9: Propuestas tentadoras
YoonGi
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Se deslizó cautelosamente y creyó que no la veía. Estaba ayudando a uno de los del salón con una partitura pero no por eso iba a pasar por alto su presencia, menos despues de lo ocurrido el sábado por la madrugada y su misteriosa desaparición del domingo.
No era quien para pedir explicaciones, pero ahora que la veía tenia unas ganas inmensas de nalguearla y molestarme mucho por no haberse despedido esa mañana después de dejarme completamente seco.
Dejé de lado al muchacho para que avanzara y miré fijamente hacia ella caminando lentamente hacia mi taburete del escritorio pero preferí sentarme en el borde de la mesa a mirarlos a todos, en especifico a ella.
Yo no soy del tipo que ignora, yo observo detenidamente y no me hace gracia que me den por un tonto así que en vez de mostrarme como un hombre difícil la confronté.
—Creí que no vendría hoy Srta. Lee ya me la veía en la torre más alta de un casillo usando u cinturón de castidad—me incliné sobre su piano —. Aunque eso no sirva de mucho ahora
Ella con sus mejillas ruborizadas miró hacia a tras notando que nadie hubiera escuchado lo que acababa de decirle.
—Tuve que irme, no podía con la presión— respondió en voz baja —. Lo siento
Y ahí estaban esos ojos de cachorro y esas mejillas apachurrables de un tono rosa junto a sus labios brillantes untados en labial que probablemente sepan a fresa. No podía mirar hacia su cuerpo sin evitar recordarla desnuda en mi cama.
"Calma YoonGi"
—Debo pensar en si quiero perdonarla Srta. Lee, me ha dado más que un simple dolor de cabeza y no hablo de la pensante—se levanté del piano y caminé entre los otros jovenes de la clase y me dediqué a ignorarla hasta que la jornada terminara.
Cuando todos terminaron de guardar sus cosas y comenzaron a irse noté que SunHi estaba negada a despegarse del piano. Parecía muy atenta a una partitura y en practicarla, tanto para lucia frustrada, pero yo no iba a negarme a quitarla de su obstinada intención de ser mejor.
Despaché a todos y salí del salón un momento para comprar algo en el casino del lugar, me bebí un café helado a sorbos mientras miraba a unos pajarillos jugar en el parque por la ventana de la academia, sus áreas verdes era encantadoras. Y cuando volví ella estaba ahí aún, en el piano viendo hacia la partitura pero esta vez no estaba tocando.
—¿Por que tan obstinada?—Ella se llevó la sorpresa de mi presencia y se arregló el cabello viendo hacia mi.
"No puedo creer que pretenda querer ser mas guapa de lo que ya es"
—Yo solo quería probarme a mi misma pero al parecer no soy tan buena—suspiró y eso terminó de romper la distancia que mantenía con ella. Miré hacia la puerta y la cerré tras de mi para caminar hacia el piano y apoyarme contra él.
—Jamás digas eso sin mirar quien eras hace unos días atrás—le tomé del mentón para que me viera —. Eres la mejor de la clase entre niños ineptos— Ella sonrió complacida
—Sunbae—pronunció mirandome a los ojos —. Me quedé pensando ayer en todo lo que había pasado y no tengo idea de que hago ahora con lo que siento.
"No digas que te enamoraste de mi, no lo arruines, fue solo sexo"
—¿A que te refieres?
—Pasa que ayer por la noche me puse pensar en lo que hicimos y mi cuerpo reaccionó y cuando intenté calmar ese deseo ya no fue lo mismo—Me miró con sus ojos expresivos y entreabriendo los labios dejando que las palabras se deslizaran extendidamente.
—¿Calmar el deseo?—usé la mano que tenía apoyada en su mentón para acariciar su hueso mandibular.
—Me toqué pensando en ti pero hubiera deseado que estuvieras sobre mi—Su voz fue bajando progresivamente hasta terminar la frase con un cierto toque de vergüenza o quizas timidez.
—Desperdiciaste mi erección mañanera ayer—subí mi mano completa a su mejilla y la acaricié. Ella subió su mano y la apoyó contra la mi acariciándome la piel suavemente.
El magnetismo que eso generaba entre ambos era intenso y no sabía como manejar aquello sin querer tomarla y hacerla mía. Me sentía responsable de mi y de ella y de lo que podría provocar seguir en este juego. Pero recién esto comenzaba y no había intenciones de ninguno de los dos en parar.
Entramos al cuarto de bodega que tenia el salón arrinconándola contra la pared con mi cuerpo mientras ella sacaba la camisa desde adentro de mi pantalón y tocaba mi espalda y pecho con la yema de sus dedos . Yo sostenía su nuca para no golpearla con el material de la pared.
—¿Quieres sexo oral?—preguntó entre el beso haciendo que me detuviera
—Sabes perfectamente que no me sabe a fresa ¿Cierto?— La necesidad de ir a darme al menos una lavada era imperante, también había olvidado traer condones en el caso de que esto pasara —. Será mejor que nos masturbemos y dejemos lo otro para despues
—¿Hay un despues?—preguntó mirandome a los ojos, con un brillo de lujuria y una sonrisa que se dibujaba lentamente.
—Solo si tu lo quieres—Le respondí y mi voz se volvió mas grave a medida que tomaba la decisión de dejar mi erección descubierta bajo mis pantalones.
SunHi
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Me sentí de su propiedad luego de que me volteara, subiera mi falda y bajara mis bragas haciendo que se deslizaran hasta mis tobillos. El lugar era algo oscuro salvo por una ventanilla por la cual entraba luz puesta sobre nosotros.
