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Look change.
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Haewon estaba hablando con Bae en la sala de descanso de la agencia, disfrutando de un momento de relajación después de un día largo y agotador.

Bae, siempre llena de energía, estaba contando una anécdota divertida sobre uno de sus últimos ensayos. Sin embargo, en medio de la conversación, la expresión de Bae cambió repentinamente a una de sorpresa y asombro.

—¡Haewon, mira!—exclamó Bae, empujándola ligeramente hacia un lado.

Haewon se giró rápidamente para ver qué había causado tal reacción en su amiga. Allí, parada en la entrada de la habitación, estaba Lily.

Pero no era la misma Lily de siempre. Su cabello, antes de un tono más natural, ahora era rubio con mechas negras, un cambio radical que resaltaba su belleza y le daba un aire misterioso y provocador. Sus ojos, enmarcados por el nuevo color, parecían brillar aún más intensamente.

Haewon quedó tan sorprendida por la transformación que perdió el equilibrio, cayendo sentada al suelo y dejando escapar un quejido.

—Lily...—murmuró, sin poder apartar la vista de ella. Lily con una ligera sonrisa en los labios avanzó lentamente hacia Haewon.

—¿Te sorprende mi nuevo look?—preguntó con voz suave pero llena de intención.

Haewon se quedó sin palabras por un momento, todavía aturdida por la repentina y llamativa aparición.

—Sí, es... impresionante—logró decir finalmente, levantándose con la ayuda de Bae, quien observaba la escena con una mezcla de curiosidad y diversión.

Lily se acercó aún más, hasta quedar apenas a unos centímetros de Haewon.—Pensé que era hora de un cambio—dijo, sus ojos fijos en los de Haewon, haciendo que esta última sintiera un estremecimiento recorrer su cuerpo.—Y parece que causó el efecto deseado.—

Haewon tragó saliva, intentando calmar los nervios que comenzaban a agitarse en su interior.—Definitivamente lo lograste—respondió, su voz apenas un susurro.

Lily alzó una ceja, con una expresión que mezclaba desafío y curiosidad.—¿Y qué piensas al respecto, Haewon?—

La cercanía de Lily, el cambio en su apariencia, y la intensidad de su mirada estaban haciendo que Haewon se sintiera completamente desarmada. —Creo que... te ves increíble—admitió, sintiendo que el rubor comenzaba a teñir sus mejillas.

Bae, que había estado observando en silencio, decidió intervenir.—Bueno, parece que alguien está disfrutando de la nueva imagen de Lily—dijo con una risa suave, intentando aliviar la tensión en el aire.

Lily se apartó ligeramente, pero sus ojos no dejaron de mirar a Haewon. —Me alegra que pienses así—dijo, su voz bajando de tono, casi en un murmullo íntimo.

Haewon no pudo evitar sentir un torbellino de emociones. El nuevo look de Lily no solo era un cambio estético, sino que parecía traer consigo una nueva energía, una que hacía que todo su cuerpo reaccionara de formas que apenas podía controlar.

—Voy a buscar más bebidas—anunció Bae, dejándolas solas en la sala.

Haewon intentó disimuladamente tomar el brazo de Bae para evitar que se fuera, pero Bae, sin entender la señal, se alejó rápidamente, dejándola sola con Lily.

El silencio que siguió fue denso, cargado de una tensión que ambas podían sentir. Lily aprovechó la oportunidad y se acercó aún más a Haewon, su voz baja y suave. —Haewon, ¿por qué siempre intentas esquivarme?—preguntó, sus ojos perforando los de Haewon.

Haewon sintió su corazón latir con fuerza.—Yo... no es eso—intentó decir, pero su voz se quebró.

Lily esbozó una sonrisa ladeada.—No mientas—dijo, dando un paso más cerca.—Noté cómo me mirabas durante toda la sesión. En cada lugar que iba, en cada momento. No dejaste de seguirme con la mirada.—

Haewon intentó responder, pero las palabras no salían. Su boca se abrió y cerró sin emitir sonido, mientras sentía que el calor subía por su cuello y sus mejillas.

—Dime, Haewon—continuó Lily, inclinándose lo suficiente para que sus labios casi rozaran el oído de Haewon. —¿Tan atractiva te parezco?—

Haewon estaba realmente nerviosa, su cuerpo entero temblaba ligeramente, y sus manos sudaban. Intentó decir algo, pero solo pudo tartamudear.—Yo...es que...tú...—

Lily soltó una risa suave, acariciando con la yema de sus dedos la mejilla de Haewon.—Te pones tan nerviosa. Es adorable—susurró.

Haewon cerró los ojos, sintiendo la electricidad del contacto de Lily recorrer su piel.—Lily, yo...—

Antes de que pudiera terminar la frase, Lily la interrumpió suavemente.—Shh, no tienes que decir nada ahora— murmuró, sus labios rozando la oreja de Haewon.—Solo... piensa en ello.—

En ese momento, Bae volvió con las bebidas, interrumpiendo la atmósfera cargada.—¡Aquí tienen!—dijo alegremente, sin notar la tensión que había llenado la sala.

Lily se apartó ligeramente, pero no dejó de mirar a Haewon.—Gracias, Bae—dijo, tomando su bebida.

Haewon se sintió aliviada y decepcionada al mismo tiempo.
Bae las ve muy calladas y a Haewon algo nerviosa, por lo que pregunta.

—¿Qué les pasa?

Haewon responde con voz algo agitada—Nada.—

Bae frunce el ceño.—Conozco a Haewon. Ya díganme, ¿se besaron o qué?—

Haewon, visiblemente alterada, le grita—¡Cállate, Bae!—

—¿Por qué tan grosera?—pregunta Lily.

—¿Por qué tan grosera?—replica Bae con una sonrisa.—No soy grosera, soy honesta.—

Antes de que Bae pueda decir algo más, Haewon la golpea en el brazo, sin mucha fuerza, pero con suficiente intensidad como para que Bae se eche hacia atrás, frotándose el lugar donde recibió el golpe.

—¡Ouch! ¿Qué fue eso?—se queja Bae, mirando a Haewon con una mezcla de sorpresa y diversión.

—Perdona, pero no es el momento— responde Haewon, su voz temblando ligeramente mientras evita la mirada de Lily.

Lily observa la escena en silencio, sus ojos fijos en Haewon. Hay un brillo en su mirada, una mezcla de curiosidad y algo más que Haewon no puede identificar del todo.

—Vamos, Bae—dice Lily finalmente, su voz baja pero firme.—Deja a Haewon en paz.—

Bae levanta las manos en señal de rendición.—Está bien, está bien. Me voy. Pero ustedes dos necesitan resolver esto—dice mientras se aleja, lanzándoles una última mirada significativa.