45
Hace rato que habíamos llegado al club, los chicos estaban bebiendo y bailando sin parar, como de costumbre yo me senté en el reservado pues me agobiaba tanta gente. Vi a Isa bailar con un chico que le estaba dando a probar algo y negué bufando, le tengo dicho que tenga cuidado con esas cosas. Me levanto y tiro de ella hacia el reservado haciendo que el tipo me mire mal.
-¿Qué haces?- me pregunta ella cruzándose de brazos.
-Salvarte de un buen marrón, ese tipo quería algo mas y tu colocada no sabes lo que haces- la miro entrecerrando los ojos -¿Qué quieres joder todo con Zasko?-
-Bufff tienes razón- hace una mueca y me mira -Bueno gracias mami Ro-
Niego soltando una carcajada y veo como se va a bailar con Ana, presiento que estas dos se van a llevar muy bien. Agarro una copa aunque se que no debería, ya llevo varias a escondidas. Salgo por la puerta trasera del club, ya es normal en mi escaparme por ahí de las fiestas. Fuera me encuentro al hermano de Alberto fumando.
-Hola Carlos- le saludo sonriente.
-Hombre, ¿Qué haces tú por aquí?- me pregunta curioso.
-Necesitaba aire fresco- añado apoyándome contra la pared.
Él me mira sonriendo y me tiende el cigarro, lo agarro y le doy varias caladas devolviéndoselo. Al parecer el alcohol y el tabaco me están haciendo mucho efecto, comienzo a sentirme algo mareada.
-Creo que voy al baño- digo haciendo una mueca y entro de nuevo al club.
Voy hacia el baño y espero un poco ya que haya cola, cuando me toca entró rápido y me provoco el vómito porque se perfectamente que las he cagado bebiendo tanto. Cuando estoy un poco más sosegada salgo del cubículo y me echó algo de agua en la nuca, suspiro mirando mi reflejo. Salgo del baño y vuelvo al reservado, donde yo estaba sentada antes hay un chico rubio que no conozco.
-Perdona, este lado está reservado para mí grupo- digo cruzándome de brazos.
-No veo que ponga ningún nombre- dice él en tono burlón.
-Tampoco está el tuyo- digo rodando los ojos y el chico me mira mal.
-No estoy para tonterías guapa- me dice amenazante.
-¿Te crees que yo si?- lo miro incrédula -Te he venido hablando bien y te has puesto a vacilarme-
-Eres un incordio eh- me dice negando a lo que yo entrecierro los ojos.
-El incordio eres tú, mosca cojonera. Has venido a joder a la equivocada- digo de mala gana.
El chico se levanta mirándome fijamente y me agarra por la garganta dejándome en shock. Con su mano aprieta mi cuello haciendo que mi respiración se corte poco a poco.
-Ahora no eres tan chulita- dice divertido acercando su cara más a mí -Mmm no estás tan mal-
Me mira de arriba a abajo, sin quitar su mano de mí cuello, me acerca más a él y me besa haciendo que sienta repugnancia. Comienzo a darle golpes intentando que me suelte pero es más fuerte que yo. De un momento a otro caigo al suelo tosiendo descontroladamente y en busca de aire mientras veo que Ginés está encima del tipo pegándole tal paliza que incluso a mí me asusta.
-¡Para Ginés!- le ruego mientras me agarro la garganta -GINÉS-
Mi chillo hace que mis amigos se percaten de la situación y vengan a ayudar, entre Juan y Alberto separan a Ginés del rubio que me mira con asco.
-No sé te ocurra ni mirarla cabrón- dice Ginés intentando que Alberto lo suelte, la vena de su cuello se hacía notar.
-Será mejor que te vayas de aquí- añade Juan muy serio empujando al chico.
Se pierde entre la gente deprisa, mientras Ana me ayuda a levantarme y me da algo de agua. Suspiro pesadamente al notar un dolor agudo de cabeza, agarro mi bolso y saco una pastilla tomándome la enseguida. Walls está sentado en el sillón con los puños apretados y la mirada perdida. Me acerco a él y paso mi brazo por encima de sus hombros atrayéndolo hacia mí.
-Gracias, no sé qué me podría haber hecho- digo haciendo una mueca.
-¿Qué coño hacías con él?- me pregunta de mala gana.
-Se había sentado aquí y le he pedido que se fuera pero se me ha puesto chulo- ruedo los ojos.
-¿Y? ¿Tenías que quedarte por encima de él o que?- me dice y yo lo miro incrédula.
-¿Qué dices Ginés?- bufo apartándome de él -No iba a dejar qué se riera de mi-
-Casi te mata Rocío y te importa más tu puto orgullo- añade él cortante.
-Mira paso de discutir- le doy la espalda apretando la mandíbula.
Siento como se acerca pero pasa de largo por mi lado y me quedo como tonta viendo cómo se va. Sinceramente no me hace gracia que se ponga en ese plan, no tiene derecho a decirme lo que debo o no hacer, creo que tengo la suficiente madurez para saber lo que hacer por mi misma.
Agarro otra copa y me la tomo de una sentada mientras suspiro pesadamente, no entiendo como no soy capaz de afrontar mis problemas directamente como debería. Veo a Alberto venir hacia mí y me hago la tonta porque seguramente me haya visto.
-¿Qué haces?- me quita la copa mirándome fijamente y niega.
-Estaba bebiendo y difrutando- digo obvia.
-Eso ya lo podrás hacer más adelante, ahora tienes a tu novio cabreado y deberías irte a dormir, mezclar alcohol con pastillas no es nada bueno- dice agarrándome del brazo y tirando de mí hacia fuera del club.
-Perdona pero mi novio se ha cabreado porque ha querido- digo rodando los ojos.
-Se ha cabreado con razón Rocío, últimamente te subes mucho con la gente como si no te pudieran hacer nada hasta que pasa, como hoy- añade suspirando.
No vuelvo a decir nada más, no me aparece hablar del tema. Entro en su coche y me lleva hasta casa. Cuando aparca enfrente de mi portal ni me despido, bajo del coche dando un portazo y subo a mí piso. Entro dando nuevamente un portazo, me da igual todo, total estoy sola.
Me cambio rápido y me meto en la cama, siento rabia e impotencia porque en el fondo sé que la he jodido yo aunque mi orgullo me supere. Miro la hora y son las 5 am, no tengo ni un mísero mensaje de nadie. Agarro mis auriculares y me pongo la música a tope, no soy capaz de dormir, mi cabeza solo hace darle vueltas a las cosas.
No sé cuánto tiempo ha pasado pero de repente siento unas manos en mi cintura, me hago la dormida enseguida. Walls me quita los auriculares y pone el móvil en la mesilla, se acurruca conmigo y deja un beso en mi pelo mientras me lo acaricia.
-Buenas noches pequeña- dice suspirando -Siento mi puto mal humor y ser tan prepotente pero me importas demasiado joder-
-Ginés ha sido culpa mía- me giro quedando cara a cara con él -Tienes razón he cambiado mucho últimamente, me da miedo, no se lo que hago muchas veces y puede pasarme cualquier cosa por mis tonterías-
-No te preocupes, yo estaré aquí para recordarte que no es bueno enfrentarse a tíos más grandes que tú un cacho- dice divertido dejando un beso en mi frente -Descansa anda-
Lo abracé por la cintura mientras enterraba mi cabeza en su pecho inhalando su aroma. Tenerlo ahí conmigo me daba la paz que tanto necesitaba para dormir, en menos de 5 minutos entre sus caricias y mimos me quedé dormida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro