Aquella mañana tuvieron sexo de forma brusca. El sueño caliente que tuvo hizo que Severus estuviera casi desesperado por sumergirse en Hermione. Por suerte su encantadora bruja estaba más que dispuesta. "Hoy probaremos la poción, ¿estás lista? Todavía estás a tiempo de echarte atrás".

La ayudó a levantarse. Era increíble cómo se sentía tan pervertido y poderoso y luego tierno y cariñoso al momento siguiente. Ella sacaba lo mejor de él. La acercó, abrazando a la pequeña hembra en sus brazos. "Podrás convertirte en un gatito a voluntad. Será realmente especial". Acarició su mejilla, mirándola profundamente a los ojos. "¿Estás realmente preparada para ello?"

Hermione descansó en sus brazos con una suave sonrisa en el rostro. Nunca podrían tener mañanas así sin la poción. "Por supuesto que estoy preparada para probarla. Confío plenamente en nuestras capacidades. Además, tenemos esa poción de capas. Así que eso hace las cosas mucho más seguras, ¿verdad?" Ella se preguntó si él estaba sintiendo un poco de miedo. Después de todo, estaría perdiendo su juguete favorito.

"Creo que deberíamos vestirnos e ir al laboratorio. Yo llevaré la poción y luego tú, por supuesto, deberás registrar todo. Si todo va bien seré un gatito muy pronto. Lo cual es raro, pero así es la magia". Se zafó de su agarre y se dirigió a su maleta. Hoy no había que llevar nada de ropa. Tenían que concentrarse. Pero para ser amable, Hermione transfiguró la falda para que llegara hasta la rodilla en lugar de hasta el suelo. Pero primero, una ducha.

Incluso con la poción de capas, Severus estaba preocupado por ella. No sabía exactamente por qué, pero sentía que perderla de esta manera sería algo que lo aplastaría. "Sí, mucho más seguro". Repitió, mirándola con ojos reconfortantes. Se levantó con ella antes de ducharse y vestirse. Severus optó por su atuendo habitual. Unos pantalones  negros con una túnica a juego. No añadió la túnica ya que le gustaba tener su movimiento completo en caso de que algo saliera mal. Cogió también su varita, sujetándola a la espalda por si acaso.

Su curiosidad como profesor se había disparado. Si esto funcionaba, cambiaría muchas cosas. Podrían tener algo aquí que cambiaría el mundo tal y como lo conocían. Se reunió de nuevo en el estudio con su chica favorita y tomó el brebaje azul burbujeante y se lo entregó. Se alegró de que ella optara por una falda hasta la rodilla en lugar de una que la cubriera por completo. Le gustaba ver sus piernas, así como cualquier parte de su flexible cuerpo. "Estoy listo cuando tú lo estés".

Bueno, esto era todo. O tenían éxito y por lo tanto, hacían algo brillante. Algo que podría impactar al mundo mágico en su totalidad. O fracasaban y las cosas podían ir terriblemente mal para ella. Incluso podría morir. Y Hermione lo estaba arriesgando todo sólo por estar con ese hombre. Era ridículo y temerario, pero eso no la había detenido antes.

Tomó la poción azul, mirándola con recelo. "Antes de tomarla, sólo quiero decir.... que lo digo en serio. Te quiero Severus". Y entonces, sin más, Hermione inclinó la poción y se la bebió. El sabor era horrible. Pero se esforzó hasta tomar hasta la última gota.

Observando a Hermione con ojos intensos, Severus golpeó las manos contra la mesa, esperando que funcionara. Ella le confesó su amor antes de beber la poción. Sus ojos se tornaron apenados, dándose cuenta de que podía ser que nunca fuera capaz de decirle que sentía lo mismo. "Yo también te quiero". Susurró.

Su respiración se detuvo cuando ella bebió la poción. Al principio, no hubo ninguna reacción, Severus miraba y observaba como Hermione no mostraba ningún signo de cambio. Entonces, ella desapareció en una bocanada de humo púrpura. Sus ojos se abrieron de par en par mientras corría hacia donde ella estaba parada. Miró frenéticamente a su alrededor. "¿Hermione? ¿Hermione?" gritó, preguntándose a dónde había ido. ¿La poción falló? No, eso era imposible, no con las capas. Ella debe estar aquí en algún lugar.

"Miau".

Hermione no podía comunicarse efectivamente con Severus en ese momento. Pero se alegró de que funcionara. Se miró los pies. Bueno, patas era más bien. Tan pequeñas. Se preguntó cuán pequeña era ella. Se escabulló hacia sus pies. Saltando sobre su pantalón. Sus pequeñas garras se clavaron en la tela y se aferraron.

¡Funcionó! ¡Realmente funcionó! Si sólo pudiera llamar la atención de Severus. Se retorcía y sacudía, golpeando su pierna con las patas. Y cuando eso no funcionaba, se lanzaba delante de él. Saltando hacia arriba y hacia abajo.

Severus notó un maullido que venía de abajo. Miró al pequeño gatito que intentaba llamar su atención. Funcionó. Se quitó un enorme peso de encima cuando se dio cuenta de que su Hermione estaba ilesa. Sonrió mientras se ponía en cuclillas y tomaba a la gatita en sus manos, levantándola por completo. "Aquí tienes". La acarició, antes de llevarla a una silla. "¿Eres tú?" Preguntó una vez sentado.

"¿Puedes entenderme? Asiente con la cabeza si lo haces". Arañó a la pequeña gatita, pensando que era tan linda y adorable. Si esto funcionaba, podría simplemente decir una palabra y cambiarla de nuevo, pero esperó a propósito, queriendo asegurarse de que ella estaba bien primero.

Era extremadamente extraño. Severus era enorme cuando estaba en esta forma. Y le gustaba que la acariciaran. Ella asintió a su pregunta y se frotó contra su mano. Ronroneó ligeramente. Sentía algunos instintos felinos, pero tenía un completo control de sus facultades. Eso era importante. Hermione se preguntaba si al elegir una esencia animal diferente sería posible transformarse en lo que deseara. Ahora quería volver a transformarse. Tenía que hablar con Severus. Miró a Severus y empezó a aplaudir y a maullar, con la esperanza de que él entendiera que ella quería volver a transformarse. Tal vez en las próximas pruebas vería si podía transformarse pensando el encantamiento.

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