
007. Car(ma).
一Objetivo del día, -Comenzó Kai antes de señalar con un lápiz el plan que estaba escrito de forma desordenada en la pizarra del aula abandonado donde estaban reunidos.- el carro del profesor Choi.
En el mismo salón de antes el pequeño y autoproclamado club estaba reunido, dos de ellos sentados en lugares aleatorios pero cercanos y un pelirrojo ubicado en lo que debería ser el puesto de un docente y con sus pies sobre el escritorio, un supuesto plan estaba dibujado con desorden en la pizarra, pareciendo un collage de niños de primaria al tener un montón de anotaciones sin un orden aparente, diferentes tipografías y varios dibujos patrocinados por Kai, ¿por qué no?
Beomgyu alzó una de sus cejas en confusión ante las palabras del anterior mencionado.
一¿Por qué su auto?
一Fue idea mía. -Confesó Soobin con una pequeña y desvergonzada sonrisa.
一Beomgyu-ssi, ¿Dónde fue tu primer beso con Yeonjun? -Interrogó Kai con curiosidad a pesar de conocer la respuesta a la interrogante.
El azabache no pudo evitar colocar un semblante vagamente nostálgico antes de responder:
一En su automóvil.
一¡Exacto! El de Soobinnie y el de Taehyunnie también. -Aseguró Kai con exagerada e innecesaria emoción que por poco y sobresalta a los demás.- El mío igual.
一Por eso vamos contra su auto. -Respondió finalmente el pelirrojo con una sonrisa que para cualquier otro sería genuinamente inocente.
一Eso. -Confirmó Soobin.- El profesor Choi lo ama demasiado, creo que más que si mismo, incluso le puso nombre.
一Se llama Carolina. -Añadió Kai al final.
Beomgyu no logró resistirse y acabó explotando en carcajadas, risas genuinas que luego de semanas finalmente brotaron por su cuenta.
一¿Quién le pone Carolina a su auto? -Preguntó Beomgyu entre risas.
一Si Carolina te da risa solo debes escuchar el nombre de su gato. -Comentó Taehyun, haciendo que la curiosidad comenzara a ser parte del semblante del azabache.
一Pero bueno, regresando al plan. -Habló Kai, recuperando la atención de los presentes.- Hoy vamos a dejarle una sorpresa en su preciada Carolina. Soobin y yo trajimos algunas cosas que serán útiles.
一Huevos, harina, marcadores, latas de pintura en spray y... -Enumeró Soobin mientras rebuscaba los objetos mencionados en el bolso del menor y fruncía su ceño al encontrar algo completamente fuera de contexto.- una... ¿Piña?
一Oh, eso no, ese es parte de mi almuerzo. -Aclaró Kai mientras se acercaba y tomaba la tropical fruta entre sus manos.
Por otro lado Beomgyu detallaba los objetos que ahora el más alto estaba sacando de su bolso para colocarlos de forma cuidadosa sobre la mesa, comenzó a divagar y acabó imaginando diversas versiones de Yeonjun sufriendo por la forma en la que quedaría su preciado Mustang.
Una sensación de satisfacción previa pareció instalarse en su pecho al visualizar al mayor en aquella situación, llegando a tal punto que las comisuras de sus labios se elevaron ligeramente. Taehyun notó aquello e imitó el gesto por culpa de su sentido reflejo.
Beomgyu últimamente parecía un poco más animado.
Quizás era por las clases que se había estado saltando, la mayoría siendo las de matemáticas, o la buena merienda que habían tenido antes cortesía de la abuela del castaño de apellido Choi quien había enviado unas comiditas con su precioso nieto para que alimentara a sus, cito, delgados pero guapos amigos.
¿Quién sabe?
一Nos vamos a reunir una hora antes de la salida, ¿de acuerdo?, van a tener que poner una excusa o algo. -Habló Taehyun con su semblante serio a la vez que se levantaba de su lugar y se permitía estirarse un poco.
一Kai lleva todo el fin de semana aprendiendo a vomitar solo para esto. -Comentó Soobin a lo que el mencionado hizo el gesto correspondiente para probarlo.
一Eso es asqueroso. -Aseguró Beomgyu con una expresión disgustada decorando su rostro.
一Precisamente por eso es que aprendí. -Contestó Kai sonriente.
Luego de eso cada quién ordenó sus cosas, alistándose para así dirigirse a sus aulas correspondientes cuando la campana que anunciaba la hora siguiente retumbó por todo el instituto.
Taehyun y Kai fueron a su clase de química, Soobin a la de arte y Beomgyu a probar suerte con literatura, cada uno dispuesto a casi terminar la conocida jornada escolar antes de llevar a cabo su plan.
