SunHi

☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*

Comencé a desempeñarme como tutora a la siguiente semana y recibía una paga módica por mi desempeño. El dinero era lo de menos, lo mejor era tenerlo cerca, mirarlo y de vez en cuando acercarme para hablarle.

El curso era de menores que estaban en un nivel básico y nos preocupábamos que aprendieran las escalas musicales, técnicas de principiantes frente al piano lo cual me resultaba muy fácil pero complejo a la vez ya que los pequeños no sabían nada de nada.

—¿No quieres darte un descanso?— YoonGi juntaba las partituras desde los atriles de los pianos y órganos de la sala. La catedra había terminado y era un poco más del medio día.

—Pensaba salir al jardín un momento—Le miré de reojo mientras pasaba por mi costado.

—La siguiente clase es a las 16:00 hrs ¿Pretendes volver a tu casa?— No había pensado en siquiera irme de aquí pero parecía que él ya tenía panoramas.

—No, me tomaría mucho tiempo. Traje una merienda—miré mi bolso colgado en las perchas con mi ración de kimbap que la ama de llaves de casa había preparado para mi.

—¿Entonces pretendes quedarte aquí?

Dejé lo que hacía de lado para mirarle y por alguna razón de conexión él también hacía lo mismo, tras el escritorio con las manos apoyadas en la madera. Su mirada felina estaba puesta en mi fijamente y me provocaba escalofrio; no me mal interpreten, él jamás me daría miedo.

—Bueno, no tengo donde ir—Respondí siendo indiferente para saber que terminaría diciéndome.

—¿Seguro que no tienes un mejor lugar donde ir?— Su cuestionante parecía tener un tono seductor, sin embargo yo era de las chicas que buscaba respuestas claras.

—¿Me darás alguna idea?

—SunHi—suspiró y rió de costado mostrando sus caninos mirando hacia la mesa y luego hacia a mi como si yo tuviera que interpretar su coquetería.

—Nunca he follado a medio día—miré el reloj sobre su cabeza, aquello salió de mi boca como un pensamiento intrusivo.

—Yo no dije que follaríamos, SunHi—relamió su labios y caminó hacia mi —Pero si te apetece no soy quien para negártelo.

Pasó por mi costado con su chaqueta en mano para abrirme la puerta y me invitó a salir. Caminamos hasta el estacionamiento y condujo hasta su apartamento lugar en el cual solo había estado de noche.

Al entrar las pantuflas estaban en la entrada, el par que me correspondía estaba perfectamente acomodado junto a las suyas. Tomó mi bolso desde mi hombro y lo colgó en las perchas junto a la entrada y vi en la libertad de deambular por el lugar mientras él cocinaba con musica suave de fondo.

—Creo que mi madre sospecha que estoy saliendo con alguien— alcé la voz mientras me acercaba a la cocina —. Pero no tengo como decirle que estoy en un juego con mi profesor de piano

—¿Esto te parece un juego?—revolvía los vegetales en el wok caliente del cual salía un olor exquisito —. Estas en mi apartamento a las 13:00 pm de la tarde un día martes, eso no lo logra cualquiera, eh!

—¿Entonces debo sentirme especial?—sonreí sin que me viera.

—No se si especial sea la palabra—Se mostró pensante mientras colocaba los alimentos en los platos con una mirada baja. Sacó unas sodas de la nevera y las colocó en la mesa mientras la musica sonaba de fondo.

—Quizas deberíamos...— quise decir algo pero el timbre nos interrumpió, él miró hacia la puerta y caminó para ver por el ojo de pez que tenía  y se quedó de espaldas a la madera haciéndome una seña de silencio.

 Le miro con curiosidad hasta que el timbre deja de sonar y él vuelve a actuar con normalidad acercándose a mi con ligereza.

—Deberíamos comer— habla a mi oído con su voz intensa y ronca alterando mis sentidos haciendo que camine tras de él como si me hipnotizara, tomo asiento frente a él y me digno a satisfacer mi hambre con su deliciosa comida.

Cocinar para alguien me parece una demostración de afecto genuina, estas alimentando a alguien con un talento que no cualquiera tiene, pero no esperaba menos de un aficionado por la musica como YoonGi, él tenia muchos talentos que no terminaban por sorprenderme.

—¿Si te invito un fin de semana a una casa en el lago aceptarías?—Él levanta la mirada hacia mi luego de escuchar aquello pero no dice nada debido a la comida que trae en la boca —. La casa es de mi familia y nadie nos molestaría, tiene un piano e instrumentos de mi abuelo, podríamos asarlo muy bien— sonrió mientras me limpio la boca con una toalla de papel esperando que diga algo.

