
𝓡𝓮𝔂 𝓑𝓮𝓷 - 𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐔𝐧𝐨
🧜🏻♀️
Mélodie es una chica de belleza única y corazón dulce, aunque sus raíces provengan del lado más oscuro. Hija de Lefou, el fiel compinche de Gastón, y de Morgana, una sirena cruel y temida de Nunca Jamás, Mélodie ha heredado lo mejor de ambos mundos. Su piel es trigueña y su cabello, negro y ondulado, cae en cascadas hasta su cintura, a menudo adornado con pequeños caracoles y perlas que brillan bajo la luz del sol. Sus ojos son de un azul profundo, como las aguas más misteriosas del océano, y en ellos siempre se puede ver un destello de ternura, a pesar de sus orígenes.
Aunque está destinada a ser una villana, Mélodie es cariñosa, amable y empática, cualidades que la hacen destacar entre la tripulación pirata de su mejor amiga, Uma. Sabe ser feroz cuando la situación lo requiere, pero prefiere usar el diálogo y la paz para resolver conflictos. Su voz, heredada de su madre sirena, es melodiosa y encantadora, capaz de calmar hasta el mar más agitado. Sin embargo, a pesar de su dulzura, tiene una lealtad inquebrantable hacia sus amigos, especialmente hacia Uma, y haría cualquier cosa por protegerlos.
Mélodie se acomodó sobre la barra, desenredando su largo cabello oscuro con dedos ágiles, mientras su primo Gil, con una sartén en mano, peleaba un par de huevos con destreza. El aroma a comida sencilla llenaba el bar, cuando de repente, el sonido estruendoso de las puertas abriéndose de golpe la hizo girar la cabeza con curiosidad.
- ¡Harry! - exclamó con una sonrisa divertida, inclinando su cuerpo hacia adelante sobre la barra. Su mirada se posó en el hijo del capitán Garfio, que ya había hecho de las suyas, subiendo de un salto a una mesa cercana.
- ¿Qué tal, Mel? - respondió Harry con una sonrisa traviesa mientras encendía la pequeña televisión colgada en la pared.
En ese momento, Uma apareció con un plato de comida en las manos y lo dejó frente a Harry con un gesto despreocupado.
- Esto es un asco - murmuró él, mirando la pantalla donde la imagen de Mal llenaba el pequeño televisor.
Sin decir nada, Uma tomó un pedazo de comida de su plato y, con un gesto lleno de desprecio, lo lanzó directo contra la televisión, manchando la imagen de Mal.
- Traidora - masculló Uma entre dientes, volteando hacia los demás, como si buscara confirmar que todos compartían su sentimiento. - ¿Entonces? - preguntó, con las manos en las caderas.
Uno por uno, los que estaban presentes empezaron a seguir su ejemplo, lanzando comida hacia la pantalla sin pensarlo dos veces. Todos, menos Mélodie, que observaba la escena con los brazos cruzados, sin moverse.
- Me encantaría borrar esa sonrisa de sus caras - añadió Harry, con una mueca que dejaba ver sus intenciones. - ¿Me entienden?
Mélodie levantó una ceja, pero antes de que pudiera decir algo, Uma alzó la voz con una autoridad que no dejaba espacio para discusión.
- ¡Gil! - gritó, haciendo que el rubio levantara la vista de su sartén con evidente pereza. - Dejá de comer huevos y seguí con el programa - ordenó Uma con una mezcla de impaciencia y fastidio.
- Claro, como digas - respondió Gil, tragando el último bocado antes de volver a centrarse en lo que sucedía.
- Esa traidora... ¡Nos dejó aquí! - continuó Uma con su discurso, su rabia más palpable con cada palabra. - Nos dio la espalda y abandonó todo lo que éramos.
- Le dio la espalda al mal - añadió Harry, levantando un dedo en señal de acuerdo.
