Carteles por aquí, anuncios por allá, todo por una misma razón, la fiesta de Halloween. Todas las especialidades de la universidad se unían para este evento, haciéndolo uno de los más esperados del año. En dicha fiesta los disfraces son opcionales, pero los que sí los portaban simplemente deslumbraban.

Irene y Seokjin se encontraban mirando dichos carteles y tomaron un folleto para saber más información, la fiesta no les causaba tanta emoción como a todos, pero tampoco pensaban perdersela.

— ¡Jin! — se escucho a alguien llamarle.

— Espera, ahora vuelvo. — le dijo a su novia y fue hacia aquel compañero que lo llamaba.

— Eso es lo que más le emociona a los jóvenes hoy en día. — se sorprendió, pues ella estaba sola. Volteó su vista hacia él, se trataba de Lee Sangbang, el conserje.

— Eso parece. — no es una persona social por lo que no estaba interesada en seguir la plática, además aquél sujeto no le causa confianza. Lee tenía alrededor de treinta años, tiene altura de un metro ochenta aproximadamente y todas sus facciones eran toscas.

— ¿Te molestaría ayudarme en algo? — se acercó más a ella.

Jin se percató de tal acercamiento y la notoria incomodidad de Irene, recordó la advertencia que su amiga por lo que cortó la plática para aproximarse a ellos, pero antes que él lo hiciera Rosé llegó.

— Te estaba esperando. — dijo la rubia al llegar fingiendo una sonrisa. — Vamos. — tomó tu mano, pero Lee tomo su otra mano libre sobresaltandola.

— Te olvidas de esto. —con su mano libre mostró uno de los folletos que había tomado referente a la fiesta.

— No lo necesita. — dijo Jin rompiendo el agarre que tenían. Así los tres avanzaron.

— Eso fue raro. — dijo la pelinegra para romper la tensión.

— ¿Qué te dijo? — cuestionó Jin.

— Nada importante, fue sobre la fiesta de Halloween y que si lo ayudaba en algo. — dijo restándole importancia. — Pero se sintió... Raro—

— Él es raro. — se ganó una leve risa de sus acompañantes. — No dejes que se te acerque. — con una mirada seria se lo dijo a la pelinegra

— En fin, ¿Irán a la fiesta? — la rubia estaba más animada. Ellos solo asistieron como respuesta. — ¿Cuál será su disfraz? —

— No nos disfrazaremos. — confesó Jin.

— No, me han decepcionado. — posó su mano en su pecho para añadir drama. — Eran mi pareja favorita, pero a partir de este momento ya no más. — limpió una lágrima inexistente — Adiós. — la pareja solo reía ante sus ocurrencias.

"— Mamá, no se vale, él es tu favorito. — dijo la pelinegra cruzandose de brazos.

— No es cierto. — su madre le había comprado una consola de videojuegos a su hermano y cuando ella se la pidió se la negaron.

— Sí es cierto, es hora de que lo aceptes. — su hermano lo dijo para burlarse de ella.

— Está bien.  Eres hijo único y yo soy la adoptada. — fingió indiferencia.

— Jisoo... — nombró su mamá.

— No, has roto mi corazón —dijo tocando su pecho.

— Ay, ven acá señorita dramas. — su mamá la abrazó. Durante el abrazó le enseñó la lengua a su hermano burlándose de este."

Rosé por un momento le recordó a su hermana, ese recuerdo lo mantuvo distraído un rato hasta que se percató la presencia de alguien más.

— ¡Lalisa! — saludó la rubia obteniendo miradas de sus acompañantes.

— Hola. — la mencionada saludó a todos para luego regresar las mirada en Rosé.

— Yongsun me mandó a buscarte. — tenía una expresión seria.

— Vamos pues. — sabía que sería en vano llevarle la contraria, por lo que aceptó. — Chicos, nos vemos luego. —

— Adiós. — dijo Irene y Jin solo se despidió con su mano, seguía distraído con sus pensamientos.

Estuvo la tarde platicando con Yongsun y lisa, trataban de buscar mejores soluciones pero era en vano, pues no encontraban ninguna. Pasando unas horas fue de nuevo al apartamento de Rosé.

Dejó los zapatos en la entrada y tomó agua. Cerró los ojos con fuerza  aguantando la respiración unos segundos, logrando de esa forma salir del cuerpo de la rubia.

— Listo. —

— Hola. — dijo Rosé recobrando la consciencia.

— Hoy fue un día agotador. — ambas se dirigían a la habitación.

