69. INVOCANDO AL DIABLO

ESPERAR A QUE STEPHEN REGRESARA ya se estaba convirtiendo en una acción tortuosa. Había pasado mucho tiempo desde que el mago había salido a buscar la ayuda de Wanda, Kate incluso insistió en acompañarlo. Pero, como era de esperar, el hombre lo negó rotundamente.

Pero ahora que se acercaba la noche, la arquera no podía sentirse más ansiosa, tenía las manos frías y su corazón latía más aceleradamente que antes... No es que Kate fuera una persona un poco ansiosa en su día a día, pero hoy fue peor.

Últimamente, de hecho. Últimamente se había vuelto más ansiosa y sensible que nunca, casi todo la ponía nerviosa de sonar fría, Kate no podía explicar por qué. Pero es como si su cuerpo estuviera fuera de control, al igual que su sueño.

Y también había algo en todo este tema que hacía que se te revolviera el estómago, se le secara la garganta del nerviosismo y se le enredaran los pensamientos en la cabeza.

Lo que la hizo sentir un poco mejor fue ver que ella no era la única impaciente e infeliz por esperar tanto. Peter estaba en agonía, al igual que Stefan, incluso Wong parecía intranquilo.

Yelena simplemente estaba enfurruñada en un rincón, mirando por la ventana hacia el exterior del edificio mientras Kyra hojeaba su teléfono celular aburrida... Natasha no estaba aquí. Pero habían sido advertidos de lo que estaba sucediendo y, para estar seguros, Romanoff dijo que buscarían más ayuda que pudiéramos necesitar si las cosas empeoraban.

Kate no supo si eso la hizo sentir aliviada o incluso más nerviosa. Porque esto sacó a relucir la realidad de que Wanda podría no aceptar ayudar, tal vez tendrían que enfrentar lo que fuera por su cuenta, y sí... De alguna manera manejaron bien a ese pulpo gigante. Pero él sólo había sido uno y nadie tenía idea de lo que podría suceder a continuación.

Pero pensar en estas cosas no ayudaría a que la situación del arquero se calmara mucho, así que mientras esperaban que Strange regresara, con o sin la ayuda de Wanda, se dirigieron a Kamar Taj. La arquera elige distraerse un poco, centrando su mirada en América que ahora estaba sentada junto a Kyra.

—Sabes, me presenté en el restaurante... Pero todavía no me has dicho tu nombre—inicia el contacto viendo a la rusa desviar la atención de su celular para mirarla.

—Kyra, Kyra Galkin—la mayor responde con una sonrisa amistosa en su rostro, extendiendo su mano hacia la adolescente, fingiendo no ver cuando América traga saliva a modo de saludo.

Aunque la conversación apenas había comenzado entre ellos dos, todos en esa sala prestaron atención a su interacción. Unos más discretos que otros, unos divirtiéndose más que otros...

—Eres muy hermosa, pero no tengo el valor de decirlo en inglés. (Eres muy bonita, pero no tengo el valor de decir eso en inglés).—afirma la chica al ver a la mayor asentir.

—No es necesario, entiendo español. (No es necesario, entiendo español)—responde Kyra, y tiene que contener una risa cuando ve las mejillas de la chica sonrojarse fuertemente mientras sus ojos se abren.

—Y sigues siendo inteligente...—susurra, e incluso desde lejos Stefan es quien se ríe, pero no de América, sino del ceño fruncido de Yelena.

Pero antes de que Kyra pueda responderle con algo divertido a Chávez, Yelena se sienta en medio de los dos, interviniendo en la conversación con una sonrisa como quien no quiere nada.

—H-Hola—tartamudea América, ajustándose a la presencia de la rubia. Y esta vez quien ríe es Kyra, quien intercambia una mirada cómplice con sus amigas que miran desde lejos.

—она ребекон, dorogaya. (Es una niña, cariño).—advierte la morena al ver los ojos de su novia entrecerrados.

—очень мешковатый. (Una muy suelta)—responde, y antes de que puedan continuar con la cómica conversación que tuvieron, la atención de todos se dirige a la puerta que se abrió revelando que Stephen había llegado.

—¿Por qué no entraste por un portal?—Wong es el primero en hablar con el hombre.

