🎼 Canción Recomendada para este capítulo:

❝ Paradise - BTS ❞

⊱⋅ ──── ･ 𖥸 ･──── ⋅⊰

─¡Una Tarjeta de Crédito JungKook!, ¡Sacaste una tarjeta de Crédito! ─Mencionó fuertemente y con molestia el Alfa de piel morena a través del Móvil...

JungKook había acudido a la sucursal bancaria más cercana a su facultad para cumplir con el último requisito de su trámite, no quiso molestar a su Alfa ni a su amiga para que lo acompañaran. Por lo que terminó yendo solo y completamente convencido de que podía lograrlo.

El sitio era amplio, muy bien decorado y no había tanta diferencia entre otras sucursales, el Omega en un principio se sintió seguro al ser bien recibido y tratado con suma amabilidad, pero después de seguir a la persona que lo ayudaría hasta su lugar de trabajo comenzó a sentirse completamente nervioso, no sabía con exactitud que debía hacer o como debía solicitar lo que estaba buscando.

El Alfa que le atendió, al parecer comprendió mal lo que JungKook le estaba solicitando y terminó otorgándole un contrato completamente distinto a lo que buscaba. Sin embargo, el pobre Omega preso de su nerviosismo no se dio el tiempo suficiente para leer lo que le estaban dando a firmar y terminó aceptando todo lo establecido para poder irse rápidamente de ahí.

En cuanto calmó sus nervios, leyó atentamente el contrato firmado y sellado que tenía entre las manos pegando un grito al cielo al ver que su nueva cuenta, no era una cuenta de ahorros. Sintió una pena y una decepción enorme en ese instante, que lo único que hizo para poder olvidarse de su error fue llamar por teléfono a su Alfa buscando consuelo.

─¡No me regañes estoy muy sensible por esto! ─Respondió el Omega con el mismo tono con el que le estaba hablando su Alfa.

Un suspiro se escuchó del otro lado de la línea.

─Discúlpame Kookie, pero no puedo evitar sentirme molesto con lo que acabas de hacer... ─Recalcó el mayor con un tono de voz más bajo que el anterior. ─¿Por qué no me llamaste?, Hoy tengo la tarde libre.

─Y yo que iba saber. ─Respondió JungKook fastidiado.

─Amor... ─Pronunció NamJoon severamente, pues cada vez que el Omega le respondía así o sarcásticamente se ganaba una mordida en la mejilla.

El muchacho supo inmediatamente que le debía una mordida a su Alfa y tan solo suspiró pegando el dorso de la mano a su frente.

─No quería molestarte, además no lo vi tan difícil y creí que podría arreglármelas solo, ya vi que no... ─El sonido de sorber con la nariz la mucosa atrapada ahí, alertó rápidamente a NamJoon nunca ha soportado escuchar el llanto de su Omega y siempre trata de distraerlo para que no lo haga.

─No... Mi vida no llores, esto se puede resolver. ─Habló con delicadeza. ─Pasaré por ti dentro de unas horas para solucionarlo ¿Sí? ─Inquirió nervioso el Alfa esperando respuesta.

─Pero... ─Pronunció JungKook entre hipeos.

─No me molesta en absoluto. ─Le interrumpió con voz suave y reconfortante. ─Para eso estoy mi vida para ayudarte en cuanto estés en apuros, por favor no llores sabes que me duele no estar ahí a tu lado para abrazarte. ─Afirmó el Alfa esperando que sus palabras no afectarán más al Omega.

─Lo siento... ─Mencionó el Omega limpiándose la nariz con la manga de su sudadera no quería llorar por algo tan absurdo, pero las hormonas estaban haciendo de las suyas sin poder evitarlo.

─Tranquilo mi niño hermoso, nos vemos a las tres y media, ¿Sí? ─Pronunció el Alfa rápidamente al ser asustado por su jefe quien entró a su oficina inesperadamente.

─Está bien te esperaré. ─Respondió JungKook aún entre hipeos.  ─Te am... ─El sonido de la línea finalizada se escuchó antes de terminar su oración.

El pobre chico sintiéndose pésimo por molestar de nueva cuenta a su pareja, miró hacia el cielo y suspiró profundamente tratando de buscar la calma necesaria para volver a clases.

Las horas de clase pasaron para JungKook en un abrir y cerrar de ojos, su nuevo horario le permitió volver tranquilamente a la facultad después de ese momento difícil.

