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Fué a paso firme y rápido hacia las oficinas del famoso periódico que se encontraba parado, al no tener nadie que escribiera ni le aportará noticias.

Al entrar a las oficinas, una joven quien supuso que era la recepcionista se encontraba tras un escritorio al que Elizabeth se acercó.

-Necesito hablar con Barnabas Cuffre-indicó mirando a la rubia.

-¿Tiene usted cita?- inquirió revisando unos papeles.

-No, no la tengo.-pausó- Pero puedo asegurar que no la necesito, el periódico no está activo y supongo que su director no tiene mucho que hacer.-

Dijo con una sonrisa falsa. La joven indicó que esperara un momento, y se dirigió hacia la oficina del director que llevaba el periódico, aún en pausa desde la retirada de Rita Skeeter.

Unos minutos después, la misma joven de cabellos rubios salió dirigiéndose hacia donde esperaba la azabache.

-Pasa, Cuffe te está esperando.-

-Gracias- dijo con una sonrisa falsa y se dirigió hacia la puerta de este, donde dio dos toques y abrió cuando escuchó un "adelante".

Barnabas sentado en la silla de su escritorio, mientras entre dedos reposaba un cigarrillo miró a la mujer con curiosidad, sin saber muy bien de que quería hablar con el.

-Toma asiento, porfavor- indicó señalando la silla que tenía frente a el.

Elizabeth obedeció y dejó el bolso en el escritorio del hombre mirandolo fijamente y examinandolo. Se veía que estaba en la completa ruina.

Su escritorio lleno de papeles tirados, y todo mal organizado. La habitación olía a cigarrillo intensamente, haciendo que la mujer tuviera que profesar una mueca al llegar ese olor a sus fosas nasales. El cenicero, colocado en una esquina de la ventana que tenía Barnabas a su izquierda estaba lleno de colillas y sin ni siquiera mirarlo podría asegurar de que algunas también estaban esparcidas por su cuello.

La camisa que llevaba estaba desabotonada por el principio, y estaba ligeramente arrugada, con dobleces, sin planchar y su cabello desarreglado. Sus ojos con unas grandes bolsas negras bajos ellos.

Barnabas Cuffe estaba totalmente arruinado y cualquiera podría saberlo con solo hecharle una mirada.

-¿Que necesita hablar conmigo, señorita...?- dejó el nombre alargandolo esperando que esta le respondiera.

-Lupin, Elizabeth Lupin-pausó- Vengo a ofrecerle una noticia para el periódico.

El hombre pareció tomárselo a broma, soltando una risa irónica llevando su cigarrillo hacia el cenicero aplastandolo y dejándolo alli.

-¿Le parece gracioso, señor?- inquirió cansada, pero mantuvo la calma recordando porque hacía esto.

Por su hija.

-El profeta no tiene periodista, y dudo mucho que usted pueda encontrar una buena noticia, escribirla y darla a conocer, señorita Lupin.-

-¿Me está usted subestimando, señor?-inquirió recargando sus manos en el escritorio- Podria irme con el Quisquilloso ha enseñarles mi noticia, sin embargo decidí venir aquí y ayudarlos a que El Profeta, vuelva a ser reconocido.-pausó- Y no por sus asquerosas mentiras.

En verdad no le importaba ni mucho menos El Profeta, simplemente quería hacer conocer al mundo magico que su hija desapareció, para que todos pudieran ayudar a su encuentro.

-Esta bien señorita Lupin- dijo algo más convencido- escribe esa noticia y publicala.- rió leve- Si no tiene el fruto esperado, olvídese de publicar nada más en este Periódico.

-Lo tendre en cuenta señor, correré el riesgo- se levantó agarrando su bolso para salir de alli- Buenas tardes.-

Barnabas Cuffe había cometido un grave error al desconfiar de la mujer Lupin.

●●●

Entró por la tienda aún cerrada que compartía con su hermano gemelo. Abrió la puerta, y pudo ver como este conversaba con la chica Lombrad animadamente.

Estaba feliz de ver como su hermano retomaba su vida.

-George- lo llamó, haciendo que este alzará la cabeza de la Lombrad y le dedicara la atención a su hermano- ¿Podemos hablar?-

Su hermano asintió, disculpandose con la mujer dedicándole una amplia sonrisa y yendo con su hermano.

-Fred- se acercó rapidamente- ¿¡Por qué tienes el pómulo morado?!-

Fred tenía el pómulo de color morado, con un poco de rojo que lo rodeaba cosa que alarmó al gemelo menor.

