
Capítulo 27
Jimin solo esperaba su destino con resignación pero la espada de su padre no lo hirió en ningún momento, el príncipe sintió un tirón en su cabeza y entonces lo supo, el rey Park le había cortado su largo y hermoso cabello como castigo.
Esta era peor humillación que podía recibir un guerrero.
—Desaparézcanlo de mi vista— Ordenó con desprecio y un par de guardias arrastraron a Jimin fuera.
—Creo que esto nos podría servir— el rey Min tomó el cabello del suelo.
— ¿En qué? — Preguntó el rey Park.
—Aun peor que el dolor físico, es el dolor emocional si le envías esto al rey Jeon con el heraldo junto al decreto de guerra, lograrás desestabilizarlo mentalmente y un hombre sin pensamientos claros es fácil de vencer sin importar que tan poderoso sea— Afirmó el rey Min.
El rey Park sonrió con satisfacción —Tienes razón, y eres más inteligente de lo que imaginé rey Min—
El rey Min solo arqueó una ceja — Solo espero que cumplas con tu parte rey Park—
—Si eso es lo que quieres entonces lo tendrás— Le respondió el rey Park.
Jimin fue llevado hasta uno de los calabozos del castillo, el príncipe estaba seguro que si no lo asesinaba ese sucio y mal oliente lugar seria su nuevo hogar.
Pero no le importaba en absoluto lo único que tenía en mente en ese momento era su amado Rey Jeon, ¿Cómo diablos podría Jungkook vencer a tres reinos?, era verdad que el Reino del Norte era el más poderoso y rico pero Jungkook no tendría oportunidad contra esas tres serpientes que se habían unido en su contra.
Un sollozo salió de sus labios y se pasó las manos por la cabeza Jimin ya no tenía nada su máximo orgullo era su cabello y hasta eso le habían quitado.
Unos pasos a sus espaldas llamaron su atención y se volteó de inmediato, encontrándose con el rostro lleno de lágrimas de su hermana — ¡Minnie! — Sollozó ella tendiéndole la mano a través de la reja.
Jimin dejó que más lágrimas mojaran su mejilla cuando tomó la mano de su hermana —Lo siento— le susurró.
Momo negó con la cabeza y su rostro lleno de tristeza —Abre la puerta— Le ordenó a un guardia.
—No puedo hacerlo Majestad su padre ha ordenado...
—Se lo que mi padre ordenó, ahora abre la puerta y déjame pasar con mi hermano— Ordenó lo más firme que pudo.
El guardia asintió y abrió las rejas dejándola entrar y la volvió a cerrar — Retírate — Exclamó la princesa.
Y el hombre nuevamente obedeció.
— ¡Momo por favor ayúdame! — Le suplicó Jimin — Perdóname sé que cometí un error al estar con tu prometido, pero Jungkook es un hombre maravilloso, habla con nuestro padre dale una oportunidad de conocerlo serás muy feliz a su lado, si hay un culpable aquí soy yo, no importa lo que me pase por favor—
La princesa se acercó a él y lo abrazo —No importa lo que yo haga Jimin, no importa lo que diga, el destino del rey Jeon había sido escrito desde mucho antes—
— ¿Por qué dices eso Momo? — Preguntó Jimin separándose de su hermana.
La princesa Momo sollozó — Yo lo sabía, por eso nuestro padre le envió la invitación y le ofreció mi mano él siempre estuvo celoso del Reino del Norte—
— ¿Qué? —
Momo asintió — Yo lo escuché antes de que el rey Jeon llegara aquí, mi padre planeaba que cuando yo me casara con el rey Jeon lo envenenara lo estaba planeando con sus consejeros cercanos, yo no sabía qué hacer con esa información, si lo decía el rey Jeon mataría a nuestro padre y si no, yo tendría... —La princesa se llevó las manos al rostro mientras lloraba — Estaba asustada Jimin, hice lo único que se me ocurrió, pedirle tiempo al rey Jeon para la boda necesitaba pensar pero no creí que papá hiciera todo lo demás—
Jimin no lo podía creer, sabía que su padre era ambicioso pero no pensó jamás que sería tan ruin como para planear la muerte del rey Jeon y mucho menos usar a su propia hija para lograrlo.