El muchacho estaba parado frente a la cafetería observando atentamente el menú del día, cuando de pronto una voz femenina llamó por completo su atención.

─Kook hueles delicioso... ─El Joven Omega sintió la presencia de aquella chica justo detrás de él, sintió como los brazos delgados se aferraban a su sudadera y el aliento cálido pegaba justo detrás de su nuca causándole un escalofrío instantáneo.

─¿Lisa podrías dejar de olerme?, Es incómodo... ─Mencionó el joven tras desaparecer la sensación de una corriente eléctrica recorrer rápidamente su columna vertebral.

La joven Alfa, de cabello rubio y ojos grandes, suspiró alejándose de él para caminar hacia enfrente y mirarlo directamente a los ojos.

─Lo siento mucho Kook, no puedo evitarlo tu aroma de Omega embarazado es como una droga y es más delicioso que tu aroma natural. ─Dijo con un suave puchero dibujado en el rostro.

─¿Dices que mi aroma natural huele mal? ─Inquirió el chico sorprendido, exagerando completamente el gesto de sorpresa.

La chica mucho más sorprendida que JungKook respondió entre tartamudeos.

─¡No!, ¡Sí!, ¡No!, Aissh. ─Pataleo nerviosa, propinándole un par de golpes al Omega en el brazo.

JungKook siempre lograba ponerla nerviosa, tan nerviosa que terminaba tartamudeando o siendo increíblemente torpe.

El chico estalló en carcajadas, esquivando con rapidez cada movimiento hacia él.

─Estoy jugando Li. ─Mencionó tras detener con su mano izquierda el puño derecho de la chica y darle un suave golpecito en la punta de la nariz con los dedos. ─Mejor dime, ¿Cómo te fue en el trabajo ayer? ─Le preguntó después de soltarla e indicarle que le siguiera.

Ambos chicos comenzaron a caminar lentamente hacia una de las tantas mesas vacías del lugar, donde después de dejar sus cosas y sentarse continuaron con su plática.

─Todo normal, ya sabes el viejo cascarrabias sigue gritándome, los clientes son muy aburridos y mañana llega la nueva cafetera. ─Resumió la joven mientras se quitaba la cazadora de cuero negro que la abrigaba, la extendió quitándole las arrugas y la dejó sobre su mochila para después fijar la mirada en el chico frente a ella.

─¡Ya era hora! ─Pronunció alegremente el joven alertando ligeramente a la rubia. ─¡Ese maldito armatoste desaparecerá para siempre! ─Sonrió ampliamente mostrándole a la chica esa sonrisa de conejito que a muchos agrada.

La joven negó con la cabeza suavemente, sabía que JungKook solía emocionarse con pequeñas cosas que algunas veces caen en lo absurdo.

─¿Quieres algo de comer?, ¡Yo invito! ─Aseguró la chica mientras sacaba la cartera de su mochila.

─No gracias acabo de almorzar. ─Le respondió JungKook ganándose una mirada inquisitiva por parte de la Alfa.

─No mientas, estabas viendo el menú cuando yo llegué. ─Refutó seriamente. ─Ya vengo te traeré algo ligero.

Sin poder detenerla o impedir que no lo hiciera, el chico vio como su amiga se alejaba de ahí y caminaba directamente al mostrador.

Desde que la conoce nunca ha podido negarle nada y no es porqué no quiera, sino porque sus instintos licántropos lo obligan a no contradecirla.

Una vez el pobre tuvo que ponerse una botarga de pato, obligatoriamente, para promocionar junto a ella el primer aniversario de la cafetería donde trabajan, esa vez el chico no pudo contradecirla por ningún motivo ya que si lo hacía la joven le hablaba con voz de mando para que le obedeciera, desde entonces no ha vuelto contradecirla por ningún motivo o sería víctima de su juego sucio una vez más.

Al terminar su horario escolar, ambos jóvenes caminaron rumbo al parque más cercano, donde JungKook esperaría a NamJoon para ir a solucionar el lío bancario en el que se había metido antes de que anocheciera.

JungKook no le dijo nada a Lisa, porque sabía que se burlaría de él durante semanas, así que solo le dijo que le acompaña un rato en lo que llegaba NamJoon por él.

⊱⋅ ──── ･ 𖥸 ･──── ⋅⊰

Ese mismo día, dentro de uno de los distritos más ostentosos de la ciudad. Un joven Omega de cabello castaño, piel canela y complexión media, se encontraba dentro del baño de su hogar lidiando con el malestar estomacal provocado por el embarazo.

