«𝑫𝑰𝑬𝑪𝑰𝑺𝑬𝑰𝑺»
— Así que ¿se permitirá el uso de magia en pócimas?
Los tres jóvenes hechiceros se encontraban sentados, cada uno en su respectiva silla de roble frente al escritorio del director Kwon. Estaban tan sólo a un par de días del torneo de magia, razón por la cual el hombre de barba blanca había citado a los muchachos frente a él para mantenerlos al tanto de lo que se enfrentarían en dicha competencia.
— Exactamente, Kim. Este año el consejo permitió no sólo el uso de magia de varita y manos, consideramos óptimo el hecho de incluir también el uso de pociones en la competencia.
Jungkook sonrió con alivio ante las palabras del mayor, a lo que recibió una mirada incrédula por parte de Namjoon, el cual permanecía con los brazos cruzados.
— ¿Esto no se trata de alguna clase de ventaja hacia alguno de los competidores? —preguntó el mago con total descaro.
— Joven Namjoon. En esta institución creemos que todas las destrezas mágicas son igual de importantes; en este lugar se imparte tanto la clase de Encantamientos como la de Pociones, así que el desarrollo de ambas habilidades son esenciales para un hechicero. Espero que su pregunta no tenga que ver con el hecho de que usted carezca del dominio de esta habilidad.
El mencionado mordió el interior de su mejilla y bajó la mirada con sumisión después de escuchar las palabras severas, pero a la vez provenientes de una voz tranquila por parte del hombre mayor.
— ¿A qué horas inicia la competencia? —cuestionó menor.
— Inicia al mediodía, pero ustedes serán citados un par de horas antes en donde les daremos una breve introducción y les mostraremos cada uno de los escenarios. ¿Alguna duda otra duda?
— No, señor —respondieron ambos al unísono.
— Joven Choi ¿usted tiene alguna duda? —preguntó observando al azabache que no había emitido palabra desde hace varios minutos.
El nombrado sorprendido por el llamado maniobró con la bola de cristal que tenía en las manos, la cual por suerte evitó que cayera al suelo.
— Disculpe —dijo con vergüenza dejando el objeto de nuevo en su sitio.
Un pesado suspiro escapó de los labios del hombre a lo que masajeaba su sien con ambas manos.
— Si todo está claro, entonces les pido por favor que se retiren. Nos reuniremos de nuevo el día de la competencia.
Los tres alumnos asintieron antes de hacer una pequeña reverencia para luego retirarse del despacho.
— ¿Están preparados para su inminente derrota? —inquirió el menor de los magos con altivez.
— Por favor, Soobin. No me llegas ni a los talones.
— Oh, ¿eso fue una táctica defensiva? Puedo oler tu miedo desde aquí, Namjoon.
El peliplata empezaba a irritarle la atosigante actitud de su compañero. A diferencia de Jungkook que permanecía su vista fija en uno de sus libros de mano ignorando los chillidos del azabache.
Sólo bastaron unos minutos más de caminata en el pasillo acompañado con las molestas provocaciones del más alto, para que la poca paciencia de Namjoon se agotara.
Un golpe en seco y luego un chillido de dolor se dejó escuchar por parte de Soobin, quien se encontraba sentado en el suelo masajeando su nariz.
— ¡Lo hiciste a propósito! —alegó después de ver como el platinado abrió la puerta de uno de los cuartos de baño unos segundos antes, haciendo que quien caminaba detrás suyo se estrellara con aquél trozo de madera.
— Si eres tan buen mago arréglate esa nariz rota —respondió con burla retomando su paso.
Jungkook hizo su boca en una pequeña "o" observando a su compañero levantándose adolorido del suelo. Abrió su mochila, y sacando un frasquito corrió hacia el pelinegro entregándole así una botella de color rosa.
— Bébelo, se supone que esto te quitará el dolor —levantó la comisura de sus labios antes de dar la vuelta tomando de nuevo su camino.
— Par de lunáticos —refunfuñó quitando el corcho de la botella.
