XX
CHAPTER TWENTY
═════"The woman on the wall"═════
Cuando la noche se asomo por su ventana; pudo escuchar pasos entrando en el comedor.
Sus manos dejaron el libro que leía a un lado para dirigirse a la habitación de Nesta que se encontraba conectada a la suya. Cuando sus manos abrieron la puerta, pudo encontrarse a su hermana mayor, enfundada en un vestido azul de manga larga.
Nesta la miro con rigidez cuando entro a su habitación.
—¿Bajaras a cenar? —pregunto la menor recargada en el umbral de la puerta.
La postura de Nesta se tensó al escuchar las palabras de Rochelle; a lo que simplemente asintió.
Un silencio incomodo se instaló entre las dos.
Tal vez Elain se encontraría un poco mejor si saliera de la habitación.
Rochelle se retiró de la habitación de Nesta sin decir palabra alguna, mientras sus pies se dirigían hacia la habitación de Elain.
Ella se encontraba como de costumbre sentada mientras observaba la ventana y ni un solo suspiro salió de sus labios cuando escucho a su hermana entrar. La menor se acercó cautelosamente hacia Elain, y termino por colocar su mano en su hombro cuando llego a su lado.
—¿Bajaras a cenar...? —. Aquella pregunta apenas fue audible. Sabia por lo que su hermana estaba pasando en esos momentos. Y no quería presionarla al respecto —Feyre vendrá... —. Sus palabras quedaron en el aire apenas vio la mirada perdida de su hermana mayor.
La palma de su mano se deslizo hasta la de Elain y le dio un pequeño apretón, para después despedirse de ella con un beso en la frente.
》✧《
Cuando Nesta, Lucien y Rochelle llegaron al comedor; Feyre se dirigió hacia ellos para recibirlos.
Feyre le dio un fuerte abrazo para después dirigirse hacia Nesta y Lucien. Todos los demás ya se encontraban sentados en la mesa principal; así que Rochelle decidió acompañarlos, tomando asiento junto a Cassian. Justo en frente de Azriel.
Este le dirigió una pequeña sonrisa que ella no dudo en devolverle.
El ruido de un metal posándose sobre la mesa los hizo romper aquel contacto visual que mantenían.
La casa había posado una jarra de vino lista para servirse, algo que no dudaron en hacer.
Al menos compartían su gusto por el vino. Pensó la menor.
—... ¿De dónde salió ese vestido? —. La exclamación de Mor hizo que la atención de Rochelle se posara en ella y su hermana mayor.
La mujer de vestido rojo se inclino para tocar en inspeccionar la tela del vestido de Nesta, que se encontraba con la espalda recta y los hombros hacia atrás.
—Quiero uno —dijo haciendo puchero hacia Feyre. Una sonrisa de diversión se extendió en el rostro de la menor. Pero al parecer a Nesta no le agradaba mucho tener a Mor cerca de ella. — ¿De donde sacaron estos vestidos? —. Aquella pregunta la hizo volteando a ver a Rochelle y su vestido azul marino con diamantes en el borde.
La chica retiro la copa de vino de sus labios y se apresuro a hablar cuando noto a su hermana mayor preparándose para decir algo.
—La casa..., —dijo rápidamente llamando la atención de las personas en la mesa. —Nos da todo... —. Un sonrojo de extendió por su rostro en el momento que termino de dar su pequeña explicación.
Un hilo de silencio creció en la habitación; hasta que fue nuevamente cortado por la rubia.
—Que bueno que no seamos del mismo tamaño... si no, bien podría estar tentada a robarte ese vestido.
—Probablemente se lo arrancarías —murmuro Cassian.
El rostro de Nesta se mantuvo frio e inexpresivo. Su mirada recorrió el cuerpo de Mor enfundo en el vestido rojo que exponía gran parte de su abdomen y vientre, la espalda y el pecho, y luego la falda suelta con partes semitransparentes que dejaban a ver sus piernas.
