chapter twenty
── XX ──
«Maybe I want to do some crazy things»
── Es solo cuestión de tiempo, Miraz y sus hombres ya están dirigiéndose hacia aquí con sus tropas y catapultas - dijo Peter mirando a todos los que estaban allí - El castillo estará desprotegido.
Katherine alzó su vista para mirar al muchacho. Todos aquellos que participaban tanto en el pelotón de soldados como ayudantes en la preparación de armas o alimentos estaban congregados en donde una vez fue la tumba de Aslan, un soldado telmarino había visto su ubicación por lo que era necesario hacer rapidamente un plan.
Sin embargo, la chica sentía un mal presentimiento.
── Entonces ¿Qué se supone que hagamos majestad? - preguntó Repecheep.
── Debemos atacar.
── Debemos hacer un plan
La chica frunció el ceño al escuchar que Peter y Caspian hablar al mismo tiempo, su ceñó se profundizo al verio como Peter le daba una mirada fría haciendo que el telmarino se sintiera intimidado y agachara la cabeza levemente, cediendole la palabra. Kath no estaba entendiendo que le estab sucediendo al chico, él no acostumbraba a ser así.
── La única esperanza que tenemos es de atacar primero el castillo - dijo.
── Es imposible - declaró Caspian - Ese castillo es impenetrable, nadie ha podido atacarlo.
── Bueno, siempre hay una primera vez - refutó con sorna y una sonrisa burlesca.
── Además de que tenemos el elemento sorpresa - añadió Trumpkin en apoyo al chico.
── Deberíamos quedarnos aquí, tenemos ventaja desde este lugar - insistió el telmarino.
── Yo digo que nos quedemos - habló Susan y poniendose junto a él - Podremos protegernos desde aquí.
── Yo me siento más seguro bajo tierra - comentó el tejón llamado Buscatrufas.
Hubo pequeño silencio haciendo que la chica se sintiera algo cohibida por la situación, Peter la miró mas ella le ignoró, sabía que staba buscando apoyo en ella ya que siempre había sido su mano izquierda en todo lo que respecta a batallas; pero esta vez no sabía que hacer ¿Debía apoyarle? ¿Apoyar la idea de Caspian?
La chica suspiró con cansancio, necesitaba terriblemente una buena siesta.
── Escucha, te agradezco por haber cuidado de los narnianos - exclamó Peter hacia Caspian - Pero esto no es una fortaleza, es una tumba.
── Si, además de que será solo cuestión de tiempo para que los Telmarinos nos dejen morir de hambre - comentó Edmund, Kath dirigió su mirada hacia él y, como si fuese automatico, el tambien lo hizo.
La atención de ambos estaban en los ojos del otro, intentando comunicarse sin palabras. Él podía notar us indecisión, la conocía muy bien, sabía que ella no estaba de acuerdo en nada de lo que se estaba diciendo. Kath podía reconocer la decisión en su mirada, aquella mirada que prometía que, sin importar que hiciesen, él arriesgaría todo por cuidar a sus hermanos, su pueblo y a ella.
── Yo puedo juntar nueces - escuchó una voz el cual hizo que ambos salieran de aquel trance en la que se habían metido, una ardilla con una voz melosa había dicho aquello haciendo que ella se enterneciera.
── ¡Si! Y se las lanzaremos a los telmarinos a la cabeza - bromeó sarcásticamente Reepecheep - Mejor callate - le espetó antes de mirar a Peter - Usted sabe lo que creo, señor. No hace falta decir nada.
El silencio reinó por unos instantes aquel salón, la chica reunió fuerzas y valentía para luego levantarse haciendo que las miradas de todos se posaran sobre ella mientras que caminaba hacia Peter y Caspian.
── Yo creo que ambos planes son una pésima idea.
Peter ensó su mandibula al esucharle y ella supo que debía ser fuerte, Peter confiaba tanto en ella en aquellos momentos que verle en sus ojos la decepción fue como una daga clavarse en su corazón; pero debía ser fuerte, la chica no se dejó ver intimidada ante eso; más bien, alzó la barbilla y lo miró directamente a los ojos.
