🎼 Canción Recomendada para este capítulo:

❝ Never Say Never - The Fay ❞

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Una semana después de establecernos en el antiguo dormitorio de la fábrica, me encontraba vigilando los alrededores del nuevo almacén, tenía la ligera sospecha de que un pequeño amigo marsupial se adentraba durante la noche para satisfacer su hambre y lo confirme al ver qué él ladronzuelo salía tranquilamente por una abertura en la pared detrás de la pila de cachivaches por limpiar.

─¿JiMin, qué haces ahí? ─Brinqué de sobresalto tras escuchar la voz de JiSoo golpeándome en la nuca con un pedazo de madera, ya que estaba de rodillas limpiando la zona cuando ella llegó.

─¡Agh! ─Expresé colocando inmediatamente mi mano sobre la zona afectada, aminorando lentamente el dolor con suaves movimientos.

─¿Te encuentras bien? ─Se acercó a mi preocupada.

─Sí descuida, ¿Ya terminaste de ayudar a TaeHyung? ─Le resté importancia a mi dolencia otorgándole una enorme sonrisa cómplice.

─Sí, aunque no fui de gran ayuda, me desmayé por una hora después de su dominio en mi mente ─comentó sin darle importancia alguna al hecho de haberse desmayado.

A petición de NamJoon, TaeHyung debe comenzar a usar sus poderes bajo la tutela de Min YoonGi para lograr un dominio perfecto de dichas habilidades, la primera tarea que se le fue designada es establecer un dominio mental mínimo, es decir, formar pequeñas ilusiones en la mente del contrario.

JiSoo al enterarse se ofreció como voluntaria inmediatamente y no la culpo ella siempre querrá velar por el bienestar de TaeHyung por encima del suyo.

─Ya veo, ¿Y cómo fue, te sentiste mal o te agrado? ─pregunté curioso esperando atento su respuesta pues en efecto me causa intriga el como TaeHyung desarrolla sus habilidades.

─Al principio me gustó mucho, pude ver paisajes hermosos de la ciudad natal de Tae y al final todo fue muy desagradable. ─Negó con la cabeza esbozando un gesto de desagrado, no exageró en decir que es lo más tierno que he visto.

─Me explicó Suga que los efectos disminuirán después de cada sesión, por cierto ¿Que hacías ahí abajo? ─Señaló el montón de cosas viejas.

─Descubrí por donde entra nuestro intruso... ─aseguré dispuesto a mostrarle a JiSoo la brecha por donde el pequeño animalito entraba.

─¡Chicos es hora de almorzar! ─Fuí interrumpido por la melodiosa y estruendosa voz de HoSeok, quien se encargó de llevarnos a JiSoo y a mi, casi a rastras hasta el comedor.

Si bien llevamos poco tiempo dentro de este lugar nuestro orden interno se reestableció sin problemas en tan solo tres días, un cambio notorio en nuestra administración fueron los dormitorios mixtos, a exigencia de las parejas NamJoon accedió a ello para no ser reprochado por ser el único en tener el privilegio de compartir habitación con su pareja.

Desde entonces comparto habitación con, TaeHyung, JiSoo, Rosé, YoonGi y JungKook. Quienes argumentaron sentirse cómodos con nuestra presencia y la de las chicas.

Personalmente creo que este tipo de comportamientos nos distraen de nuestro objetivo principal y nos hace vulnerables al establecernos tranquilamente bajo la ilusión de una "vida normal".

En cuanto llegamos al comedor sentí la característica punzada del dominio mental, pero esta vez no escuché la voz de Min YoonGi, mas bien, fuí víctima del asombroso poder de TaeHyung.

Bajo el efecto de sus habilidades, logré sentirme en aquel paradisíaco lugar lleno de enormes extensiones de aguas cristalinas y arenas suaves color perla, incluso el cantar de las gaviotas a lo lejos me erizaba por completo la piel, y el sonar de las campanas características de un muelle eran música para mis oídos, sin mencionar que el olor de la brisa marina penetraba por mis fosas nasales deleitándome con su fragancia.

Mi glorioso trance fue irrumpido por aquellas escenas borrosas y tenebrosas, que últimamente se repetían en mis sueños, justo después de la noche del traslado, causando en mi ser un gran e inexplicable temor.

─¡Mierda, TaeHyung detente o le harás daño!

Cuando esas escenas y sonidos espeluznantes se apoderaron de mi mente, mi cuerpo automáticamente actuó para protegerme de cualquier peligro. Tras reaccionar me di cuenta que me encontraba en cuclillas cubriéndome con fuerza los oídos, mi cuerpo temblaba y mis ojos pesaban más que una cortina de hierro sólido.

Antes de abrir los ojos sentí el tacto de unas manos suaves y grandes que sostenían temerosas mis brazos, busqué aferrarme a ese alguien que me sostenía con la intención de redimir mi ansiedad, ese alguien sin dudar me estrecho contra su pecho modulando su respiración para que yo le imitará.

Todo sentimiento negativo se desvaneció minutos más tarde, después de permanecer aferrado a ese alguien, que si hubiese sabido quien era nunca lo habría hecho.

