POV Haechan.

— ¡Oye, Lee! Tienes visitas. — me desperté apenas oí la voz del guardia mientras me daba la media vuelta sobre la cama, medio adormilado. Esto no era una cama, más bien, era una tabla encima de una base con relleno de mantas para verse más abultada.

Era demasiado incómoda que no recuerdo como es que me quedé dormido. Habían pasado dos semanas desde que me metieron a este putrefacto de mala muerte y ni una sola llamada hasta el día de hoy, ni siquiera tenía ánimos de saber quien había venido a verme, lo único en lo que podía pensar todo el tiempo era en mi madre y en mis hermanas. Sobre todo en Sunhee.

Cuando me acerqué a las rejas, el guardia me esposó las manos y me llevó con él a la sala de visitas, donde estaba nada más y nada menos que el abogado que me defendería, y por supuesto, el amigo de Mark. Yuta Nakamoto.

Él conocía a Mark desde que era un niño, y luego, cuando se hizo abogado ayudó a mi amigo y a su padre cuando su tía quería quedarse con la casa légitima de su propia hermana, la cual les heredó a ellos después de su muerte. El padre de Mark siempre fue una persona de escasos recursos, por lo que la casa que su esposa le había dejado era lo único que tenían para vivir, hasta que su hermana intervino.

Yuta se encargó de todo y ahora viven bien, así que no me sorprendería que por ser amigo de mi mejor amigo vendría a ayudarme también.

El guardia me quitó las esposas y cerró la puerta dejándonos a mí y al Jápones solos. Me senté frente a él.

— Me disculpo por haber tardado más de lo previsto, estuve fuera del país y tenía un caso difícil. — habló el abogado por lo que asentí ligeramente como comprendiendo su situación.

— No se preocupe. — murmuré, luego él entrelazó sus manos posándolas sobre la mesa, soltando un ligero suspiro.

— Sé que es una pregunta inapropiada para ti, Haechan. Pero, ¿cómo estás tú?

— Bien, de maravilla. — contesté sarcásticamente pero en estado de serenidad mientras cruzaba mis brazos sobre la mesa. Yuta soltó una risa.

— Si no dijera que me molesta el sarcasmo probablemente ya te hubiera regañado. Pero yo te veo muy tranquilo.

— No significa que no hice nada malo.

— Será mejor que no hables muy fuerte o te escucharan, lo más importante es sacarte de aquí. Mark ya me contó toda la situación, pero quiero qué tú me digas exactamente lo que pasó. — solté un suspiro frustrado, pero fuí directo.

— En resumen, maté a mi padrastro por abusar de mi propia hermana cuando era una niña. Y una estúpida hija de papi me acusó de intento de homicidio entre otras más mentiras.

— Lo que más interesa por el momento, es el caso de esa chica que te acusó. ¿Podrías decirme como pasó todo?

— Pensé que Mark ya le había dicho eso a usted, abogado.

— Por favor, puedes tutear conmigo. Sólo dime Yuta, ¿de acuerdo? — asentí por su serenidad y paciencia. Admito que este era el primer abogado corrupto que me agradaba, y no es porque fuera amigo de mi mejor amigo.

— Se inventó una historia sobre mí que yo la maltrataba y que además era su novio. Pero como siempre, la gente prefiere creerle a personas como ella que tienen el poder en sus manos.

— Entiendo. Podemos hacer algo al respecto y acusarla de difamación con las pruebas que tengo. — fruncí el ceño y por un momento quise reírme, pero en su lugar, negué la cabeza con resignación.

— No hay pruebas que confirmen mi inocencia, de eso estoy seguro.

— Pues odio decirlo, pero no estoy de acuerdo contigo. Deberías confiar más en las personas que te ayudan y están para ti. Pueden sorprenderte más de lo que crees.

— No entiendo a qué te refieres con eso — pregunté, frunciendo el ceño.

— Tengo entendido que quien sacó muchísima información y desmintió los rumores que Yujin dijo sobre ti, fue tu amiga Sunhee, ¿no? — me quedé congelado en el momento que escuché su nombre salir de sus labios. Mi pobre Sunhee, debe estar tan preocupada por mí.

— Ella es mi novia. — rectifiqué.

