Beomgyu con sus ojos entrecerrados.

一¿Temprano?... Realmente estamos tarde 一aseguró Soobin posterior a unas palabras inentendibles gracias a la chuchería en su boca一. Eunwoo Hyung probablemente ya llegó al instituto.

一Cierto 一reafirmó Kai con expresión divertida a la vez que se agachaba para tomar el USB que Beomgyu debió haber atrapado en un principio一, Taehyunnie lleva desde la madrugada fastidiando desde el grupo.

一¿De verdad? No me había dado cuenta 一confesó Beomgyu para después tomar su teléfono y notar los cientos de mensajes del conocido pelirrojo en su chat grupal, la mayoría de ellos haciendo referencia a las horas exactas en las que estarían realizando toda su "operación".

一Te darías cuenta si tan solo no nos tuvieras silenciados, no sé, es mi opinión 一fue la respuesta que Soobin le dio al más bajo luego de haberse colocado a su lado como el buen chismoso que era para observar como tenía el grupo con las notificaciones apagadas.

一Tengo a todo el mundo silenciado –aclaró el menor–, no te sientas ofendido.

一Sí, bueno, podemos tener esta conversación en otro momento, por ahora debemos llegar al colegio antes de que Taehyun nos quiera cortar el p–...

一El aparato reproductor masculino –cortó Soobin al de apellido extranjero, censurando sus palabras ante la recién llegada presencia de una mini tropa de niños que se dirigían a su primaria y se les habían quedado observando de forma curiosa.

Kai miró al grupo de niños y dijo:

一El pito.

Entonces la caja torácica del azabache retumbó fuertemente cuando el castaño dejó caer su mano con exagerada fuerza sobre la espalda del menor, causando burbujeantes y risueñas risas en los niños que escuchaban al "señor" toser como si su alma se la hubiese llevado el diablo.

Beomgyu también se permitió reír un poco mientras negaba con la cabeza y tomaba el antebrazo de Kai para guiarlo por el camino al instituto.

Sí, ellos eran sus nuevos amigos.

Y estaba muy feliz de haberlos conocido.

(...)

一Entonces todo bien, ¿No es así, Cha?

El de cabello oscuro miró con acidez al más bajo. Al salir del lugar estiró su camisa con sus manos, sacudió tierra inexistente de sus hombros y bufó para posteriormente asentir, haciendo que las comisuras de Yeosang se elevaran gustosas en una sonrisa victoriosa.

一Bien, nos vemos luego ¿Sí? No hables con extraños o delincuentes, tampoco con vagos, cornudos o cualquiera de cabello rojo.

一Sí sé quién es Kang Taehyun, idiota.

A pesar de haber sido insultado, Yeosang amplió a un más su sonrisa la cual poco después se convirtió en una diminuta carcajada que solo alcanzaron a escuchar los dos muchachos a sus espaldas.

一Caballeros, nuestro trabajo acá está hecho.

Las palabras del castaño acompañadas de la risa de villano hicieron que tanto Félix como Hyunjin rodaran sus ojos con fastidio, hasta que decidieran irse a otro lado y su vista cayera en la lejanía, lugar donde un pelirrojo miraba con exagerada molestia, sus brazos cruzados y ceño fruncido, al trío de muchachos que se le acercaban con prisa.

一¡Les dije que llegaran a las siete treinta, idiotas!

一Primero que nada, buenos días 一el primero en reaccionar a la reprimenda de Taehyun fue Kai一, segundo que todo, te traje una piedra de disculpas.

La expresión incrédula del pelirrojo al recibir una piedra cualquiera con una carita triste dibujada fue razón suficiente para que Beomgyu riera bajito y Soobin dramatizara una lágrima de conmoción. Taehyun por su parte estuvo realmente tentado a arrojarle la piedra por la cabeza a Kai, para ver si de casualidad su cerebro comenzaba a funcionar adecuadamente otra vez.

一Eunwoo ya debe estar en la reunión del comité estudiantil ¿No? 一pensó Soobin en voz alta.

一Supongo que sí, tal vez lo sabríamos si tan solo no hubiesen llegado tarde 一riñó Taehyun, no pudiendo omitir el regaño a los tres restantes en la conversación.

一En mi defensa, nadie podría hacerle stream adecuado a "Bbusyeo" de ONEUS más que yo.

Allí fue cuando Taehyun se molestó en intentar arrojarle la piedra al alto azabache que se cubrió con sus brazos a la vez que pegaba un agudo grito que hubiese llamado la atención de la gente de no ser porque todos conocían la escandalosa voz de Huening Kai.

Beomgyu por su parte se limitaba a observarlos desde su lugar, su mente divagaba un poco mientras se concentraba un poco más en un particular pelirrojo.