[⚔]
El por fin tan esperado día había llegado, el "Desafío de hechiceros" estaba a la vuelta de la esquina. Los alumnos y profesores Aestimare se encontraban ansiosos en sus respectivos salones y dormitorios esperando el anuncio oficial para salir al terreno de juego y poder animar así a los competidores.
Por otro lado, los tres competidores se encontraban en el terreno de juego después de haber tenido un breve recorrido en el bosque, en donde se le mostraron los tres escenarios principales y se les dio una breve introducción de las reglas de la competencia.
Jungkook empezó a dar golpecitos con uno de sus pies sobre el suelo enlodado al ver como la gradería detrás de ellos empezaba a llenarse, todo Aestimare estaba invitado a presenciar el torneo, desde sus compañeros de clase hasta los cocineros de la cafetería. A diferencia del menor, sus otros dos compañeros permanecían con un aire despreocupado sentados en uno de los troncos esperando a que la aglomeración de personas terminara de ordenarse.
La competencia se desarrollaría en las profundidades de uno de los bosques más lejanos del instituto, con la intención de evitar incidentes que pudieran perjudicar las instalaciones del castillo. La amplia área de juego se encontraba cercada con una enorme hilera de abetos ralos, debido a la aproximación de la temporada de invierno. Aunque eso no evitaba que ligeros rayos de sol se colaran a través de las esponjosas nubes blancas; el frío viento soplaba con suavidad haciendo mecer las pocas hojas de los árboles que aún permanecían con escasas hojas color cobre y pequeñas gotas cayendo al suelo producto de una leve llovizna que no tardaría en cesar.
Ya todos se encontraban reunidos en la primera etapa de la competencia, por lo cual el director habló para dar el anuncio de apertura.
«Bienvenidos a todos al quincuagésimo Desafío de Hechiceros» resonó en el bosque como si de altavoces se tratara, siendo respondido con vítores y aplausos por parte del público.
Cada uno de los competidores que permanecían en posición frente a la línea de meta portaba un cinturón especial en sus caderas, estos tenían varios bolsillos y compartimientos donde se encontraban guardados pequeños frascos de diferentes líquidos de colores; dichos frascos poseían diferentes mezclas para crear pociones, para así facilitar su uso en medio de la competencia cuando así fuera requerido.
A diferencia de los dos magos, los cuales consideraban obsoleto aquél cinturón, Jungkook afianzaba el agarre del suyo, asegurándose de que su única herramienta de apoyo mágica no se fuera a soltar, el pelivioleta no quería ni imaginarse el desastre que sería si llegara a extraviar su preciado cinturón.
«En este desafío se evaluaran diferentes aptitudes, las cuales serán bases claves para superar cada nivel».
Una vez el ruido proveniente del público cesó, se dio paso a explicar con detalle en que constaba la primera etapa del torneo.
Fase uno de la Prueba de tierra: En esta etapa se encontraba a unos metros de distancia un gnomo gruñón al lado de un gran huerto. Semillas, la misión era hallar las semillas correcta del árbol torcido de elba, estas se encontraban ocultas de manera estratégica dentro de la pequeña hectárea de tierra que hacía parte del huerto.
✓ Actitud e inteligencia.
Serían las dos aptitudes que determinarían el éxito de la primera etapa.
Para lograr hallar las semillas correctas sólo habían dos opciones: Tener un amplio conocimiento en herbología para poder detectarlas o podías preguntarle al egoísta y malhumorado gnomo encargado del jardín, claramente era casi imposible que obtener una respuesta positiva de la segunda opción, así que más le valía a los concursante haber tenido un A+ en las clases de herbología.
«Una vez suenen las campanas se dará a inicio al Quincuagésimo Desafío de Hechiceros»
El bosque se inundó con el eco del retumbar de la cuenta regresiva acompañada con la algarabía del público.
«Tú puedes, Jeon Jungkook» se escuchó una estruendosa voz entre el público, el brujo sólo pudo agachar su rostro con vergüenza al ver a su rubio amigo parado en una de las gradas con dos banderines rojos en sus manos, este al igual que sus otros dos compañeros de dormitorio que permanecían cada uno al lado de él, se encontraban con una gran sonrisa en sus rostro mientras animaban con aplausos al de cabellos violetas.
