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chapter fifteen

── XV ──

«The Narnia we once met didn't have this mess»












   Había sido un día muy largo de clases, Kath tuvo un largo y extenso examen de historia por casi dos horas sin parar y su mano estaba tan adolorido como su cabeza. Katherine estaba junto a Susan en una tienda de periódicos acompañándola ya que ella deseaba saber de las noticias recientes de la guerra. Parecía que todo estaba yendo a favor de los ingleses por ahora, ella solo deseaba que esto terminase de una vez por todas.

── Hola – saludó un muchacho que estaba junto a ellas, era un niño que aparentaba la edad de Susan - algo así lucía- Se lo notaba muy tímido y nervioso y la muchacha notó que llevaba el mismo uniforme que Peter y Edmund usaban en su escuela.

── Hola – le respondió de forma indiferente Susan.

── Estudias en Saint Finbar ¿Verdad? – exclamó él de una forma extraña, Kath entrecerró sus ojos al verlo pero volvió su lectura al notar que este miraba únicamente a Susan.

── Si.

── Yo estudio en Hendon, cruzando la calle.

── Que interesante – le respondió ella de forma irónica mientras Kath intentaba ocultar su risa detrás de una revista. 

── Si, siempre te veo entrar, siempre sola...

Susan lo miró con una mueca de incomodidad y le sonrió algo nerviosa ante eso.

── Bueno, prefiero que me dejen sola – dijo indirectamente para que se fuera; Kath río cuando el chico no parecía captar la indirecta.

── A mi también...

La castaña solo se rió al ver que Susan rodaba los ojos ante eso; la situación le causaba mucha risa.

── Oye, amigo – intervino ella en auxilio de la muchacha – Creo que deberías irte.

── ¿Cómo te llamas? – le preguntó ignorándola por completo. Ella solo rodó los ojos antes de dejar la revista y mirar a su amiga junto a ella, quien parecía dispuesta a darle un golpe.

── Phyllis – mintió Susan haciendo que ella soltara una carcajada ante aquella ocurrencia.

── ¡Susan! ¡Kathy! – gritó Lucy corriendo hacia ellas – Deben venir rápido.

Ambas chicas siguieron a la niña hacia la estación subterránea, dejando a un muchacho con la palabra en la boca y sin saber qué hacer, en donde había una muchedumbre gritando y mirando algo que pasaba.

Kath se abrió paso entre ellos antes de que la escena se proyectaba ante sus ojos.

Tres muchachos estaban enfrentándose en una pelea contra Peter, este recibía y devolvía golpes de estos hasta que dos de ellos lo sostuvieron y el otro empezó a golpearlo. El rubio, como pudo, empujó a ambos chicos y le dio un puñetazo al muchacho frente a él.

Alzó la vista encontrándose con la de sus hermanas y el de ella, Susan lo miraba de manera decepcionada mientras que Kath estaba preocupada por él. Los dos muchachos tomaron al chico otra vez para volver a golpearlo.

── ¡Peter! – gritó Katherine adelantándose, pero dos manos sujetaron su cintura evitando que hiciera algo. Alguien dejó su mochila en sus manos mientras corría hacia la escena – ¡Edmund! ¡No!

Pero ya era tarde, el chico se abalanzó de lleno en la pelea y golpeando al que iba a atacar a su hermano.

── ¡Deténgase! ¡Por favor! – rogó Lucy – ¡Paren ya!

Pero nadie le hacía caso.

Un silbato sonó a lo lejos, los estudiantes empezaron a dispersarse mientras tres policías separaban a los niños.

── Vámonos – dijo Susan – Los esperaremos en los bancos.

Las tres muchachas caminaron un poco hasta llegar a los asientos y sentarse, la muchedumbre empezó a dispersarse y os gritos, que habían inundado todo el subterráneo y creaba ecos en las vías, se fueron apagando con el correr de los segundos. Peter fue el primero en llegar y tirarse al asiento con una mueca de enojo.

Katherine al ver como Edmund se acercaba, se levantó del asiento con intenciones de ceder su lugar; él negó mientras se quedaba frente a su hermano con los brazos cruzados y Kath volvió sentarse.