—Necesitaba caminar para poner los acontecimientos en orden—responde el otro mago, y su tono de voz es suficiente para que lleguen a la conclusión de que la conversación no había salido según lo planeado.

—Ella no va a ayudar, ¿verdad?—pregunta Kate. Había decepción en su voz, así fue con Wanda durante mucho tiempo... La bruja simplemente se alejó de todos, impidiéndoles acercarse o ayudarla. ¿Por qué ella sería diferente ahora?

—Peor... Ella es la que va detrás de América—en cuanto Strange lo dice, un silencio se apodera del lugar, era casi palpable y Kate estaba segura de que podría destrozarlo con una de sus flechas.

Desafortunadamente, la arquera no se sorprendió, sólo se asustó... Y también se decepcionó.

—Quiere ir a otra realidad donde pueda estar con... Ya sabes—el mago comienza a explicar, teniendo la atención de todas las personas en esa habitación enfocadas en él.

—¿Entonces me estás diciendo que le dijiste mi ubicación exacta a la persona que intenta matarme?—cuestiona retóricamente Chávez al ver al hombre respirar profundamente, impaciente.

—Y ella tiene el darkhold está totalmente corrompida por el—añade Stephen, mirando a Wong antes de continuar—dijo que tenemos unos días hasta que ella venga tras América, y que si nos resistimos será peor.

—¿Y qué vamos a hacer? No soy un experto, pero estoy seguro de que nadie aquí tiene ninguna posibilidad contra ella—afirma Stefan, sin tener respuesta por unos momentos.

—Antes de venir aquí, pasé por la biblioteca para ver algo, una posibilidad...—comienza Strange, siendo inmediatamente interrumpido.

—De ninguna manera—Wong tenía un tono irreductible, continuando antes de que el otro mago pudiera siquiera discutir—No invocaremos esa cosa.

—En serio, Wong, va a ser una masacre si no lo hacemos. No estamos hablando de ninguna amenaza, es la Bruja Escarlata, necesitamos un oponente digno.

—¿Estás hablando de la bruja que América mencionó antes?—cuestiona Kate al ver a los dos mirarla—No sé porque todavía es una duda si claramente es la única salida que tenemos.

—Porque nunca has leído nada sobre la bruja infernal, no sabes nada de ella, por eso crees que es una decisión fácil—responde el mago supremo, pero Kate no disminuye su postura, al contrario, la chica sigue imponente.—¿Sabes cómo la describen en los libros?... Un ser cruel, perverso, burlón, egoísta, sanguinario y de aspecto etéreo, que puede encantar a quien quiera y utilizarlo a su favor.

—Entonces tal vez tus libros estén equivocados, porque si realmente fuera todo eso, el libro de Vishanti no habría enviado a América a buscarla—responde la arquera al ver al hombre mayor gesticulando con sus manos con disgusto mientras buscaba argumentos.

—La respuesta es no, no vamos a terminar un problema iniciando lo que podría ser uno aún mayor—Da su última palabra, saliendo de la habitación—Preparémonos para enfrentar a Wanda, ella no tiene la elemento sorpresa, pero nosotros sí, podemos utilizar esto a nuestro favor.

Es lo último que dice antes de abandonar el lugar, y todos permanecen en silencio por un rato, pensando en qué harían a continuación.

—¿De verdad vamos a obedecerle?—Yelena es quien pregunta, diciendo lo que todos los presentes querían saber.

—No—Stephen no tarda en responder, y con eso el hombre usa sus poderes para aparecer con un libro en el que se escondía.—Wong no vio lo que hizo Wanda durante mi conversación con ella, es demasiada magia para nosotros.

—¿Y en qué nos ayudará este libro?—pregunta Peter con curiosidad, extendiendo la mano para tocarlo, pero recibiendo una bofetada del mago que lo empuja.

—No toques—lo regaña al ver al chico intentar otcarlo.— Y para responder a tu pregunta, este libro contiene el hechizo que necesito para convocar a la bruja infernal.

—De verdad lo vas a hacer entonces...— piensa Chávez en voz alta al ver al mayor asentir.

—Solo necesito algo de tiempo para entender cómo funciona el hechizo...

