
Lo mejor que me pasó en la vida.
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Kim Hyunjin siempre había sido una chica curiosa, inteligente y muy atenta a lo que pasaba a su alrededor.
Tenía la suerte de poder ser muy amigable y, con esto, poder formar varias amistades muy hermosas y sinceras.
Una de ellas, la que mantenía con Jung Jinsoul.
Ella y Jinsoul habían sido amigas desde que tenían 10 años, ya que Hyunjin se tuvo que mudar a Corea debido al trabajo de su papá; sin duda tuvo mucha suerte al mudarse justo al lado de la casa de la más alta.
Como siempre, Jinsoul fue quien le dió la bienvenida al vecindario.
Desde entonces, Hyunjin no tiene ningún recuerdo en donde Jinsoul no estuviera presente.
Así de grande era su amistad.
Pero, todo se volvió extraño cuando cumplieron los dieciocho y Kim Jungeun llegó a sus vidas.
Jungeun era una chica muy atractiva, risueña y graciosa. No era mala persona, pero había ese algo que Hyunjin no lograba aceptar completamente.
Como si... no le agrada algo de ella.
Lo cual era extraño, ya que siempre lograba crear un vínculo con cualquiera que se le presentase.
Incluso todo empeoró cuando Jungeun se volvió más cercana a Jinsoul.
Hyunjin entendía que la pelinegra podía tener otras amigas a parte de ella, así como Hyunjin lo hacía, pero realmente detestaba que Jinsoul le prestara más atención a Jungeun que a ella.
Lo odiaba.
Jung Jinsoul siempre había sido atenta con ella, siempre la escuchaba, aconsejaba, regañaba en ciertas oportunidades, y siempre estaba ahí, con ella.
Pero ahora... no era igual.
Jinsoul pasaba todas las tardes con Jungeun, ya sea en su casa o en la casa de la castaña.
Hyunjin sabía que se reunían, pero no entendía para qué o por qué lo hacían.
—"Jungeun solo me ayuda con unas tareas"
Esa era la respuesta de Jung siempre que Hyunjin mencionaba sus reuniones con Jungeun.
Claro que Hyunjin no era idiota como para creer ese cuento de que "solo me ayuda con unas tareas"
No, claro que no.
—Exageras— Dijo Heejin cuando Hyunjin le contó todo lo que sospechaba y había logrado ver por su ventana.
—¡No lo hago! Estoy segura de que Jinsoul está enamorada de Jungeun— concluyó dejando salir un suspiro— Ella está enamorada de Jungeun... — susurró nuevamente.
Heejin, en ese momento, lo entendió todo; el porqué de la molestia de Hyunjin.
—Jinnie... — la llamó.
—¿Qué? — preguntó con cierta despreocupación.
—¿Te gusta Jinsoul?
Hyunjin abrió completamente sus ojos debido a la gran sorpresa, y rápidamente comenzó a negar.
Ella no era lesbiana.
O al menos... eso creía.
—¡Claro que no!
—¿Entonces por qué te molesta tanto? — solo hubo silencio— Si es tu mejor amiga, ¿no deberías estar feliz de saber que puede llegar a estar en una relación con alguien? Hasta ahora, aparte de Jinsoul, somos Jungeun, Jiwoo y yo las únicas de la clase que nos hemos declarado abiertamente homosexuales. No es como que tú vayas a cualquier lugar y te encuentres a una lesbiana así como así, claro que no, por lo que deberías estar feliz si es que Jungeun y Jinsoul comenzaran una relación.
Hyunjin era consciente de que para Jinsoul era difícil conseguir pareja, pero no, ella no quería que su mayor comenzara una relación.
No si no sería junto a ella.
—Aunque suene egoísta, no quiero compartir a Jinsoul con nadie más... — susurró Hyunjin luego de algunos momentos.
—Entonces ve a verla y hazle saber aquello.
❖ ◦ ❁ ◦ ❖
—Hy-Hyunjin, ¿qué haces aquí? — Preguntó nerviosa la más alta cuando vió a su vecina y mejor amiga frente a su puerta.
—Necesito decirte algo Jinsoul, ¿puedo pasar?
La pelinegra dudó durante algunos minutos, pero terminó accediendo, dejando pasar a Hyunjin, quien apenas entró se encontró con...
—Jungeun... — susurró la peliroja con molestia al ver a la persona que menos le agradaba frente a ella.