—¿Este fin de semana?—Se gira a ver el calendario que tiene marcado y yo asiento —. El sábado es e matrimonio de un amigo, quizas el otro fin de semana—Me mira y pretendo sentir que está pensando en algo —. A menos que quieras acompañarme y luego nos vamos a esa casa en el lago que dices—.

La idea me anima, suena a un gran plan y siento que tengo el vestido perfecto para la ocasión y lucirme ante sus amigos. Creo que le importo porque si no fuera así no me hubiera invitado.

—Acepto—Le miro el rostro, los labios, sus ojos, sus mejillas mullidas ti suaves, todo él me provocaba ganas de besarlo.

—En que piensas— pregunta notándome absorta en mis pensamientos.

—En besarte, acariciarte el rostro como si fueras arte—suspiro al darme cuenta que estoy dejándome llevar por el momento y rio —Que cosas digo—cubro mi boca con vergüenza.

—Que más?—Solicita mas información y le miro tragando muro mi saliva.

—Quiero estar desnuda frente a ti y que me hagas el amor—Aquello que digo suena más a pregunta pero mi cuerpo con seguridad lo solicita ya que mis muslos, la cara interna de ellos, han empezado a secretar un apasionado elixir.

YoonGi se levanta de su asiento y se posiciona tras de mi acariciándome con sus manos el rostros, el cuello y mis senos sobre mi vestido tocando todo a su paso con aquella barrera que vitaba que gimiera de placer. Se acerca a mi oído para besarme y susurrar.

—Vamos a la cama—Con su voz intensa.  

YoonGi

☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*

Froto mis dedos contra su braga de algodón bajo su vestido mientras relamo su cuello y subo a jalar su labio inferior, me tomo el tiempo de ponerla a tono aunque ella lleve un poco de ventaja. Su espalda se curva cuando rozo constantemente aquel punto que la enloquece y sigo con ritmo sostenido hasta que se corre en medio de gemidos encerrados contra mis labios.

Haber tenido sexo con otras mujeres nunca había sido tan interesante como hacerlo con SunHi, ella estaba descubriendo todo esto ahora y no me hacia sentir un aburrido niñato de primeria como alguna de aquellas mujeres hizo en su momento y yo no era muy creativo en el acto, quizas muy tradicional pero el juego previo era lo que más amaba experimentar. 

Miré la hora en el reloj de la mesita de noche, eran las 14: 40 pm, aun tenia tiempo para darle otro orgasmo antes de entrar en acción así que alcé su falda para besar su vientre y la linea de su braga rosita con flores hasta ir bajándola lentamente hasta sus pies. Ella obediente abrió sus piernas dejándome expuesta su intimidad en la cual unte mis dedos haciendo movimientos hasta que acerqué mi boca para saborearla.

¿Por qué mientras le daba sexo oral sentía que mi corazón se aceleraba? ¿Acaso era normal sentirme así de excitado?

Le daba lamidas extensas como si se tratara d un helado chorreante pero aquello la hacia removerse mas en la cama de forma inusual.

—¿Todo bien?— Alcé mi rostro para verla  con sus mejillas rosadas.

—Si es que... ¿Te gusta lamerme ahí?— Ella juntó sus rodillas con algo de vergüenza.

—Sí, es rico—sonrío y acaricio sus piernas —. ¿A ti no te gusta?

—Es que el sabor y eso...

—El sexo oral es muy estimulante ¿Crees que a mi no me gusta hacerlo? Asi puedo regular mas mis movimientos, con la lengua sabes, es mejor que frotar con el dedo—Le muestro dedos lubricados por sus jugos —. Si no quieres que siga solo dímelo

—Es que me da vergüenza 

—Esta bien, si no quieres mas, no te obligaré— Me acomodo junto a ella y la miro —. Pero tienes que saber que sabes delicioso— acaricio su rostro y me doy cuenta que la alteración de los latidos de mi corazón aumenta considerablemente cuando nuestras miradas se encuentran.

—Es mi turno de darte placer—Ella se incorpora en la cama y baja mis pantalones teniendo mi pene a su disposición conociendo como estimularlo de una forma placentera. De vez en cuando muevo su cabello para verle el rostro y la noto con los ojos cerrados.

—¿Te gusta lo que haces?— le pregunto y me mira curiosa —. ¿Te gusta darme sexo oral?

—¿A ti te gusta como lo hago?—La timidez de su voz la delata, siento que ella calcula cada movimiento para darme placer pero no es natural esta vez, es como si tuviera miedo de cometer un error.

