Muchas cosas pueden brindarnos placer, pero esto no implica que todas ellas sean beneficiosas para nosotros. 

¿Cómo un placer puede ser culposo?.  

Se dice que el término surgió de uno de esos programas de E! donde hablaban de series televisivas.   En sí, un placer culposo es algo que uno hace y al hacerlo, le es placentero. Hasta ahí nada del otro mundo. Pero, ese placer es algo que uno no andaría contando por ahí. 

Dicho en otras palabras, el placer culposo implica que sintamos placer con algo que reconocemos como perjudicial, es decir, que nos sintamos bien aún sabiendo que lo que hacemos está mal, ya sea porque nos perjudica a nosotros mismos o a una tercera persona. 

He de reconocer que tengo muchos "guilty pleasures" o "placeres culposos"; pero solo hay uno que se lleva la corona y apuesto que es la debilidad de muchos de ustedes.

¿Predecible? Pues sí.  ¿Común?  También.

¡Culpable! el chocolate es mi Kriptonita, me hace sucumbir, desfallecer, rendir o caer en su tentación.

¿No me van a negar que les pasa lo mismo?

 Y... claro que sí, por más que intenten negarlo.

Paladearlo, saborearlo, sentirlo derretir en la boca, untarlo, comerlo, disfrutarlo... sin importar la presentación, combinación, forma, densidad; el chocolate siempre me hará babear.

Puro, con galletas, bañando un pastel, como ingrediente en algún otro postre, con pecanas, maní, almendras, pasas, ummmmm ¡no importa! es chocolate.

  Para otros su placer culposo es alguna canción en particular, a pesar que no sea de un género de su agrado. Una serie un tanto rimbombante . Nunca falta quien gusta de las telenovelas. ¡Oh! y ni hablar de quienes se prenden de los reality shows. 

En fin, de gustos y colores no han escrito los autores y cada quien en lo suyo. El detalle está cuando luego nos damos de cabezazos contra la pared porque nos decimos: ¿Y qué m.... hago yo viendo o haciendo esto?  

Pues a mi me pasa lo mismo, mas cuando después de la fechoría me entra un gran sentimiento de culpa y pesar.

¿Te vas haciendo a la idea  en donde radica mi placer culposo?

¡Apuesto que no!

Si por mi fuera, desayuno chocolate, almuerzo chocolate, ceno chocolate, me daría un baño en chocolate e incluso viviría en una casita de chocolate.

Dame chocolate y este desaparece en un dos por tres, rayando así en el extremo de la gula.

Si me regalas una caja de bombones, ten por seguro que a los minutos ya no existirá.

Ay, no me hagas detallar que le pasaría a una torta o pastel de chocolate.  ¡Adiós cordura! Mmmm y adiós pastel...

Pero veamos, no es mi culpa, ni la de ustedes... mejor no busquemos culpables.  Ese suculento manjar, delicia para nuestros paladares, ha estado en boca de casi todo el mundo y no por que hablen de él, sino, porque no hay habitante de este vasto planeta que no pueda decir que no ha probado un chocolate. 

Ok, ok, tal vez exagero, no incluyan a los recién nacidos, a los alérgicos, animales, insectos.... ya, dejémoslo aquí.

¡No hagan burla! ... esto es cosa seria señores! 

Mi placer es mi vicio, la culpa mi pesar. Y ninguno de ustedes ayuda.

Si incluso en charlas del día a día solemos usar frases como: "Chocolate por la noticia."  "Estás como agua para chocolate." "Amor sin besos es como chocolate sin queso." "Cuando nadie te entiende, el chocolate está ahí." "El dinero habla. El chocolate canta." "Si como lo mueves, lo bates, que rico chocolate." "Si con el chocolate no te quieres quemar, déjaselo a otro paladear." "Si el chocolate es la respuesta, la pregunta es irrelevante." "Toma chocolate...y paga lo que debes." ...Y no sigo, por que hay muchas más en nuestro lenguaje coloquial.

Por otra parte, el chocolate está muy bien marketeado.  Cuenta con presencia en todas partes y donde no, simplemente aparece por arte de magia cuando se le necesita.  Hay un buen posicionamiento de marca, tanto así que cuando vas a comprar alguno no lo pides por sus características, sino por el nombre.  Nos saturan con mensajes repetitivos de sus beneficios y en caso no nos llegue el mensaje, lo comprobamos por nosotros mismos.  Y por último, no vamos a negar que nuestro chocolatoso producto siempre brinda un valor agregado. Y acá es donde quería llegar.

¡Culpable, sí soy culpable!

  ¿Adicción al chocolate? No, ¡lo que yo siento por él es verdadera pasión! 

¿Daño por plomo? Ummm para pensarlo ¿verdad? aishhh que mas da, siempre es necesario un buen plomero para desatascar las tuberías y que sea uno con aplomo.

¿Obesidad? Kilitos van, kilitos vienen, igual los quemo con un buen nene.

¿En busca del amante perfecto? Prueba con el chocolate. Es dulce, siempre está disponible, te hace sentir muy especial y lo más importante es que con él no tienes que inventar excusas si no tienes ganas de ir a la cama.

https://youtu.be/bapO8qCaDyk

Me retiro cantando, a ritmo dulzón y bien achocolatado.... por que tú, endulzas mi canción, le das un buen sabor, en cada situación... siempre!!