A Jungeun parecía no importarle su enojo claramente notorio en su expresión, ya que ella mantenía su sonrisa y entusiasmo.
—¡Hyunjin! ¿Cómo has estado? ¿Qué te trae por aquí? — Preguntó rápidamente Jungeun.
Jinsoul comenzó a hacerle señas a Jungeun que Hyunjin no lograba descifrar, así que supo era algo entre ellas que ya no debía descubrir.
Claro, no era de su incumbencia, solo era algo de "Jungeun y Jinsoul"
—Bueno, yo debo irme, tengo que ir a recoger a mi prima al aeropuerto— dijo Jungeun levantándose del sillón— Pásenla bien— rió luego de decir aquello— Espero que logren aclarar todo.
Y sin decir más o tan si quería despedirse, Jungeun salió de la casa dejando a Hyunjin confundida y a Jinsoul sonrojada.
—¿Hacían la tarea viendo películas? — Preguntó Kim cruzándose de brazos.
Jinsoul levantó su mirada y se encontró con el ceño fruncido de la menor.
Suspiró y rodó los ojos.
—Ya acabamos, no es para que te pongas así.
Ignorando a Hyunjin, Jinsoul caminó hacia el sillón en donde anteriormente había estado sentada Jungeun, y tomó los snacks que habían en un bowl para comenzar a comerlos mientras se sentaba y palmeaba a su lado para que Hyunjin la acompañara.
La peliroja bufó cuando le esquivaron la conversación, pero accedió a sentarse junto a ella.
—¿Terror o comedia? — preguntó Jinsoul.
—¿Acaso importa lo que yo opine?
Jung rodó los ojos y hechó su cabeza para atrás de forma brusca.
Hyunjin se había estado comportando de esa forma desde hace semanas, y si no fuera porque la menor era muy importante para ella, ya le hubiera dicho mil y una cosas que no serían agradables para nadie.
—Bien, ¿quieres hablar? Entonces hablemos.
Jinsoul tomó el control del televisor y apagó este, para luego voltearse y quedar frente a Hyunjin quien aún estaba sorprendida por el tono que usó su mayor.
—¿Por qué has estado actuando así, Hyunjin? — preguntó— ¿Por qué parece que mi presencia te molesta?
—No me molesta tu presencia, Jinsoul— aclaró Hyunjin dejando salir un suspiro— En realidad, tu presencia es lo más reconfortante y protector que tengo.
Jinsoul no dijo nada. No quería hacerse ilusiones antes de tiempo.
—¿Entonces?
—Es solo que... últimamente ya no me prestas atención, ahora todo tiene que ver con Jungeun, "me voy a reunir con Jungeun", "saldré con Jungeun", "no puedo, estaré con Jungeun", "Jungeun" "Jungeun" "Jungeun" — se quejó repetidas veces dejando expuesta su clara molestia hacia la castaña.
Jinsoul no pudo hacer nada más que reír por lo infantil que era.
—¿Te molesta que pase más tiempo con Jungeun?
—Sabes que yo nunca he sido así Jindori... — agachó su cabeza — Sé que tú tienes más amigas y todo pero, yo... tengo miedo de que... Tú y Jungeun comiencen a salir... y se vuelvan novias— confesó, ya no le quedaba nada que perder.
Jinsoul se sorprendió por la confesión. No sabía que Hyunjin se sentía de tal forma.
Suspiró y se acercó más a ella, de tal forma que sus rodillas chocarán entre sí, y uno de sus hombros igual.
—¿Lo dices porque Jungeun es lesbiana igual que yo, no? — Hyunjin asintió levemente— ¿Aún no me crees que estudiamos todas las tardes?
Hyunjin negó riendo, era obvio que no le creía.
—Bueno, tienes razón, Jungeun y yo no nos reunimos para estudiar...
—¡Lo sabía! ¡Todo este tiempo tuve ra-...! Espera, ¿qué? ¿Entonces qué hacen?
Jinsoul fue la que rió ahora al ver el cambio de actitud tan repentino de Hyunjin.
Si la peliroja le había confesado algo, ella también debía hacerlo.
—Jungeun me estuvo dando consejos sobre algo... que vengo cargando desde hace tiempo... — agachó su cabeza y comenzó a jugar con sus dedos en un claro acto de nerviosismo—, me ayudaba a terminar algo...
—Jin, sabes que tú puedes contarme lo que sea y siempre te escucharé, ¿por qué a Jungeun y no a mí? Me siento ofendida en este preciso momento.
