Violet y Mira se encontraban discutiendo sobre los libros, y las cosas inútiles que llevaba mi amiga. Apreté los agarres de mi mochila, una mano se poso en mi hombro. 

Miré a Lilith con algo de duda. 

—Tu padre me hizo prometer que te entregaría esto el día que decidieras cruzar el Parapeto. 

Sobre mi mano dejo un par de dagas, tenía unas runas sobre el mango. Las tomé, Lilith tenía la mandíbula apretada, como si le molestará entregarlas.

—Gracias —murmuré. 

—Él siempre dijo que serías una buena Jinete. Hazlo sentir orgulloso. 

Asentí agradecida antes de volver con las hermanas. Mira me entregó un par de botas y un corset. 

—Mi madre y tu padre son los principales causantes de la ejecución de varios de los marcados. Cuiden está armadura está hecha con escamas de Teine. Y haganme el favor de no morir. No sé me da bien ser hija única. Ah, y tengan cuidado con Xanden y Saoirse Riorson.

— ¡Los hijos de Fen Riorson! —Violet pareció sorprenderse. Y se enfrascó en una conversación sobre los hijos de la Rebelión con Mira. 

Delante de nosotras se encontraba una morena y una castaña, ambas parecían nerviosas a medida que avanzamos. Dejé las dagas de papá en la armadura y apreté el agarre de mi mochila, no presté mucha atención a la conversación de Violet. Me centré en la castaña y el moreno que anotaba nuestros nombres, él parecía un poco molesto antes de mirarme, su mirada se oscureció al notar mi cabello y mis dagas. Una marca de asomaba en su cuello. 

—Nombre. 

—Adhara Blake. 

Me miró como si me estudiara. 

—Ten cuidado con morir ahí Blake —miró a Violet—. Muchas gente querrá su cabeza. 

Lo ignoré.

Violet se agachó y le entregó una bota a Rhiannon. La castaña se volvió y me regaló una sonrisa nerviosa. Me acerqué y le entregué una bota. 

—Toma —ella negó —. Tómalo como una alianza. Soy Adhara. 

—Arwen. 

Me entregó su bota. 

—Bien Arwen, hoy no moriremos —me puse la bota y miré a las tres —. Ninguna. 

Las tres asintieron, Arwen fue la primera en comenzar, la siguió Rhiannon. Antes de que Violet avanzará tomé su mano. 

—Nos vemos en el otro lado, ¿Sí? 

Ella lo confirmó. Traté de sonreír pero salió más como una mueca. Suspiré y comencé a caminar. Hoy no moriría. 

Había una tormenta afuera que hacia que las piedras estuvieran resbalosas, posiblemente por decisión de Lilith. Un suspiro tembloroso salió de mis labios antes de comenzar a caminar, mi pelo se pegó en mi rostro. Arwen iba mucho más adelante que nosotras, la ví caerse de rodillas. Las tres ahogamos un grito. 

— ¡Vamos! —gritó un hombre. Parecía ser al otro lado del Parapeto. 

Comencé a recordar la canción que mi padre solía cantarme: 

Feetikin, feetikin,

When will ye gang?

Una sonrisa se escapó involuntariamente. 

When the nichts turn short,

And the days turn lang,

Creí ver qué Arwen pasó el último tramo. 

I'll toddle and gang,

Toddle and gang!

Rhiannon la siguió. 

Sólo quedaban unos metros más, Violet iba con determinación, pero su rodilla parecía estar resentida del golpe que se había dado atrás. 

—Violet sólo unos metros más, tu puedes. 

Ella asintió, comenzó a avanzar. 

Saltó el último tramo al igual que las demás. Caminé unos metros más y salté. Mis piernas se resintieron al desnivel. 

— ¿Nombre? —un chico moreno preguntó no muy interesado. Parecía querer irse con Arwen por todo lo que miraba, es más, lo identifique como las voz que la alentó a seguir. ¿Eran algo? 

—Adhara Blake —respondí. Él anotó antes de acercarse a Arwen. 

Deje unas manos en mi rodillas y suspiré. Quería sacarme esta ropa, sentía que me ahogaba. Cerré los ojos para evitar una crisis. Rhiannon dejó una mano en mi espalda, Violet estaba con Dain unos metros más allá pero lo dejó hablando sólo, Arwen también se acercó. Las cuatro nos miramos antes de acercar nuestros nudillos en una especie de fraternidad, reímos. 

Violet fue alejada nuevamente por Dain y Arwen fue tomada del brazo por el mismo muchacho, que parecía feliz de verla. Miré la reliquia de ambos en el brazo, había otro muchacho alto de brazos cruzados también con una reliquia, y muchos parches en el uniforme. Cruzaron un par de palabras antes de que ambos hombres se alejaran de donde habíamos venido, una mujer de pelo rosado y con parte del cabello rapado se acercó a Arwen, estaba acompañanda por una mujer morena alta y una rubia con el pelo celeste. Las cuatro terminaron abrazándose, con Rhiannon parecíamos perdidas. Adhara se volteó y nos presentó con una sonrisa. Violet se terminó acercando. 

—Ella es Rhiannon —señaló a la morena. Nos miró —. Y ellas son Adhara y Violet. 

La morena pareció sorprenderse al oir mi nombre. Pero la de pelo rosado pareció molesta. Miré la reliquia de su cuello y miré a Arwen, parecían ser hermanas por el trato y el leve parecido entre ellas. 

—Sus padres son famosos —murmuró con molestia la rosada. La morena la golpeó con suavidad, tenía una mirada profunda.

—No hagan caso. Soy Saoirse Riorson. Cuarta Ala, sección llama, segundo escuadrón.

Asentí. Violet saludó al igual que Rhiannon. 

—Descansen mientras llegan los más candidatos —dijo la rosada. 

Las tres se despidieron de Arwen. Rhiannon comenzó a alejarse para hablar con una muchacha, mientras que Violet se acercó a Dain. Parecía que no había cambiado mucho desde que éramos niños. Me senté y luego sentí la presencia de Arwen. Ambas nos miramos. Ella me entregó mi bota, yo le devolví la suya.

—Conoces a varias personas... —dije. 

Ella asintió con una leve sonrisa. 

—Son mi familia. 

Me pareció raro. No tenía ningún parecido a los Riorson, es más, estaba segura oir que su apellido era Cardulo.

— ¿Eres familia de los Riorson? Pensé que tú apellido era Cardulo... —ella rió.

—Ah, es que es una larga historia. 

La miré esperando que fuera una amistad sincera. 

—Tienes tres años para contarme Arwen. 

Sonreí mientras quitaba el cabello de mi rostro.