— Oh, comprendo. Bueno, Mark me dijo que ella y con ayuda de un amigo recolectaron las suficientes pruebas, y hay testigos que pueden confirmar tu inocencia. Así que, déjame decirte esto: hablé con el juez, y dentro de dos días iniciaremos tu juicio. Y tengo que ser sincero contigo, no te recomiendo alterarte ya que puede haber testigos comprados por parte de Yujin, así que has lo posible y déjalo todo en mis manos. Vas a ver que en menos de lo que esperas saldrás de aquí.

(...)

El día del Juicio había llegado y no podía estar más nervioso que nunca. Por lo general, nunca me pongo nervioso, pero esta vez era diferente. Allá, en el tribunal, me encontraría con toda clase de personas que me verían y matarían sin mover un solo dedo. Tan solo una palabra bastaría para llevar todo a la mierda y mi perdición en la cárcel.

Según Yuta, por lo que mencionó, estaría un gran público, el Juez que me condenaría en caso de decisión, el abogado que defendería a Yujin, y... por último y menos esperado, Yujin.

Esa maldita debe estar regocijándose de gusto al saber que estoy aquí, todo por su culpa y su obsesión conmigo. Ella fue la que me puso en todo esto, y aunque le prometí a Yuta que no me alteraría, estaba más que decidido en abrir la boca si ella decía algo fuera de contexto.

Lo más probable es que lo haga, y se sintiera la como la víctima. Hipócrita.

Cuando escuché una voz detrás de la puerta decir mi nombre, supe que tenía que salir de esa sala en cuanto antes. Abrí la puerta y enseguida el pánico me invadió todo el cuerpo. Las miradas de todos sobre mí, con aspecto superior que no se apartaban de mí ni un segundo, ni siquiera cuando Yuta se levantó y un policía me llevó hasta él. Y me encontré con mi peor miedo.

Yujin.

Estaba sentada sobre una silla de ruedas, sus piernas ya no le respondería nunca, pero su bocaza estaba más que dispuesta a hundirme, de eso estoy seguro. Me quedé mirándola por un rato, la rabia se me subía hasta la frente, en cambio ella tenía una carita de inocente y firme. Una actriz es lo que era.

Cuando el Juez se presentó en el tribunal nos ordenó que nos sentáramos y mandó a que Yujin declarara primero al estrado, ya que era la "víctima". Luego, de haber jurado decir la verdad, la abogada que la defendería tomó la palabra.

— Dígame, señorita An, ¿cómo comenzó todo?

— Conocí a Haechan cuando recién entró a la Univerdad. Al ser un chico de clase baja quise darme la oportunidad de conocerlo ya que no tenía muchos amigos, pero para ser sincera, me cautivó desde el primer momento que lo ví.

— ¿Usted quiere decir, que se enamoró de él a primera vista?

— Sé que es un poco descabellado verlo por ese lado, pero sí. Me sentí atraída de inmediato.

— ¿Qué pasó después?

— Empezamos a hablar y las cosas fluyeron hasta que nos convertirnos en una amistad, pero yo no podía negar mis sentimientos hacia él apesar de todo. Fue entonces, que le declaré lo que sentía.

— ¿Y cómo se lo tomó? — Yujin desvió la mirada confusa de la abogada hacia mí, y supe que iba a decir una barbaridad.

— Se lo tomó a mal al principio, era de esperarse, supongo. Ningún alumno se le acercaba por extraña razón, así que fingí que no me dolió lo que me dijo.

Mitómana.

— ¿Qué le dijo?

— "Nunca podría estar con una persona como tú. Sólo míranos, somos de clases distintas". Aunque me dolió eso, le dije que no me importaba de donde viniera, sino los sentimientos que él llevase en su corazón, y la persona que era.

— Qué considerada. — murmuré sarcásticamente y recibí un codazo discreto de parte de Yuta para que me callara.

— Para resumir, me dijo que yo también le gustaba. Y comenzamos a salir en secreto, pero los rumores nunca faltaron y media escuela se enteró de ello. Aunque las cosas, surgieron como me lo imaginé, hubo un cambio.

— ¿A qué se refiere con que "hubo un cambio"?

— Todo era muy romántico, pero después de unas semanas algo cambió en Haechan. Él... su comportamiento conmigo era muy distinto. Ya no era el chico dulce ni gentil que conocí, ahora era grosero y áspero. Ya no me cuidaba como antes, sino que todo el tiempo me celaba. Si yo le hablaba a un amigo, lo amenazaba. Si salía con amigas, me pedía hora y ubicación. Todo era muy abrumador. Luego... comenzaron los golpes. — justo cuando mencionó lo de los golpes, sentí que ese era mi suicidio social, más del que me había provocado.