── Ambos planes apestan - continuó - no podemos estar aquí con la clara ventaja que tienen los telmarinos sobre nosotros al saber donde estamos, no podemos subestimarlos. Y claramente no podemos atacar el castillo, por alguna razón Caspian dijo que no, es impenetrable, ¡Ni siquiera sabemos como es el maldito castillo! - esclamó, sabía que lo mejor era tener más tiempo. Eso necesitaban para poder ser diligentes antes de hacer cualquier locura - Perderemos a muchas vidas en cualquiera de los dos planes.
──¿Entonces qué propones que hagamos? - inquirió Peter con frialdad.
── No lo sé - espetó de mal humor al ver aquella reacción, el cual no le sorprendía - Tendríamos que parar y pensar. No debemos hacer el primer plan que se nos venga a la cabeza, tenemos que pensar las ventajas y consecuencias de cada una. Si me das tiempo, puede que formule un buen plan para que ninguna vida se pierda - al terminar de decir eso, sintió que un nudo se le formaba en la garganta con el solo hecho de pensar en la muerte de su pueblo.
── Katherine, eso es lo que nos hace falta, no tenemos tiempo - le dijo antes de voltearse hacia el centauro - Si filtro las tropas ¿Te encargaría de los guardias?
La criatura lucía abrumada, como si tampoco le ustara mucho la idea; pero levantó el mango de espada antes de asentir lentamente y agachar su rostro en señal de reverencia ante él.
── O moriré en el intento.
── Eso es lo que me preocupa - murmuró Lucy por primera vez en toda la reunión, yacía estaba sentada en la mesa de piedra y observaba todo con suma cautela.
── ¿Disculpa? - murmuró Peter.
── Ustedes solo están considerando dos opciones, morir aquí o morir allá.
── Parece que no has estado escuchando - dijo Peter haciendo que la rabia creciera poco a poco en el pecho de Katherine al escucharlo.
── No, tú no estás escuchando - espetó con mal humor la niña - ¿O acaso te olvidaste quien derrotó a la Bruja Blanca, Peter?
Kath miró al chico, esperando su respuesta; el rostro de este adquirió un semblante sombrío al escuchar aquello y la chica deseó golpearle en la cara ¿No podía dejar aquella actitud altanera por un instante?
── Creo que hemos esperado a Aslan lo suficiente - dijo antes de darse la vuelta y salir del salón.
Inmediatamente todo los narnianos junto a Caspian y Susan lo siguieron; Katherine se sentó en una piedra mientras pasaba sus manos por su cabello suelto, haciendo que se desordenara levemente. Aquella reunión hacía sido nada más ni nada menos para decir planes sin sentido, no se había concretado nada y eso era lo que le desesperaba. Ella iba a participar de la batalla, claro que si, pero el no saber que tenían que hacer le enloquecía.
── Este chico me hará sacar canas... - murmuró haciendo que Edmund se riera. Ella lo miró con una ceja alzada - ¿De qué te ríes?
El muchacho levantó ambas manos en señal de paz.
── No me mates, por favor - dijo lo que no pudo evitar reírse ante eso. Luego de un momento, sintió la mirada del chico sobre ella - No estas de acuerdo con el plan ¿verdad?
── ¿No es obvio? - exclamó ella; ella sabía de antemano que él lo sabía, no por nada le conocía bien. Ella tensó su mandibula y miró hacia las llamas que iluminaban la imagen del león, el cual tenía su mirada solemne y bondadosa sobre ella - Si nos diera algo de tiempo, se que haríamos el plan perfecto para atacar y defender a la vez.
── Por eso eres la mejor estratega - comentó Lucy acercándose hacia ellos y sentándose junto a la chica, Kath no apartó la mirada del león, como si quisese que apareciera de pronto y le revelara un gran plan para que nadie salga herido - No sé por que Peter no te está escuchando últimamente, él siempre lo hizo.
── Por que es medio idiota.
── Por que quiere valerse por si mismo.
Ambos se miraron al notar que hablaron al mismo tiempo y se rio por aquello.
── Venga, continúa - invitó ella a lo que Edmund solo soltó una pequeña risa.
── Quiere valerse por sí mismo - repitió - Quiere demostrar que, a pesar de todo, él lo tiene todo bajo control.
── ¿Hablaste con el sobre eso? - preguntó extrañada Kath.