- Y dijo que no eras lo suficientemente mala para estar en su pandilla - dijo Gil, volviendo con una bandeja en las manos. El silencio cayó de golpe en el bar, todos mirando a Gil con expresión de incredulidad. - Cuando éramos niños... Vamos, ¿no lo recuerdan? La llamó camarón, y como que le quedó - agregó, encogiéndose de hombros, pero se cayó rápidamente cuando vio que Mélodie negaba con la cabeza, molesta.
- Esa soberbia brujita - gruñó Uma, apretando los dientes, con la mirada fija en la televisión. - Se llevó todo lo que quería, dejándome a mí sin nada.
Gil, ignorando el ambiente tenso, intentó contribuir de nuevo. - No, te dejó el arenero y dijo que podías tener el cama-
Antes de que pudiera terminar, Mélodie lo empujó suavemente para que se callara, bajándose de la mesa con agilidad.
- Cállate, Gil - le susurró, sin quitarle la vista de encima, consciente de que una palabra más podría encender a Uma o a Harry.
Mélodie se giró hacia Uma y, con tono calmado pero firme, trató de suavizar la tensión. - Escucha, Uma, tenemos nuestro propio territorio aquí. Que ellos se queden en su aburrido Auradon. No necesitamos más.
Uma, sin embargo, no estaba dispuesta a dejarlo pasar. Señaló la televisión apagada con desdén. - Ese es su territorio ahora, pero yo lo quiero. - Golpeó la mesa con fuerza, haciendo eco en el silencio del bar. - No nos van a dejar viviendo de las sobras, ni a mí, ni al hijo de Garfio, ni al hijo de Gastón, ni a la hija de Lefou. ¡Y mucho menos a mí, la hija de Úrsula! - dijo, envolviendo a Harry y Gil en un abrazo rápido, antes de soltarlos con energía. Luego se volvió hacia Harry, con una mirada intensa. - ¿Cuál es mi nombre?
Harry, siempre fiel, se arrodilló con rapidez, quitándose el sombrero con una reverencia exagerada.
- Uma... - respondió con devoción, mientras Mélodie lo observaba.
- ¿Cuál es mí nombre? - volteó hacia Melodie y Gil.
- ¿Uma? - hablaron al unísono.
- What's my name? What'smy name?
- Uma!
- This is all hands on deck
Calling out to lost boys and girls
I'm gettin' tired of the disrespect
We won't stop 'til we rule the world
It's our time, we up next (next, next)
Our sail's about to be set (set, set)
They ain't seen nothing yet
Tell 'em who's in charge so they don't forget
What's my name? What's my name? (Uma)
-Say it louder
What's my name? What's my name? (Uma)
- Feel the power
No one's gonna stop us soon the world will be ours
What's my name? What's my name?
What's it? What's it? Say it, say it loud (Uma, Uma)
- All eyes on me, let me see 'em (Uma, Uma)
- What's it? What's it? Say it, say it (Uma, ah ah)
-Uma
- I'm the queen of this town
I call the shots, you know who I am
I don't need to wear no fake crown
Stand up to me, you don't stand a chance
It's our time, we up next (next, next)
My crew's as real as it gets (gets, gets)
The worst are now the best
And leaving us here will be their last regret
- What's my name? What's my name? (Uma)
Say it louder
What's my name? What's my name? (Uma)
Feel the power (whoa)
No one's gonna stop us, soon the world will be ours (yeah)
What's my name? What's my name?
What's it? What's it? Say it, say it
- You know what they say, bad girls have all the fun
Never learned how to count 'cause I'm number one
Ready here, we come, we always get our way
It's a pirate's life, every single day (hey)
She's the captain, I'm the first mate
Enemies seasick, can't see straight
Call 'em fish bait, throw 'em on a hook
Uma's so hot they get burned if they look (ah)
It's all eyes on me, let me see 'em
I see your eyes on me boys, hey
- You know what my name is
Say it, say it louder
Ho, whoa
Come on
What's my name? What's my name? (Uma)
Say it louder (hey)
What's my name? What's my name? (Uma)
Feel the power (ooh whoa-ooh)
No one's gonna stop us, soon the world will be ours (no one's gonna stop us, no, no-no)
What's my name? What's my name?