— ¿Por qué nunca mencionó esto a las autoridades locales, o incluso al rector?

— Tenía mucho miedo, puesto que Haechan me amenazó si decía una palabra. Era muy posesivo, mi vida se volvió un infierno, por su culpa estoy así. ¿Sabe una cosa? La última vez que nos vimos, me dijo que sólo había estado conmigo por conveniencia. Me sentí fatal y estallé de ira, pero lo que él hizo fue empujarme hacia la ventana del tercer piso de la Universidad tratando de matarme. — todo el público empezó a murmurar y el Juez pidió silencio por dos veces.

Yujin yacía con ojos llorosos, seguramente dejó de parpadear por unos segundos para comenzar su actuación.

— ¿Recuerda algo más del incidente?

— Todo lo que recuerdo es que, mis amigos intentaron detenerlo, pero fue muy repentino todo para cuando caí insconciente. Sólo pido justicia, porque no solo a mí me agredía, sino a otras chicas también.

Esto se estaba saliendo de control, pero era justo lo que ella quería, hundirme con acusaciones falsas cada vez más graves.

— ¿Usted como sabe sobre eso?

— Sólo me enteré por medio de un amigo después del incidente. Haechan también les hacía lo mismo que a mí, incluyendo a las pobres indefensas de sus hermanas.

No, esto ya era bastante.

— Puede hablar de mí todo lo que quiera, pero que no meta a mis hermanas. — murmuré hacia Yuta entre dientes, con la rabia hasta el cielo.

— Cálmate, no hagas una locura. — aferró su mano en mi hombro pero no encontré tranquilidad en ello.

— Es muy doloroso como una persona que sé cree que es buena, pueda hacer mucho daño. En especial, a sus hermanas pequeñas. A una de las cuales, él lastimó mucho. — abrí los ojos desconcertado y Yujin empezó a "llorar" con las manos tapando su boca.

— Señorita, An, ¿puede explicarme que significa eso? — la abogada se miraba un poco confundida, por lo que Yujin dejó de llorar y se limpió el rostro con la respiración entrecortada.

— Me enteré, que Haechan ha sido participante de un abuso hacia una de sus hermanas. No entiendo porque alguien haría algo tan terrible a una niña de catorce años. — las lágrimas y sollozos volvieron hacia Yujin, y yo no pude soportarlo más.

A la mierda mi sentencia.

— ¿Estás llorando? ¿Tú estás llorando? ¡Maldita zorra, ¿a ti te duele?! — ella no sabía nada del dolor ajeno, no tenía derecho a hablar de lo que le ocurrió a Haneul. — Eres la persona más hipócrita y estúpida que he conocido en toda mi vida. ¡¿Y a ti te duele lo que ha sufrido mi hermana?! — no pude contener los gritos y las lágrimas acumuladas. De repente, dos policías me sacaron del jurado, el público comenzó a murmurar y hacer un escándalo.

(...)

— ¡Eres un idiota! Te sacarán del jurado si vuelves a hacer un escándalo como ese. ¡¿En qué carajo estabas pensando?! — Yuta me regañaba mientras lo veía alterarse desde mi asiento en la sala del jurado.

— ¿Usted permitiría que hablen de lo que le ocurrió a una de sus hermanas, sin tener el menor contexto de las cosas? No iba a permitir que Yujin se expresara de esa horrible experiencia que Haneul vivió cuando ella no sabe nada del dolor.

— Eso no justifica tu comportamiento. Otra escena como esa y despídete de este mundo, ni el mejor abogado del mundo te sacaría.

— Entonces prefiero esperar mil años en paz y soledad. — solté cortamente y llegó el momento de regresar al jurado. Esta vez, estuve acompañado por dos policías que me sostenían los brazos hasta llegar a mi lugar con Yuta.

Cuando empezó el juicio, una ola de angustia invadió mi estómago. Y no pude evitar sentir nervios y ansiedad por lo que estaba apunto de pasar.

— No creo salir vivo de esto. — murmuré.

— No te preocupes, el juez va a nombrar a un nuevo testigo. — fruncí ligeramente mi ceño, porque dudo mucho que alguien quiera venir para defenderme.

Oí cuando el juez nombró al siguiente testigo.

— Pase a declarar, el joven Zhong Chenle.

Buenas, sólo para desearles un nuevo año de mucho amor, paz, prosperidad y alegría. ✨️🤍

Y, también les aviso que esta historia está apunto de finalizar. Gracias.