一Muy bien, ¿Quién irá conmigo a pedirle las cosas a Dongmin? 一Preguntó Taehyun luego de haberle hecho una llave de lucha libre a Kai hasta que este pidiera clemencia, acomodando sus cabellos con una de sus manos.

一Yo puedo ir 一se ofreció Soobin, llevando los lentes que cargaba ese día hasta su lugar correspondiente, arrastrándolos por el puente de su nariz hasta colocarlos en su punto, tirando poco después el palillo del dulce que se había comido en el camino y había estado mascando con insistencia.

一¿No tenías clase de artes hoy? 一Consultó Kai, haciendo que el más alto abriera su boca con sorpresa al recordar aquel detalle, asintiendo poco después con una mueca apenada.

Taehyun bufó, rodando sus ojos y cabeza a la vez dejaba sus brazos caer a sus costados con la definición perfecta de fastidio, todo debido la desincronización de sus queridísimos compañeros con respecto a un plan de casi dos meses desde que lo planificaron, incluso antes de que el otro Choi se les sumara.

一Yo no tengo clases aún, puedo ir contigo si quieres 一se ofreció Beomgyu, casual.

一Oh, lo harás 一aseguró Kai con una sonrisa fingidamente inocente, pasando su brazo sobre los hombros del más bajo e interrumpiendo el pensamiento del pelirrojo一, a Taehyun no le gusta ir solo a hablar con la gente.

一Pero si a ti te habló por su cuenta 一comentó Soobin, enarcando una ceja con confusión.

一Sí, pero es que Kai tiene cara de idiota la mayoría de tiempo 一afirmó Taehyun con seriedad一. Con él no tengo miedo de decir una idiotez, probablemente la diría primero que yo.

一Yo también te quiero mucho, querido mío.

Seguido de eso, Kai le lanzó un beso a Taehyun, el cual fue respondido al instante con una expresión asqueada por parte del pelirrojo. Antes de otra reacción, la campana que anunciaba el inicio de la insufrible primera hora sonó, los estudiantes que habían llegado progresivamente comenzaron a distribuirse a lo largo de instituto, entrando los que habían permanecido afuera y organizándose los que de alguna forma habían entrado sin ser regañados por el amargado portero de casi ochenta años, entre ellos, nuestros protagonistas.

Un profesor de gran estatura y cabello platinado pasó, incitando a los estudiantes a ir a sus respectivas aulas.

一Ustedes 一señaló el docente al grupo de cuatro一, vayan a clases.

Soobin y Kai corearon al unísono un perfecto "sí" a la vez que se iban, rodando sus ojos a la par cuando se encontraban en el punto ciego del maestro irritante que les daba clases de física. Beomgyu se quedó con Taehyun, ambos bajo la mirada acusatoria del rubio, el pelirrojo fue el primero en hablar:

一Profesor, a nosotros nos citaron en el aula del comité estudiantil.

一¿A ustedes? 一Inquirió el mayor con desconfianza一 ¿Son parte del comité?

Antes de que Taehyun mintiera al respecto Beomgyu se le adelantó, dando un paso al frente y permitiéndose responder.

一No, solo vamos a ayudar con los preparativos para el decatlón 一las palabras de Beomgyu salieron con tal seguridad que incluso él mismo se lo creyó一, ya sabe, puntos extra 一afirmó vagamente al final, añadiendo más argumento a su engaño.

El docente examinó al pelirrojo de arriba abajo con sus cejas levemente alzadas, boca torcida y ojos entrecerrados, de una forma odiosa.

一Bueno, falta sí les hace 一murmuró para sí, Taehyun de igual forma lo escuchó decir aquello antes de suspirar一, vayan.

Beomgyu y Taehyun agradecieron con una reverencia antes de salir encaminados a la sala del comité, el mayor con una sonrisa cordial y el pelirrojo con una cara de culo que no se le iba a quitar prontamente mientras estuviera respirando el mismo aire del viejo decrépito, quien a lo mucho tenía treinta y tantos y –desde la mente retorcida del menor– unos cuantos meses sin actividad procreativa, porque con ese humor que se cargaba...

Tan rápido como los suspiros fastidiados de Taehyun, ambos habían desaparecido de la vista de los demás al dirigirse con falsa tranquilidad hasta el aula del comité estudiantil, iban a la par, uno al lado del otro. Beomgyu sin querer –y debido a una manía que lo acompañaba desde pequeño– había intentado tomar el brazo de Taehyun para enredarlo con el suyo, el pelirrojo no se iba a negar, pero cuando se dio cuenta de su acción no pudo evitar avergonzarse, dejando el asunto en el aire al igual que el brazo del menor.

