Tuviste un mal presentimiento.

Incluso le dijiste a T'Challa que sentías que algo no iba bien. Pero como siempre, él besó tu frente y te aseguró que todo iba bien y pronto volvería a verte.

Tu ansiedad crecía a medida que pasaban las horas. No había llamadas, ni mensajes de texto, nada.

Ni siquiera sus perlas Kimoyo sonaron en todo el día.

Alrededor de la una de la madrugada, un fuerte golpe en la puerta te despertó.

- ¿Ayo? ¿ Qué pasa? ¿Dónde está T'Challa? ¿ Está bien?

- Mi reina - se inclina - algo le ha pasado al rey.

- ¡¿ Qué!? ¿ Está herido, está vivo?

- Bueno... Sí, pero hay algo diferente en él. - Ibas a preguntar algo más cuando la Dora Milaje dio un paso a un lado, detrás de ella había una enorme pantera negra que te miraba.

- ¿¡Qué demonios... - retrocedes asustada. La pantera camina muy despacio hacia ti.

- Me dijeron que un hechicero llamado Loki lo había convertido. Dijeron que el hechizo duraría unas veinticuatro horas. - Suspiraste mirando a la pantera.

- Mi rey, ¿eres tú? - te arrodillas, la pantera eleva una pata y la pone sobre tu rodilla. Se forman lágrimas en tus ojos, confundida y enfadada sobre porque Loki habría hecho algo así. - Yo... Gracias Ayo. Te llamaré si necesitamos algo. Buenas noches. - ella hace una nueva reverencia hacia ambos y se aleja - ¿ Cómo te has metido en esto, T'Challa? ¿ Qué hiciste ? - la pantera saltó a la cama - ¡ tengo que cancelar tus reuniones de mañana! - el animal te gruñe y te hace saltar en tu sitio - ¿ acabas de gruñirme, T'Challa? - él retrocede, agachando la mirada con sumisión - hora de dormir - suspiras. Os arropas a ambos con las mantas - mañana nos ocuparemos de esto.

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- ¡ T'Challa no puedes estar pensando en hacer eso? - discutes, él está sentado junto a la puerta, listo para que la abras y comenzar un nuevo día - vamos... T'Challa, quédate aquí el resto del día, ¡ no te hará daño perder un día! - él resopla, arañando la puerta - ¡ ugh, bien! Gato cabezota...

Recibiste miradas reprobatorias de Erik y Okoye todo el día. Shuri y M'Baku no paraban de hacer chistes y Ramonda estaba preocupada por su hijo. Tenías que admitir que era muy cómico ver a una pantera sentada en la silla de T'Challa, dando órdenes silenciosas, gruñendo y pateando papeles.

Te habías quedado dormida frente a la chimenea, en el sofá, con T'Challa tendido a tus pies de forma protectora. El día fue estresante para ambos, ser la esposa de una pantera, literalmente, podría agotar a cualquiera.

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Te despertaste sobresaltada, confundida sobre donde estabas y como habías llegado.

Estabas en la cama, con el pijama puesto y tu pelo en una trenza. Miraste a tu alrededor, extrañada por no ver a una pantera ronroneando.

- ¿ T'Challa , donde estás?

Como si fuera una señal, la puerta del baño se abrió y salió una nube de vapor, mostrando a tu marido en toda su gloria.

- ¡Estás de vuelta!

- Nunca me fui, nena - él se ríe.

- ¡ Como he echado de menos tu voz! - sonríes con lágrimas en los ojos - la próxima vez que veas a Loki, será mejor que corras en la dirección opuesta, ¿ me oyes?

- Sí nena, lo haré - besa tu frente y te lleva de nuevo a la cama - ven, que voy a demostrarte cuanto te he echado de menos.

En el GIF : Rutina Weasley ❤️