—Porque tú no debías saberlo... — susurró.
Hyunjin se cansó de que Jinsoul tuviera su vista gacha, así que tomó su mentón e hizo que la mirara, le dedicó una sonrisa de apoyo y, luego de algunos momentos, la más alta continuó hablando.
—Porque hay algo, que tú no debías ver aún.
Hyunjin frunció el ceño sin entender qué era lo que su contraria trataba de decir. Claro que Jinsoul notó esto, así que se levantó del sillón y extendió su mano hacia la peliroja.
—Ven.
Hyunjin dudó pero tomó la mano de Jinsoul y se dejó guiar por ella.
La verdad era que Hyunjin había estado muy pocas veces en la casa de la mayor, por lo general salían al cine, a parques o iban a la casa de la peliroja, así que se podría decir Hyunjin no conocía bien la casa de Jung.
Subieron al segundo piso y Hyunjin se encargó de observar lo ordenada y limpia que tenía los ambientes la mayor, además de admirar los dibujos que habían en las paredes hechos por la misma Jinsoul; eran increíbles.
Sintió cómo Jinsoul se detenía frente a una puerta y Hyunjin se estremeció cuando sintió la mano de Jung rodear su cintura y su voz muy cerca de su oído.
—Voy a cubrirte los ojos, ¿de acuerdo?
Hyunjin asintió casi automáticamente para luego sentir como sus ojos eran vendados por una tela negra.
Jinsoul en ningún momento alejó su mano de la cintura ajena, es más, había aumentado su agarre y de vez en cuando daba caricias causando miles de emociones en la menor.
Jinsoul se detuvo y con esto Hyunjin igual.
—Te quitaré la venda, pero deberás esperar a que yo te diga para abrir los ojos— Aclaró Jung.
—¿Qué tramas? — sin querer Hyunjin sonrió.
—Confía en mí.
Jinsoul se alejó de la peliroja y comenzó a terminar aquello que la había tenido tan ocupada todos estos días.
Hyunjin ya se había puesto demasiado nerviosa y creía que en cualquier momento se caería o moriría de nervios.
—Puedes abrirlos.
La peliroja abrió sus ojos lentamente y en sus labios se formó un claro gesto de sorpresa al observar más detalladamente lo que tenía en frente; la habitación era de un color amarillo en sus paredes con algo de blanco, la cama estaba tendida con sábanas de gatos animados y con dos almohadas blancas las cuales también tenían gatos, a su lado derecho había una mesita de noche con una lámpara muy bonita para el gusto de la menor, y por supuesto, un estante el cual estaba casi lleno de gatos de peluche.
Hyunjin quería llorar; era la habitación perfecta.
—Todo empezó cuando mi corazón comenzó a latir muy rápido cada vez que yo te miraba sonreír o tan si quiera cuando teníamos algún contacto por mas mínimo que fuera... — comenzó a hablar Jinsoul rodeando la cintura ajena por su espalda.
Hyunjin escuchaba, pero no decía nada; estaba demasiado sumida en sus pensamientos.
—Me empezaste a gustar, Hyunjin... pero era claro que tú jamás sentirías algo por mí... porque yo soy una chica y tú igual... — agachó su mirada, sentía que en cualquier momento comenzaría a llorar y no quería que Kim la viera en tal estado— Yo... comencé a frustrarme conmigo misma cuando ese sentimiento no se iba, ¿sabes? Es difícil saber que la persona que amas jamás te corresponderá tus sentimientos... duele mucho, enserio, lo siento.
—Jinsoul...
—Déjame terminar, por favor— la peliroja asintió— Por eso es que cuando supe que Jungeun era también homosexual y me apoyaría, yo...
—¿Tú comenzaste una relación con ella? — supuso.
—No, claro que no, Jungeun solo es una amiga.
Escuchar eso salir de los labios de Jinsoul, hacía que Hyunjin se tranquilizara al saber que ella y Jungeun no eran, fueron o serían novias.
