lo mio es tuyo, lo tuyo es mio
Lo tuyo es mío, lo mío es tuyo.
Era una bonita casa al límite de ciudad Celeste, dos pisos, unas seis amplias habitaciones -cuatro en el segundo piso y dos en el área de servicio- comedor, living, cocina y en el fondo una piscina y parque.
Esa casa la ganaron años atrás en un concurso de conocimiento mutuo, Ash demostró conocer a la perfección a su amiga, y Misty también a su amigo… Y aunque se conocían tan bien, y pensando que esa casa sería su futuro hogar donde formarían su feliz familia…
Todo acabo muy mal…
Guiados por mentiras, por amigos que ellos pensaron que solo hablaban para guiarlos por el camino correcto, los llevó a un pelea… Una pelea que con el tiempo y los actos de los dos solo empeoró…
Misty había recibido muy poquito, después de la pelea con Ash, una confesión por parte del joven investigador Pokémon, Gary Oak, y ella aceptó aunque sabía que le costaría mucho arrancarse a Ash… Gary aún sabiendo eso, quiso estar con Misty…
Ash por otro lado, sabía perfectamente lo que ella tramaba con eso… y lo había logrado. Enterarse que salía con él, con Gary como los rumores indicaban, solo le confirmó lo que su amiga le había dicho… Así que sabiendo que a Misty esa amiga le caía muy bien… decidió salir con ella…
Así, solo para molestar al otro se pusieron en parejas, claro que los únicos perjudicados aquí, supuestamente, eran sus parejas… Gary y Dawn. Pero estos dos, los dos harían lo que fuera por quitar al otro de su camino a la felicidad… y si lo lograron haciéndolos pelear… ¡Nada los detendría!
Hasta que, les llegó una notificación del concurso -en donde participaron-, avisándoles que debían habitar la casa o si no la perderían. Así que, sin otra opción, Ash y Misty decidieron evitarlo y convivir con el otro… aunque ahora se vieran como enemigos.
Era una mañana muy agradable, el cielo despejado, el sonido de los Pidgey en los árboles, despertaron a la joven pelirroja que abrazaba su almohada, se sentó y estiró sus brazos hacia arriba— Mmmm —bajó sus brazos y estiró el derecho hacia la mesa de luz, tomó y miró el despertador— Las ocho —sonrió— es hora de empezar el día.
Salió de su cama, se dirigió al baño para asearse, when salió, se sentó en un banquillo cerca de un gran espejo que allí tenía y se acomodó el cabello con un gran rodete; luego sacó de una de sus valijas una camisa y un short amarillo y se lo puso— Bien —se quedó pensante—, mejor desayuno y después acomodo esto —salió de la habitación, bajó las escaleras, e ingresó a la cocina. Abrió el refrigerador tan de golpe que unas latas de gaseosas cayeron y rebotaron en el suelo.
—¡Ay dios! —Apoyó las manos en la cara y luego se agachó a recoger las latas caídas— Menos mal que no tomo de estas cosas —las apoyó en el estante del refrigerador de nuevo—, tendré que avisarle a aquel sujeto de que no las abra —sacó el cartón de leche y cerró la puerta.
Mientras tanto, en otra de las habitaciones, un joven morocho despertaba dándole patadas a la sábana, para destaparse con mucho fastidio, saber que tenía que verle el rostro a su compañera de casa, ya lo hacía levantarse muy mal. Se levantó refregándose los ojos con dirección al baño, aunque al primer intento le falló a la puerta y se golpeó la cara— Auch —miró con furia la pared y luego si cruzó la puerta.