Oliver y el no habían tenido una buena conversación. Tal vez, Fred lo provocó, pero no se arrepentía de nada de lo que hizo. Sus palabras no eran broma, las dijo con la mayor sinceridad que pudo.

Oliver no era nadie para culparlo a el por la desaparición de su hija, bastante culpable se sentía el ya. No hacia falta que el Wood le recriminara nada, cuando se fue dejando a su novia sola.

Estaba seguro de que la relación de Elizabeth y Oliver no duraría mucho. Podia ver en los ojos de la mujer como no lo amaba.

Y no era por egocentrico, pero cada vez que estaba con el ambos se sentían mejor, sonreían y pasaban un rato agradable juntos. Cuando estaba con Oliver esa sonrisa no era tan frecuente, Fred lo pudo observar.

También pudo oír como la pareja discutía, tras que Oliver golpeara a Fred.

-Ya te contare- murmuró- ¿Podemos ir a nuestro despacho?-

George asintió sin querer insistir mas, y ambos gemelos se dirigieron hacia sus despachos ante la atenta mirada de la Lombrad.

Si ellos supieran- pensó con una malévola sonrisa en su cara.

Cerraron la puerta tras ellos, y Fred tomó asiento en una de las sillas frente a su hermano quien lo miraba con atención, curiosidad y sobretodo preocupación.

-¿Que es lo que pasa Fred?- preguntó asustado mirandolo a los ojos-¿Hay noticias de Hiraeth?.

-No, no las hay aún.. - soltó un suspiro frustrado, recargando su cabeza en la palma de su mano- Por eso quiero ayudar a investigar y estar con Elizabeth, ella tampoco se encuentra bien. No vendré al trabajo.-

El iba a estar con Elizabeth, la mujer que amaba.

Siempre habían sido Elizabeth y Fred. No Elizabeth y George.

Y eso le dolía más que un infierno le quemaba por dentro.

-Claro lo entiendo, si necesitáis algo puedes contar conmigo hermano- pausó mirandolo extrañado - ¿qué le pasó a tu pómulo?-

-Gracias hermano, te lo agradezco- le intento mostrar una sonrisa.-Oliver, larga historia.-

●●●

Harry Potter, encabezado por un gran grupo de autores se dirigían hacia la mansión Banes, junto a Elizabeth y Fred quienes decidieron acompañarlos por si eran de ayuda.

El auror llamó a las grandes puertas de la mansion Banes, y unos minutos más tarde una elfina apareció tras estas.

-¿Desean algo?- inquirió sorprendida al ver a una gran cantidad de gente tras ella.

Harry sacó la placa de auror que tenía guardada en el bolsillo, y se la enseñó a la elfina.

-Necesitamos entrar y comprobar la casa. Además de hablar con la señorita Jessica Banes.-

La elfina algo asombrada abrió la puerta dejando pasar al auror y sus acompañantes.

-Muchas gracias-

-Kiky, ¿quien es?-inquirió el hombre Banes entrando.

Vio a todos los miembros con curiosidad y se detuvo observando la placa de auror del Potter.

-Tenemos una orden para hablar con Jessica Banes- pausó- Por secuestro de la menor, Hiraeth Lupin Mckinnon.

-¿Que mi hija hizo que?-llegó ahora Rebecca Banes.

-Su hija, esta acusada de secuestrar a mi hija Rebbeca- habló esta vez Fred Weasley, acercandose mientras tomaba la mano de Elizabeth, demostrandole apoyo y ánimo.


Se adentraron por los pasillos de la mansión Banes, hasta llegar a la habitación en la que residía la menor de la familia.

Harry, Elizabeth y Fred fueron los que pudieron entrar.

-Jessica, no quieras hacer esto más complicado- pidió el Potter- Dinos donde esta Hiraeth.

La mujer volvió a bufar por tercera vez, y sus ojos no hacían más que prestar atención en las manos entrelazadas de Elizabeth y Fred.

Los miraba con un odio y asco que sabía que en cualquier momento seria capaz de saltar encima de ellos. Elizabeth y Fred no hacian nada muy distinto, miraban mal a Jessica con reencor y odio.

-Ya te dije, no la secuestré- dijo seria sin ninguna emoción, fijando su rostro esta vez en el pelirrojo- Diceselo Freddie cariño, dile que yo no la secuestre.-

Comentó con burla mirando al mayor. Este solo profano una mueca de odio, y le hubiera dicho unas cuantas de cosas si no fuera porque notó como Elizabeth apretaba con fuerza su mano y fortalecía su agarre con la esperanza de calmarlo y tranquilizarlo a pesar de que ella también quería mandarla a callar y sacarle la verdades una a una. Si ella tenía a su hija, se encargaría principalmente de matarla.

