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᳝ ࣪ 𔘓 ࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖮5 」

«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈»... [𝖮5]

❝𝗖𝗼𝗺𝗽𝗲𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗗𝗲 𝗕𝗿𝗶𝗹𝗹𝗼𝘀❞

El sol comenzaba a alzarse sobre el horizonte cuando Yoongi se acercó a Jimin, con una expresión que combinaba lo inevitable con lo travieso. Jimin, aún adormilado en la cama, apenas abrió un ojo, notando que Yoongi ya estaba vestido, listo para lo que fuera que tuviera planeado. Algo en su actitud hizo que Jimin se preparara para una nueva tormenta.

━ Tenemos que ir al campo ━ dijo Yoongi, con ese tono casual que usaba cuando estaba a punto de soltar alguna bomba ━. Mi familia va a recoger moras. Es una tradición.

Jimin lo miró con incredulidad, aún medio atrapado en la nebulosa del sueño.

━ ¿El campo? ━ repitió, como si fuera la primera vez que oía esa palabra ━. ¿A esta hora?

Yoongi asintió, impasible, mientras empezaba a tirar de las cobijas para obligarlo a levantarse.

━ Vamos, no es tan malo. Además, mi madre quiere que te unas a ella en la recolección. Dice que le caes bien.

Jimin se quedó mirándolo por un momento, procesando lo que estaba diciendo. Aunque había intentado con todas sus fuerzas evitar ser el centro de atención en esta absurda farsa, parecía que la familia de Yoongi tenía otros planes. Suspiró, resignado. No es que tuviera muchas opciones; después de todo, estaban en pleno corazón de la misión, y su papel como el "novio perfecto" debía ser impecable.

━ No sé si soy una persona de campo, Yoongi ━ murmuró, sentándose al borde de la cama mientras pasaba una mano por su rostro cansado ━. Pero bueno, parece que no tengo opción.

━ Exactamente ━ respondió Yoongi, con una media sonrisa que mostraba claramente lo poco que le importaban las quejas de Jimin ━. Ponte algo cómodo, porque va a ser un día largo.

Luego de eso el camino al campo fue una experiencia en sí misma. La familia de Yoongi, en especial su madre, parecía disfrutar genuinamente de las pequeñas cosas, como la brisa que movía suavemente las hojas de los árboles o el sonido de los pájaros que volaban por el cielo despejado. Era un entorno idílico, casi sacado de una postal, pero Jimin, con su mente ocupada en mantener las apariencias y sus nervios a flor de piel, apenas podía disfrutarlo.

Al llegar al campo, el verde se extendía como una alfombra interminable, y los arbustos de zarzamoras salpicaban el paisaje con pequeñas manchas de color púrpura oscuro. La madre de Yoongi, siempre animada, repartió cestas para que todos comenzaran con la recolección. Yoongi, por su parte, se deslizó hacia un lado, claramente buscando un pretexto para alejarse de las tareas domésticas. Jimin lo fulminó con la mirada, pero no pudo decir nada.

━ Ven conmigo, Jimin ━ le dijo la madre de Yoongi con una sonrisa amable, mientras le entregaba una cesta ━. Estaré encantada de tener tu compañía.

Jimin, aún algo incómodo, asintió, tomando la cesta en sus manos. Sabía que era mejor seguir el flujo de las cosas, así que la acompañó hacia un rincón del campo, donde los arbustos de moras eran más espesos.

Comenzaron a trabajar en silencio, ambos concentrados en cortar las zarzamoras maduras, cuidando de no lastimarse con las espinas. Jimin pronto se dio cuenta de que la madre de Yoongi tenía una forma tranquila y eficiente de moverse, como si llevara toda la vida haciéndolo. Mientras la observaba de reojo, sintió una especie de respeto por ella, algo que no había esperado. En su cabeza, siempre la había percibido como una mujer alegre, tal vez un poco entrometida, pero nada más. Sin embargo, ese día, entre los arbustos y las moras, comenzó a notar una faceta diferente.

━ Debes estar acostumbrado a este tipo de cosas, ¿no? ━ preguntó ella de repente, rompiendo el silencio con una voz suave pero firme.