— ¿Ah sí? —

— Sí, Rosie por aquí Rosie por allá. — la rubia solo reía. — Por cierto ya están anunciado la fiesta. —

— ¿Quiénes irán? —

— Jin e Irene, a Tae aún no le pregunto. — Rosé estaba arreglando algunas cosas de su habitación que estaban en desorden. — ¿Puedes creer que no se van a disfrazar? ¡Qué decepción! —

— ¿Vamos a ir? — preguntó rosé.

— ¿Tú quieres ir? —

Se escuchó de pronto el timbre sobresaltado a ambas pues muy raro era cuando recibía visitas. Rosé se levantó para atender.

— Hola. — saludó Irene llegando.

— Hola. — el hecho de que su amiga la visite no era raro, pero de igual forma estaba sorprendida.

— Mi mamá no me deja en paz, así que vine a mi lugar de escape. — comentó mientras avanzaba a la sala, la rubia no decía nada.

— ¿Quién es? — dijo Jisoo saliendo de la habitación traspasando la puerta. Irene se sorprendió de sobremanera, su mente le estaba jugando una mala broma.

El silencio reinaba en el lugar, ninguna se animaba a hablar. Irene se acercó a Jisoo, la miró de cerca, no podía ser una coincidencia pues eran idénticas, además cómo explicar que cruzó la puerta como si esta no existiera.

— Hola. — dijo la menor en casi un susurro.

— No puede ser. — se alejo.

— Veo que ya me reconoces. — bajó la mirada a sus pies.

Irene volteó a ver a su amiga buscando ayuda, estaba perdiendo la cabeza.

— Siéntate, te explicó. — hizo caso y tomó asiento con su mente dando mil vueltas.

— ¿Cómo es que... — pasó sus manos por su negra cabellera.

— Es complicado. — empezó Rosé

Comenzó a relatar todo lo que sucedió, evitando la razón de su encuentro. Contaron desde el momento en que los vio buscarla hasta ahora.

La mayor seguía con la vista fija en la otra pelinegra, esto era algo difícil de procesar.

— ¿Por qué no me dijiste quien eras? — preguntó con su vista aun puesta en Jisoo.

— Porque creí que me habías visto por mera casualidad. Volví a tu casa y me volviste a ver y me invitaste a pasar, eso me emocionó, porque casi no hablo con nadie. — se sentía avergonzada, por lo que su mirada se concentraba en sus manos. — Me sorprendió que no me reconcieras, cosa que llegué a considerar un alivio porque ¿Cómo podría explicarte realmente quién soy? Es algo loco. — la miró, pero rápido desvío la mirada.

— A ver si entendí, ¿tú has estado siendo Rosé estos días por el tema ese de las energías? — asintió — ¿Entonces la de la cafetería fuiste tú? — volvió a asentir.

— Pero no les digas nada. —rápidamente la miró con preocupación, no quería que nadie más se enterase.

— ¿Por qué? Ellos estarían felices de volver a hablar contigo. — eso le dolía, porque ella quería lo mismo, quería hablarles y que supiera que hablaban con ella y no con Rosé.

— Esto solo les afectaría más. Hasta ahora es lo más que han avanzado y volver a hablar conmigo solo traería problemas. — sentía un nudo en la garganta — Pronto me iré, no quiero afectarlos. —

Irene pudo ver el dolor en sus ojos,su mirada es muy expresiva. Rosé la abrazó.

— ¿Hay alguna solución? — preguntó la mayor.

— Sigue buscando. — respondió la rubia.

— Hay unas, pero pone la vida de Rosé en riesgo, pero seguimos investigando. —

Irene no le había apartado la vista desde que la vio salir de la habitación, tenía curiosidad, pero no quería preguntar. Jisoo sintió la mirada y sabía lo que quería decir con ella.

— Sé lo que se preguntan. — las miró y sonrió, pero eso no fue más que una mueca. — No se preocupen, no hace falta que hagan la pregunta, yo les voy a contar. —

Ambas se sorprendieron, pero pusieron suma atención a su relato.

¡HOLA! ¿Cómo están?
Espero que muy bien.
Bueno, este fue el capítulo de hoy.
Ya se viene lo buenooo.
Díganme que les pareció y qué creen que pueda pasar, me gustaría leerlos y voten, es gratis 😉.

Nota importante :
Por cieeeerto, en esta historia el covid-19 nunca existió jajajaja, pues se supone que en el momento que hablan es el 2020.

Otra cosa mai friends, si no le entienden a algo respecto a la historia pueden decírmelo y para así poder mejorar y también explicarlo de alguna u otra forma.
Sé que es un poco confuso y es mi primera vez escribiendo por lo que tengo muchos errores, pero podrían ayudarme con sus sugerencias también.
De igual forma gashasss.
Nos vemos la siguiente semana, besooooos.

(no se olviden de votar)

-A🌷