一Muy bien, Eunwoo debería estar adentro 一aseguró Taehyun, aliviando la ligera incomodidad del momento con una voz calmada, observando la puerta corrediza que les daría acceso al aula.

Sin pena ni gloria, el pelirrojo abrió la puerta, encontrándose con el aula vacío donde se suponía debía estar el objetivo principal de todo su plan. Beomgyu asomó su cabeza, notando la expresión frustrada de Taehyun y el desolado salón de clases.

一Tal vez no se reunieron hoy 一supuso Beomgyu en voz alta, el menor resopló.

一Sí, tal vez no lo hicieron 一repitió el de apellido Kang, cerrando de nuevo la puerta一. Debería buscarlo 一aseguró mientras le daba la cara al pelinegro一, ve a clases, yo lo buscaré.

Beomgyu enarcó una ceja.

一¿Estás seguro? Podemos ir luego si quieres.

La vista de Taehyun se perdió en la distancia por un momento, bueno, realmente se quedó clavada efímeramente sobre aquel particular rubio que recién hacía presencia en el pasillo. Aún así Beomgyu no se dio cuenta.

一Da igual, yo puedo ir 一reafirmó el pelirrojo, dándole una palmada en el hombro al más alto一, vete.

Dando un vago y confundido asentimiento como respuesta, el de apellido Choi se retiró bajo la mirada de Taehyun siguiéndole hasta el momento en el que cruzó en el pasillo, perdiéndose del campo de visión del pelirrojo, quien al voltearse se detuvo en seco, había sentido la presencia del rubio e incluso había hecho contacto visual, pero no esperaba que en tan poco tiempo estuviera tan cerca.

一Hola, Hyunnie 一con una sonrisa que el menor deseaba partir diente por diente de forma poco democrática Yeonjun hizo presencia一, tiempo sin saber de ti 一comentó burlón, observando detalladamente el cuerpo cubierto en uniforme del menor一, desde que ya no vas a mis clases, realmente 一agregó al final, encogiéndose de hombros.

一Tomo clases particulares 一respondió el pelirrojo con indiferencia, cruzándose de brazos一. ¿Se te ofrece algo?

一Sigues sin tener modales 一murmuró Yeonjun一, pregunta indiscreta; ¿De dónde conoces a Choi Beomgyu?

一¿Es ese tu problema? 一Inquirió el pelirrojo a la defensiva.

Yeonjun resopló una vez mas, escondiendo sus manos en sus bolsillos y acercándose peligrosamente hasta el más bajo, quien ni se inmutó ante su 一cito一 putrefacta e insufrible presencia.

一Lo que sea que estés planeando, déjalo ahora 一la voz del rubio había cambiado, ya no era sarcástica o burlona, se acercaba mucho más a lo colérico一. Sabes muy bien que involucrarte conmigo fue un error, te lo advertí cientos de veces ¿Y ahora quieres hacerme ver como el villano?

一¿Por qué? 一Preguntó el más bajo, alzando su mentón en cada palabra一 ¿El príncipe tiene miedo? ¿Tienes miedo que un estudiante de diecisiete te envié a la cárcel, pedófilo de mierda?

La interrogante teñida en desbordante burla y seguridad logro provocar un ceño fruncido y mirada irritada en la expresión del alto rubio.

一No tengo planeado detenerme 一aseguró Taehyun, marcando distancia cuando se acercó de repente al mayor y este por inercia retrocedió一. Así que ve preparando tus cosas, tu vida se volverá un infierno 一aquello último había sido susurrado cuando la boca del menor se acercó hasta la oreja del docente一, me voy a asegurar de eso.

Yeonjun rodó sus ojos, alzando una de sus cejas cuando el menor se hizo para atrás de nuevo, regresando a su lugar inicial y cruzándose de brazos en el acto.

Estuvo por resoplar una objeción inmediatamente después de que el menor se alejara, pero la voz de una profesora en la distancia lo interrumpió:

一¡Profesor Choi! ¡La clase debe comenzar!

一Atente a las consecuencias de tus acciones, Kang Taehyun.

Dicho eso, el rubio miró de arriba abajo al pelirrojo y se marchó por donde vino, dejando al menor solo en el pasillo. Cuando el insufrible desapareció por completo, el de cabellera brillante resopló con rabia, el solo recordar la existencia de ese miserable le daba cólera.

"Maldito" pensó en un intento por maldecir todo su nombre, apellido, ascendencia y descendencia.

Con ese insulto en mente acomodó su mochila sobre su hombro, miró por donde se había ido el docente y chasqueó su lengua antes de irse en sentido contrario, dispuesto a pasar por su salón de clases para continuar su día.

No tenía tiempo para esas tonterías.

Nadie, ni siquiera Choi Yeonjun, sería capaz de detenerlo de conseguir su venganza.

Graben eso en su memoria.