Jimin, que estaba concentrado en evitar una espina particularmente grande, se detuvo un momento antes de responder.

━ No realmente ━ admitió, con una risa nerviosa ━. En la ciudad no suelo hacer este tipo de cosas. Todo es más... acelerado.

La madre de Yoongi sonrió ante la respuesta, pero no dijo nada de inmediato. Siguió cortando moras, llenando su cesta con una precisión que mostraba su experiencia. El silencio volvió por unos minutos, pero esta vez fue menos incómodo.

━ Supongo que la vida en la ciudad puede ser así ━ dijo finalmente ella ━. A veces me pregunto cómo sería. Siempre he vivido aquí, en este lugar. A veces desearía haber visto más del mundo, ¿sabes?

Jimin se sorprendió por el comentario. No esperaba ese tipo de reflexión de ella. La había imaginado completamente satisfecha con su vida tranquila y familiar, pero ahora se daba cuenta de que, como todos, tenía sus propios deseos y dudas.

━ ¿Nunca ha pensado en mudarse? ━ preguntó, tratando de mantener el tono ligero, pero genuinamente curioso.

La madre de Yoongi rió suavemente, sacudiendo la cabeza.

━ No, no lo creo. Esta es mi vida, y he aprendido a amarla por lo que es. Pero a veces, uno no puede evitar preguntarse, ¿qué habría pasado si las cosas hubieran sido diferentes?

Jimin asintió, comprendiendo el sentimiento. Él mismo había tenido esas mismas preguntas incontables veces, especialmente en los últimos meses, con su vida girando en torno a la farsa que representaba con Yoongi. Mientras cortaba una mora particularmente grande, se dio cuenta de que, en ese aspecto, él y la madre de Yoongi no eran tan diferentes.

━ Supongo que todos nos preguntamos eso en algún momento ━ respondió, con un tono más serio de lo que había planeado ━. Pero lo importante es lo que decidimos hacer con lo que tenemos ahora, ¿no?

Ella lo miró con sorpresa, como si no hubiera esperado una respuesta tan profunda de alguien que, hasta ese momento, solo conocía como el chico que pretendía ser el novio de su hijo.

━ Sabes, eres más maduro de lo que pensé, Jimin ━ dijo, con una sonrisa cálida ━. A veces olvido que, a pesar de todo, también debes haber pasado por mucho.

Jimin rió un poco, rascándose la nuca con torpeza.

━ Creo que todos tenemos nuestras historias ━ respondió, un tanto incómodo por el halago.

Pasaron el resto del tiempo en un silencio cómodo, interrumpido solo por los pequeños comentarios ocasionales de la madre de Yoongi sobre las moras o la vida en el campo. Mientras llenaban sus cestas, Jimin no pudo evitar sentir que había comenzado a entender un poco más a la familia, y a sí mismo.

El día en el campo parecía haber transcurrido con una tranquilidad inesperada para Jimin, quien había logrado soportar con dignidad el escrutinio de la madre de Yoongi mientras cortaban zarzamoras. Pero esa sensación de calma no duraría mucho. Mientras Yoongi y Jimin seguían caminando por los vastos terrenos, explorando los rincones donde la familia de Yoongi solía pasar los veranos, una figura apareció a lo lejos, corriendo hacia ellos con una energía radiante.

Era un joven de cabellos castaños y suaves, de facciones delicadas y una sonrisa que iluminaba su rostro de una forma casi angelical. Vestía de manera sencilla, pero había algo en su actitud, en la forma en que sus ojos brillaban, que lo hacía parecer sacado de un cuento de hadas.

━ ¡Yoongi! ━ gritó el joven, agitando la mano mientras se acercaba.

Jimin se quedó congelado en el lugar, observando la escena con una ceja arqueada. Yoongi, a su lado, parecía ligeramente incómodo, algo que no era habitual en él. Sus labios se torcieron en una sonrisa rígida mientras saludaba al joven.

━ Oh, Wooyu... No esperaba verte aquí.

El tal Wooyu, al llegar frente a ellos, se detuvo solo por un momento antes de lanzarse literalmente sobre Yoongi en un abrazo efusivo. La escena habría sido tierna para cualquier otra persona, pero Jimin, quien aún sostenía su cesta de zarzamoras, sintió cómo una especie de irritación empezaba a crecer en su interior.