—Afortunadamente para ti —dijo Nesta —. No comparto ese sentimiento.
Azriel y Rochelle tosieron en su copa de vino.
La menor miro a su hermana con una mirada de enojo y vergüenza. No conocía a Mor, pero nadie merecía ser humillada de esa manera.
Se aseguraría de pedirle disculpas mas tarde.
—Vamos a necesitar más vino.
》✧《
Después de un rato la cena siguió. La tensión seguía ahí, especialmente por el comentario que Amren le había dirigido acerca de los poderes que el caldero le había otorgado.
No podía seguir negando que poseía alguna clase de poder, a ese punto ya le parecía imposible. Pero aquellas palabras no dejaban de rondarle la cabeza.
Puedo ver la tormenta en tus ojos.
Un pequeño suspiro salió de sus labios.
Aquel suspiro fue callado por una suave caricia en su mejilla, una que ya conocía bien.
Una pequeña sombra acariciaba su cuello y mejillas en un gesto tranquilizador. Aquel momento le recordó a el día que había conocido a Azriel.
Ella levanto su cabeza para mirarlo, pero el parecía estar distraído escuchando la conversación de los demás.
Su ceño se frunció cuando vio como la miraba de reojo y sonreía ligeramente mientras continuaba escuchando atentamente.
Rochelle lo miro con el ceño fruncido.
Sus manos se dirigieron a las faldas de su vestido, levantándolo ligeramente para dejar sus pies al descubierto, este se estiro hasta dejar una pequeña patada en la pantorrilla de Azriel; llamando su atención.
El cantor de sombras giro su cabeza instantáneamente para verla. Cuando sus ojos se posaron en ella, esta le dirigió una sonrisa aun con su cabeza recargada en la palma de su mano. Era una sonrisa suave, pero que parecía decirle muchas cosas.
Sus ojos parecían estar hablándole, era como si pudiera leer cada una de las emociones que le transmitían sus ojos verde-azulados.
Él le devolvió la sonrisa.
No necesitaron decirse nada mas el uno al otro. Simplemente se observaron por lo que parecieron horas.
—...Azriel es el único bien educado—. Aquellas palabras pronunciadas por Feyre hicieron que Rochelle saliera de la ensoñación que tenía con Azriel.
Los gritos de indignación de Mor y Cassian no se hicieron esperar.
La menor simplemente observó a su hermana con indignación plasmada en su rostro.
Ella era educada... bueno tal vez no tanto...
—¡Oh, no me mires así! —exclamo Feyre en su dirección desde el extremo de la mesa —. Eres la persona menos educada que conozco —. Su hermana definitivamente ya se había pasado de copas.
Una exclamación de indignación salió de su boca a la par que está casi se caía al suelo.
—¿¡Yo!?—dijo la menor en un grito agudo. —¡Jamás te había escuchado decir tantas mentiras Feyre!
Feyre simplemente soltó una fuerte carcajada que pareció durar horas; ella se reía y reía mientras los invitados en la mesa la observaban.
Rochelle la observo desde su lugar en la mesa. Sus manos se apretaron alrededor de su copa con molestia.
—¿Sabes...? —dijo Feyre tratando de recuperar su aliento. —Acabo de recordar aquel día cuando tenías siete años y te pusiste super borracha con el vino de la cava de papá...—. Su respiración volvió a atascarse cuando otra larga carcajada.
Cassian soltó una carcajada uniéndose a Feyre.
Los demás sentados en la mesa se giraron a verla, pero ella simplemente giro su cabeza en un bufido.
—¿Como sucedió eso? —pregunto Cassian aun entre risas.
Feyre tomo una fuerte respiración.
—Mis padres habían tenido una reunión con unos amigos, y ya sabes estaban tomando un vino de la reserva de papa... y Rochelle los vio y le pregunto a Mamá si podía tomar un poco... —tomo otra respiración tratando de aguantar la risa. —Pero claramente dijo que no. Así que Elle tuvo la grandiosa idea de escabullirse en la cava y tomar del barril del vino caro de papá, pero... —hizo una pausa. —No pudo parar...