What's it? What's it? Say it, say it
(Uma, Uma)
All eyes on me, let me see 'em (Uma)
What's it? What's it? Say it, say it (Uma)
Ooh, say it louder (Uma, Uma)
Ooh, say it louder (Uma, Uma)
What's it? What's it? Say it, say it
- Uma
La oscuridad comenzaba a envolver la Isla de los Perdidos mientras Mélodie caminaba al lado de Gil. Ambos iban en silencio, sumidos en pensamientos, pero esos pensamientos no eran nuevos. Eran recuerdos, imágenes de una chica de cabello púrpura que ahora parecía estar más cerca de lo que imaginaban.
- No puedo creer que haya vuelto a la isla - suspiró Mélodie, abrazando la canasta de caracoles que había recolectado durante el día. Su mirada se perdía en el horizonte, donde las luces de Auradon parecían brillar con desdén. - Creí que ella y el Rey Ben eran felices allá. ¿Por qué volvería, teniendo la oportunidad de vivir una vida mejor en Auradon?
Gil, que caminaba a su lado masticando despreocupadamente un huevo duro, habló entre bocados. - Supongo que Auradon no es tan perfecto como parece.
- No es justo - refunfuñó Mélodie, su voz se llenaba de frustración. - La llevaron a ella, le dieron una oportunidad. Siempre he querido estudiar, ser algo más que una "villana". ¿Solo los sueños de los demás importan? ¿Qué hay de los nuestros?
Gil se encogió de hombros, pero sus ojos mostraban comprensión. - El Rey Ben no lo ve de esa manera, Meli. Seguro está haciendo lo posible por ayudar a Jay, Mal, Evie y Carlos a adaptarse.
La castaña frunció el ceño, su irritación evidente. Empujó a un hombre que se interponía en su camino sin pensarlo dos veces. En la Isla, no había tiempo para delicadezas. Gil, siempre protector, la siguió de cerca, observando a los demás con una mirada desafiante, una advertencia para cualquiera que pensara en molestarlos. Así era la vida en la isla. Nadie te cuidaba más que los tuyos, y en ese mundo sombrío y traicionero, la lealtad lo era todo.
Gil y Mélodie salieron del callejón, caminando con rapidez. De repente, Gil chocó contra alguien de manera inesperada, lo que lo hizo retroceder bruscamente. El impacto lo empujó hacia atrás, haciendo que Mélodie, que estaba justo detrás de él, perdiera el equilibrio. La canasta de caracoles que llevaba se volcó, y las pequeñas criaturas rodaron por el suelo.
- ¡Gil! - exclamó Mélodie con frustración, agachándose rápidamente para recoger los caracoles esparcidos.
Mientras ella se ocupaba de recuperar su valiosa recolección, su primo ya había empezado una conversación animada con la persona con la que había chocado.
- ¡Hey! ¡Yo te conozco! - dijo Gil, con su característica emoción, sonriendo de oreja a oreja.
Una voz masculina, algo confundida, respondió. - Eh, no, no lo creo, viejo.
- ¡Vamos, hombre! Déjame darte una pista... Mi padre es rápido y su cuello... - Gil señaló su propio cuello, esperando que la referencia fuera suficiente para encender una chispa de reconocimiento en el otro.
En ese momento, Mélodie, que ya había recogido la mayoría de los caracoles, se levantó. Al alzar la mirada, sus ojos se ensancharon al reconocer a la persona frente a ellos. Evie, Carlos y Jay también parecían sorprendidos, intercambiando miradas entre sí. Pero lo que más llamó la atención de Mélodie fue el joven que estaba justo al frente, mirándola con una mezcla de asombro y nerviosismo. Era el Rey Ben, y su mirada estaba fija en ella de una manera que la desconcertó.
Ben parecía hipnotizado, sus labios moviéndose como si intentara decir algo, pero solo murmuraba palabras ininteligibles. No podía apartar la vista de ella.
- ¡Eres el Rey Ben! - chilló Mélodie con una mezcla de sorpresa y algo de espanto. Su tono hizo que Gil, que seguía sin darse cuenta de la situación, finalmente captara de quién estaba hablando.