── De nada – le dijo sarcásticamente.

── Lo tenía controlado – le respondió cortante mientras se levantaba y caminaba hasta la orilla de la estación.

── ¿Que pasó esta vez? – preguntó Kath.

── Me empujó.

── ¿Y le pagaste?  – le espetó Lucy enojada.

── No – dijo él – Luego de que me empujara, me obligó a que me disculpara; ahí si le golpeé.

── ¿No era tan difícil solo ignorarlo?  – le dijo Susan.

── No tendría que hacerlo – respondió Peter – ¿No están cansados de que los traten como niños?

── Somos niños... - le recordó Edmund de forma sarcástica haciendo que Kath se sonriera divertida.

── Pues no siempre lo fuimos – le dijo Peter  – Ya ha pasado un año, ¿cuánto más debemos esperar?

── Yo creo que deberíamos empezar acostumbrarnos a nuestra vida aquí - le comentó Susan mientras él se sentaba – No servirá de nada que solo pretendamos.

Katherine solo rodó los ojos ante aquello, desde hacía unas semanas atrás Susan tomó aquella postura de resignación, una postura que declaraba que no volverían ni siquiera en sus sueños. Detestaba esa actitud al principio, pero con el correr del tiempo empezó a temer de que ella estuviera en lo cierto.

Sacudió su cabeza queriendo sacar esos pensamientos negativos y se acercó hacia Edmund que parecía tener un pequeño corte en el labio.

── ¿Estás bien Ed? – le susurró para que solo él escuchara.

── Si, no te preocupes – la calmó regalándole una sonrisa de lado.

El chico se apoyó en la pared mientras que ella se sentaba junto a Lucy.

── Hablen conmigo – pidió Susan algo desesperada.

── Estamos hablando contigo – le recordó Edmund haciendo que su hermana lo vea de mala manera.

── ¡Auch! – se quejó la niña levantándose de su asiento.

── ¡Callate Lucy! – ordenó por lo bajo Susan a su hermana.

── ¡Pero algo me pinchó!

── ¡Oye! ¡No pellizques! – le gritó Peter a su hermano.

── ¡Ni siquiera te estoy tocando!

── ¡Auch! – exclamó Katherine sobándose su brazo – ¡Susan!

── ¡No te hice nada! – le espetó antes de que se levantara soltando un grito de dolor – ¿Qué está pasando?

El tren subterráneo trajo un viento muy fuerte que fluía por toda la estación haciendo que las cosas empezaran a volar, posters se despegaron de la pared, basura del suelo empezó a volar por todos lados y su ropa por poco volaba por lo fuerte que era aquel viento. Nadie excepto ellos parecían notarlo, Edmund se quejó y se puso entre Peter y Katherine.

── ¡Parece magia! – se emocionó Lucy al ver lo que estaba frente a ellos.

── ¡Rápido! – gritó Susan – ¡Tómense de las manos!

Katherine tomó la mano de la niña y escuchó el grito de Edmund a lado suyo que le gritaba a su hermano que no tomaría su mano. El rubio solo rodó los ojos antes de agarrar su muñeca. Kath entrelazó sus dedos con los de Ed mientras le regalaba un pequeño apretón. Este la vió y le devolvió el gesto para luego que los cinco miraran al frente.

El tren había empezado a pasar por enfrente de ellos, pero las ventanas reflejaban una playa soleada en vez de las baldosas amarillentas de la estación. El viento sopló con fuerza por una última vez antes de que ellos aparecieran dentro de una gran cueva con vista a la hermosa playa.

Era un día caluroso y soleado, la arena traspasaba sus zapatos mientras ellos caminaban hacia la salida. Edmund no soltó la mano de la chica en ningún momento.

Pararon para contemplar el panorama, aquel cielo y aquellas aguas lo reconocerían en cualquier lado que fueran. Lucy observó a su hermana y a la chica antes de que las tres corrieran directo hacia el agua.

Los gritos de alegría no se hicieron esperar. Katherine se quitó el saco y se desató la trenza; tiró sus zapatos lejos mientras se desataba la corbata.

