
2. Sorpresa
Triana
-Triana ¡estás guapísima! Felicidades -dice la madre de Gavi entrando en casa.
-Gracias tú también estás muy guapa, ¿vas a salir? Creía que íbamos a tu casa para la barbacoa que me comentaron antes mis padres, que por cierto ¿dónde están? Creía que estaban aquí -dije mirando el salón de mi casa.
-Están ya en la barbacoa, he venido a por ti -dice pasando su brazo por mi espalda guiándome hacia la puerta.
-Todo es muy raro, ¿ha pasado algo? -digo sin entender nada y cerrando la puerta de casa, los padres de Gavi son nuestros vecinos de al lado, así que caminamos cinco pasos y ya estamos en su puerta que está abierta.
Entro al gran salón de los padres de Gavi y me llevo las manos a mi boca cuando me encuentro a todas las personas que quiero dándome una sorpresa por mi cumpleaños, las lágrimas salen de mis ojos rápidamente, todos vienen a abrazarme y no es hasta que lo tengo frente a mí esperando para darme un abrazo que me doy cuenta de que Gavi está aquí. Dos años sin verle, después de haberse ido a cumplir su sueño a Barcelona y lo veo en mi fiesta sorpresa de cumpleaños, paso a mirarle tímidamente, lleva desde que hemos cruzado nuestras miradas sonriente.
Está guapo, yo diría que muy guapo, incluso mucho más que hace dos años y eso ya es mucho decir, lleva una camiseta blanca que no deja mucho a la imaginación, está muy bien físicamente, demasiado. Llegaría a decir que me impone, también lleva puesto un bañador que al observarlo bien me hace esbozar una sonrisa, es el bañador que le regale el último verano que pasamos juntos, ese bañador que se negaba a poner porque era rosa como la equipación del Madrid aquel año, pero que tras mi soborno de caritas tristes que eran su debilidad conseguí que se lo pusiera, le queda genial creo que no hace falta ni que lo diga.
Vuelvo a sonreír cuando me fijo en sus chanclas, a él siempre le gustaba ir en chanclas fuera verano o invierno y creo que sigue sin cambiar, se acerca a mí sin dejar de mirarme y sonreír, vale lo reconozco estoy nerviosa, creo que nunca me podré acostumbrar a estar en el mismo lugar que Pablo, me impone y mucho.
-¿No me vas a abrazar? Creí que me habrías echado de menos después de todo este tiempo -dice y se ríe antes de pasar sus brazos por mi pequeño cuerpo.
-Claro que te he echado de menos -digo abrazándolo con efusividad.
No dura lo que me hubiera gustado el abrazo porque varias personas esperan impacientes que las salude, me separo de él y no me da tiempo a penas a mirarlo otra vez porque mis amigas me llevan hacia la otra punta del salón.
Gavi
Hace unas semanas mis padres y los de Triana me avisaron que le harían una fiesta sorpresa para su cumpleaños y así celebrar que está mejor de la depresión, desde que me marche todos los días le escribía, pero no contestaba, he estado en contacto con su hermano y nuestros padres, había perdido todas las esperanzas de volver a hablar con Triana, pero hace un mes me empezó a responder los mensajes, entonces me di cuenta de que era verdad lo que me estaban diciendo, estaba mejorando, incluso vi una historia con nuestros amigos del colegio saliendo, está empezando a vivir como debería haber hecho desde hace mucho.
Mi madre va a por ella a su casa que está al lado de la mía y todos la esperamos en silencio, cuando entra sé que no se da cuenta de que estoy, es normal me he puesto al final del todo con nuestros amigos de toda la vida con los que he aprovechado para hablar y preguntarles por Triana. Ella va dando abrazos emocionada a todo el mundo, me ve cuando está justo frente a mí, pero no dice nada, se queda callada, soy yo el que habla primero.
-¿No me vas a abrazar? Creí que me habrías echado de menos todo este tiempo -digo y me río antes de pasar mis brazos por su diminuto cuerpo.
-Claro que te he echado de menos -dice abrazándome con efusividad.
Rápidamente, se la llevan hacia la otra punta y yo aprovecho para mirarla a lo lejos y observar cada detalle de ella, tiene el pelo rizado como tanto me encantaba cuando se hacía trenzas y se le quedaban los rizos en su pelo castaño, un poco de maquillaje que está corrido por las lágrimas, pero igualmente está guapísima.
-Gavi ¿has conseguido hablar con Triana? -pregunta su madre nerviosa.
Paso mi mano a su hombre en una muestra de cariño por la madre de Triana y noto que me quiere decir algo.
-Bueno, digamos que si ¿qué pasa María? -pregunto preocupado.
-No sé si te lo ha dicho Triana... pero este año empieza segundo de bachillerato -dice mirándome y señalando a Triana que está en la otra esquina.
-Lo sé, ¿le pasa algo a Triana? -pregunto serio y ella niega.
-Verás es que ella quiere estudiar integración social y las mejores universidades son las de Madrid, Barcelona y Canarias, tus padres, mi marido y yo hemos pensado que quizás si tú quieres... podría irse a estudiar a Barcelona y vivir contigo, sé que te estoy poniendo en un compromiso, pero Canarias ella lo ve muy lejos y le dan miedo los aviones y a nosotros nos da pánico que después de todo lo que está pasando se mude tan lejos como es Madrid o Barcelona sola y tus padres nos dieron la idea de que podéis vivir juntos y así la cuidas, nosotros confiamos en ti eres como un hijo para nosotros y quien mejor que tú que conoces la ciudad.