Min YoonGi me había estrechado contra su pecho cuan bebé miedoso, sentí una vergüenza inmensa al notar que la mayoría de los integrantes del campamento nos observaban anonadados, que al instante me aparté de él empujándolo suavemente hacía atrás

TaeHyung por su parte se acercó a mi tomando con cierta cautela mi hombro izquierdo, su rostro lleno de angustia y preocupación me derrotó inmediatamente, jamás le perdonaría el verme así una vez más.

─Jiminie... ¿Te encuentras bien? ─Preguntó cabizbajo. ─Yo, no quise que esto pasara, yo ah... perdóname no fue mi intención ─bajó la cabeza disculpándose con una reverencia.

Admito que tuve pánico, pero sé muy bien que sus intenciones nunca han sido, ni serán, con el afán de lastimarme por lo que sin más que decir me abalance contra él otorgándole un abrazo sincero y sin remordimientos.

─¡Váyanse a su habitación!, tengan respeto por las personas a su alrededor ─comentó con sorna el hermano menor de YoonGi.

─¡JungKook cállate! ─Le sentenció el pálido.

─Es broma Hyung... ─mencionó esbozando un puchero.

─De muy mal gusto. ─Min YoonGi se cruzó de brazos tras mostrar un gesto de fastidio. ─¡Y tú cabeza de alcornoque!, debes tener más cuidado con los recuerdos que el subconsciente se empeña en ocultar, puedes causar traumas severos en el cerebro si no lo controlas ─habló con severidad dirigiéndose a TaeHyung.

─¿Recuerdos qué el subconsciente se empeña en ocultar? ─Pregunté incrédulo esperando respuesta, pero ninguno de los dos se dignó a hacerlo.

─¡Respondan!, Si voy a ser su conejillo de indias, por lo menos merezco una explicación viable de lo que me están ocultando ─refute furioso.

─JiMin, es un tema algo complicado... ─dijo TaeHyung rascándose la nuca, en señal de su nerviosismo.

─Mira niño bonito, son temas que no todos comprenden además no creo que el saberlo sea de tu agrado, mejor mantente al margen y asunto resuelto ─comentó sin importancia alguna el más bajo de todos los presentes.

JiSoo observándome a lo lejos me dio a entender que lo mejor era terminar el asunto y seguir con el almuerzo.

Suspiré derrotado, para después levantarme del suelo y salir del comedor directamente a mi habitación con una bandeja llena de comida, SeokJin por orden de su novio me dio el día libre para recuperarme de la conmoción.

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Caída la noche, salí de mi habitación a uno de los parques cercanos al edificio de los dormitorios.

El cielo nocturno se encontraba despejado, atiborrado de estrellas y la luz brillante de la luna iluminando parte del lugar, convirtiendo el firmamento en un paisaje digno de admirar.

Me encontraba en la tranquilidad de la noche disipando mis malestares recostado en el pasto, cuando de pronto su presencia me amargo la velada. No lo soportaba, siempre de alguna forma encuentra la manera de desagradarme en lugar de agradarme.

─Creí que te quedarías en tu habitación hasta nuevo aviso ─mencionó con sorna, intentando ser agradable.

─Si bueno, no todos somos ermitaños como tú, algunas veces queremos sentirnos libres ─respondí intentando ser lo más frío posible.

─Sabes desde que prometí no volver a entrar en tu cabeza, me tienes completamente confundido tus metáforas son un poco absurdas. ─Se sentó a mi lado observándome fijamente a los ojos.

─¿Y debo agradecerte o molestarme? ─pregunté intentando ser sarcástico ganándome como respuesta una risa discreta y una sonrisa amplia de su parte.

─Tómalo como quieras, solo vine a ver cómo estabas a petición de tu líder ─carraspeo un poco. ─Por lo que ven mis bellos ojos te encuentras bien y no hay secuela post traumática, me voy. ─Con cierta dificultad se levantó del pasto y se sacudió el trasero dispuesto a caminar de vuelta al edificio.

─¡Espera! ─Detuve su andar tomando su antebrazo. ─¿Secuela post traumática, hablas enserio? ─hablé con miedo.

─Es algo muy difícil de explicar... ─Se giró evitando el contacto visual conmigo.

Comprendí que el contacto físico no era de su agrado al sentir como intentaba alejar su brazo de mi agarre.

─Tenemos toda la noche y un gran televisor sobre nuestras cabezas para admirar, por favor quiero entender por qué últimamente me siento raro ─mencioné en voz baja, colocando mi barbilla sobre mis rodillas.

─¿Creí que no te agradaba? ─Me preguntó después de colocarse frente a mí.

─De hecho no me agradas ─estiré mis piernas y contuve mis ganas de reír tras ver su rostro antipático. ─Pero... es más que evidente que estaremos juntos un buen rato ─me incliné hacia atrás sosteniendo mí peso con las palmas de las manos sobre el pasto, indicándole con la cabeza que podía sentarse a mí lado.

Él sonrió ampliamente y obedeció recostándose sobre el pasto.

─Presta atención, que no lo diré dos veces...

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Este capítulo me tarde un poco más en resubirlo, porque tengo la costumbre de escribir en mi celular, los diálogos de cada personaje y conforme voy editando el texto en wattpad (si no se pone marihuano) añado más detalles a la descripción.

Recuerda que los links a las listas de reproducción pueden encontrarlos en el apartado especial, tan solo deben escanear el QR.

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