Salió del baño, abrió una valija y comenzó a tirar -sobre sus hombros- ropa para atrás - ¿Dónde está? —Chasqueó sus dedos— ¡Cierto en la maleta gris! —Corrió hacia un lado la valija que tenía y tomó la gris—. Hoy es mi primer día de trabajo con aquel idiota —con cataratas de lágrimas en su rostro se preguntó— ¿Por qué la vida es mala conmigo? —Aunque se terminó riendo de sí mismo, se levantó tomando una percha cubierta por una bolsa larga que tenía lo que parecía ser un traje—. Sé que me veré ridículo con esto, pero qué más da… Esta tarde debo ir con mi mamá para que me ayude con otro traje, uno solo no es seguro —rascó su cabeza—, me conozco…
Tomó el traje y se lo colocó, aunque tenía cierto problema con la corbata— Diablos, esto —tenía las dos puntas de la corbata en las manos— tenía que pasar el lado derecho hacia la izquierda —lo realizó—. Lo paso por abajo —pasó la punta que pasó por un lazo que se formó - ¡No! —Protestó y se sacó la corbata del cuello— ¡Estas cosas no me salen! —Suspiró, cuando su estómago sonó— ¡Es hora de comer! - salió de su habitación, bajó las escaleras y entró en la cocina.
Allí, Misty desayunaba con su vista fijada en su taza, solo colocó su cabello naranja detrás de su oreja— Creo que se dice, buenos días —sugirió la pelirroja al recién llegado.
—Buenos días funciona con un tono a desdén, se acercó a la cocina y notó que ya tenía un desayuno preparado para él— No lo envenenaste, ¿no? - la joven por fin se dignó a mirarlo.
—Que te crees que… —se quedó mirándolo sorprendida, y el joven morocho se puso un poco incómodo.
-¿Que? —Preguntó algo molesto.
—Entonces es verdad que trabajarás con Gary —susurró la joven volviendo a mirar su taza de café.
—Pues sí, somos las dos cabezas del proyecto Pokémon… Él no hará nada sin mi consentimiento
—No —lo miró de reojo, con un poco de sarcasmo en sus palabras— será al revés…
—Tú cierra la boca - le gritó molesto.
—Yo solo digo lo que pienso señor Ketchum —sonrió mirando la corbata que descansaba sobre el hombro de Ash— ¿Quieres que te ayude con el nudo?
—No… —miró hacia otro lado—, eres capaz de ahorcarme —la miró de reojo-
—Ay Ash - sonrió— ganas no me faltan… pero como tengo tantas ganas de ver concluido el proyecto de Gary que…
—¡Oye! - le gritó aún más molesto, digamos que estaba ya furioso—. La idea es mía, no de Gary…
—¿Idea tuya? —Rio— Vamos Ash ...
—¡Es idea mía! - le volvió a decir entre dientes.
—Sí, claro - se levantó de la silla y se acercó a él, quitó la corbata que Ash traía sobre su hombro, la tomó entre sus manos, para luego pasó el lazo sobre la cabeza del joven para terminar colocándola en su cuello, ella tenía su mirada clavada en la de él, aunque en sus ojos se reflejaba un fuego de rabia muy grande—. Creo que esto es así - tomó los dos extremos, y anudó la corbata—. Sí, así era —se la acomodó hasta arriba, luego acomodó el cuello de su camisa y se alejó de él sin mucho que decir. Tomó su taza y la puso en el lavabo, la enjuagó, la secó y la guardó, Ash aún no salía de su estado de parálisis por lo de recién… Misty terminó de levantar todo y se fue.
Ash sacudió su cabeza— Me dio sed —abrió el refrigerador, al momento que Misty escuchó la puerta se detuvo y volvió sobre sus pasos a la cocina, justo cuando Ash tomaba una lata.
—¡Oye Ash! —Le dijo. Ash la miró mientras abría la lata de gaseosa, recibiendo un baño de ésta— Ash —Misty se acercó rápidamente con una paño—, Toma
—Ésta fuiste tú, ¿no? —Preguntó, quitando el paño de su mano de forma brusca.
—¿Eh? — vacilo retrocediendo un paso— Bueno, fue un accidente.
- Sí - Ash se terminó de secar la cara y la miró -, un accidente —respondió de manera irónica, el ceño de la pelirroja se frunció tanto que entrecerró los ojos.
