Miraba a la gente pasar, sin prestarle atención, sin notar que el estaba ahí.

Jimin se odiaba a si mismo, se daba asco.

Miro su lienzo era verdad lo del proyecto en eso no le mintió a su padre.

Necesitaba hacer un proyecto en equipo pero ninguno de la clase quiso unirse con él.

Le dolía el echo de mentirle a su padre, pero no tenía otra opción.

Se acomodo mejor en su lugar y un bote pequeño de pintura cayó de su mochila en el suelo, rodo y se derramó en los zapatos de un chico frente a él.

— Perdón, debí ser cuidadoso —

Jimin se puso de pie e hizo una reverencia.

Jimin no se percató de la mirada del chico y este se acercó al rubio y sonrió.

— No te preocupes por eso, está bien, me llamo Jeon Jungkook, ¿Cómo te llamas? —

Jimin se sonrojo y miro sus manos nervioso.

— Park Jimin —

Definitivamente había encontrado su inspiración.