Pues sí, llegó la quincena y con ella el pago correspondiente.

Ustedes dirán: ¿Y a mi que me importa?  Si cobras, puedes cancelar los bienes y servicios que vas adquiriendo, así como cumplir con ciertas obligaciones económicas y hacer otros gastos.  Pues dicho esto, aclaro, y es que como nunca se me han acumulado tres cheques de las últimas quincenas ─hablamos de la primera y segunda quincena de mayo y esta primera de junio─, ¿cómo pasó?  

Por estos lares se usa una frase coloquial que reza: ¡Y es que te sobra la plata!; a lo cual yo respondería: Nada tan alejado a la realidad.  El dinero no sobra, pero debo admitir que la ventaja de llevar una vida ordenada permite darte cierto respiro; eso sí es que te manejas con un cronograma de pagos y sí aún así, te puedes dar el lujo de guardar pan para mayo.

Admitiré que tengo mi chanchito guardado; pero más que eso y no me juzguen, me da pereza hacer bancos, por lo que cuando tengo que ir al banco, suelo enviar a alguien para ello.  Así que en esta ocasión, al no poder contar con el encargado para estos menesteres, se me han acumulado los cheques en la billetera.  Igual es bueno, ¿no? jajajaja tengo las tres quincenas juntas y ya nos podemos ir de juerga.

¿En verdad?  No será así, no se lo crean.  Es importante organizarse en este aspecto y aunque la situación está super ajustada para todos, en lo posible hay que intentar guardar una parte para cualquier emergencia o eventualidad.

Y ya que me acordaba de este pequeño detalle, recordaba también la siguiente canción: 

https://youtu.be/zGadBw4wobQ

¡Aha!  ¡Con la plata baila el mono!

¿Ahorramos?  

Empezaremos ahorrando palabras, así las guardamos para la próxima página.