- ¡Oh! ¡Es verdad! - exclamó Gil, mirando a Ben, y luego a los demás. - ¡Y ustedes son Evie, Jay y Carlos! ¡Hola chicos! - dijo alegremente, levantando la mano para saludarlos.
Pero antes de que pudiera seguir hablando, Mélodie le puso una mano en el pecho para detenerlo. - Tranquilo, Gil.
Con una sonrisa juguetona, Mélodie comenzó a acercarse al grupo con pasos lentos y controlados, meneando ligeramente las caderas. Su presencia, elegante y coqueta por naturaleza, no pasó desapercibida. Ben la observaba, incapaz de desviar la mirada, mientras Jay y Carlos intercambiaban miradas nerviosas entre ellos. Aunque conocían a Mélodie desde hacía años, todavía no podían evitar sentirse incómodos por la forma en que ella los hechizaba con su carisma natural.
- ¿Qué hacen aquí, eh? - preguntó Mélodie, esbozando una sonrisa coqueta, mientras se detenía frente a ellos. Sus dedos se deslizaron con suavidad sobre el pecho de Ben, haciendo que este tragara saliva y se sonrojara levemente. - ¿Y con el Rey Ben? ¿Están buscando problemas? ¿Quieren que los encierren en la isla de nuevo? - añadió, mirando de reojo a Jay, quien, aunque intentaba mantenerse serio, no podía evitar sentirse algo nervioso ante su presencia.
Jay, con el ceño ligeramente fruncido, cruzó los brazos, pero no dijo nada, manteniendo su compostura. Carlos, por otro lado, parecía algo inquieto, mientras Evie miraba a Mélodie con una mezcla de curiosidad y precaución, sabiendo muy bien cómo podía manipular la situación si quería.
Ben finalmente logró articular una palabra, aunque su voz salió más débil de lo que pretendía. - N-No, claro que no. No estamos aquí para... causar problemas.
- ¿Ah, no? - respondió Mélodie con una sonrisa, inclinando la cabeza hacia un lado, evaluando sus palabras. - Entonces, ¿por qué están aquí?
Evie tomó la mano de Mélodie con un movimiento brusco, apartándola del pecho de Ben. Sabía muy bien el efecto que la sirena tenía sobre los hombres, y también sabía que ni Jay ni Carlos iban a defender al Rey estando tan hipnotizados por su presencia. Sus miradas perdidas lo decían todo.
- No es de tu incumbencia, sanguijuela - respondió Evie con firmeza, utilizando el apodo que tanto ella como Mal usaban para referirse a Mélodie. Era un nombre que la pelinegra detestaba con todo su ser.
Mélodie entrecerró los ojos, su voz se volvió venenosa. - Pues ya encontraste un problema, lacaya - escupió las palabras con desprecio, odiando tanto ese apodo que no pudo contener su rabia. - Le enviaré tus saludos a Uma - añadió, acercándose a Evie con paso amenazante, su mirada fija y peligrosa. A su lado, Gil también avanzaba con la misma intención, mientras Jay daba un paso adelante para proteger a Evie.
Justo antes de que la tensión estallara, Mélodie levantó una mano y la colocó suavemente sobre el pecho de Gil, deteniéndolo. Su sonrisa era tranquila, casi juguetona, mientras sus ojos observaban al grupo. Era claro que disfrutaba de la sensación de control que tenía en ese momento.
- Nos veremos más pronto de lo que crees - dijo con un tono suave, pero lleno de amenaza. Con una última mirada de desafío, Mélodie se giró, alejándose con pasos decididos bajo la atenta mirada del grupo. Ben no apartaba los ojos de ella, incapaz de esconder la impresión que le había causado.
Evie, cruzando los brazos, miró a sus compañeros, particularmente a Ben, quien seguía sin reaccionar. - ¿Estás bien? - le preguntó con preocupación, sabiendo que Mélodie no era una amenaza que debían tomar a la ligera.
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