── ¡No me ganarás! – escuchó la voz de Peter diciéndole a su hermano. Ella rápidamente entró al agua.

Era cálida, las aguas cristalinas reflejaban sus pies mientras ella salpicaba a los chicos; río con felicidad al ser consciente de que habían vuelto, habían vuelto a Narnia luego de un largo año.

Unas manos rodearon su cintura, la alzó y dio giros con ella mientras reía.

── ¡Edmund! – exclamó ella mientras el chico reía y la dejaba para empezar una batalla de agua entre ambos.

Estaba tan feliz ella, habían vuelto, no podía estar más alegre; le tiró agua a Susan quien río junto a ella.

- ¡Edmund! – llamó ella al ver que su hermano se había detenido – ¿Ed?

Kath se acercó hacia él y vio que miraba hacia algo encima de ellos.

── ¿Que pasa?

── ¿Donde se supone que estamos? – dijo haciendo que Peter riera.

── ¿Donde crees que estamos? – le dijo irónico el.

── Bueno, es que no recuerdo que hubieran ruinas en Narnia.

Kath levantó su vista y confirmó lo que su amigo decía, un antiguo edificio se encontraba frente a ellos, estaba en ruinas y parecía que llevaba así desde hace mucho.







ˏˋ 亗 ˎˊ






   Los cinco niños habían decidido subir a averiguar en dónde estaban, Kath estaba junto a Lucy mientras comían unas manzanas que habían encontrado en un árbol. El lugar se le hacia conocido, pero no sabía de donde.

Se alejó de la niña para averiguar un poco, camino por unas cuantas paredes que se encontraban derrumbadas. Una de ellas tenía algo escrito en ella, se acercó hacia ésta y se sorprendió de lo que decía.

Kath y Ed estuvieron aquí

Llevó una mano a su boca, su corazón dio un vuelco al ver a su alrededor. Cair Paravel, este era el castillo.

── ¡Oye! ¡Eso es mío! – escuchó a lo lejos decir alguien – ¡Es de mi juego de ajedrez!

Ella se acercó rápidamente hacia los chicos, casi corriendo.

── ¿Cual juego de ajedrez? – preguntó Peter.

── No es que tuviera un juego de ajedrez de oro sólido en Finchley ¿O si? – le respondió sarcásticamente mientras tomaba la pieza.

── ¡Chicos! - gritó Kath llamando la atención de los Pevensie – ¡Vengan aquí!

Los cuatro se acercaron hacia ella extrañados.

── ¿Que pasa Kath? – preguntó Susan.

── ¡Vengan! – dijo haciendo que se posicionarán frente a unas bases donde alguna vez estuvieron unos tronos – ¿No le es familiar este lugar?

── Un lugar lleno de árboles y escombros... Si, se me hace muy familiar – exclamó Peter y ella rodó sus ojos –¿Qué quieres decir, Kath?

── Solo... Imagínense paredes altas, flores por todos lados y un hermoso techo de cristal – nombró. La chica se posicionó donde su trono hubiese estado, a la derecha del gran Rey y junto a Edmund

── Cair Paravel... – susurró Peter al darse cuenta de donde estaban.

──Que bien, tu cerebro sigue funcionando después de esa paliza que te dieron – bromeó Edmund

Los cinco niños decidieron agarrar de sus mochilas los almuerzos que la señora Pevensie había hecho para ellos una vez que decidieron salir del antiguo salón de tronos, aquel lugar les traían muchísimos recuerdos, y verlo en aquel estado solo hacía que se sintieran peor de lo que ya lo hacían por haberse ido de Narnia. Los sándwiches no llenaron su estómagos, así que tuvieron que acompañarlos con unas cuantas manzanas del jardín.

Katherine y Edmund estaban caminando juntos mientras terminaban la última manzana que tenían.

── ¿Te acuerdas cuando decidimos plantar los manzanos? – le preguntó ella.

── Si. Recuerdo que los topos nos habían dicho que algún día será un magnífico jardín – recordó él mientras ambos soltaban algunas risas por lo bajo.