── No, pero soy su hermano, y lo conozco muy bien - dijo él - Quiero demostrar que puede valerse por sí mismo, entiendo ese sentimiento, yo alguna vez me sentí así.
El corazón de Katherine dio un salto al escuchar eso, fue inevitable no darle un abrazo. El chico correspondió el gesto mientras le daba un beso en la cabeza.
── Quizás debamos darle más tiempo - murmuró ella mirando a Lucy - Quizás se de cuenta con el tiempo.
La niña suspiró derrotada y aintió con pesadez, entonces la castaña la agarró y la unió en el abrazo.
ˏˋ 亗 ˎˊ
La noche había llegado trayendo con él una extraña brisa fría que hacía temblar a la chica que se sentaba sobre una roca en lo alto de aquel altozano. Las estrellas brillaban sobre su cabeza y ella sonreía, eran hermosas. Para Kath, la noche era el único momento en donde ella podía relajarse, solía ver las constelaciones para poder estar en paz y no pensar en las problematicas o situaciones en las que ella pasaba.
Pero aquella noche, las problematicas le estaban causando un gran estres y el nerviosismo se podía ver a traves de su necesidad de estar a solas un momento. Peter le había dicho que mañana por la mañana, apenas salía el sol, partirían para librar el combate en Telmar. El chico se había negado a la petición de ella al pedirle tiempo para crear otro plan.
── No tenemos tiempo - había dicho antes de irse y dejarle con la palabra en la boca.
El chico estaba tan centrado en ser aquel lider que podía manejar todo tipo de situación en el pasado que se había olvidado que aquel pueblo no era el mismo que hace cientos de años atrás. Su pueblo estaba dolido por lo que aquellos invasores les habían hecho y, a pesar de que muchos tenían sed de venganza, la mayoría deseaba la paz de una vez por todas.
Ella suspiró mientras cerraba los ojos, se suponía que tendría que dormir, el camino sería muy largo por lo que debía de estar con todos sus sentidos alertas. Sin embargo, el nerviosismo impedía que el sueño la alcanzara.
El ruido de unas suaves pisadas alertó a la chica, quien rápidamente tomó una navaja de su cintura, no eran horas de que alguien este despierto y los guardias vigilaban desde lo más alto del monte, nadie se acercaba hacia allí.
La chica se levantó con sigilo antes de acorralar a la persona contra la pared y poner su arma en el cuello. Tardó unos segundos en reconocer quien era, y cuando lo hizo, abrió sus ojos como platos por la sorpresa y una risa se escapó de sus labios al ver el temor en los ojos de la persona frente a ella.
── Eres tú - murmuró sacando su navaja del cuello de este.
── Lo siento.
── Esta bien Ed, la próxima vez dime que eres tú - aconsejó - No quiero tener que limpiar tu lindo cuello en un futuro.
Su chiste hizo que el chico riera por lo bajo antes de repetir un lo siento y decirle que lo tomaría en cuenta. Ella se sentó en la roca nuevamente y sintió como el castaño se sentaba junto a ella. El silencio entre ambos era cómodo, no hacía falta que hablasen, con solo la presencia del otro era más que suficiente.
La chica apoyó su cabeza en el hombro de Edmund mientras que este la abrazaba.
── ¿Nerviosa? - preguntó por lo bajo el chico.
── El plan apesta - dijo simplemente ella haciendo que él riera por lo bajo. Aquella risa fue como música para sus oídos, sintió un orgullo crecer en ella al saber que había provocado aquello.
── Me lo dejaste muy en claro - susurró el mirando las estrellas - Pero esto terminará pronto, ya lo verás.
La chica suspiró antes de envolver el cuerpo del chico con sus brazos.
── Espero que tengas razón.
Por un largo momento, ambos se quedaron en esa posición, abrazados y viendo las estrellas. Kath recordó las infinidad de veces que ellos habían estado en esa posición, esa actividad parecía ser una de sus favoritas. Estar con el otro y admirar el paisaje era su momento de paz. Las memorias de aquellos días en la antiua Narnia llegaron a su mente como un libro de fotografías, deseó volver al pasado para disfrutar de aquellas memorias una vez más.
Cerró los ojos y escondió su rostro en el cuello del chico, sintió como este le daba leves caricias en sus brazos haciendo que ella sintiera un remolino de emociones en su interior.