Kate siente que algo brilla en su bolsillo, y en cuanto su mano agarra el dispositivo que estaba sonando, los ojos de la arquera se abren al ver los diversos mensajes de Annie que parpadeaban en la pantalla del celular.

—¡Mierda, se me olvidó la cena!—dice en voz alta, desesperado—Necesito irme, pero volveré lo antes posible, por favor intenta no empezar sin mí, pero ya sabes... Si lo hacen, está bien, no lo superaré, pero ¿Qué puedo hacer?

Con eso, la chica sale corriendo, ignorando las quejas de los demás de que ella se iba justo ahora. Ella misma lo odiaba, pero no tenía otra opción. Desafortunadamente, necesitaba pasar por estas cosas si quería que su mundo permaneciera en orden cuando todo esto terminara.

Tan pronto como Kate sube a su auto, la morena escribe un mensaje rápido diciendo que ya estaba en camino y que antes de que se dieran cuenta estaría allí. Pero cuando pone sus manos en el volante, Kate se detiene por un momento, respira profundamente y mira dentro del edificio donde estaban los demás.

¿Por qué era ella la única que tenía que hacer cosas que no le gustaban para que su vida siguiera en orden?

Y, sobre todo, ¿Por qué arrancar el coche y alejarse de donde estaba le daba ganas de llorar?

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Kate piensa que nunca había conducido tan rápido en su vida, tal vez fue porque llegaba tarde, porque su celular brillaba a cada segundo mostrándole más mensajes llegando a su celular, o tal vez era solo la inquietud en su cuerpo que no había conducido tan rápido en su vida. No la ha dejado sola desde que subió a ese auto.

Por eso, cuando estaciona frente al restaurante acordado, Bishop se toma un momento para respirar profundamente. Ensayando la mejor de las sonrisas y reuniendo coraje para la probablemente larga noche.

Pero, sinceramente, definitivamente fue más fácil afrontar esta cena que los eventos benéficos que se habían vuelto más recurrentes de lo que a Kate le hubiera gustado en su vida.

Para calmarse, la pelinegra dejó que su mirada se mantuviera enfocada en los pasos que daba hacia la entrada, contando cada uno de ellos antes de abrir la puerta, poniendo la mejor sonrisa que tenía para el juego, como si todo estuviera bien... No fue tan difícil como imaginaba, después de todo, las sonrisas falsas ya se habían convertido en una parte común de su vida diaria.

No pasa mucho tiempo para ver a Annie y a todos los que la esperan en una mesa al fondo del lugar, y mientras camina hacia ellos, su novia se levanta y la encuentra a medio camino.

—Lo sé, lo siento, lo siento—es lo primero que dice el arquero apenas Annie llega hasta ella— Perdí la noción del tiempo.

—¿Dónde estabas, Kate?—pregunta la rubia con curiosidad.

—Teníamos un problema que el equipo y yo teníamos que resolver y...

—Por supuesto, por supuesto que fue eso—susurra sonriendo sin humor—Cariño, ¿No podrías haber dejado que ellos lo resolvieran? Esta cena estaba programada desde hacía algún tiempo.

—Lo sé, Annie... ya me disculpé, no llegué tarde a propósito—dice Kate con impaciencia, hoy ya habían pasado muchas cosas y la pelinegra todavía estaba tratando de absorber toda la historia de Wanda y la bruja infernal que convocar. Lo único que no necesitaba ahora era que la regañaran.

—Lo sé... lo siento, solo estoy nerviosa—habla la chic más baja, mirando a los invitados.

—¿Nerviosa? Hemos hecho estas reuniones muchas veces—dice Kate con el ceño fruncido al ver a Annie mirarla con una sonrisa nerviosa.

—Lo sé, pero hoy es diferente...—responde respirando profundamente, tomando la mano de la arquera para ir juntos a la mesa—Ahora vamos, literalmente solo nos están esperando.

Kate simplemente tararea de acuerdo, todavía tratando de entender lo que Annie quería decir con "hoy es diferente"... Hasta ahora no había visto mucho, aparte de otra cena donde las familias harían preguntas urgentes sobre su futuro y su relación. de ellos.

A medida que se acercan, los padres de Annie se levantan para darle a Kate esos incómodos abrazos. Al menos a la arquera le resultó embarazoso, nunca supo encajar en el contacto.