—Si quisiera hacerlo yo —tomó una lata y la agitó.
—Oye Misty —ahora fue Ash, él que retrocedió—, ¿Qué vas a hacer?
—Nada… —apoyó su dedo en la chapita de la lata—, solo espero no ser tan tonta - dijo con ironía— de abrir esta lata. ¡Ops! —La abrió y terminó de empapar a Ash—. Sí… soy una gran tonta… te empape de nuevo. —Vació bien la lata, la apretó en su mano y se la lanzó, dándole un golpe en la frente que lo tumbó—. Convivencia 0… Guerra 1 —pasó por al lado de él, sacudiéndose las manos y se fue.
—Rayos —Ash se levantó con la mano en la frente—, los años la ponen más violenta —se quejó viendo su camisa blanca de un caramelo—. Rayos… sabía que no tardaría en perjudicarme el traje —suspiró— tendré que ponerme otra cosa.
Ash se acercó a las escaleras para ir a su habitación al mismo tiempo que Misty descendía.
—¿A dónde vas? —Preguntó Ash, Misty se detuvo mirándolo de reojo.
—Eso a ti no te importa —lo miró de pie a cabeza—. Espero que tengas otro traje para cambiarte ese, al menos que como siempre quieras ser el hazme reír del lugar —se alejó de él y salió de la casa.
Ash miró la puerta con el ceño fruncido, pero cayó en cuenta.
- No tengo un segundo traje… - suspiró— bueno a ver cómo me arreglo.
Más tarde, Ash se dirigió hacia un gran edificio, donde ahora trabajaba con su querido amigo Gary, claro con lo de su "querido amigo" es un poco de sarcasmo…
Llegó al edificio, saludó a la chica de cabello marrón oscuro que había en la recepción, y se apuró hacia el ascensor, pero éste justo se cerró y se elevó al piso 10 donde él tenía que llegar, así que decidió subir por las escaleras, de una en una de dos en dos… total, tenía tiempo de sobra, como nunca había salido temprano de la casa. Por eso se sintió aliviado.
Cuando llegó al décimo piso, se encontró con dos escritorios y dos puertas, en uno de los dos escritorios estaba sentada su secretaria y amiga, May, la joven de cabello castaño y ojos azules, saludó con un gesto de su cabeza a su jefe y amigo.
—¿Kari no vino hoy? —Preguntó el morocho al observar el asiento vacío en el otro escritorio.
—Por lo que oí, se enfermó —respondió May cruzándose de brazos—, ya tiene reemplazante.
-¿Oh de verdad? —Preguntó con mucha curiosidad, cuando de la puerta que tenía el letrero "Gary Oak" en letras doradas, salió este chico de cabello castaño tomándole la mano a su nueva secretaria, una joven pelirroja.
—¿Qué haces aquí? - gritó sorprendido el joven Ash al ver a Misty ahí con Gary.
Misty lo miró levantando una ceja— No voy a darte explicaciones —rodeó el escritorio y se sentó en la silla de éste. Gary sonrió
—Ella será mi secretaria las dos semanas que Kari pasa en reposo.
Ash no dijo nada, sintió la sonrisa de victoria en el rostro de Misty, así que solo se limitó a entrar en su oficina, el letrero que decía "Ash Ketchum" se movió bruscamente cuando la puerta se cerró.
—¡Ja! —Rio Gary cuando Ash se desapareció del lugar— en vez de camisa, trae una polera, rio nuevamente— ¡Que ridículo es…!
—Tuvo un problema con el refresco —susurró Misty.
—¿Dijiste algo Misty? —Preguntó Gary a su novia
—No, no dije nada —le sonrió, el teléfono sonó, así que atendió, Gary volvió a meterse en su oficina—. Gracias… —cortó.
—Es verdad… oferta de la nada May y el clima de silencio se rompió.
—¿Eh? - la miró desconcertada.