— ¿Todo lo demás? ¿Los ataques al rey Jeon todos fueron planeados por papá?—
Momo asintió —Papá estaba muy enojado porque el rey Jeon aplazó la boda entonces se le ocurrió otra forma de tomar el poder del Reino del Norte, si asesinaban al rey Jeon y a ti juntos ambos Reinos se unirían en duelo por perdida del rey y el príncipe, la sangre real derramada crearían una unión y gracias al tratado firmado y el hecho de que el rey Jeon no tiene herederos me nombrarían como reina pero nuestro padre seria quien tendría el poder—
—También deseaba matarme a mí —Murmuró Jimin, el ataque en la laguna era para deshacerse tanto del Jungkook como de él.
—Lo siento Jimin, papá está enfermo de su cabeza y hambriento de poder, sé que es mi culpa yo debí decirlo desde un principio, yo...
— ¿Qué pasa con Xiumin y Jeongmin? ¿Ellos están de acuerdo con papá? — Preguntó Jimin sollozando.
La princesa Momo negó con la cabeza — No, pero tienen miedo Jimin, el príncipe Vernon del Reino del Oeste fue sentenciado a muerte por su padre porque se negó a apoyarlo en esto, Nuestro padre y el rey Chwe están juntos desde el principio—
—Y el Rey Min también — Dijo Jimin con ira, odiaba tanto a ese maldito hombre.
—El apareció solo hace unas semanas por lo que sé le contó a nuestro padre sobre tu aventura con el rey Jeon y fue su idea lo del secuestro no tengo muy claro lo que él quiere pero solo exigió que te mantuvieran con vida —
— ¡Ese maldito! — Gritó Jimin — Primero muerto antes que dejarme poner una mano suya encima — Sollozó.
¡Dios! Esto era peor que una jodida pesadilla, el dolor, la ira, la impotencia recorrieron el cuerpo del príncipe ¿Cómo podía existir personas tan malvadas en el mundo?
Su propio padre había planeado su muerte y la del rey Jeon solo por tener más poder, el bastardo del rey Min al que Jungkook consideraba su amigo lo traicionó de una manera tan vil.
Las cosas ya no podían empeorar más.
—Tengo que salir de aquí Momo, por favor ayúdame a salir de aquí necesito ir con el rey Jeon—
—Jimin, ellos le harán creer al rey Jeon que estás muerto para quebrantarlo emocionalmente, no sé como pero lo hare, lo prometo voy a sacarte de aquí— Le aseguró princesa.
— ¿Hay noticias del rey Min? — Preguntó el rey Jeon.
—No, los rumores son que no se encuentra en su Reino desde hace un par de semanas — Le contestó SeokJin —Jungkook sé que es tu amigo pero en este momento no podemos confiar en nadie—
Jungkook se pasó las manos por el rostro — Me estoy volviendo loco SeokJin, no sé ni que pensar, hemos buscado en cada maldito centímetro y parece que la tierra se los ha tragado, no hay noticias de Yoongi y el heraldo que enviamos al rey Park no trae respuestas —
—Sé que sonará imposible y fuera de lugar pero necesitas guardar la calma, pensar con cabeza fría Jungkook detrás de esto hay algo mucho más grande y no me gusta nada—
El rey Jeon asintió —Lo sé, el ejército está preparado— Afirmó— No voy a descansar hasta traer a Jimin de vuelta y no me importa a quien deba enfrentar—
—No importa lo que venga, sabes que estoy contigo Jungkook— Afirmó SeokJin.
— ¿Cómo está TaeHyung? — Preguntó Jungkook, esperaba que ese chico se mejorara para poder darle una buena noticia a su hermoso príncipe cuando lo encontrara.
—A pesar de la fiebre se encuentra estable, pero el doctor dice que aún está en peligro— Respondió SeokJin con una mueca de tristeza en su rostro.
Alguien tocó la puerta interrumpiéndolos — ¿Rey Jeon? — una voz de mujer.
— ¿Qué quieres? — Preguntó el rey Jeon poniéndose de pie.
—Mi señor, sé que no es un buen momento pero el bebé que encontraron en la villa, sus padres murieron en el incendio y no tiene familia — La mujer tenía una canastilla en sus manos.
El rey Jeon realmente no tenía cabeza para eso en este instante pero cuando se acercó a la canastilla sus ojos se quedaron perplejos, no tenía idea si era por tener estar atormentado o por extrañar a Jimin, pero ese chiquillo se le parecía al príncipe, tenía hermosos y traviesos ojos oscuros, mejillas abultadas y piel pálida una lagrima se derramó por su mejilla.
