
008. High hopes.
En medio de un parque por la tarde luego de una larga jornada escolar habían cuatro chicos jóvenes tirados en el pasto, dos de ellos mirando entre carcajadas un video en el teléfono del de cabello castaño mientras que el otro par permanecía observando las esponjosas nubes en el cielo, aunque realmente el de hebras rojas permanecía con sus ojos cerrados y el azabache tenía su vista creando figuras en el cielo en sincronía con aquella pequeña mariquita que revoloteaba como podía por los cálidos aires.
Luego de haber cometido vandalismo cada uno de ellos regresó como si nada a sus respectivas clases, fingiendo perfectamente sus excusas y quedando como un grupo de estudiantes más que curiosamente habían desaparecido cuando un rubio estaba prácticamente haciéndole un funeral a su preciado auto.
Taehyun hubiese pagado millones por ver su rostro en aquel momento, devastado, decepcionado, rabioso y colérico, como una poesía escrita en tinta roja; sin embargo no tuvo que pagar ni medio para poder observar los valiosos videos que habían subido sus compañeros de estudio a sus redes sociales por mero ocio. Tenía el rostro devastado de Choi en todos los ángulos posibles y simplemente no podía evitar amar eso.
"Sufre pequeña perra" era probablemente la mejor frase para describir su expresión satisfecha al ver el sufrimiento del rubio, algo bastante irónico pero lógico hasta cierto punto.
Para Soobin y Kai no era muy diferente, ambos llevaban ya más o menos una hora haciendo memes y edits alocados solo para su propia diversión, razón por la que se reían a carcajadas y le contagiaban su buen humor a las personas que pasaban por el parque ignorantes de lo ocurrido.
一¿Deberíamos hacer una página o algo? -Preguntó Soobin.
一¿Para qué? -Interrogó Taehyun de la misma manera y sin siquiera abrir sus ojos.
一Para subir los memes del profesor, ya tenemos suficiente material para subir por cuatro días seguidos. -Aseguró Kai.- Podemos llamarla "Edits y memes del profesor de matemáticas que no puedo subir a instagram porque me bloquean la cuenta".
一Ese nombre es innecesariamente largo. -Comentó Taehyun con una pequeña risa burlesca.
一Tu nariz también pero a tí nadie te dice nada.
Lo siguiente que se pudo apreciar fue como Taehyun se levantó de inmediato de su lugar para ir hasta Kai y colocar sus brazos alrededor de su cuello como una llave de lucha libre bajo los gritos y risas nerviosas del más alto.
Soobin se había dedicado a ver la divertida "pelea" entre el pelirrojo y el azabache, por otro lado Beomgyu parecía más entretenido en ver aquella tortuga con cuerpo de caballo que huía de una serpiente pitón que se hacía entre las blancas nubes que pronto se teñirían de color rojizos y anaranjados.
Había una clase de paz en su pecho que lo inundaba al pensar en lo que había hecho horas antes, pero al mismo tiempo y en igual proporción estaban sus inseguridades dándole golpes bajos, unos inútiles, considerando que lo hecho hecho estaba.
Beom se preguntaba a sí mismo si Yeonjun era tan mala persona para merecer aquello; no podía negar que habían tenido buenos momentos aunque los malos fueran mayores, el alivio y el temor lo invadían al mismo tiempo al pensar en eso ¿Cómo era aquello posible?
Dejó que la incertidumbre abandonara su sistema cuando escuchó al único pelirrojo presente gritar de una forma extrañamente diferente.
一¡La pulsera, imbécil!
一Te dije que no la cargaras encima.
Beomgyu miró hacia el lugar de la discusión y se sorprendió enormemente al ver a Taehyun sentado en el pasado limpiando una pequeña cadenita con sus manos, por otro lado Kai continuaba diciendo una y otra vez razones por las cuales él no debería cargar esas cosas consigo, Soobin mientras tanto apoyaba su peso en el lado derecho de su cuerpo para tener una mejor vista del momento.
El azabache más bajo presente no pudo evitar sentir su corazón hacerce un poco más pequeño al ver aquel objeto de joyería.
一¿Por qué la tienes siquiera? -Preguntó Soobin entre risas.
一Debemos disimular. Todos saben cuánto detesto al profesor Choi, van a terminar culpándome de primero
一¿Crees que eso te va a salvar? -Preguntó Kai a lo que el pelirrojo asintió.
一El ego de Yeonjun está por los cielos, ve esto y me va a descartar de sospechoso. -Aseguró el más bajo a lo que Kai respondió con un simple "si tú lo dices".
Aquellos tres permanecían en su pequeño mundo, aunque quizás el que lo estaba haciendo era Beomgyu, quién estaba realmente tentado a preguntar sobre el origen del accesorio en las manos de Kang.
Y por primera vez en algo de tiempo la necesidad de obtener una respuesta fue más fuerte que su temor a dicha respuesta.
一Taehyun, ¿De dónde sacaste esa pulsera?
Los otros tres le prestaron total atención al de cabello oscuro cuandp comenzó a hablar para luego mirarse entre sí y regresar su vista al primer individuo.
¿No le habían dicho ya?
(...)
Frustración, decepción, arrepentimiento; palabras cercanas pero no completamente descriptivas para el sentimiento que revolvía el estómago del azabache que caminaba lento de regreso a su hogar en busca de refugio antes de que el frío de la época lo abrazara hasta que alguna bacteria ingresara a su sistema y le causara un resfriado.