—Pero, ella es una muy buena consejera, ¿sabes? — sonrió brevemente— siempre me dijo que luchara por tí, que te conquistara y que te hiciera ver lo mucho que te amaba y que te amo en realidad... y lo hice— Jinsoul sonrió nostálgicamente—, así que se me ocurrió algo que sabía te encantaría; la idea era hacer este cuarto para tí. Sé lo difícil que se volvió todo cuando tus padres comenzaron a pelear... — Hyunjin agachó su mirada y Jinsoul solo acarició sus manos— Por eso quise hacer esto, para que cuando tú quisieras, a la hora que quisieras y el día que quisieras, pudieras venir aquí y quedarte todo el tiempo necesario... junto a mí— Hyunjin levantó su mirada encontrándose con los ojos oscuros de su contraria—, hace unos días ya tenía casi todo listo, pero... todos mis ánimos cambiaron cuando te ví besándote con él... — Jinsoul cerró sus ojos y en su mano se formó un puño de tan solo recordarlo— Parecías tan... cómoda que... yo en ese momento me dí por vencida. Supe que no tenía caso seguir luchando. Así que me rendí y me dije que no te enseñaría el cuarto hasta que fuera tu cumpleaños, para tener algo con qué excusarme.
—Yo puedo explicar aquello— dijo rápidamente Hyunjin—... realmente yo no quería besarlo, pero... necesitaba comprobar algo.
Jinsoul la miró con el ceño fruncido
—¿Qué cosa?
—Quería comprobar si en realidad me gustaban los chicos, Jinsoul.
La mayor no dijo nada y solo asintió, sabiendo cuál sería la respuesta de la menor.
Su sorpresa fue grande cuando Hyunjin llevó su mano derecha a su mejilla y con la izquierda entrelazó sus manos, para después con su dedo pulgar comenzar a acariciarla lentamente.
—Por lo que ahora estoy segura no me gustan— concluyó— A mí... solo me gustas tú— confesó—. Y la verdad, ya no me importa si eres chica, con tal de que ambas estemos felices, al diablo los demás.
Jinsoul no supo cómo sentirse en ese momento, ¿Hyunjin se le había confesado?
—Hyunjin, no juegues conmigo... — susurró temiendo que todo fuera una mentira.
—¡No estoy jugando! — aseguró— Te amo Jinsoul, y estas semanas lo he podido corroborar, me gustas, ¡me encantas, Jung Jinsoul!
—¿Segura que no lo haces solo por que no quieres perderme como mejor amiga? No me perderías Hyunjin, enserio, yo jamás-...
Hyunjin bufó y sin pensarlo dos veces empujó a la pelinegra a la cama y rápidamente se sentó en el regazo de la mayor, obligándola así a que posara sus dos manos en su cintura.
Sonrió satisfecha cuando vió el sonrojo de Jinsoul, y luego juntó sus frentes antes de darle un pequeño y corto, pero significativo beso en la punta de su nariz.
—Por favor créeme, Jinsoul. He tenido que pasar por mucho para recién darme cuenta de mis verdaderos sentimientos, y quizá en ese proceso he logrado dañarte, pero por favor, dame la oportunidad de poder decir que la hermosa, perfecta y sumamente adorable Jung Jinsoul, es mi novia, y que yo soy la suya— Sonrió.
Jinsoul le sonrió de vuelta y sin decir algo más, juntó sus labios con los de la menor en un tierno y suave beso; uno en el que ambas pudieron disfrutar por primera vez de los labios de la otra.
Jinsoul había soñado con ese momento muchas veces, pero, sin duda nada se comparaba con la realidad, ella podía asegurar que nada de aquello se comparaba con lo que estaba sintiendo; los labios de Hyunjin eran suaves, cálidos y tenían un leve sabor a vainilla. Uno que le fascinó.
Jinsoul sonrió en medio del beso.
—Te creo, Hyunjin— habló la pelinegra cuando se separaron— Por eso mismo, me gustaría preguntarte si tú... ¿quieres ser mi novia?
Hyunjin sonrió y un beso más fue la respuesta de aquella pregunta que sin duda cambió sus vidas por completo.
—Me encantaría ser tu novia, Jung Jinsoul.
Desde ese momento, Hyunjin y Jinsoul comenzaron una relación que no duró un mes, dos meses, un año o dos años, claro que no, esta duró incluso más de lo que esperaban.
Hasta tal punto, en el que se convirtieron en esposas al cumplir los treinta años.
Y madres al cumplir los treinta y dos.
¿Quién lo habría dicho?
Hyunjin solo pensaba que Jinsoul estaba enamorada de Jungeun, pero al final, la verdad resultó ser... lo mejor que le pasó en la vida.
Fin.
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Todos los derechos de la historia a su autora original。 «
Jaja, siento que me tardé tanto en subir el OS que la autora ya ni se a de acordar que me dio el permiso 😔✊
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