—Llévalo a una de las habitaciones reales y consigue una nodriza— fue lo único que pudo decir.
— ¿Jungkook estas bien? — Preguntó SeokJin preocupado.
—No— Respondió el rey Jeon con honestidad.
Perder a Jimin lo tenía tan agobiado que hasta veía el rostro de su príncipe en un pequeño bebé, la angustia que sentía por dentro era tanta que sentía que podía perder la cabeza en cualquier momento gracias al dolor.
Pero debía mantenerse fuerte por su Reino y por Jimin.
— ¡Mi señor! — Uno de los guardias entró corriendo sin tocar — ¡Hay noticias del Reino del Este! —
— ¿El rey Park ha enviado tropas para ayudar extender la búsqueda? — Preguntó el rey Jeon de inmediato.
—No majestad — contestó el heraldo — Ha enviado esto
El rey Jeon tomó en sus manos el pergamino y quedando totalmente atónito por lo que decía este, no era una respuesta a su petición de ayuda esto era una declaración de guerra firmada por los tres reinos.
—No, no, no puede ser— Al rey Jeon le temblaron las manos y rodillas cuando llegó al final de lo que decía el edicto.
— ¿Qué pasa Jungkook? — Interrogó Jin.
—Ellos lo saben todo y me quitaron a Jimin— dijo con voz temblorosa.
SeokJin le quitó el pergamino y empezó a leer dándose cuenta de los cargos con los que acusaban a su rey.
¡Dios santo las últimas palabras eran tan crueles!
El príncipe Park Jimin del Reino del Este fue sentenciado a muerte y cumplió su condena por los cargos de traición a su Reino, no se le envía su cabeza porque sería considerado un acto de inhumano considerando que el acusado hacia parte de la familia real.
— ¡Me quitaron a Jimin! — Volvió a repetir Jeon sin poder asimilarlo.
Desenvolvió lo que estaba en el paquete y era la prueba el cabello del príncipe, estaba manchado con sangre, pero Jungkook estaba seguro que le pertenecía a su amado.
—Jungkook yo...
—No, por favor no — Jungkook se quebró totalmente dejándose caer de rodillas al piso sosteniendo el cabello contra su pecho.
El rey Jeon sentía tanto dolor como si le hubieran arrancado el corazón del pecho, su cabeza daba vueltas y el nudo en la garganta no lo dejaba hablar.
—Mi Jimin — sollozó, su mundo, su único amor, Jungkook hubiera preferido que enterraran una espada en su pecho, eso sería menos doloroso que perder a su príncipe.
—Jungkook... puede ser mentira, una maldita trampa, ese hombre no puede ser tan vil como para matar a su propio hijo— SeokJin se agachó junto a él tratando de consolarlo.
— ¡Es su cabello! — Gritó Jungkook —Me han despojado de lo más importante en mi vida SeokJin— espetó.
—Jungkook...
— ¡Déjame solo! —Ordenó — ¡Quiero estar solo maldición! —
SeokJin salió con una mueca de dolor en su rostro, sabía perfectamente lo que estaba sintiendo el rey Jeon ese momento, eso mismo había sentido el cuándo pensó que TaeHyung estaba muerto.
El dolor era tan intenso como si lo estuvieran desgarrando por dentro lentamente.
El rey Jeon tomó su espada y volcó todo lo que sentía contra los objetos en esa habitación, no podía aceptar que ya no volvería ver a Jimin.
¡Debió decirle que lo amaba!, lo amaba tanto que se estaba volviendo loco de dolor en ese instante, cuando no hubo más nada que destruir en la habitación se dejó caer al suelo nuevamente y llevó el cabello de Jimin hacia su nariz.
Aun podía sentir el olor a esencia de rosas que usaba su príncipe, el Rey Jeon lloró como jamás lo había hecho en su vida, lloró hasta que sus ojos se pusieron rojos e hinchados y le dolían, pero ni todas las lágrimas del mundo podían desaparecer el agonizante dolor que tenía en su pecho.
Tomó un suspiro acariciando aun la hebras de cabello color azabache en entre sus manos, le habían arrebatado lo más importante de su vida, el ya no tenía nada que perder.
Apretó sus manos en puños iba a matarlos a todos o moriría en el intento, se puso de pie y caminó a ordenar sus tropas —Si querían guerra, guerra van a tener—
Hola mis cositas del infierno, no me odien ¿sí?
Nosotros hagamos el amor y no la guerra.
Su loquita Potter les ama.
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