(...)
Para ese momento Beomgyu se preguntaba si acaso la vida se estaba burlando de él en todo su rostro o qué porque llevaba ya cinco minutos mirando como solo transcurrían sesenta segundos en el reloj de la pared de su aula de clases.
El universo era raro.
Cuando quieres que el tiempo pase rápido solo va más lento, cuando quieres que sea eterno parece tan efímero como humo en invierno.
Por eso fue que, también gracias a la impaciencia que cargaba encima desde hace varias horas, cuando el reloj marcó exactamente una hora antes del momento de la salida el de apellido Choi y cabellos azabaches se levantó de su asiento de forma repentina, dejando que su asiento se moviera y produciera un molesto sonido seco.
La señora mayor que estaba impartiendo la materia de dicha hora se giró al escuchar el ruido, bajó los lentes que cubrían sus ojos para ayudarla a leer y miró al joven estudiante que tenía enfrente.
一Señor Choi, ¿Le ocurre algo?
En ese momento fue que Beomgyu se dió cuenta que a diferencia de los demás él no tenía un mísero plan para salir antes.
Maldición.
El más alto relamió sus labios con nervios, de nuevo la ansiedad de ser el centro de atención al ser el único de pie comenzó a molestarlo, sus manos temblaban y los demás estudiantes comenzaban a observarlo con gestos negativos, burla, fastidio y demás, Beomgyu incluso juraba haber escuchado a alguien decir algo como "Ahí va de nuevo, se cree muy importante".
Tardó cinco segundos en dar una respuesta, cinco segundos que pasaron de forma tan lenta que hizo que su corazón se acelerara de forma exagerada razón por la que acabó dando una respuesta sencilla como:
一Escuché a un pollito en el patio, ¿puedo buscarlo?
Puntos suspensivos.
Todos miraron con confusión al azabache que acababa de pronunciar aquellas palabras y que si no le daban una respuesta pronto comenzaría a sudar antes reír irascible o vomitar, la que ocurriera primero.
La mujer mayor lo pensó por unos largos segundos antes de preguntar con duda:
一¿Dijo que escuchó un... pollito?
Beomgyu asintió lento, unas risas bajas por parte de sus compañeros siendo su banda sonora.
La mujer se lo pensó una vez más, pero al final terminó accediendo, de todas formas era Beomgyu quién le estaba pidiendo permiso, él no era un mal estudiante; Y sobre lo suyo con el profesor, bueno, nada estaba probado así que para la docente él continuaba siendo el estudioso Choi Beomgyu.
一No tarde mucho, aún queda una hora de clase. -Fue lo último que le dijo la profesora a Beomgyu antes de que éste asintiera, tomara su mochila y saliera del aula.
Cerró la puerta con cuidado y caminó lento los primeros diez pasos que dió, a partir de allí comenzó a trotar hasta la salida del centro educativo, lugar en donde detrás de un viejo mural habían tres muchachos escondidos que le llamaron con un silbido de parte del único pelirrojo entre ellos.
Beomgyu miró de reojo hacia el lugar indicado para después dirigirse allí con sigilo.
一¿Por qué tardaste? -Preguntó Taehyun mientras le pasaba una lata de pintura al mayor y un suéter oscuro a Kai.
一La profesora no se creía mi excusa. -Explicó Beomgyu a la vez tomaba el objeto entregado.
一¿Cuál fue tu excusa? -Preguntó el castaño más alto, el único presente realmente.
Beomgyu dejó escapar una pequeña risa nerviosa ante de responder.
一Dije que había escuchado un pollito y que lo iba a buscar.
El menor de todos y el azabache más alto presente estaba por reírse de forma escándalosa pero Soobin actuó justo a tiempo y colocó la manga del suéter que reposaba en las manos ajenas en la cavidad bucal contraria.
一Kai, no te rías, nos van a oír.
El menor pronunció unas pocas palabras inentendibles que acabaron siendo traducidas con una seña de okay de su parte a la vez que quitaba la prenda de su boca.
Taehyun por otro lado si se permitió por lo menos reír en silencio.
一¿Un pollito? ¿En serio?
一Si, bien, no soy bueno en estas cosas, lo siento, señores estafadores.
一Kai sí es. -Aseguró Soobin.
一¿Vas a seguir con eso? -Interrogó Kai con una expresión notoriamente fastidiada.
一Ya, silencio, eso es historia para otro cuento, ¿okay? Justo ahora vamos a concentrarnos. -Organizó Taehyun decidido, ganándose la completa atención de los demás tal cual un líder.