«Vamos, Namjoon. Aplasta a todos como insectos» una gruesa voz resonó, esta vez por parte de Taehyung, el cual intentaba ser callado por su alado amigo, quien se había percatado de las fulminantes miradas de sus demás compañeros de instituto sobre ellos.
Después de que se escuchó el golpeteó de las campanas, los tres hechiceros se dirigieron con prisa hacia al huerto.
— Esto será demasiado sencillo —murmuró el peliplata sonriendo con altanería, estaba aliviado con el hecho de que leyó todos los libros de herbología que pudo hace una semana.
Mientras tanto Soobin como Jungkook se encontraban hechos un lío a lo que escarbaban en la tierra de manera desordenada, no tenían idea del lugar dónde debian buscar. El azabache bufó frustrado y se dirigió con decisión hacia el hombrecito sentado en un tronco cercano.
— ¡Oiga! Señor duende. ¿Me podría decir por dónde debería buscar las semillas del árbol torcido de elba? —cuestionó con impaciencia.
— Soy un gnomo, no un duende. Niño estúpido. —respondió con molestia ignorando al mago.
— Perdón, señor gnomo... de verdad necesito su ayuda ¿no podría ayudar un poco? No estás haciendo nada más que observar.
— Mocoso irrespetuoso, lárgate de aquí. Se te está agotando el tiempo y a mí la paciencia —bramó dándole la espalda al muchacho.
Soobin pateó un pequeño montoncito de tierra, antes de retomar su camino hacia al huerto mientras refunfuñaba.
— Esto es imposible —suspiró el brujo sentándose en la tierra, intentando despejar un poco su mente de la frustración mientras observaba el huerto.
— ¿Te rendiste tan pronto? —cuestionó el gnomo acercándose al menor.
— No, señor. Tan sólo descansaba, trabajo mejor cuando mi cabeza no es un manojo de nervios—sonrió con pesadez—. ¿Todo esto lo cultivo usted? —preguntó percatándose de las decenas de coles brillantes por el rocío del agua, las anaranjadas zanahorias y los rojizos tomates que empezaban a brotar de la tierra.
— Así es, jovencito. Yo lo cultive ¿por qué la pregunta? —inquirió con curiosidad.
— Debió haberle costado años de trabajo. Se ve todo muy bien cuidado —halagó con sinceridad.
— Ha sido un trabajo cansado, pero amo mi huerta. Así que no ha sido un problema para mí —mencionó recibiendo una leve sonrisa del pelivioleta.
— Creo que he descansado demasiado tiempo, debería seguir buscando.
Jungkook se puso de pie dispuesto a seguir con su búsqueda.
— En la esquina de la derecha, después de la cuarta fila de coles.
— ¿Disculpe? —enarcó una ceja al escuchar las palabras del gnomo.
— Busca ahí —finalizó antes de retirarse.
Una sonrisa de oreja a oreja se plasmó en el rostro del menor después de haber captado las palabras de aquél hombrecito. Sacudió su pantalón, y un poco más animado se dirigió velozmente hacia donde le habían indicado con anterioridad.
— ¿Qué carajos? —espetó el mayor de los competidores al ver como Jungkook salía de la huerta directo a la segunda etapa con semillas en sus manos—. Debo darme prisa —dijo finalmente encontrando las semillas que necesitaba.
Soobin abrió sus ojos de par en par y revolvió su cabello con desesperación al ver como el platinado corría detrás del brujo que había conseguido las semillas unos minutos antes.
— ¡No es justo! Usted no me quiso ayudar. —espetó con rabia señalando al gnomo que parecía no causarle ningún efecto los berrinches del joven.
Finalmente el azabache desistió en su búsqueda y tomó las primeras semillas que tenía a su alcance, no pensaba perder más tiempo o de seguro sus dos contrincantes lo rebasarían con una gran diferencia.
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