—Necesito que no hagas mucho ruido—abrí mis manos contra la muralla y apegué mi pecho a ella, separé mis piernas todo lo que me permitieron mis bragas y asentí.
—Lo intentaré—respondí apoyando mi frente contra el muro sintiendo lo frio que estaba.
Sentí el sonido de la hebilla de su pantalón y respiré profundo, aquel sonido era como la campanita que cambiaba mi conducta haciendo que mi coño se volviera húmedo, como si supiera que debía prepararse para él.
—Hoy probaremos algo diferente—susurró a mi oído —. No es de mis posiciones favoritas pero noté que eres curiosa—mordisqueó mi oreja juguetonamente.
Juntó mi cuerpo con el suyo y apoyó nuevamente su miembro erguido contra mis pliegues y se deslizó hasta mi botón, luego retrocedió y avanzó como simulando una penetración mientras que son una de sus manos masajeaba mi clitoris por el otro extremo. Yo mordía mis labios para evitar gemir o respiraba hondo y cerraba los ojos.
—¿Lista?
—Sí—respondí aunque no entendía para que hasta que lo sentí entrar en mi, ahogando un gruñido contra mi hombro.
—Tu coño se siente mas apretado cuando estas parada—susurró con su voz grave.
—Entonces cuando te monte te gustará mucho—Le hablé por sobre mi hombro mordiendo mi labio, realmente se sentía increíble sentirlo así pero mis piernas temblaban.
—¿Quieres montarme?—rió breve —. ¿Cuando? ¿Donde?
—Cuando quieras, en tu casa—mis respuestas eran entre cortada por el placer que me daba masajeando mi punto sensible a pesar de que seguía el vaivén de penetración.
—Dejaré que te corras y luego me masturbas ¿Si?
—¿Por qué? Se siente bien que estés dentro de mi—suspiré sintiéndome tan llena de él.
—Porque no me correré dentro de ti sin un condón de por medio—lamió el lóbulo de mi oreja —. Te pido por favor que no dejes estas faldas, es tan fácil follarte con ellas puestas—acarició mis muslos con sus grandes manos y luego masajeó mis nalgas —. Me correré sobre ellas
—Hazlo—apreté mis muslos contra su mano porque estaba al borde de correrme con su dedo un acariciando mi clitoris. Mi estomago e hizo un nudo y él comenzó a gemí moviéndome un poco más rápido dentro de mi hasta que cuando mis paredes se apretaron salió y se corrió contra mi piel, sintiendo como aquel fluido tibio se deslizaba por mis nalgas. Él bajó y sacó mis bragas de mis pies pidiendo que levantara cada uno y con ello limpió el desastre que tenia y no podia ver desde mi posición.
—Tendrás que llegar a lavarlas o se pondrán tiesas—me las entregó para luego bajar mi falda y comenzar a acomodarse la ropa. Todo había acabado y debía irme a casa con mis piernas débiles y algo mojada, además de ir sin bragas.
—Sunbae—le tomé del bolso antes de que él se fuera por el pasillo —. ¿Qué hago si quiero calmar mi deseo?
Él tomó mi mano y me hizo soltarle el bolso y reverenció viendo y tras de mi. Cuando me giré me encontré con la directora de la academia quien me saludó amable.
—Que bueno encontrarla Srta. Lee—sonrió —¿Tiene un minuto para hablar?
—Por supuesto— me alisé la falda y cuando sentí la textura de la tela recordé que no llevaba bragas puestas.
—Si no me necesita yo me retiraré— YoonGi reverenció y caminó por el pasillo saliendo del edificio.
Entramos a la oficina de la directora y me senté donde ella me sugirió, me preocupaba cual era el motivo de la conversación que tendríamos pero busqué respirar profundo y dejar que todo fluyera.
—Nos habló su padre esta mañana— cuando dijo aquello supuse que no seria nada bueno —. Solicitó información de su desempeño en los meses que lleva en la academia así que tuve que llamar a reunión al Sr. Min para que me comentara de su avance, lo cual me dejó impresionada—sonrió ella hacia mi.
—Puedo hacerlo mejor, de eso estoy segura—miré un documento en el escritorio identificando la firma de mi padre.
—El Sr. Lee quiso hacer una generosa remuneración a mi academia y a su docente en particular por su gran desempeño—yo no daba crédito a lo que la mujer me decía pero como ella estaba feliz yo lo repliqué con una sonrisa —. Y quisiera hacerte una propuesta
—Claro, lo que sea—escuché atenta.
—Reconozco que el desempeño de tus compañeros es menor y que tu ya no necesitas tanto apoyo, me pregunto si puedes asistir al Sr. Min en las cátedras que sean necesarias para la nivelación—.
Aquella propuesta me tomó por sorpresa pero no iba a negarme a tener la oportunidad de estar cerca de él todo el tiempo que fuese necesario, era lo que más deseaba.
—Si, por supuesto. estaría encantada de ayudarlo—respondí aguantando mi emoción.
—Mientras tanto no descuides los ensayos para la presentación a la universidad. Nosotros haremos las inscripciones personalmente, tu solo debes rellenar algunos formularios—me entregó unos documentos y un lápiz —. Que bueno que tu padre se sienta orgulloso de ti
En lo que menos podía pensar era en mi padre en ese momento y mientras iba camino a casa en el taxi revisé mi teléfono, la unica notificación de mensajes era la de un numero desconocido pero supe muy bien quien era por el contenido que tenía.
x: si necesitas calmar ese deseo, háblame
Son unas secas!
Dejemos en claro que SunHi está con un caso serio de ninfomanía con el Sr. Min pero es totalmente compresible, solo él logra calmarle el deseo.
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