El olor del chico era un aroma algo extravagante, una mezcla de entre colonia y el olor al rocio de la mañana. Si alguien le preguntará como detectó aquellos olores, ella estaba segura que no sabría que responder; pero se sentía llena de paz.
── Deberíamos ir a dormir - susurró ella sin apartarse de él.
Sintió como el chico suspiraba y le daba la razón.
── Pero no quiero irme - murmuró Ed acariciando su espalda haciendo que ella abriera los ojos para encontrase al castaño mirándola con una sonrisa de lado.
Sintió que sus mejillas se calentaban, mas mantuvo su mirada en aquellos ojos chocolate los cuales brillban gracias a la luz de la luna llena.
── Yo tampoco - dijo en voz casi inaudible y sus ojos bajaron por un instante a aquellos labios finos del muchacho. Le vió tragar duro y su lengua remojó sus labios.
Ambos se miraban con atención, ninguno hacía el atisbo de separarse; sus respiraciones estaban entrelazadas mientras un cierto brillo centelleaban en sus ojos. Una sensación calida y atrayentecrecía dentro de ambos, el cual les hacía creer que los empujaba hacia el otro, como un iman al metal.
── ¿Puedo hacer una locura? - preguntó Edmund baando por un momento su mirada a sus labios haciendo que la respiración de la chica temblara por un instante.
Ella no pudo modular, estaba tan embelesada con la vista del muchacho que parecía haber hecho que se olvidara de como hablar. Lamentablemente eso era el efecto que le generaba Edmund Pevensie, el chico en el que se enamoró desde hacía años, más no tuvo la valentía de decirle algo por miedo a arruinar su amistad. Sintió su estomago removerse del nerviosismo cuando los ojos del chico volvieron a conectar con los suyos.
Entonces ella asintió a su pregunta.
Edmund se separó levemente a lo que ella rapidamente sintió el frio envolverla ante la falta de su calidez, iba protestar si es que era necesario separarse, más se quedó paralizada en su lugar cuando él acunó su rostro con ambas manos. Kath pudo sentir una sensación hormiguear dentro suyo, haciendo que su corazón empezara a latir más rápido.
El chico la acercó hacia él, la distancia poco a poco entre ambos se fue acortando. El muchacho se detuvo en cuanto sus narices rozaron, como si esperara que ella se retirara y se fuera, pero ella quedó allí en su lugar. La chica cerró los ojos, esperando y rezando a todos los cielos para que comprendiera su señal, al parecer funcionó ya cuando sus labios se encontraron en un suave beso ella sintió su mundo detenerse.
Su cabeza estaba en blanco, como si el simple toque del chico hubiese hecho que sus pensamientos y su consciencia se fueran muy lejos. Sus labios, aquellos que una vez la habían besado con nerviosismo, le entregaba un sabor extraño, más era atractctivo y ella quería más.
Posó una de sus manos en su nuca para atraerlo más hacia ella y profundizar el beso. Sintió como el chico ponía una de sus manos en su cintura haciendo que se acercara más hacia el. Sus labios danzaban en una sincronía perfecta, uniendose como piezas de rompecabezas y daban la sensación de que estaban hechos uno para el otro.
A pesar de que era en contra de su voluntad, su cuerpo exigía un poco de oxigeno, por lo que se separaron levemente para tomar aire, sus frentes se juntaron mientras ambos mantenían los ojos cerrados. Sus manos seguían en las mejillas del chico, regalandole suaves caricias, como si quisese asegurarse que no desapareciera.
Al abrir sus ojos, Kath sintió sus mejillas arder cuando Edmund le dedicó una tierna sonrisa. El se acercó una vez más hacia ella para plantarle un casto beso en sus labios.
── Buenas noches - le susurró antes de irse.
Cuando estuvo segura de él chico se hubiese ido, soltó una risa silenciosa mientras festejaba en silencio. Parecía que Lucy estaba teniendo razón, puede ser que Edmund gustara de ella, puede ser que sus sentimientos sean correspondidos.
Se sintió gozosa ante eso, las lágrimas de felicidad asomaban por sus ojos mientras veía el cielo.
¡AL FIN SE BESAN MIS HIJOS LPM!
#ederinesevuelvecanon?
RiderStilinski ── 29/06/2020 - edición: 31/03/2024
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