Con su madre, se contenta con dejarle un beso en la mejilla antes de sentarse, intentando no fruncir el ceño ante el sushi que el restaurante sirve en la mesa. Fue el turno de los padres de Annie de elegir el restaurante, y optaron por la comida japonesa. Comida que sería insuficiente decir que Kate odiaba.

La arquera solo mira a su madre quien la miraba con una sonrisa divertida, sabiendo que a su hija no le gustó mucho el menú, sinceramente, Eleanor tampoco era su mayor fan... Ambas solo intercambian una mirada cómplice. antes de poner en práctica el teatro y pretender que la comida era lo más delicioso que habían probado.

—Intenté que eligieran otra cosa, pero no funcionó muy bien—le susurra Annie a su novia, quien solo sonríe débilmente.

—Está bien, sobreviviré—afirma sin querer preocupar a la otra.

Annie simplemente sostiene una de sus manos, sonriendo expectante, lo que una vez más hace que Kate sienta curiosidad. Todos los miraban ansiosos, como si supieran algo que ella ignoraba.

Sin embargo, pronto la atención empieza a centrarse en otra cosa, la comida y la conversación. Todos entraban y salían de asuntos triviales mientras cenaban.

Kate se había contentado con perderse en su propio mundo, pensando en todo lo que había sucedido esa tarde. Había sido mucho para digerir cuando te detenías a pensar en ello, y la arquera todavía no sabía cómo se sentía al respecto.

Salvaron a una chica que simplemente viaja entre universos, descubrieron que Wanda había perdido completamente el control y ahora convocarían a una bruja para matarla... Definitivamente no fueron cosas fáciles de procesar.

La chica sólo regresa al mundo real cuando siente la mano de su novia apoyada en su muslo, justo cuando su mirada se posa en Kate.

—¿Está todo bien?—pregunta la rubia al ver al otro asentir.

—Sí, todo bien, ¿por qué no lo estaría?—dice Kate sonriendo débilmente—Solo me distraje un poco.

—Cosas de Kate, me imagino—dice sonriendo, recibiendo una afirmación del arquero.— Y creo que eso es adorable, como todo en ti...—la afirmación hace que Kate se abstenga de fruncir el ceño confundida, después de todo, Annie. ¿No? Fue mucho decir palabras como esas, especialmente en público.

Y cuando la arquera deja que su atención recaiga sobre los demás en la mesa, se da cuenta de que todos los miraban en silencio.

—Me encanta ser tu novia, me encanta lo bien que trabajamos juntas en la empresa, me encanta todo lo que hemos compartido en estos dos años—continúa Annie, acomodándose en la silla para sentarse frente a Kate.— Y realmente creo que Fuimos hechos para estar juntos, y fue con esto en mente que tomé una decisión...

—Annie, ¿Qué estás haciendo?—susurra Kate confundida al ver a su novia levantarse de la silla, arrodillándose frente a ella y tomándole la mano.—Qué es estas...—ella no puede terminar su discurso, porque sientes que se le cierra la garganta en el momento en que tu mente procesa lo que estaba sucediendo.

—Kate... quiero tener una vida contigo. Nos llevamos muy bien, nuestra relación es perfecta, nuestra vida es estable, lo tenemos todo para ser la mejor pareja del mundo... —dice la rubia sonriendo y tranquilamente saca una pequeña caja de su bolso, en la que ella lo abre. En su interior brilla un anillo—¿Quieres casarte conmigo?

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—Dios miooooo, ¿Esto va a tomar mucho tiempo todavía?—pregunta Yelena aburrida.

Esperaron más de una hora a que Stephen se preparara y cada uno de ellos preguntaba si tardaría mucho cada vez que pasaban diez minutos.

—No apresures la magia—responde el mago disgustado—Pero para la felicidad de los niños, estoy listo.

Strange no pudo decir cuál de ellos parecía más satisfecho con esa respuesta. Algunos celebrando, otros diciendo cosas como "por fin" o "yo que ni siquiera haría magia para que fuera más rápido".

Pero el mago opta por ignorar lo que cualquiera de ellos dijo, después de todo necesitaba concentrarse en lo que iba a hacer. Este no fue un hechizo pequeño, y definitivamente podría cambiar todo el curso de esta realidad, o condenarla.