—¿Qué tú y Ash están viviendo, al fin en la casa que les regalaron? —Misty se paralizó con esa noticia, su rostro quedó sorprendido.
«¿Todos saben que Ash y yo convivimos?» Pensó Misty para sí misma.
—Bueno, sé que no se soportan mucho —sonrió—, no sé cómo lograrran sobrevivir.
—Ignorándolo —se cruzó de brazo y cerró los ojos—, de esa forma lo lograré.
May la miró, y sonrió, aunque su rostro cambió torrencialmente cuando una joven de larga cabellera azul, llegó al lugar.
—¿Ash está? —Le preguntó en mayo, la voz de Dawn hizo que Misty abriera los ojos, rápidamente—. Pero si es Misty —sonrió, aunque a Misty mucha gracia no le causó— ¿Ahora trabajas para Gary?
—Así es —sonrió—. Así, pasó más tiempo con él —volvió a sonreír irónicamente.
—¿Ash está ocupado? - volvió a dirigirse en mayo, la joven castaña le dijo, así que ahora se dirigió a Misty— ¿y Gary?
—¿Para qué quieres a Gary? —Preguntó levemente.
—Es solo para saludarlo —sonrió.
—Bueno —tomó el teléfono—, Gary, Dawn quiere hablar contigo —giró sus ojos verdeazulados—. Bueno… —cortó—, dijo que pases.
—Ok —sonrió y entró a la puerta que decía "Gary Oak" ante la mirada algo furiosa de Misty.
—Eso es siempre disponible de la nada May y Misty la miró con la ceja derecha alta.
—¿Qué quieres decir? - la pelirroja se sintió algo perseguida, así que se acomodó en su silla
—Es que Dawn y Gary son muy "amigos" —haciendo un gesto con sus dedos.
—¿Cómo? - Misty se paró en su lugar.
—Sí, bueno, tú como estás en el gimnasio, es obvio que no sepas que pasa aquí adentro - sonrió, y se paró— Estate atenta… estos dos, son como dos grandes presas, si alguna lo pierde… tenlo por seguro que muchas saltaran a atraparlos… —dicho eso, ingresó a la oficina de Ash, dejando a una Misty petrificada.
Ella conocía a May desde hace muchos años, pero nunca había hablado de esa forma… Estaba algo confundida, cuando una voz conocida, la sacó de sus pensamientos confusos.
—¡Qué cara señorita! —Misty levantó su mirada para encontrarse con su amigo de cabello verde.
—¿Tracey? —Preguntó sorprendida cayendo nuevamente sobre la silla—. ¿Qué haces aquí?
—Pues, como asistente del abuelo de tu novio —sonrió elevando el mentón— le traigo unos documentos.
—Ah… - suspiró.
—Tú no estás bien, ¿verdad? - preguntó Tracey acercando su rostro a su amiga. Misty le negó con la cabeza, por lo que Tracey le tomó la mano, la hizo levantarse, y salir detrás del escritorio, para abrazarla.
—Tracey —susurró ésta.
—Tranquila Misty —sonrió—, sabes que siempre me tendrás a mí, pase lo que pase…
—Gracias —respondió, al momento que ambas puertas, se abrieron y vieron la escena.
—¿Qué pasa aquí? —Gritó molesto Ash y los otros tres quedaron mirándolos sumamente confundidos, mientras Misty y Tracey se separaban de su abrazo.
—¿No crees - dijo Gary mirándolo, levantando su ceja - qué esa pregunta, es mía?
—Bueno —notó a Dawn, algo nervioso - ¡Hola Dawn!
—Hola Ash - sonrió, como si no hubiera escuchado lo que Ash dijo, se le acercó, lo tomó de la mano, y lo jaló hacia dentro de la oficina de Ash y cerró la puerta.
—¿Me vas a explicar Misty? —Preguntó Gary alzando una ceja.
