22. 𝖲𝗈𝗋𝗉𝗋𝖾𝗇𝖽𝖾𝗇𝗍𝖾.
「🥊」
Jungkook me observaba de brazos cruzados.
-Come- ordenó.
Rodeé los ojos, llevando una de las papas a mi boca. Él satisfecho llevó otra a la suya.
-Jin te matará si te ve comiendo esto- le recordé. Se encogió de hombros.
-Luego haré ejercicio y desaparecerá todo- me guiñó un ojo, sonreí.
Limpié mis manos, mientras masticaba y saqué de mi mochila el enorme libro de matemática y la agenda donde apuntaba todo el contenido.
Los ojos curiosos de Jeon seguían mis movimientos.
-¿Tienes examen?- preguntó, asentí respondiendo.
Miré frustrada el libro mientras llevaba otra papita a mi boca. El objeto que mis ojos seguían con atención fue arrebatado de mis manos y pasó a manos de mi acompañante, el cual le echó un vistazo a los ejercicios.
-¿Si te ayudo con esto... me recompensarías después?- preguntó, mirándome con picardía.
Quise negarme, pero realmente necesitaba ayuda con matemática.
-Sí- dije después de pensarlo unos minutos.
-Bien- sonrió complacido, apartando la comida y acercándose aún más a mí.
Colocó el libro en la grada continua y sacó de su mochila dos botellines de leche de platano, me tendió uno. La acepté.
-Comencemos- dijo, obligándome a mirar el libro.
Sorprendentemente, había entendido lo que Jeon explicaba y había podido resolver más de un ejercicio sin ningún tipo de problemas.
Terminé el último, entregándole la agenda, este lo echó un vistazo asintiendo en aprobación con el resultado.
-¡Sí!- chillé contenta, lanzándome sobre él.
Su espalda chocó contra la grada y uno de mis pies se había quedado trabado en la misma. No sabía de que forma pero éramos un completo desastre en este preciso momento. Un quejido salió de sus labios acompañado de una risa escandalosa cuando vio mi cara de susto.
-Lo siento, no era mi intención- dije, intentando apartarme de él.
Su mano empujó mi espalda, haciendo que mi pecho volviera a chocar con el suyo.
-Quédate así-ordenó, simplemente no me opuse.
Sus ojos recorrían mi cara mientras que uno de sus dedos jugaba con un mechón suelto de mi coleta.
Me comencé a sentir nerviosa cuando colocó la mano que le quedaba libre como apoyo tras su cabeza. Al estar más elevado tenía más acceso a mirar mi enrojecido rostro.
-Estás muy sonrojada pequeña- dijo, sonriendo, pasando con dulzura sus dedos por mi rostro.
Me estaba derritiendo por dentro.
Agaché mi cabeza, escondiéndola en su pecho mientras lo mandaba a callar. Este seguía burlándose.
El momento se vió interrumpido por el timbre del instituto, indicando que la hora de almuerzo se había acabado y con ella, la cercanía de ambos.
Me levanté, arreglándome uno de los calcetines altos de mis piernas, ya que con el movimiento brusco se había bajado. Recogí mis cosas mientras él se acomodaba el uniforme.
Me dio una última sonrisa para luego salir del gimnasio como si mi existencia para él fuera nula.
Me quedé observándolo sin comprender nada.
Jungkook era extraño.
Salí del sitio acomodando mi mochila y sintiendo como alguien se enganchaba a mi brazo.
-No te hizo nada, ¿No?- Hoseok me miraba preocupado, negué sonriéndole.
-Me ayudó con matemáticas.
Su expresión curiosa cambió a una de pura sorpresa, asentí palmeando su espalda, pues yo tampoco lograba creerlo.
Estiré mi cuerpo saliendo completamente de la institución, al fin había acabado mi jornada estudiantil (del día). Lastimosamente no podía ir a casa a dormir, tenía pendiente pasar por el gimnasio, me tocaba entrenamiento.
El sonido de mi celular anuló mis pensamientos y presionando el botón verde contesté la llamada de Taehyung.
-El uniforme te queda muy bien- sonreí con su comentario.- Baja esas escaleras de una vez, te estoy esperando.
Colgué, cumpliendo su petición y buscando con la vista su auto. Una vez que lo visualicé, caminé en su dirección.
Una carcajada salió de mi boca cuando lo vi posar como estrella internacional de la televisión, mientras agitaba su cabello y bajaba un poco las gafas que traía.
-Me veo irresistible- se halagó a si mismo, mordiendo uno de sus labios.
-Sí, sí, revolucionas las hormonas de las adolescentes-opiné, aumentando su ego.
Subí a el auto y a la par mía subió él, depositando un beso en mi mejilla.
-¿Qué tal tu día?
-Jungkook almorzó conmigo-solté, repentinamente.
Tae levantó una de sus cejas.
-¿Qué amarre le hiciste?- preguntó curioso. Le miré indignada.
-¡Ninguno!
-¿Crees que sepa que eres tú la del usuario y te está probando?
Me quedé en silencio... Taehyung acaba de crearme una crisis existencial.
-Vale, lo diré yo por ti- dijo.- Taehyung te odio- se dijo a si mismo, agradecí. Iba a decirle eso.
Arrancó el auto, diciéndome que no pensará en lo dicho y que disfrutara de su compañía
Y eso hice.
Amaba pasar tiempo con él.
El recorrido hacía el gimnasio estuvo divertido. En la radio sonaba una canción que tanto Kim como yo amábamos y a pesar de ser bastante vieja, siempre debía ser cantada con emoción y sentimiento.
El carro se detuvo en un semáforo en rojo mientras que ambos gritábamos a todo pulmón la letra de la canción.
-¡Caught in a bad romance!- le gritó Taehyung a una señora que venía en el auto de al lado, esta lo miró molesta para luego poner en marcha su auto.
La luz ya estaba en verde.
No pude evitar reír hasta el punto de terminar tosiendo debido a lo sucedido. Taehyung estaba loco.
Cuando llegamos, como todo un caballero se dispuso a abrirme la puerta mientras tomaba mi mochila.
Iba a contarme algo pero el sonido producido por una moto evitó que lograra comprender lo que decía. Ambos nos giramos en dirección del ruido.
Jungkook quitó el casco que protegía su cabeza e intercalando su mirada de Taehyung a mí, bajo de su transporte.
-Miren nada más si es el chico de oro- espetó mi compañero acercándose a su amigo.
Con el cual hizo un extraño saludo que no pude comprender muy bien.
-Sun Yhie- me saludó, agité mi mano. -¿Tienes entrenamiento hoy?- se dirigió a Tae quien negó.
-Solo vengo a dejar a esta preciosura- aclaró, acercándome a su cuerpo.
Jeon nos miró seriamente a ambos, antes de asentir. Recogió sus pertenencias y sin decirnos algo más, se marchó.
Miré a Taehyung.
-Parece molesto.
-No es algo que nos interese- contesté, tomando la mochila. Me coloqué en puntitas para dejar un beso en su mejilla y agitando mi mano me despedí de él.
-Cuando termines me llamas, vendré a buscarte- asentí lanzándole un beso.
-Notita:
Sí, a veces yo tampoco entiendo a mis personajes jajajaja. ¿Qué le pasa al Jungkook?
¡Gracias por leer <3!
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