IX
El día apenas comenzaba, los rayos de sol apenas acariciaba la gran ciudad. Jisoo ya se encontraba despierta, una vez más en el cuerpo de Rosé. Ese día había quedado con Yongsun en verse para que le explicara lo que sabía sobre lo que les estaba pasando, pues aunque de momento era ella quien afrontaba la realidad, una vez se fuera sería Rosé.
Una vez estuvo el día claro se encaminó al cementerio, lugar de trabajo de Yongsun.
— Buenos días. — saludó entrando, ahí se encontraba también Lalisa.
— Buenos días. — ambas primas respondieron al mismo tiempo. Lalisa no había conocido a Rosé en persona, por lo que se sentía cohibida ante su presencia, aunque con Jisoo se lleve de maravilla.
— Siéntate. — hizo caso tomando asiento frente a la mayor.
— Lo que les está pasando es algo un poco complicado de explicar y de entender. — se había pasado toda la noche pensando en como explicarlo — Se dice que los opuestos se atraen, pero cuando se trata de un alma en busca de venganza eso es irrelevante, pues es más fácil acoplarte a un cuerpo con la mismas cargas de energía, pero si buscas salir de este es complicado. — Jisoo permanecía callada sin entender por completo.
— No entendí. — habló Lalisa. — La parte de la venganza, digo Jisoo nunca ha mostrado interés en hacerlo. — la recién mencionada no hablaba solo se dedicaba a escuchar.
— Ella es un alma en pena que la privaron del derecho a la vida, su corazón aun guarda rencor, por eso tampoco puede ascender. — guardaron silencio un rato.
— ¿Por qué Rosé? — por fin habló.
— Porque su encuentro fue un momento en el que ella se encontraba sensible. — respondió la mayor.
— Pero igual cuando logré salir de su cuerpo estoy de vuelta. — eso aun no lo entendía.
— Como he dicho, sus energías se atraen y tú al tener dos años ya deambulando tu alma se está tornando oscura, porque te niegas a aceptar subir llenándote de rencor y ambición. — se quedó callada y es que en parte tenía razón cada vez que veía a personas ser felices veía lo que se había perdido, cada vez que veía a su familia quería pasar más y más tiempo a lado de ellos.
— ¿Cómo puede hacer para salir de una vez de ese cuerpo? — preguntó Lalisa.
— Hay dos formas. — ambas la miraron atenta. — La primera es vengarte de quien te hizo esto, pero eso es ensuciar las manos de Rosé y tu alma. — guardó silencio.
— ¿Y la otra? — preguntó Jisoo, pues obvio no escogería eso.
— Que Rosé esté a punto de la muerte, pues solo ahí su cuerpo te rechazará. — ninguna de las ideas le parecía buena.
— Necesito pensar. — se levantó y salió del lugar.
— ¡Jisoo! — exclamó la mayor.
Jisoo iba caminando distraída hasta que chocó con alguien, aparentemente de mayor estatura.
— ¿Rosé? —
— Tae... — lo miró — ¿Qué haces aquí? — no esperaba encontrarselo.
— Eso me pregunt... — no terminó la oración pues se escuchó el grito de alguien que buscaba llamar la atención de otra persona.
— Kim... — tampoco terminó, pues se dió cuenta que no se encontraba sola.
— Park, ya te dije que soy Park. — dijo Jisoo recordando que estaba en otro cuerpo. Su acompañante solo se dedicaba a mirar la escena.
— Park... — enfatizó — vuelves que no hemos terminado. —
— Lo haré, pero no hoy. — Yongsun tampoco insistió y volvió a dentro.
— ¿Quién es ella? — preguntó después de haber permanecido callado.
— Oh, es alguien que me está ayudando con algo. — no sabía que decirle y él tampoco insistió.
— ¿Ya te ibas? — preguntó ella.
— Sí. — bajó la mirada.
— ¿vamos juntos? — le sonrió y él volteó a mirarla.
— Vamos. — le devolvió la sonrisa.
Ambos iban caminando en silencio, aunque era un poco incómodo ninguno se atrevía a romperlo. De repente Jisoo comienza a ver como avanzan los dos frente a ella, no estaba más en el cuerpo de la rubia.
Rosé sentía haber despertado de un sueño, pues no se recordaba a esla misma haber estado en ese sitio, entonces detuvo sus pasos y volteó hacia atrás, allí está Jisoo.
— ¿Qué pasó? — pregunto Taehyung volteando su vista hacia dode su amiga lo hacía, pero sin poder ver lo que ella sí puede.
— Nada. — contestó. — ¿A dónde vamos? —
— No sé. — rió — solo estamos caminando sin rumbo. —ella le devolvió la sonrisa.
— ¿En qué te ayuda la Chamana? — Rosé volteó a ver a Jisoo quien se encuentra a lado de su amigo en busca de respuestas.