¿Qué tanto puede costar superar a alguien? ¿Por qué si se estaba esforzando tanto no podía evitar que aquel sentimiento doloroso y punzante pero a la vez vacío se instalara en su pecho al recordar la respuesta del pelirrojo a su pregunta de momentos antes?
"¿De dónde sacaste esa pulsera?"
"El profesor Choi se la da a todos sus amantes."
En esos momentos de verdad quería golpearse.
¿Por qué tuvo que enamorarse de su profesor de matemáticas? De todas las personas en el mundo, de las millones y millones de personas con mejores y peores intenciones que podrían existir ¿Por qué él? ¿Por qué Choi Yeonjun?
La única cosa que él había creído era especial, el único recuerdo que conservaba de lo que fuera que haya tenido con el rubio, la razón por la que una parte de sí mismo conservaba la pequeña esperanza de no ser uno más sino ser algo un poco más... No lo sé, único tal vez, era la pulsera que ahora tenía en su mano.
Beomgyu tenía la esperanza de haber sido único para el mayor, había tenido esa pequeña ilusión muy bien conservada en alguna parte de su lastimado corazón. Pero como era de esperarse, nadie podría ser lo suficientemente especial para Yeonjun.
Entonces, bajo la luz próximamente anaranjada de la tarde Beomgyu detalló la pulsera sin detener su paso, pasó desde la cadena hasta el grabado que llevaba.
Suspiró frustrado.
No iba a llorar por aquello, realmente no estaba dispuesto en lo más mínimo a hacerlo, ni siquiera tenía el típico nudo en su garganta que le indicaba las próximas lágrimas que brotarían de sus ojos; era más bien un vacío incómodo y desagradable.
Uno el cual no desapareció aunque el azabache haya tirado la pulsera al primer bote de basura que se cruzó en su camino.
Se dio ánimos desde sus adentros.
Pero en medio de su nostalgia o lo que fuera aquel sentimiento lo poco que sentía de culpa sobre lo que había hecho al auto del mayor pareció desaparecer cuando se dijo a si mismo "no eres el único".
Yeonjun sí se merecía aquello.
(...)
一¡¿Cómo que no sabes?!
一Profesor, me e-está lastimando...
Yeonjun bufó con rabia antes de soltar con brusquedad los hombros del castaño de baja estatura y hacer que por su peso este mismo se tambaleara hasta que su espalda chocara con la pared detrás de sí.
En el centro educativo la mayoría de estudiantes y profesores ya se habían ido a sus hogares, solo quedaban algunos alumnos que no habían alcanzado a terminar sus apuntes y los profesores que se encontraban reunidos en una junta para tratar el último y más reciente revuelo que involucraba al rubio que estaba intimidando al estudiante de oscuros cabellos y baja estatura.
Uno del cual se hablaba en la reunión como si fuera alguna clase de víctima cuando realmente sería lo más cercano un victimario.
一Junnie, yo estaba en clase, ¿Cómo se supone que supie-...?
El más bajo detuvo su hablar cuando una fuerte bofetada cayó directo a su mejilla.
一No me digas Junnie, Yeosang, justo ahora no somos nada ¿Entiendes?
El mencionado tragó saliva antes de asentir lento y en silencio.
Yeonjun estaba irritado, molesto, ardía en rabia en ese momento y Yeosang solo servía para decir estupideces, ¿Cómo se supone que iba a reaccionar?
Maldita escoria, ¿Creía que le iba a dar flores y cariños?
一Tú conoces a todos en este lugar, ¿Cómo no vas a saber quién dañó mi jodido auto, eh?
Lo cierto era que el castaño si tenía una ligera idea de quién había podido ser, no obstante se mantuvo en silencio, decir cualquier cosa con el rubio en aquel estado podría ser un gran inconveniente a largo plazo.
一Si no consigues al responsable olvídate de todo lo que hablamos antes, ¿Me escuchaste? -Escupió Yeonjun con ironía antes de dar media vuelta y alejarse a paso rápido del lugar, acomodando su ropa antes de entrar con falsa educación al lugar donde una importante reunión se estaba llevando a cabo.
Yeosang se mantuvo en su lugar hasta que escuchó un poco lejos una puerta cerrarse, en ese momento levantó su cabeza y pasó su mano por su rostro hasta llegar a su cabello y arreglarlo hasta que quedara como de costumbre para poder salir galante del lugar como siempre.
Al llegar a la salida se encontró con Félix y Hyunjin sentados en una banca.
一Oye, ¿Por qué tardaste tanto? -Preguntó Félix al verlo, levantándose de su lugar al igual que el rubio pero abriendo sus ojos con indignación cuando el castaño les pasó por un lado a ambos.- ¡Imbécil!
Yeosang detuvo su pasó y se giró a verlos con una expresión de pocos amigos que no causó ningún tipo de reacción en los otros dos.
一No tengo tiempo. -Habló el castaño, tajante en su tono de voz.
一¿No que querías nuestra ayuda?
El mayor frunció su ceño, detallando a los menores en busca de algo que le hiciera notar si aquello era una broma, pero realmente tanto Hwang como Lee hablaban completamente en serio.
Entonces Yeosang sonrió arrogante al imaginar como sus planes pronto florecerían y así no tendría que preocuparse por nada nunca más a diferencia del pelirrojo de apellido Kang y su grupito de raritos.
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