- ¡callate Kyle! - musitaron el par de gordos - igualitos

Y así ambos se dieron un beso para abandonar la reciente discucion la cual Kyle intentó parar.

- vámonos, Kyle lo arruinó - musitó un decepcionado Butters para irse con los demas -

Al ver que quedaron solos, optaste por acercarte.

– debiste dejar que terminarán su relación tóxica - dijiste desanimada -

Desde que Heidi le terminó a Kyle, el no ha sido el mismo.

Y tú lo sabias más que nadie.

- no me gusta verlos pelear y lo sabes

– prefiero eso a que te sigan tratando mal Kyle

El pelirojo se quedó mirándote un poco sorprendido.

– no me veas así - murmuraste avergonzada - el hecho de que te alejaras de mi no quiere decir que me dejaras de importar

- lo siento - musitó - no quise alejarme de ti (t/n)

– no importa - respondiste restándole importancia - lo único que deseo es dejar de verte tan desanimado

Y no mentias, extrañabas mucho al Kyle alegre y simpático que conociste hace años.

- ¿vas a venir a ver Terrance y Philip con nosotros? - preguntó cambiando de tema -

Lo miraste con un poco de desdén.

– sabes que nunca me gustó esa seríe Kyle, si quieres que deje de "entrometerme" en tu vida solo tenías que pedirlo

El de ushaska iba a replicar, más tú solo te volteaste para irte a tú casa.

- no quiero que dejes de "entrometerte" en mi vida...

~×~×~×~×~×~

Te encontrabas acostada en tú cómoda cama.

La verdad estabas perdiendo la esperanza de terminar siendo novia de Kyle algún día.

- ¡(t/n)! - escuchaste su vos -

Creíste que estabas ya durmiendo por lo que lo dejaste pasar.

Más nunca esperaste que pequeñas piedras empezaran a golpear tú ventana.

Con el ceño fruncido te levantaste de la cama para abrir las cortinas y gritarle a quien demoraba tu sueño.

– ¿que quieres Kyle?

- yo quiero hablar contigo

Lo miraste incrédula ¿de que iban a hablar?

- ¿puedes salir?

Ni de broma saldrías en pijama a esas horas.

– mejor trepa el árbol y entra

Y cuando pensaste que el chico se rendiría, el pequeño judío trepó rápidamente las ramas para poder alcanzar tú ventana.

– así que hablabas enserio - musitaste para tenderle la mano y ayudarlo a entrar a tu cuarto -

- ¿por quién me tomas?

– bueno bueno - calmaste un poco - de que quieres hablar

Nunca pensaste que sus manos se posarian en tus hombros con tanta confianza.

- quiero disculparme contigo - explico mirándote a los ojos -

Oh mierda, pensaste al ver aquellas esmeraldas que tenía por ojos.

– d-de que - tartamudeaste al verte atrapada en su mirada -

Y es que sus manos apretando levemente tus hombros no ayudaba a la situación.

- tenías razón (t/n), Heidi no era del todo buena - suspiró con pesar - debí haberte hecho caso desde el principio

Tus temblorosas manos se posaron en las mejillas contrarias para consolarlo, no fue culpa de él.

– no digas eso, yo no te apoye en tu decisión ¿que clase de amiga soy?

Ambos rieron por aquel escenario tan extraño.

Los dos habían olvidado esos pequeños momentos que compartían antes de todo lo sucedido.

- entonces... ¿Si me perdonas?

– tonto Kyle, no hay nada que perdonar

- ¡no por eso!

Lo miraste desconcertada.

– entonces por qu—

Sus labios cubrieron los tuyos suavemente en un movimiento desesperado, tus manos que hasta ahora se habían quedado en sus mejillas viajaron hasta su cuello para enrollarlo dulcemente.

Pero antes de poder seguir, el de mayor estatura se separó para mirarte avergonzado.

– Oh Kyle, te perdonaré las veces necesarias para que me sigas robando besos

Odio a Heidi.