HACE MUCHO TIEMPO, cuando los hielos cubrían gran parte de la Tierra, vivió un amor que se congeló en el tiempo.

En la costa del Pacífico sur de Alaska, entre la desembocadura del río Cooper, y las montañas Saint Elies, vivía una tribu amerindia denominada: Eyak; llamada así misma Unalakmiut. Compuesta por quizá unos 200 individuos, envueltos en tradiciones y mucho, mucho amor.

Los miembros de esta pequeña tribu local, creían que el mundo estaba lleno de magia y que provenía de las luces mágicas que danzaban en el cielo.

Aquellas luces eran conocidas, según sus creencias, como los espíritus que guiarían sus caminos. Espíritus de sus antepasados, que podían transformar todo: lo pequeño en grande, el cambio de estaciones, los niños en hombres...

Con esto, esta gran tribu desarrolló sus propias formas de vivir. Y en la que al principio de los albores, dos almas encontraron la unión entre sus corazones.

Entonces, con la delicadeza de las palabras y el susurro de los vientos helados, se contará la historia de aquellos dos seres que huirían de sus obligaciones y costumbres, para conseguir la transformación de la libertad que tanto anhelaban.