—Yo acaso te pregunté, ¿Qué hace Dawn en tu oficina? —Le retrucó, dejándolo sin palabras - Sabes… solo me daba un abrazo, porque lo necesito… - se estiró a tomar su bolso - Gary mejor búscate otra que reemplace a Kary - se cruzó su bolso y se levantó ambas cejas—. Tal vez, Dawn quiera - se fue del lugar sumamente molesta.
—Misty… - Gary casi no pudo reaccionar a lo que Misty le dijo.
—¿Quieres que vaya tras ella? - preguntó Tracey dándole a Gary los papeles… y saliendo tras Misty sin pensarlo una vez. Gary tomó sus papeles, cuando vio a Tracey salir tras Misty, suspiró.
—El día que se enteré de la verdad…. Me matara —murmuró, y luego ingresó a su oficina, cuando de la de Ash, salió Dawn muy furiosa…
-¿Que Paso? —Preguntó May asustada, un amanecer.
—Nada —sonrió— cuando se me pase el enojo, lo llamo de nuevo —salió también pero ella bajó por las escaleras, May, ni bien Dawn se perdió de vista, entró a la oficina de Ash, éste estaba con la mirada en el piso, sentado en un sillón.
-¿Ceniza? —La chica se acercó y se arrodilló frente a él tomando una de sus manos— ¿Estás bien? Él la miró, apoyó su otra mano sobre las de May y le sonrió con sus ojos cerrados.
- Sí, estoy bien - el acto, hizo que la chica castaña, se sonrojara al máximo.
—Sabes que puedes contar conmigo, Ash —sonrió, así que Ash se soltó de las manos y le dio dos entradas.
—Iba a salir con Dawn esta noche, pero no creo que quiera, mejor dejo la reconciliación para mañana —May tomó las entradas— Tú podrías salir con Drew - sonrió
—Drew - suspiró para sí misma y pensó « No sé si quiero a Drew ahora » pero respondió—. Drew está en Hoenn, no tengo con quien ir…
—Bueno —se paró—, vamos los dos juntos.
-¡Si! Emocionada emocionada dejando a Ash algo intimidado, pero feliz, por su amiga.
Mientras tanto, Tracey había logrado detener a Misty a las afueras del gran edificio, Tracey la había tomado del brazo para acercársela a él y ahora le limpiaba el rastro de la lágrima que había intentado recorrer la suave mejilla del rostro de la pelirroja.
—Pero niña —le dijo molesto—, ¿Por qué reaccionaste así? —Sonrió— Yo no te cambiaría por nadie, y no creo que Gary vaya a perderte por nada en el mundo, es muy inteligente, tú lo sabes
—Si… lo sé… pero mejor no trabajo con él… las relaciones y el trabajo, no se llevan bien, prefiero venir a visitarlo, y seguir con mi vida….
—¿Qué tal la convivencia con Ash? —Preguntó y la pelirroja sonrió.
—¿Sabías qué sí Ash deja la casa —sus ojos brillaron con maldad pura—, me queda a mí, completamente?
—¿Cómo, cómo? - dijo Tracey retrocediendo un paso
—Sí… —cerró sus ojos—. Ash hace cinco años, rompió mi corazón, lo destruyó, pensando barbaridades de mi persona… Ok… —apretó su puño frente a ella—. Yo también lo destruiré, ya lo verás.
Hacia la tarde, Ash se dirigió a pueblo Paleta, donde su madre lo esperaba con dos nuevos trajes para que él usara en su trabajo, ella tenía ahí en la casa a Pikachu…
El Pokémon amarillo recibió un fuerte abrazo a su entrenador… Ash lo colocó en su hombro— ¡Qué alegría verte Pikachu… hoy si te llevo conmigo!
—Bueno —la madre de Ash, apareció con una maleta pequeña—, te los puse aquí para que no se te perjudiquen por el viaje.
—¡Ay mamá, te amo! - le dijo con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla—. Tuve un problema esta mañana.
—Me lo imaginé - sonrió - vivir con Misty no te será muy fácil… pero sigo insistiéndote Ash, deberías hablar bien con ella… porque hizo lo que hizo contigo hace años.