—No tiene mucha ciencia pero lo que más calienta es ver a una chica que está excitada haciéndolo y siento que tu lo haces por compromiso—Ella se levanta dejando mi miembro de lado y yo me acerco a ella.
—Yo quiero hacerlo bien y vi que había que hacerlo así—Baja la mirada con vergüenza como si yo la hubiera castigado.

—Esas mierdas de videos no te enseñan que sentir y no trasmites eso, SunHi—acarició su rostro —. Yo no necesito verme videos de como darle placer a una mujer porque prefiero explorar que te gusta a ti—Bajo el cierre de su vestido y deslizo la tela que cubre su pecho dejándola al desnudo y acaricio sus pezones con un poco de fuerza, ella se queja —. Vi que a las mujeres les gusta esto, ¿A ti te gustó?

—No mucho— Acarició su pecho.

—Claro que no perote te gusta que te estimule con mi boca porque es más suave y mi saliva en tu piel da un toque que te gusta, sentirte húmeda te gusta—Aclaro mientras la ayudo a quitarse l ropa —. Te prende que ronronee mientras te follo, que te lo haga al oído mientras apretó tus caderas—acarició la zona mientras me acerco más a ella y me subo colocando sus piernas a cada lado de mis caderas —. Y se que te mueres por que yo haga esto—Repaso con mi miembro erecto su entrada hasta el clitoris.

—¿Y que te gusta a ti?— preguntó ella mirandome, alerta al momento que yo entre en su apertura.

—Que me mires, que me acaricies, que tiembles bajo de mi en el momento indicado y que te olvides de las obligaciones que tienes fuera de esta cama. No quiero a una chica perfecta y la mas experta en dar sexo oral, quiero disfrutar esto y que te liberes—Me acerco a su cuello y la beso con pasión —. Te quiero excitada al punto de que digas incoherencias, tan perdida en tu placer que te vuelva egoísta y solo pienses en ti— Entro en ella lentamente y comienzo a moverme mientras ella se queja con la mandíbula tensa —Que gimotees naturalmente y no como si estuvieras en una pelicula porno, SunHi, gime como te salga, no me importa—La beso y la miro mientras enfatizo mis embestidas, miro mi miembro perderse entre sus piernas y gimo despues de mucho tiempo y ella me mira asombrada. Siento como si algo recorriera mi cuerpo, un escalofrío y sigo penetrándola.

—Gime otra vez, YoonGi—Me pide acariciando mi abdomen.

Miro sus pechos bailar al ritmo de mi cadera y me concentro en como si cuerpo se vuelve mio, como lo domino y lo hago sudar y erectarse, gimo otra vez sintiendo cosquilleo en la punta de mi pene.

Siento que me vengo y me salgo de ella para depositar mi semen en su abdomen, gimo de placer al sentir como cada gota la moja entre los pechos y parte de este queda posado en su ombligo, la observo jadear sin hacer nada mas que cerrar y abrir los ojos como si buscara enfocar la mirada en el techo. No quiero dejar de mirarla pero la hora pasa y debemos arreglarnos.

—Voy por papel—Me levanto tomando mis boxers y camino hasta la mesa de noche y tomo papel para limpiarla, me tomo el tiempo de pasar entre sus pechos y el ombligo, su vientre y con otro papel limpio sus fluidos, que son muchos entre sus piernas, aquel papel resbala con tal facilidad y brilla contra la luz del sol que entra por la ventana, es lubricación incolora con ese olor que me tensa la ingle, vuelvo a limpiar hasta que es suficiente y me encierro en el baño a limpiarme, cambiarme ropa y respirar para controlar mi respiración.

—Estoy lista—Dice ella una vez que nos encontramos en el pasillo, está muy ordenada, tal y como llegó —. Creo que tienes mucha razón respecto al sexo, me fuerzo mucho a ser buena, pero es porque yo quiero que me sigas eligiendo a mi par hacerlo— Su sinceridad me enternece y la miro con tranquilidad.

—Me encanta tener sexo contigo, es increíble pero desde ahora quiero que tomes la iniciativa y las rienda de tu deseo— Me acercó a su oído porque se que es su debilidad —. Y no eres una niñita—Acaricio su culo sobre el vestido para demostrarle que su cuerpo me responde, dejando con la sensación correcta en el pecho, la mente y la entrepierna.

—Estaré lista para este fin de semana en el lago—Afirmó con esa ternura y sus ojos de cachorrito.

—Eso espero— mis dedos se deslizan por su barbilla y la invito a salir del lugar para continuar nuestra jornada en la academia.

Uy chicas, ahora entiendo por que el pov masculino puede ser tan excitante.

Siento la demora, pero llegué a tiempo para darles este regalo de navidad. 

Dejen su comentario para saber que quieren la siguiente actualización, un abrazo.