Sin duda alguna debía encontrar rápidamente un remedio para ayudarlo a no continuar con las expulsiones estomacales o de lo contrario no podría seguir trabajando en su estudio.

El estar hablando con los clientes y de la nada sentir que debe hacerlo estaba comenzando a afectarle psicológicamente. Un Diseñador de su altura no debe dejar botados a sus clientes por ningún motivo y en este momento tan crucial para su negocio no debe darse el lujo de perderlos.

Cansado y sin ganas de hacer algo en específico, salió del baño directamente hacia su habitación donde se recostó en la enorme cama con los brazos y piernas extendidas cerrando los ojos.

El tic tac del reloj era el único sonido que se escuchaba ampliamente dentro de la habitación hasta que el roncar del Omega le acompaño.

Un par de horas después el hermano menor del joven llegó a su apartamento buscándolo a gritos, ciertamente a ningún ser humano le gusta ser despertado por lo que TaeHyung lo ignoró y se envolvió entre las cobijas tratando de reconciliar el sueño.

Pero Park JiMin no se rendiría fácilmente, se dirigió a paso rápido hacia la habitación de su hermano mayor, donde al llegar observó con gracia el gran bulto de sábanas y edredones que se encontraba sobre la cama. El rubio se las ingenió para pasar inadvertido y llegar hasta el pie de la cama, donde se despojó de sus zapatos y se lanzó directamente al bulto frente a él.

Evidentemente TaeHyung se quejó después de tal acción y lanzó con toda su fuerza al individuo que le había sacado el aire hace unos segundos.

─¿Qué carajos haces aquí? ─Inquirió el castaño molesto y con voz ronca, tallando suavemente sus ojos.

JiMin tendido sobre el suelo respondió tranquilamente.

─Vine a verte, ¿No es obvio?

─No tengo dinero así que vete. ─Le interrumpió TaeHyung.

─Oye... ─El rubio refutó y lanzó una pantufla hacia la espalda del contrario. ─Aunque no lo creas me preocupo por ti.

─Dile eso al estúpido de tu novio, a mi no. ─Dijo TaeHyung sin darle importancia al golpe en su espalda baja.

─¿Qué le pasa a este matrimonio?, Últimamente han estado de insoportables. ─Mencionó con fastidio, para después levantarse del suelo y recargarse contra la puerta del clóset.

TaeHyung un tanto confundido por las palabras de su hermano menor, levantó su dorso de la cama y observó a su hermano, quien también lo observaba con los brazos cruzados y un gesto neutro desde donde se encontraba.

─Lo que escuchaste de insoportables. ─Aseguró JiMin con fastidio para después caminar hacia la ventana y abrir las cortinas, permitiendo que los pocos rayos de sol pertenecientes al atardecer entrarán de lleno a la habitación.

TaeHyung pensó por un instante que JiMin ya sabía algo al respecto de su embarazo, pero para evitar la burla del contrario ante su clara contradicción de ser padre, intentó averiguar a que se refería.

─¿HoSeok te dijo algo?

─¿Decirme qué?, ¿Qué es un estúpido? ─Mencionó JiMin con molestia, lo que más odiaba en el mundo es que lo trataran como si fuese un esclavo y no como un amigo, más bien como miembro de la familia. ─¿Volvieron a pelear? ─Le preguntó a su hermano, después de calmar su molestia interna.

TaeHyung negó con la cabeza después de sentarse a la orilla de la cama. El pobre comenzó a sentir un malestar estomacal que posiblemente lo obligaría a expulsar su almuerzo dentro de pocos minutos.

─Entonces es un imbécil. ─Sentenció el rubio con ironía.

─No lo tomes personal, sabes muy bien que le cuesta trabajo ser considerado con los demás, se enfrasca en su mundo cuando algo le preocupa y no se da cuenta de lo que pasa a su alrededor. Así que no tienes de que preocuparte nuestra relación está muy bie...

Sin poder contener el impulso provocado directamente en la boca del estómago por más tiempo, TaeHyung corrió despavorido hacia el retrete donde pudo aliviar su malestar inmediatamente.

─¡Definitivamente están muy bien! ─Mencionó con burla el rubio.

Gracias a las fuertes horcajadas de su hermano mayor, JiMin pudo comprender el extraño actuar de su cuñado en la mañana.

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