━ Yoongi, ha pasado tanto tiempo ━ dijo Wooyu, con una voz dulce que casi parecía un susurro ━. No puedo creer que estés aquí de nuevo. Este lugar no es lo mismo sin ti.

Yoongi, algo incómodo, se deshizo del abrazo de forma educada, pero rápida, aclarando su garganta.

━ Sí, bueno, solo estamos de visita. Esta vez vine con mi... novio ━ dijo, señalando a Jimin con una sonrisa que, aunque forzada, mantenía su papel intacto.

Los ojos de Wooyu se giraron hacia Jimin, y durante un segundo, el brillo en su mirada titubeó. Fue un segundo apenas perceptible, pero Jimin lo captó de inmediato. Wooyu parpadeó, y en lugar de la sorpresa o el desconcierto que Jimin había anticipado, su rostro se iluminó con una sonrisa radiante.

━ Oh, encantado de conocerte ━ dijo Wooyu, inclinando la cabeza ligeramente ━. Soy Wooyu, un amigo de la infancia de Yoongi. Pasamos muchos veranos juntos aquí.

Jimin sintió que algo no andaba bien. La dulzura en las palabras de Wooyu era tan excesiva que le provocaba un ligero escalofrío. Su instinto le decía que, a pesar de su rostro amable, el chico estaba analizando cada uno de sus movimientos.

━ Jimin ━ respondió, intentando mantener su voz tranquila mientras extendía una mano para estrechar la de Wooyu.

Pero en lugar de estrechársela, Wooyu soltó una risita suave y dijo:

━ Oh, qué manos tan suaves tienes. Debes cuidarlas mucho.

La pequeña observación, que para cualquier otro habría sonado como un cumplido inocente, irritó a Jimin de una manera inexplicable. Sabía que debía mantener la compostura, pero sentía que este Wooyu no era más que una especie de desafío encubierto.

━ Bueno, supongo que se debe a que no paso tanto tiempo en el campo ━ dijo Jimin, apretando los dientes en una sonrisa controlada ━. Pero siempre es bueno probar cosas nuevas.

Wooyu inclinó ligeramente la cabeza, y sus ojos brillaron como si hubiera detectado un pequeño hueco por donde atacar. Pero antes de que pudiera responder, la madre de Yoongi apareció, llamando a ambos jóvenes desde la distancia.

━ ¡Oh! ¡Wooyu! ━ exclamó la madre de Yoongi con una alegría palpable ━. No sabía que estabas por aquí. Ven, estamos todos en familia. Siempre es un placer verte.

Jimin observó cómo Wooyu sonreía aún más, si es que eso era posible, y se dirigía hacia la madre de Yoongi con una ligereza en sus pasos que parecía sacada de una película. El joven se acercó a la mujer mayor con la misma actitud cálida, inclinándose respetuosamente ante ella.

━ Señora Min, siempre es un honor estar aquí con ustedes ━ dijo Wooyu, con un tono que casi parecía cantar.

La madre de Yoongi se rió dulcemente, palmeando la cabeza de Wooyu como si fuera un niño.

━ Este chico siempre ha sido el más adorable del campo ━ dijo ella con orgullo, volviéndose hacia Jimin ━. ¿No es así, Jimin? Siempre ha sido una presencia tan alegre para todos nosotros.

Jimin, aunque molesto, mantuvo una sonrisa superficial.

━ Sí, es... encantador.

Pero por dentro, el sentimiento de rivalidad crecía. Y parecía que Wooyu no iba a desaprovechar ninguna oportunidad para afianzarse como el favorito del grupo. A medida que el día avanzaba, cada pequeño gesto de Wooyu parecía estar diseñado para mostrar cuán dulce, tierno y perfecto era a los ojos de la familia de Yoongi. En cada conversación, en cada interacción, Wooyu estaba allí, compitiendo con Jimin sin siquiera mencionar una palabra de desafío directo.