Lágrimas de diversión comenzaban a salir del rostro de su hermana.
—La encontré horas después...—dijo sosteniéndose el estómago. —Muy borracha...
Para ese punto Rochelle ya ni siquiera la veía a los ojos. Se encontraba con los brazos cruzados y los ojos clavados en el techo.
Después de un rato, hasta Azriel soltó una pequeña risita. Ella le lanzo una mirada asesina.
—¿Te recuerdo lo que sucedió después de eso? —dijo Rochelle haciendo que las risitas de los presentes se callaran en un segundo.
El rostro de Feyre se puso pálido.
—Si lo recuerdo... —un carraspeo salió de su garganta. — No fue muy bonito...
Menor la miro directamente a los ojos, y una sonrisa maliciosa apareció en su rostro.
—No... no fue bonito —. Si ella caía en humillación, su hermana también—...para ti.
Feyre le lanzo una mirada de súplica.
No te atrevas.
La voz de Feyre apareció en su mente.
Mi-ra-me.
—Después de que me encontró borracha en la cava..., se tropezó con uno de los barriles abiertos haciendo que todo el vino le cayera encima...—hizo una pausa para darle un sorbido a su copa. — Su ropa estaba empapada en vino, y cuando fue a pedirle ayuda a nuestros padres; se dio cuenta de que los invitados seguían ahí. —dio otro pequeño sorbo antes de soltar la bomba —. Se vomito de los nervios en los zapatos de uno de ellos.
Rhysand y Cassian explotaron en una carcajada.
Una mirada de autosuficiencia se extendió por el rostro de la menor.
Feyre se hundió en su asiento tratando de no reírse.
—Te odio. —dijo Feyre aguantándose la risa.
—Yo también te amo Fey. —dijo Rochelle lanzándole un beso con la mano.
》✧《
Después de unas horas entre risas, los invitados y Feyre se retiraron.
Había sido una noche muy divertida. Pero si no se iba a dormir ahora; tendría la peor resaca de su vida en la mañana. Había bebido muchísimo vino.
Lucien y Nesta se habían ido hacia un rato y Rochelle simplemente se quedo a despedirse de los demás.
Sus lentos y atontados pasos resonaban por los pasillos de la casa del viento en camino a su habitación. Las yemas de sus dedos rozaban las paredes y cuadros hermosos colgados en ellas; incluso de detuvo frente a uno de ellos para observarlo de cerca.
Era el cuadro de una mujer. Una muy hermosa.
Su pelo era largo y negro; tan negro como la noche misma. Tenia la piel tostada y sedosa. Pero lo que llamo su atención, fueron sus ojos. Aquellos ojos violetas que ya había visto una vez en Rhys.
Aquella mujer era básicamente la versión femenina de Rhysand.
Un jadeo salió de sus labios cuando se dio cuenta.
Sus ojos rápidamente viajaron al borde del marco en el que se encontraban una placa dorada con unas letras talladas.
Los parpados de sus ojos se achinaron tratando de leer lo que decía en ellas, pero la borrachera le estaba jugando una mala pasada.
Entre sus intentos de leer aquellas letras, una rápida brisa le acaricio la espalda. Fue rápida pero lo suficientemente fuerte para llamar su atención.
Sus ojos se movieron frenéticamente por el pasillo, tratando de identificar el origen de aquella brisa.
Y ahí al final de el pasillo, se asomaba la figura de una mujer.
No cualquier mujer.
La hermana de Rhysand.
He vuelto...
Fotos reales mias regresando de mi entierro.
Ahora soy una nueva persona.
Pero bueno, eso lo hablaremos después.
¿Como están? Espero que les guste el cap.
Y para informarles les que probablemente empiece a escribir un fanfic de Xaden Riorson y otro de Alex Volkov.
Para que estén pendientes 🫣.
Voten y comenten.
Byeeeee
-MAGIKSM
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro