XVIII
El día comenzaba de nuevo, Sariatu fue la primera en despertar rayando aún entre los brazos del Rey, quien seguía dormido, eran cerca de las nueve, así que se levantó y fue a la cocina a preparar el desayuno. Unos minutos después sintió unos brazos rodeando su cintura
-Hola- dijo dándole un beso en la cabeza
-Buen dia mi Señor- dijo inclinándose hacia atrás recargando su cabeza en el pecho del Rey
-Huele rico, ¿qué cocinas?-
-Carne empanizada-
-Se ve bien-
Después del desayuno, salieron a caminar por el bosque, disfrutando de la naturaleza, el paisaje era hermoso y el clima era perfecto para una larga caminata
-Esta noche habrás una fiesta,nos enviaron una invitación y me preguntaba si querías ir- dijo mientras la miraba y seguía caminando
-Si usted desea ir también, por mi esta bien- le regalo una sonrisa
-Entonces, iremos esta noche al castillo y al terminar la fiesta podemos regresar a la cabaña-
-Creo que sería muy tarde para regresar al bosque, sería más seguro quedarnos en el castillo-
-Bien, entonces nos quedamos allá- dijo mientras sonreía
La noche llegó y los reyes ya estaban listos, Sariatu iba vestida con un vestido guindo con blanco
Y peinada así
Llegaron al lugar de la fiesta y vieron a mucha gente en el lugar y muchos mechs veían a la reina,lo que la hizo incomodarse un poco y apegarse aún más al Rey, las miradas sobre ella lo hicieron molestarse un poco. Sus amigos le hicieron una seña para que se acercaran a ellos y así lo hicieron.
-Levanta la cabeza Sariatu, no tienes que agacharla, eres esposa- dijo delicadamente pero firme a la vez.
-Esta bien- la femme levantó la cabeza y siguieron caminando hasta llegar a los organizadores de la fiesta
-Sariatu, ellos son Shadow y su esposa, Luna-
-Un gusto conocerlos-
-Veo que finalmente, Némesis encontró a la femme indicada- hablo con un acento ruso
-Disculpe que sea descortés, pero su tono de voz es algo...- dejo la frase a medias
- Ellos cayeron en Rusia unos años antes de que yo y mi equipo fueramos a la tierra, y adoptaron su modo de hablar-
-Ya entendí- dijo apenada
-No te preocupes querida, a todos nos pasa- respondió Luna con una sonrisa
Shadow tomó unas copas y se las entregó a los reyes, Sariatu rechazó la copa, lo que les pareció extraño
-Por favor acepta, un trago no te hará mal-
-No puede, lo siento- se disculpo Némesis
-¿Por qué?- preguntó extrañada la femme
-Esta embarazada,por eso-
-Felicidades Némesis- felicitó el mech
-Bueno, vamos a buscar alguna bebida adecuada para ti-
-De acuerdo, volvemos en unos mi Señor- la femme se llevó a Sariatu, mientras los mechs se quedaban hablando
-Supongo que tu esposa te habla así a diario-
-Si, aunque no se porqué realmente, rara vez me habla de "tú"- dijo para darle un sorbo a su bebida
-Tal vez se siente inferior a ti por haber sido de castas bajas, ¿te has puesto a pensar en eso?- preguntó con curiosidad
-Sinceramente no, y no entiendo porqué se sentiría así, pero no voy a forzarla a llamarme de otra forma-
Mientras tanto,en la cocina se encontraba Luna con Sariatu hablando
-Bueno, ¿qué te gustaría tomar?-
-¿De casualidad tendrás limonada?- preguntó amablemente
-Claro, solo que es de ayer- dijo mientras sacaba la jarra
-No importa, limonada es limonada- dijo con un toque de gracia
-Tú sí me entiendes- sonrío y sirvió la limonada en un vaso y se lo entregó
-Muchas gracias- le dio un sorbo -esta deliciosa-
-Gracias, será mejor regresar o empezarán a preocuparse- dijo sabiendo cómo era su mech
Ambas caminaron hacia el salón,al llegar Sariatu vio al Rey cerca de una femme que le estaba coqueteando a Némesis, esa femme se tocaba el pecho gracias a su vestido escotado. Sariatu se sintió un poco mal, pero sabia que el Rey la amaba y nunca se fijaría en alguien más. Némesis vio a Sariatu y vio un poco de tristeza
-Si me disculpan, me retiro- camino hasta Sariatu y la acercó a él -¿Estás bien?-
-Si, no pasa nada- dijo con una sonrisa
-Entonces ¿por qué estabas triste?- preguntó sabiendo que le mentía
-Es que.. vi que esa femme le estaba coqueteando- dijo en voz baja
-¿Coqueteando?- preguntó confundido, la femme no sabía si reírse o quedarse callada
-Si, le estaba coqueteando- dijo riendo un poco
-Bueno, no tienes porqué estar triste, sabes que eres la única para mi- la rodeó con sus brazos
-Lo sé- apoyo su cabeza en el pecho del Rey
-Pensé que te pondrías histérica o algo-
-No mi Señor, yo no soy así- dijo mirándolo
-¿Otro asunto ocurrido con tu ex?-
-Se podría decir, se lo contaré después- dijo sin darle importancia.
Las horas pasaron y tuvieron que irse debido a lo tarde que era, antes de a la calle, el Rey le colocó su capa a su femme, cubriéndola bien, decían que el sereno de la noche, les hacía mal a los bebés. Una vez en el castillo se recostaron para poder descansar.
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