-Estas jodidamente demente Jessica- escupió con odio

-Oh, vamos cariño ¿no me hechas de menos?- soltó una risa ironica-nuestros besos, nuestros encuentros cada noche.. - le guiñó el ojo.

Elizabeth se sentía incómoda y extremadamente asqueada al presenciar esa escena. Y Fred solo quería callar a la Banes de una vez.

-Suficiente- se levantó Harry cansado- Bastara con unas gotas de verisaterum para saber la verdad.-

Salió de la habitación dejando a los tres solos mientras iba a tomar la poción que haría hablar a la Banes.

-Oh, Freddie ¿ya estás con ella?- se burló viendo como ambos no se separaban ni un segundo- Pobrecito, ni siquiera tiene nada que ofrecerte.-

Fred apretó la mandibula frustrado y cansado de todas las idioteces que largaba la Banes por su boca.

-No es de tu incumbencia Jessica y para tu favor es mejor que dejes de hablar así de Elizabeth- advirtió serio.- No necesito que me ofrezca nada, Elizabeth es una de las mejores personas que pueda haber y dudo mucho que ni siquiera puedas llegar a compararte con ella.-

El corazón de la Lupin dio un vuelco mientras sus mejillas se tornaban un color carmesí.

Mientras que el odio que tenía Jessica por la hija del licántropo solo aumentaba.

-Esta bien, acabemos con esto de una vez- entró el Potter, cortando la conversacion incómoda que mantenían.

Llevaba en la mano un frasco con gotas de verisaterum. Tomó asiento frente a la Banes y se lo entregó.

-Debes beberte esto, Jessica- indicó el Potter- de un buche.

La mujer lo examinó en su mano, no se fiaba muy bien de lo que le harían tomarse.

-¿No le hará daño a mi bebé?- inquirió haciéndose la preocupada mientras mantenía su mirada fija en Fred.

-No, no lo hara.-aseguró Harry quien observo cuán incómodos estaban la pareja- Debes bebertelo.-

Tras darle un buche sin quitar los ojos de las perlas avellanas del Weasley, habló.

-Preguntenme- exigió la mujer.

-Bien Jessica- se acomodó mejor el Potter-¿ Dónde está Hiraeth Lupin?

-No lo se- aseguró Jessica mirando a la pareja con odio.

-¿Tu la secuestraste?- preguntó de nuevo, queriendo asegurarse.

-No, no lo hice.

-¿Le hiciste algo a la niña?-insistió

-No le hice nada a la niña, ni se de su paradero. Lo único que me importa de esa menor es el padre que tiene.-

-No hacia falta ser tan sincera- se quejó Elizabeth furiosa apretando la mano de Fred, esta solo le dedicó una sonrisa falsa.

●●●

El segundo día aún fue peor para los jóvenes que seguían encerrados.

Sus tripas rujian, exigiendo algo de comida. Sus gargantas dolían pidiendo algo de agua que pudiera saciarlas de tal picor. Su espalda crujía, necesitando un buen colchón en el que poder pasar una buen noche. Y sus ojos contenían ojeras al no poder dormir bien por las noches.

A pesar de eso, los menores nunca se separaron el uno del otro. Hiraeth encontró como refugio más seguro el pecho de Jackson, en el que se pasaba todo el día sintiéndose agusto.

-¿Estas bien..?- preguntó Jackson acariciando la gran mata de cabello pelirrojo que tenía la menor.

-Tengo frío.., y hambre y muchísima sed- enumeró Hiraeth aún aferrándose al pecho del joven.

-Lo se, pequeña yo tambien- aseguró apenado y dolido.

La menor alzó la cabeza para mirarlo a los ojos, con curiosidad y nerviosismo

-Jack- lo llamó ganándose su atención- tengo mucho miedo...

- Y yo.., pero te protegeré siempre- aseguró dejando un castro beso en su cabeza.

-¿Lo prometes?- levantó su dedo meñique hacia el menor, para que pudiera señar su promesa.

- Lo prometo- juntó ambos meñiques.

¡Hola! ¿qué os a parecido el capítulo?, deciros unas cuantas cosas.

Llegamos al 1k de votos, muchísimas gracias los amo! Como agradecimiento en Instagram esta abierta una historia para que podáis preguntarme lo que deseéis.

El artículo que escribió Elizabeth esta tambien en mi cuenta de Instagram.

Y deciros que estoy muy emocionada porque dentro de dos capítulos pasará una cosa muy importante, pero no puedo decir aún nada JAJA.

Nos leemos, no os olvidéis de votar y comentar los quiero! <3

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