Cuando se sentaron a comer bajo la sombra de los árboles, Wooyu se colocó a un lado de la madre de Yoongi, riendo y bromeando con ella como si fueran los mejores amigos. Y, en más de una ocasión, el joven lanzaba miradas hacia Jimin, como si estuviera midiendo su respuesta.

━ Wooyu, siempre has sido tan atento ━ decía la madre de Yoongi ━. Eres como un hijo más para mí.

Jimin casi podía sentir cómo su piel se tensaba cada vez que escuchaba uno de esos halagos. Estaba atrapado en una situación en la que cualquier cosa que hiciera parecería despectiva, así que se obligaba a mantenerse calmado, sonriendo, pero sin bajar la guardia.

Sin embargo, la tensión alcanzó su punto máximo cuando la conversación se desvió hacia Yoongi.

━ Recuerdo cuando Yoongi y yo solíamos jugar juntos en el campo ━ dijo Wooyu con un aire nostálgico ━. Éramos inseparables, ¿no es así?

Yoongi, que había estado manteniéndose al margen durante toda la conversación, se rió nerviosamente, asintiendo.

━ Sí, supongo que lo éramos.

Wooyu lanzó una mirada rápida a Jimin, y este no pudo evitar sentir que había algo más detrás de esa sonrisa. Como si no solo estuviera recordando viejos tiempos, sino dejando claro que, para él, Yoongi seguía siendo importante.

━ ¿Y tú, Jimin? ━ preguntó Wooyu, cambiando repentinamente el tema ━. ¿Cómo es que conociste a Yoongi?

Era una pregunta inocente, pero cargada de intenciones.

La noche caía lentamente sobre la casa de campo, y con ella, la paciencia de Jimin llegaba a su límite. A lo largo del día había soportado la dulzura exagerada de Wooyu, los comentarios sutiles de la madre de Yoongi y las miradas indiferentes del padre. Cada palabra, cada gesto lleno de una amabilidad forzada, lo hacían sentir como si fuera un actor en una obra grotesca donde todos fingían ser personajes perfectos. Y Wooyu, ese chico tierno que, desde el primer momento, había competido con él, era el principal motivo de su creciente irritación.

Jimin se encontraba solo en la habitación que le habían asignado, sentado en el borde de la cama mientras observaba el techo. El silencio de la noche, interrumpido solo por los grillos y el suave murmullo del viento, debería haberle traído algo de paz, pero todo lo contrario. En su cabeza solo resonaban las risitas de Wooyu, las constantes miradas de reojo de la madre de Yoongi, y sobre todo, la forma en que ese joven ridículo parecía dominar la atención de todos con su actitud falsamente adorable.

Con un suspiro exasperado, Jimin se levantó de la cama, incapaz de soportar más la sensación de impotencia. La frustración acumulada lo empujaba a hacer algo, cualquier cosa que le devolviera algo de control sobre la situación. Sus ojos recorrieron la habitación hasta detenerse en la puerta del armario, donde recordaba haber visto algo que ahora le parecía una oportunidad irresistible.

Caminó hacia el armario con paso decidido, abrió las puertas de madera y ahí, colgadas con cuidado y perfectamente dobladas, estaban las prendas de Wooyu. Ropa impecable, pulcra, y sobre todo, una camisa rosa que parecía haber sido diseñada para alguien que quería parecer aún más dulce de lo que ya pretendía ser.

━ Perfecto ━ murmuró Jimin con una sonrisa ladina.

Sin pensarlo dos veces, fue a su bolso, donde recordaba haber guardado un pequeño frasco de aceite de motor que había traído por pura precaución en caso de que el coche de Yoongi tuviera algún problema durante el viaje. ¿Quién lo diría? Ahora ese aceite serviría para algo mucho más satisfactorio.

Tomando el frasco en sus manos, se dirigió de nuevo hacia el armario. El frasco emitió un suave crujido al ser destapado, y Jimin, sin ningún rastro de arrepentimiento, empezó a verter el líquido espeso sobre la camisa rosa, asegurándose de que cada parte estuviera completamente empapada. El aceite se deslizaba lentamente, formando manchas oscuras y grasientas sobre la tela, arruinándola por completo.