Kath vió como el chico se quedó estático en su lugar y veía un punto detrás de su hombro con el ceño fruncido.

── ¿Ed?

Él tomó su mano y la llevó hacía lo que parecía ser una roca; soltó su mano y se agachó para tocar la superficie de esta.

── Catapultas – susurró él, sus hermanos se acercaron al verlo con el ceño fruncido y sin soltar su mano de aquella gran roca.

── ¿Que? – cuestionó Peter

── Catapultas – volvió a decir el muchacho mirando a sus hermanos – Cair Paravel no se derrumbó solo, fue atacado.

La muchacha tensó su mandíbula mirando a su alrededor una vez más, todo estaba destruido por quienes sean que hubiesen atacado al castillo. Sentía que quería llorar, ellos abandonaron a Narnia para que se cuidara a su merced.

Ambos Pevensie se acercaron hacia una pared y empujaron una gran roca, detrás de ella yacía una puerta de roble oscura y mohosa. Peter quebró la puerta para que esta se abriera, empezó a cortar su camiseta y a atar un palo con ella en la punta.

── Supongo... – murmuró él terminando su antorcha improvisada – Supongo que no traes fósforos ¿Verdad?

Miró a Edmund mientras este buscaba en su bolso.

──  No, pero... ¿Esto sirve? – le bromeó sacando una linterna de su mochila.

── ¡Debiste mencionarlo antes! – río Peter haciendo que los demás se rieran junto a él.

Edmund encendió la linterna y guió al resto dentro de la cámara. Las escaleras estaban llenas de polvo y las paredes de telarañas, las raíces de los árboles eran la única decoración en las paredes y el olor intenso a humedad entró por su olfato. Kath caminó detrás de Lucy con cuidado, lo último que faltaba era que se cayera por las escaleras y lastimarse.

Lo siguiente que obstruía el paso era una reja dorada, Peter se acercó y sacó llas cadenas que las unía. Tal era el asombro de todos que sonrieron con alegría al ver el interior de aquella cámara.

── Todo está aquí... – susurró él.

Cinco estatuas yacían detrás de unos baúles, los niños se acercaron hacia su baúl correspondiente. Kath abrió el suyo donde pudo ver libros, vestidos, joyas, su espada y la brújula. Tomó este último y lo colgó en su cuello, observó como el anillo que una vez Ed le había regalado estaba allí, así que se lo puso y empezó a buscar ropa para ponerse.

──  ¿Era tan alta? – preguntó Lucy poniendo frente a ella un largo vestido.

── Bueno... – exclamó Kath - En ese entonces eras mayor.

── A diferencia de algunos años después, cuando eres pequeña... – le dijo Edmund con un casco gigante en su cabeza haciendo que ella se riera – ¿También lo encontraste?

Él apuntó el anillo a lo que ella asintió.

── ¿Tú lo tienes? – el chico asintió antes de mostrarle su mano derecha donde yacía el suyo.

Lo habían comprado cuando ambos tenían diecisiete para representar su amistad, nunca se lo sacaban porque querían mantener la promesa que ellos se hicieron de niños «Siempre estar juntos»

Se escuchó el ruido de una espada ser desenvainada; Peter contemplaba su arma mientras leía el grabado que decía en ella.

── Con su potente rugido, el invierno conocerá su destino...

──Y con el sacudir de su melena, a la primavera despierta... – completó por él su hermanita – los señores castores y el señor Tumnus, todos nuestros amigos... ya no están.

Kath sintió una profunda tristeza en su corazón. 

── Bueno, averiguaremos qué ha sucedido – sentenció Peter guardando su espada.











¡Holis holis loves! ¿Cómo andan? Acá ya tenemos capitulo nuevo de WARRIOR y YA VOLVIERON A NARNIA. No saben como amo y odio esta escena, pero bueno. Es lo que hay *se pone a llorar*

¿Qué les pareció el capitulo de hoy? Los leo en los comentarios 👉

Friendy reminder de no hacer spoilers si estás leyendo la nueva versión ¡Y cuidense mucho! Nos vemos en la próxima actualización :D

RiderStilinski ── 30/06/2020 - edición: 28/01/2023

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