—Pero —bajó la cabeza tristemente—, no sé qué puedo hacer… o como pedirle hablar del tema…
—Yo lo sé hijo —apoyó su dedo índice en la frente de su hijo—, tú quieres a Dawn y mucho, pero más con esto… porque sé que aunque me lo niegues —apoyó su mano en el pecho de Ash - la que está aquí es ella… es Misty…
—Mamá —corrió su mirada—, no digas cosas que no son verdad…
—Sí, claro hijo… —sonrió—. Tanto así, que si fuera todo mentira, irías corriendo a ella ...
—¡No y no! —Le gritó a su madre—. No digas esas tonterías. ¡Yo a Misty no la quiero!
—Está bien - sonrió con sus manos frente a ella—. No te enojes…
—Ya tengo lo que quería, me regresó a la casa, ese no será mi hogar nunca… —salió de allí muy furioso con un Pikachu que se mantuvo una suerte en el hombro de su entrenador.
—¡Ay hijo! —Suspiró Delia— Cuando sepas que Dawn… inventó eso para que no estuvieras con Misty… y que Gary hizo lo mismo con Misty… ¿Qué pasará aquí?
...
Mientras tanto en ciudad Celeste, Misty estaba hablando con un retador que acababa de derrotarla en batalla, su rostro lucía pálido, pero trataba de fingir su malestar con una sonrisa, cuando el retador se retiró, Misty cayó arrodillada en el suelo…
-¿Brumoso? —Apareció Daisy asustada y se arrodilló junto a Misty, esta apoyo su cabeza en el hombro de su hermana dejándola petrificada, pero Daisy respondió poniendo las manos en los hombros de Misty abrazándola— ¿Qué te pasa?
—¿Por qué Daisy? —Suspiró— ¿Por qué soy tan masoquista? —La rubia se sorprendió mucho por eso.
—¿Por qué dices eso? —La corrió de su cuerpo y la miró, de los ojos verdes de la pelirroja caían lágrimas.
—Porque… yo sabía que me haría mal volver a verlo… y solo va un día… me volveré loca en este tiempo…
—Ah —suspiró— sabía que era eso… —sonrió— Misty, sé que aún tienes a Ash en tu corazón, a mí no me lo negar… ¿Por qué no le preguntas, porque te trato tan mal? Ahora tienes la oportunidad…
—Pero él tiene su vida, una vida que eligió al lado de Dawn…
—Dawn… si, ella y Gary, lindas joyas son…
Misty miro a su hermana muy confundida, Daisy tenía cara de querer ser tragada por la tierra… - ¿Por qué lo dices?
Daisy nerviosa se paró colocando su mano derecha en la nuca— Es que… bueno…. Verás - sonrió parándose— No es nada malo… yo creo que tendrías que hablar con Ash… no ahora, pero algún día de la convivencia tendrás que hacerlo…
—Si —suspiró—, supongo… que será la mejor forma de que nos llevemos bien en la convivencia… —se quedó tiesa— ¿Esperen? ¿Quién dijo que quiero que la convivencia sea buena? Si yo quiero quitarlo de la casa —se paró y sacudió sus rodillas, con la palma de su mano— ¡Que no me venga a molestar!
Más tarde, Ash llegaba a la casa, cuando se encuentra con Dawn ahí afuera… algo afligida… Ash se le acercó preocupado.
—¿Qué pasa Amanecer? —La joven de cabello azul, lo vio y lo abrazó— ¿Eh?
—Ash al fin llegaste —el joven confundido también la abrazó—, te he estado esperando… ¿puedo pasar?
Ash, en ese instante, recordó algo ...
: ·: ·: ·· Flashback del día de ayer, cuando llegaron a la casa ··: ·: ·:
Ash estaba con una hoja sentada en el sillón de la sala, miraba la hoja y miraba a la joven pelirroja que estaba sentada frente a él— ¿Esas son las reglas?