一¿Que haremos primero? -Preguntó Beomgyu, curioso por el primer paso a dar.
一Primero debemos cubrir la cámara. -Explicó Taehyun a la vez que señalaba el aparato mencionado.- Para eso el suéter, Kai va a cubrirla y después comenzaremos con lo demás.
一Viva el vandalismo. -Dijo Soobin como respuesta a la orden anterior.
A partir de ese momento iniciaron las preparaciones.
Kai caminó pegado a la pared, justo en el punto ciego de la relativamente nueva cámara de seguridad del instituto que apuntaba directo hacia el auto en cuestión mientras pensaba en lo loco que era el mundo; No había presupuesto para el club de arte y fotografía pero si para una cámara extra que mirara directo al auto del profesor Choi, que curioso.
El azabache tomó la prenda en sus manos y cuando estaba en el sitio exacto la lanzó hacia arriba, logrando que cayera justo sobre el lente de la cámara, cubriéndola por completo y privándola de su trabajo. Hizo una seña al terminar y los demás salieron de su escondite para correr hacia su objetivo, no sin antes mirar hacia los lados, claro está.
一Hola, Carolina, tiempo sin vernos. -Fue lo primero que dijo Taehyun al estar frente al vehículo de pintura oscura, otra vez provocando vagas risas en Beomgyu.
一Okay, muchachos, es hora de actuar. -Avisó Kai a lo que los demás tomaron los objetos en sus manos e iniciaron sus respectivas labores.
Kai y Soobin tomaron los huevos y los estrellaron sobre el vehículo, específicamente sobre el parabrisas y las ventanas al igual que esparcieron harina por todos lados. Taehyun por otro lado había decidido ir más allá, tomando las latas de pintura y marcadores permanentes para hacer perfectos graffitis con prisa que de todas maneras se veían bien.
Pero en medio de todo Beomgyu no estaba haciendo nada, luego de esperar todo el día solo estaba allí, observando a los demás y con pintura en aerosol de color rojo en su mano derecha.
Taehyun se giró al notar que faltaba uno de ellos. Observó al mayor dudar de sus acciones, razón por la que se le acercó y tomó su mano antes de decir:
一No dudes, él no dudo para jugar con nosotros.
Y eso, damas y caballeros, era el impulso que le faltaba a Beomgyu para unirse al desastre.
(...)
Otro largo día había acabado, Yeonjun no podía mentir y decir que no se hallaba estresado pero luego de mover unos cuantos escritorios por razones que me niego a narrar podría decirse que ya se encontraba mejor. No tanto como cuando llegaba a casa y tenía a su perfecta prometida para él solo pero sí, más o menos.
Justo en ese momento solo quería subirse en el automóvil que gracias a mucho esfuerzo había logrado conseguir del almacén de su padre.
Su tan precioso y perfecto Mustang del sesenta y seis. Si algo le pasara probablemente le daría un paro cardíaco, no obstante ¿Qué le podría pasar? Él cuidaba de forma muy minuciosa cada detalle de su vehículo.
Eso era lo que casualmente cruzaba su mente cuando salió del los límites internos del instituto para dirigirse hasta el puesto donde estaba su medio de transporte aparcado, aunque no esperaba encontrar con una miró de estudiantes que jadeaban con sorpresa alrededor del lugar donde él regularmente se estacionaba.
¿Qué estaba pasando?
Sin pensarlo dos veces se abrió paso entre los estudiantes para llegar hasta el centro del escándalo y sentir como se le bajaba la presión ante la imagen frente a él.
Su auto estaba hecho un desastre, con graffitis aleatorios en toda la pintura oscura, huevo y harina que cubría toda la superficie además de aquel mensaje en marcador permanente blanco.
"Felicidades profesor; educó muy bien a sus alumnos".
{🌹}
HOLA, YO SOY HYUKA Y ESTÁS LEYENDO CHOI LOVERS CLUB.
Ahre, no sabía como iniciar esto, lo siento.
Hoy he venido con este capítulo del doble de extensión a los demás porque luego de la actualización anterior el fic llegó a 1k de lecturas y yo-...
No me ven pero estoy llorando.
Me voy a tomar este pequeño momento para agradecerles por darle un momento a esta pequeña historia y también por todo lo que hacen por ella, ya sea votar, comentar o colocarla en sus listas de lectura. Continuaré esforzándome para que quieran quedarse hasta el desenlace.
I promise that.
Nuevamente muchas gracias, espero hayan disfrutado este inusualmente largo capítulo y, con su permiso, iré a actualizar el resto de mis fics.
Los amo.
一Hyuka.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro