Era mitad del año escolar. Las vacaciones de mitad de año habían terminado y eso significaba que empezaba un nuevo semestre en esta escuela.

Lee Minho era uno de los chicos más conocidos de su escuela. No por ser inteligente, amable o talentosos. Si no por ser un acosador y un matón. Le encantaba molestar a los “débiles” de su escuela. Le parecía gracioso ver como temblaban porqué tenían miedo a recibir una golpiza.

Todos hablaban entre sí en los pasillos. Unos reían y otros ya murmuraban pero un escena había llamado la atención de todos.

Había una chica hermosa con su vestido rosa pastel, y su cabello largo y rubio. No llamó la atención por su belleza, sino porqué estaba siendo acosada por Minho.

—Tu falda es muy corta. ¿Te gusta provocar chicos? —Le dijo mientras le acariciaba el cabello con una sonrisa burlona. La pobre chica miró a sus amigas asustada.— ¿Me quieres provocar a mi?

—N-no... —La chica miraba a todos con miedo. Quería que la ayudaran pero nadie dió un paso hasta que un chico con una mirada molesta se metió.

—¡Deja a esa pobre chica Lee! ¿No ves que recién es su primer año en preparatoria? Eres un maldito acosador. —Dijo un chico con cabello rubio y ondulado. Minho lo miró y rió.

—Christopher Bang, hola otra vez.

El rubio no respondió, solo fue dónde la chica y la apartó de Lee. Minho lo miró de pies a cabeza y soltó una risa.

—¿Te quieres hacer el principe azul?

—No voy a dejar que acoses a una chica inocente. —Minho rodó los ojos. Le dió una mirada a la chica y ella se escondió en Bang.— Aprovecha. —Le murmuró a la menor. Ella asintió y se fue corriendo de ahí.

La gente empezó a juntarse para ver lo que sucedía. Minho empezó a enojarse.

—Metete en tus asuntos. —Le dijo mientras hacía una mueca.

—Aún no entiendo como es posible que no te expulsen de esta escuela.

—Porqué mi padre tienen dinero. ¿No es obvio? —Rió. Chris lo miró fastidiado por su respuesta.

—Si lo es. Como siempre, la maldita sociedad prefiere el dinero que la justicia. —Minho empezó a reír fuerte por lo que dijo el rubio.— Te ríes de todo. ¿Eres un retrasado o qué?

—Vuelveme a llamar así... —Empezó a acercarse a Bang hasta que la campana sonó. Chris sonrió de lado.

—¿Salvado por la campana? —Alzó los hombros.

—A mi que me importa esa puta campana. —Dijo mientras corría hacia Chris.

Se lanzó hacia él y empezó a golpearlo. Todos dejaron de ir a sus clases y nuevamente fueron a rodearlos.

Habían unos gritando, otros grabando, unos diciendo el típico “pelea, pelea.” y estaban los asustadizos que se fueron corriendo a esconderse en sus salones.

Un chico con pecas fue dónde los profesores y les aviso lo que sucedía.

—¡Ayuda! ¡Hay dos chicos peleándose feo en los pasillos! —Gritó. Los profesores se alarmaron y lo siguieron hacia Minho y Chris.— ¡Ellos!

—¡Dejen de pelear! —Dijo el profesor de educación física mientras intentaba separarlos.

Más profesores se unieron para separarlos y estuvieron así hasta que lograron su objetivo.

—¡Vuelveme a llamar retrasado y ve...

—¡Retrasado!

—Hijo de put...

Minho intentó liberarse de los profesores pero al no poder hacerlo le dió un golpe al profesor de química en su nariz. Todos se sorprendieron por lo que hizó.

—Maldi... —No pudo terminar de hablar cuando recibió un golpe por parte de un profesor.

(...)

Minho despertó en la enfermería con una toalla fría en su ojo izquierdo. Se levantó rápido de la camaz quitó la toalla fría del ojo y miró por todas partes.

—¿¡Dónde mierda estoy!?

—En la enfermeria... —Susurró una voz desconocida. Minho volteó a verlo con enojo.

—¡¿Quién eres?! —El chico estaba por responder pero fue interrumpido por Minho.— Sabes qué, olvídalo. No me importa.

—Okey... —Susurró asustado.

Minho fue hacia la puerta de la enfermería para irse de ahí pero nuevamente esa voz lo detuvo.

—El d-director... —Minho lo volteó a ver con su mirada enojado, asustando al de pecas.— E-el director quiere verte en su oficina.

—Genial. —Rodó los ojos.— Cuando encuentre a ese puto chismoso le daré un golpe que jamás olvidará.

El castaño tragó duro.

Minho no dijo nada más y salió del lugar para ir a la oficina del director.

Al parecer estaba durmiendo por 4 horas porque cuando salió pudo sentir las miradas de todos. Todos los pasillos se quedaron en silencio, el único sonido que había eran de los pasos fuerte de Lee cuando caminaba.

No tardaron mucho en murmurar cosas que a Minho le empezó a molestar.

Después de unos minutos llegó a la puerta grande de madera. Tocó la puerta varias veces con fuerza hasta que está fue abierta por un hombre de traje.

—Lee Minho, pase, y por favor no vuelva a tocar la puerta de esa manera en un futuro. —El recién nombrado no dijo nada, solo rodó los ojos y entró con molestia a la oficina.

Su cara de volvió roja de la furia alver a Christopher sentado en un sofá con sus padres. Pudo ver al rubio sonreírle con burla. El no entendió porqué de repente lo miraba así pero le devolvió la mirada, pero una de muerte.

—Por favor, sientese. —Dijo el director. Todos los de la sala lo miraron. Minho rodó los ojos y se sentó.

Los señores Bang lo miraron con desprecio y después lo miraron con gracia. Nuevamente Minho no entendía porqué se burlaban de él si literalmente casi le deforma la cara a su hijo.

—Buenos días a los cuatro. —Saludó educadamente. Todos excepto Minho hicieron una pequeña reverencia.— Primero que todo, el padre de Minho no contestó las llamadas asi que está conversación será sin él. —Minho frunció el ceño molesto al escuchar unas pequeñas risas por parte de los Bang.

—¿Me pregunto por qué será? —Susurró la mujer a su esposo. Los dos rieron bajo. Minho se quedó callado.

—Hace unas horas estos dos muchachos pelearon en los pasillos. Recién empiezan las clases y ya está pasando esto. —El padre de Chris se arregló el traje costoso antes de hablar.

—Buenos días señor director. Tenemos uqe aclarar que mi hijo Christopher estaba defendiendo a una pobre chica que estaba siendo acosada sexualmente por este alumno suyo. —Minho rodó los ojos y miró al director, quién solo asintió.

—No es posible que acepten este tipo de comportamientos aquí. —Habló la mujer.— Tan solo miren el rostro de mi hijo. ¿Acaso tendremos que demandarlos? —Lo último que dijo hizó que el director se levantará de su asiento. Asustando a los dos menores de la habitación.

—No, no será necesario. —Respondió. La mujer sonrió.— No aceptaremos este tipo de comportamientos. —Al decir eso, miró a Lee. Este alzó una ceja.— Joven Lee, usted queda expulsado de está escuela definitivamente.

Minho abrió los ojos como platos. Chris sonrió ante la noticia.

¿Lo habían expulsado? ¿Que paso con el trato que hicieron el director y su padre?

—¿Disculpe? —Dijo Minho. Todos voltearon a verlo.— ¡Esto es imposible!

—Por favor, vaya y recoja sus cosas. Ya no es parte esta escuela. —Minho bufó.

—Hijos de puta. —Fue lo único que dijo antes de slair de la oficina de un puertazo.

Caminó con furia hacia su casillero para recojer sus cosas con mala gana. Al recojerlas salió de edificio educativo y se alejó. Pero antes de irse volteó y le sacó el dedo del medio.

—¡Jodanse todos!

(...)

Pasaron las horas y el señor Lee llegó del trabajo con estrés notario en su rostro. Fue hacia la gran cocina y tomó un vaso de alcohol. Cuando estaba por irse de su habitación fue agarrado del brazo con fuerza.

—Papá.

—Minho.

El menor hizó una mueca y cruzó los brazos.

—Me expulsaron de la escuela. ¿Que mierda paso con el trato? —Cuando dijo eso pudo ver los ojos de su padre agrandarse de la sorpresa.

—¡¿Como que te expulsaron de la maldita escuela?! —Minho abrió la boca indignado. ¿Ahora que le pasaba?— Maldita sea... ¿¡Eres imbécil o que!?

—No importa, de seguro se te olvidó pagarle al director. Pagale de nuevo y asi se le quita lo sonso. —El padre de Minho lo fulminó con la mirada e hizó que el chico se sintiera intimidado.

—¿Pagarle? ¿Con que dinero? —Minho alzó una ceja.

—¿El tuyo? Acaso todos son idio... —El padre de Minho tiró el vaso de alochol al suelo, asustando al menor.

—¡Mierda Minho! —El recién nombrado retrocedió.— ¡¿Acaso no sabes que mi empresa quebró?! —El chico al escuchar eso sintió que todo se detuvo. ¿Eran pobres?— Estoy intendo recuperar esos millones que perdí, trabajo todos lo días, todas las horas. Estoy estresado. ¡Estaba al hilo de colpasar y me vienes con esta mierda! —El menor frunció el ceño.— ¡¿Ahora que haras?!

—Y-yo...

—¡Vete a tu habitación y piensa en que haras ahora! ¿Acaso quieres trabajar como yo? —Minho no respondió.— ¡Fuera!

Minho no espero más y salió corriendo a su habitación. Era la primera vez que su padre le gritaba de esa manera. Peor, era la primera vez que se enojaba con el. Las lágrimas empezaron a salir de sus ojos. ¿Que haría ahora?

Nota de autor:

Es mi nuevo fic y la verdad esq se ve bien aburrido xd