— Fui a ver a la chamana para que me dijera que nos pasaba, pero obvio no le dirás eso. — dijo la pelinegra siendo solo escuchada por Rosé. —
— Ultimamente escuchó ruidos en mi departamento, quería que me ayudara a encontrar alguna solución. — él solo asintió. — ¿Y tú que hacías ahí?. — Jisoo abrió los ojos en símbolo de sorpresa, no creía que Taehyung respondiera.
— Fui a visitar a Jisoo. — sonrió. Rosé dirigió si vista a ella quien ahora se encontraba con la mirada en el piso. Entonces una idea se le pasó por la mente.
— No me imagino cuanto la extrañas. — el solo asintió de nuevo, era la mejor respuesta que podía dar. — ¿Cómo era ella? —
— Risueña, no había día en que no la vieras sonreir, amigable, le agradaba todos en la escuela y eso hacía que tuviera más pretendientes, mucha competencia para mí. — rió al recordar y la pelinegra se encontraba mirándolo con una sonrisa embobada. — Amable, no le gustaba involucrarse en pelas, pero las que tenía con su hermano eran las mejores. — los tres rieron.
— Me arrepiento de tanto. — el ambiente feliz que tenían se esfumó. — Si no me hubiera ido de viaje quizá... — las lágrimas comenzaban a salir, habían llegado al parque, el mismo en el que se encontró con Irene, por lo que se sentaron en los columpios.
— No fue tu culpa. — dijo Jisoo con lágrimas también.
— No fue tu culpa. — dijo la rubia. Él solo dejó salir todo, nunca lo había hablado con alguien, ni siquiera con sus padres. Desde que pasó su único confidente era Jin y viceversa.
— Esa llamada jamás la olvidaré. — dijo entre sollozos. — De haber sabido jamás me hubiera ido. — apretaba con fuerza con sus manos las cadenas del columpio.
Rosé se levantó y lo abrazó, y el entonces dejó salir todo y lloró igual que muchas noches.
Él sol había abandonado el cielo llegando la luna. Irene se arregló para ir a cenar con los padres de su novio, está de más decir lo nerviosa que se encontraba.
Ya había llegado a su destino por lo que tocó el timbre de aquella casa.
— ¡Hola! — Jin la abrazó en cuanto la vió, dándole un beso en la sien.
Entrando vio a dos señores frente a ella, se tragaba de los padres de su novio.
— Mamá, papá ella es Bae Joohyun, mi novia. — ambos se saludaron como se debe y se encaminaron al comedor, pues la cena estaba pronta a servirse.
La familia Kim era una de las más adineradas del país, por lo que el porte y elegancia lo contaban cada miembro la familia.
Cuando Seokjin les comentó que tiene novia y se las quería presentar se sorprendieron y se alegraron. Su madre empezó a organizar todo y la vio alegre como no la había visto en un buen tiempo.
Una vez la cena estuvo servida empezaron a conversar, platicado un poco de ellos cada uno de los presentes.
— Últimamente he estado pensando en volver a poner plantas en la entrada. — en cierto punto de la plática su madre había contado que en un momento le aficionaron.
— ¿En serio? — ella solo asistió, le alegraba eso a Jin.
— Si gusta yo le puedo ayudar, mi madre también le encantan. — comentó Bae.
— ¡Claro! Me sería de gran ayuda porque últimamente no me encuentro en casa. — la señora era muy amable.
La cena fue muy amena, los señores pese a su posición socioeconómica eran de lo mas amables y humildes.
Se levantaron de la mesa y Jin le ofreció ir al jardín a respirar aire fresco, en el camino se encontró con los retratos en los muebles.
Tomó uno de ellos en donde salían dos jóvenes con la vestimenta de la graduación con una gran sonrisa de oreja a oreja, eran Jin y Taehyung, sonrió al verlos, pero su vista se desvío a la joven de menor estatura en medio de ellos la cuál ambos la abrazaban fuertemente entonces se sorprendió.
Su corazón empezó a latir con mucha fuerza, era Jiwoo, el mismo uniforme. Tomó entonces incrédula otro retrato en donde se encontraba la familia de cuatro, agarró otro en donde salía ella sola, sonriendo con un vestido rosa. No lo podía creer, quería pensar que esto era producto de su imaginación.
"— A mi mamá también le gustaba mucho la botánica —"
"—Al menos ahora ya no cuido las plantas —".
"— A dolar, valen más cuando no estás. —"
Sintió un presencia a su lado, pero su vista seguía pegado a la foto.
— Te presento a Kim Jisoo, mi hermana. —
Este es el capítulo de hoy, sentí que era largo, pero creo que hasta está más corto jajaja.
Pero bueno ¿Qué les pareció? Poco a poco se sabe más.
Comenten y voten, me gustaría saber que les parece la historia, además me motivaría.
-A 🌷
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