- Sí, salvo que quieras agregar alguna… —indicó la pelirroja cruzándose de brazos.
- No quiero ni a Gary ni a Tracey, aquí adentro —le dijo mirándola fijamente.
- Entonces no entraría Dawn ni May tampoco - Misty lo miró con una ceja arqueada—. ¿Te parece?
Ash afirmó con la cabeza— Está bien —agregó esa última cláusula a la hoja y la firmó, luego la firmó Misty, y estrecharon sus manos. Misty sonrió.
- Recuerda que el que rompe una de las reglas tendrá que…
: ·: ·: ·· Fin del flashback ··: ·: ·:
-¿Ceniza? —Preguntó confundida Dawn pasando su mano por delante de la cara de su novio— ¿Estás bien, cariño?…
—Si Dawn —sonrió, abriéndole la puerta para que pase—. Entra…
Adentro de la casa, Ash le preparó un té tanto a ella como para él, hablaron de lo que los llevó a pelear, y Dawn se disculpó por el mal comportamiento, pero Ash le dijo que no se preocupara…
Dawn sonrió, se sentó al lado de Ash y lo besó, colocando su mano derecha en el rostro del joven, las manos de Ash no tardaron en aferrar la espalda de la joven de Sinnoh… pero en eso, la puerta de la casa se abrió … Y la otra dueña entró….
—Vaya, vaya —sonrió Misty al entrar— pero… ¡Qué bella escena!… Eso quiere decir que solo te quedan nueve de diez, Ash —aumentó el tamaño de su sonrisa, ante la cara de espanto de Ash y la cara de confusión de Dawn.
—¿De qué hablas? - preguntó la joven.
—Tenemos diez cláusulas… a medida que las rompes, vas dándole cien dólares al otro… ya su vez, pierdes derecho sobre la casa… Ash ya rompió una… le quedan nueve, para perderlo todo —sonrió—. Muchas gracias Dawn… ahora tengo un cincuenta y cinco por ciento de la casa - se alejó de allí, cerrando molesta los ojos y subiendo las escaleras, con pasos pesados.
—Ash es… —Dawn lo miró preocupada, Ash asentó con la cabeza—, ¿es verdad?
—Si - afirmó con la cabeza—. Es verdad… —suspiró— por idiota…
—¿Quieres que me vaya? - comentó la joven, algo apenada…
—Dawn, ya perdí un cinco por ciento —bajó la cabeza con negación—. No tengo que olvidarme de esas diez normas…
—¿Una es la de que yo no venga? —Preguntó de reojo
—No, es que Gary o Tracey no pueden entrar, si yo no estoy presente, lo mismo va para ti o May, si no está Misty… —respondió Ash suspirando nuevamente.
—¿Por qué hicieron esa cláusula? - preguntó confundida, levantándose del sillón.
—No sé en pensaba ayer… —se levantó qué también—. Mejor, te acompaño hasta la puerta… —le sonrió— ¡Qué bueno que ya nos contentamos!
—Claro Ash - sonrió -, no quiero estar peleada contigo —cerró sus ojos, salieron de la casa, y allí, Dawn tomó el rostro de Ash y lo besó, pero una nueva voz que carraspeó los hizo separar… Ahí estaba May, vestida muy bonita, con un vestido rojo, iniciaba en el cuello, sin mangas, entallado hasta la cintura y caía en un poco en forma acampanada hasta los tobillos
—Buenas noches… - dijo la joven, algo incomoda por la situación, Ash puso cara de trágame tierra, cuando Dawn lo miró con la boca fruncida y de reojo.