—¿Y cómo funcionará?—pregunta Peter ansioso.

—Primero necesito que se alejen, necesito espacio—responde el hombre mayor, haciendo un gesto con las manos para que se alejen—Realizaremos el hechizo aquí, pero no tengo forma de saber en qué parte de esta realidad se aparecerá.

—Si eso fue una broma, debes saber que no eres gracioso—Kyra es quien habla, provocando una sonrisa en Yelena.

—Ojalá fuera una... Pero voy a lanzar un hechizo de ubicación junto con el hechizo de invocación, así sabremos dónde estará—responde Stephen, recibiendo asentimientos de todos.

—Y si... ¿Y si esta cosa no se queda de nuestro lado?—Stefan cuestiona lo que todos quieren saber, viendo a Strange respirar profundamente.

—Por eso vamos todos juntos tras ella, tenemos que estar preparados si necesitamos traerla por la fuerza.

—Por supuesto, eso... Eso funcionará—afirma América tensa al ver a Peter poner su mano en su hombro dándole la razón. Después de todo, alguien aquí necesitaba tener pensamientos positivos.

No se dice nada más cuando Stephen comienza el hechizo, todos quedaron demasiado asombrados al ver cómo el hombre controlaba sus poderes. Hilos dorados comenzaron a deslizarse a su alrededor mientras su mano dibujaba símbolos en el aire, al son de la voz de Strange que sonaba las palabras de invocación.

Casi ninguno reconoció las palabras, Kyra incluso sospechó que podría ser algo parecido al latín. Pero la pronunciación era algo muy diferente a lo que habías escuchado antes... Stephen profetizó un lenguaje único, un lenguaje creado para las brujas, específicamente para los rituales.

Los jóvenes sienten que el suelo a su alrededor tiembla cuando las luces parpadean. Yelena es quien se asoma al balcón del lugar, viendo que la oscuridad comienza a apoderarse del edificio. Y en cuanto la mujer rusa mira por la ventana, sus ojos se abren al ver que el motivo de la repentina oscuridad fue que el cielo cambió a un color rojizo, como si la magia se hubiera apoderado de los cielos.

—Dios mío, vamos a morir—dice América angustiada, agarrando la cintura de Kyra en un fuerte abrazo.

Stephen seguía pronunciando las palabras en medio del hechizo, pero ahora el hombre flotaba con el cuerpo temblando, sintiendo la intensidad del ser que traían.

Y en cuestión de segundos, todo se detiene, el hechizo había terminado... Y con eso, todo vuelve a la normalidad, Stephen golpea el suelo con fuerza, respirando profundamente mientras se recupera, siendo sostenido por Stefan y Peter.

El cielo había vuelto a estar estrellado y los alrededores volvían a estar en paz. Parecía que no había pasado nada.

Pero todo estaba cambiando, aunque ninguno de ellos pudiera verlo ahora...

Porque a pocos kilómetros, en una casa que llevaba unos dos años abandonada, había un sótano, un sótano que tenía un pozo que estaba vacío... Hasta entonces.

Porque después de todo este tiempo, de la misma manera que la última parte de ella en hundirse fue la primera en emerger... La mano llega a la superficie, justo detrás de su cuerpo, y después de todo este tiempo, siente que puede volver a respirar. 

No tarda en agarrarse a los bordes, proyectándote fuera del pozo, sintiendo su cuerpo golpear el suelo con fuerza, cansancio mientras tu pecho sube y baja con respiraciones profundas... Cuando abre los ojos, la inmensidad escarlata llega al mundo. Nuevamente, cambiando todo su rumbo una vez más al reconocer dónde estaba.

—Carajo...—es lo primero que hace Jess, y en cuanto se da cuenta de dónde estaba, una sonrisa diabólica transforma sus labios mientras se levanta tranquilamente. Continuo mirando a su alrededor.

La bruja sintió que su magia finalmente recorría su cuerpo después de todo este tiempo, y maldita sea... Nunca se había sentido tan bien sentirse tan poderosa.

Sus ojos alcanzan el color de su magia, dejando que el escarlata los cubra por primera vez después de todo. Dejando que una sonrisa diabólica se apodere de su boca una vez más al darse cuenta de que, después de todo, incluso después de todo...

Ella había vuelto.