Jimin soltó una pequeña carcajada, sintiendo una satisfacción retorcida al imaginar la expresión de Wooyu cuando encontrara su prenda favorita arruinada. Por fin, algo de justicia en este teatro absurdo. Cerró el frasco, dio un paso atrás para admirar su obra y, justo en ese momento, escuchó un sonido en la puerta.

━ ¿Qué haces aquí? ━ Una voz femenina resonó a sus espaldas.

Jimin se giró de inmediato, con el corazón saltándole en el pecho. En la entrada de la habitación estaba la hermana adolescente de Yoongi, con una expresión de sorpresa que rápidamente se tornó en algo más sombrío. Ella sostenía un cigarrillo entre los dedos, y en su rostro se dibujaba una mezcla de incredulidad y enfado.

━ Yo... no es lo que parece ━ comenzó a decir Jimin, aunque la situación hablaba por sí sola.

La adolescente, que hasta ahora había mantenido un perfil bajo en la dinámica familiar, se cruzó de brazos y lo miró con desdén.

━ Vas a decirles, ¿verdad? ━ espetó, con el cigarrillo balanceándose entre sus dedos ━. ¿Vas a ir corriendo a contarles a mis padres que fumo?

Jimin se tomó un momento para procesar la situación. Él había sido descubierto echando aceite a la ropa de Wooyu, pero ahora ella estaba preocupada por algo completamente distinto. Era evidente que ambos tenían sus propios secretos, y de alguna manera, esta coincidencia jugaba a su favor.

━ No, no voy a decirles nada ━ respondió Jimin, relajando los hombros ━. Pero tú tampoco vas a contar lo que has visto aquí.

La chica lo miró con desconfianza, como si intentara descifrar si realmente podía confiar en él. Finalmente, dio una calada a su cigarrillo y soltó el humo lentamente antes de responder.

━ Está bien. No diré nada.

Un silencio incómodo se instaló entre ellos mientras ambos parecían sopesar lo que acababa de ocurrir. Entonces, con un movimiento casi casual, Jimin se apoyó en el marco de la puerta, observando a la adolescente.

━ Pero deberías dejar eso ━ dijo Jimin, señalando el cigarrillo con un gesto de la mano ━. No por mí ni por tus padres, sino por ti misma. No es la mejor forma de lidiar con lo que sea que estés pasando.

La chica lo miró con los ojos entrecerrados, claramente irritada por el consejo no solicitado. Pero en lugar de reaccionar con más enojo, simplemente suspiró.

━ No me digas qué hacer ━ contestó con desdén ━. Ya tengo suficiente con mis padres encima mío todo el tiempo.

Jimin asintió, comprendiendo el sentimiento aunque no lo dijera en voz alta. Sabía bien lo que era lidiar con las expectativas y la presión de una familia. Aunque en su caso, la presión no había venido exactamente de sus padres, sino de todo lo demás. El trabajo, las expectativas que se imponían a sí mismo, las máscaras que debía ponerse a diario para sobrevivir en un mundo que a menudo lo juzgaba por su apariencia y su actitud.

━ No estoy tratando de sermonearte ━ dijo, con un tono más suave ━. Solo que sé lo que es sentir que no tienes control sobre nada.

La adolescente dio una última calada al cigarrillo antes de aplastarlo en el marco de la puerta. Luego lo tiró al suelo y lo pisoteó con su zapato.

━ Lo que sea ━ murmuró, aunque su tono no era tan agresivo como antes ━. No le diré nada a nadie, y tú tampoco. Pero, si me preguntas, esa travesura tuya con la ropa es bastante patética.

Jimin esbozó una sonrisa amarga, consciente de lo infantil que debía parecer su acto de venganza.

━ Quizás lo sea, pero a veces una pequeña patética victoria es mejor que ninguna.

La chica lo observó por un segundo más antes de darse la vuelta y desaparecer por el pasillo, dejándolo solo nuevamente en la habitación. Jimin cerró el armario, respirando profundamente mientras la adrenalina comenzaba a disiparse. Había sido una noche extraña, pero de alguna forma, también liberadora. Quizás no había logrado destruir a Wooyu por completo, pero al menos había hecho algo para desquitarse, y eso ya era una pequeña victoria en su propio y peculiar juego.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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