—Bueno - comentó Ash poniendo su mano en la nuca—, es que invité a May a comer…
—Ah… bien corriente molesta la chica de cabello azul, mirando con recelo a la de cabello castaño…
—Podemos dejarlo para otro día, Ash - dice afligida May…
—Bueno… te lo agradecería may —hizo una reverencia—. Hoy no es un buen día —informó Ash riendo nerviosamente— Mejor… las veo mañana —se ingresó a la casa rápidamente, dejándolas a las dos allá afuera, apoyó su espalda en la puerta y suspiró—. Mujeres…
—¿Qué pasa con nosotras? —La voz dentro de la casa, lo hizo del susto, prácticamente se había olvidado que dentro aún le quedaba una… la otra dueña. Por ese momento, dueña mayoritaria de la casa…
—Nada —respondió de reojo, ella le sonreía— ¿A ti, qué te pasa?
—Estoy feliz —sonrió aún más—. ¿Qué no puedo? —Tapó su boca con la mano y luego dijo—. Yo comí en lo de mis hermanas - me iré a acomodar mi habitación… Cocínate tú… adios - subió rápidamente las escaleras y desapareció tras la puerta de su habitación…
—Si feliz… —murmuró furioso—. Feliz a espaldas mías…
Ash entró todo molesto a la cocina, para prepararse para comer… todo iba bien, hasta que se dio cuenta que faltaba su amarillo amigo…
-¿Pikachu? —Comenzó a buscarlo por la sala, cuando sentí de golpe, olor a quemado - ¡Qué mal huele eso!… —Se quedó tieso— ¡Mi comida! —Entró a la cocina, pero era una gran humareda—. Rayos —tomó la tapa de la olla que hervía, con una agarradera y empezó a abanicar—. Vamos, ¿qué más me puede pasar?
En eso, se oyó la voz de Misty…
—Oye, Ash —traía a Pikachu en sus brazos—, yo tengo a… —en la frente de Ash apareció una gota de sudor que recorrió su mejilla izquierda— Que… —quedó en silencio.
—Fue un descuido, es que buscaba a Pikachu - cerró sus ojos, para recibir un nuevo comentario tan alentador de la joven pelirroja, pero ésta solo dejó bajar a Pikachu que subió en el hombro de su entrenador - ¿eh?
—A ver… alejate por favor —alejó a Ash estirando su brazo derecho, apagó las hornallas que aún estaban prendidas, abrió la ventana de la cocina y luego el ventanal que llevaba al patio, y con unos paños comenzó a hacer viento para que el humo saliera, al cabo de un momento, ya no había humo, pero si una olla quemada…
—Yo ... —Vacilo apenado Ash.
—Sabes que voy a hacer ahora - dijo algo pensativa, Ash retrocedió, algo asustado, y la miró con las cejas en alto—. Voy a tomar esta olla que se quemó —Ash la miró con más miedo— y la voy a tirar —pasó de largo, la tiró en la bolsa de basura y ató la bolsa—. Cierto, mejor sacó la bolsa ahora —tomó la bolsa, salió de la cocina y luego de la casa dejando a un Ash… a un Ash…
—Pero… —su cabeza estaba llena de signos de interrogación— ¿Qué rayos le pegó a ésta? - miró a Pikachu que lo miraba como diciendo "yo no fui"
- No te puedo dejar solo Ash… —exclamó la pelirroja entrando a la cocina, para enjuagarse las manos—, dos minutos y me quemas la casa… - le sonrió, dejándolo más confundido—. Descuida, te prepararé algo yo… me dio hambre a mí también.
—Bueno… —la miró de reojo— como quieras…
Tuvieron una cena muy tranquila, claro, no se dirigían la palabra, solo comían; luego de comer, Ash decidió levantar la mesa y lavar los platos, dejando ahora a Misty confundida.
—Bueno, tú cocinas, yo lavo los platos, prometo no romper nada.
—Por las dudas - respondió nerviosa—, yo seco.
Así, ambos lavaron, y secaron los platos lo más bien, terminado de eso, ambos se quedaron en silencio, sabían que tenían que preguntarle algo al otro. Pero no lo hicieron, se dieron las buenas noches y se retiraron a sus habitaciones…
—Bueno - susurró Misty entrando a su habitación, y apoyándose en la puerta tras cerrarla— Día 1 —sonrió— Convivencia = 1 Guerra = 1.
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