No me esperaba la propuesta de María, pero que piensen en mí me alegra, miro hacia Triana que por un momento nos mira a su madre y a mí, pero cuando ve que la estoy mirando aparta la mirada rápidamente.
-Parece que no me conoces María -sonrío y miro de reojo hacia Triana que nuevamente nos observaba -no hace falta que me preguntes, sabes perfectamente que Triana siempre puede contar conmigo para todo.
-Muchas gracias Gavi, se lo hemos comentado a Triana, pero ella nos decía que tú no ibas a querer -María sonríe y la conozco lo suficiente para saber lo que está pensando.
-María conozco esa sonrisa y la respuesta es no, tu hija me dejo y ha pasado mucho tiempo, no me vengas a decir que vamos a volver -conozco a María tanto como a mis padres y sé que están intentando animarme para hablar con Triana y volver a ser lo que fuimos.
-Ay, hijo, que poco más y te hubiera parido, os conozco a los dos y sé lo que pasa... por cierto, enhorabuena eres un deportista de élite como soñaste -dice María abrazándome y besando mi mejilla.
-Muchas gracias María, voy a saludar a Juan, ahora nos vemos -digo visualizando al padre de Triana que me ofrece una cerveza pero yo niego.
-Tu siempre tan saludable -bromea Juan.
-No me gusta beber, ya lo sabes -sonrío y le saludo con la mano.
-Así que en el equipo de tus sueños -dice y alza una ceja -y el tema novias que ¿muchas?
-Que va Juan, estoy mejor solo -le digo mirando hacia Triana y varias amigas que se acercan a su padre.
Triana me mira por un momento, pero se centra en su padre.
-Papi, ¿podéis encender la barbacoa ya? Queremos meternos en la piscina, pero mamá dice que vamos a comer en un rato y que nos esperemos -dice ella poniéndole cara de ternura a su padre, esas caras que me ponía a mí y no me podía resistir, eran mi debilidad.
-Sí claro, hija, bueno Gavi -dice volviéndose a fijar en mí -nos vemos luego.
-Adiós Juan -respondo y miro hacia las chicas.
-Gavi cuéntanos que tal te va por Barcelona -pregunta Paola.
-Bueno, muy bien, estoy cumpliendo los objetivos y ahora tengo una semana de vacaciones que la voy a pasar con mi familia aquí -respondo y Triana me mira curiosa.
-Nos ha sorprendido a todos, verte aquí, se ve que Triana siempre ha sido muy importante para ti, teniendo tu vida en Barcelona habrá sido difícil volver a Sevilla en plena temporada -comenta Paola y noto que Triana se tensa.
-Triana siempre será importante para mí, es como mi hermana -respondo.
-Oye Paola, ¿vamos a por algo para beber? -pregunta Triana mirando a la chica que tiene al lado que asiente y se despide de mí.
La barbacoa no tarda en empezar y todos nos acercamos para comer, la comida es divertida entre anécdotas y chistes por parte de su familia y amigos, la tarde pasa entre música, piscina y alcohol, está bastante divertido todo.
Ya son las 11 de la noche y todos los amigos se van para la cena, ya que sus padres habían pensado en algo más familiar por la noche y aquí estamos mis padres y yo que somos prácticamente de la familia, sus padres y hermano, sus abuelos y sus tres tíos con sus primos pequeños, parte de su familia no tan cercana también se ha ido, ahora estoy con Juan y mi padre dando unos toques a la pelota mientras veo como Antonio, el hermano de Triana se acerca a ella para hablar en el borde de la piscina donde ella está sentada.
-Hijo en dos meses debutas con la selección -dice mi padre orgulloso.
-Qué orgullosos estamos -comenta el padre de Triana.
-Orgullosos y borrachos -digo recordando lo que han bebido en todo el día y que aún siguen bebiendo.
-Tal vez -dice Juan provocando mi risa.
Suena "me rehúso" y mi mirada va hacia la de Triana que me mira emocionada. Nuestra canción, nuestro último verano, ella y yo en el coche todas las noches cantando a pleno pulmón esta canción, nuestra canción, la voz de mi padre y el de Triana cantando y bailando la canción como pueden por el efecto del alcohol hace desviar mi mirada de ella.
-ESTO ES PARA TODOS AQUELLOS AMORES QUE... ¡FUERON OBLIGADOS A SER SEPARADOS!... BBY NOOOO ME REHÚSO A DARTE UN ÚLTIMO BESOOOO ASÍ QUE GUARDALOOOO -gritan a pleno pulmón nuestros padres, río mientras niego con la cabeza y fijándome de nuevo en Triana, su hermano se ha ido y está mirando al cielo pensativa mientras está sentada en el bordillo de la piscina, no lo dudo y voy hacia ella.
Triana
Todo el día viendo como Pablo hablaba con mi madre y mi padre, cuando él me miraba yo apartaba la mirada rápidamente intentando parecer que no lo estaba mirando, aunque creo que no ha surgido mucho efecto y que sabe perfectamente que he estado mirándolo todo el tiempo. Iba a preguntarle a mi padre si podía poner la barbacoa cuando Pablo estaba con él, me tense al instante, pero cuando mi mejor amiga Paola empezó a hablarle y salió mi nombre me puse muy nerviosa y aún más cuando él respondió su pregunta, definitivamente no me esperaba esa respuesta y sin ningún motivo unas mariposas en el estómago se me removieron ante su aclaración a mi amiga.
-Gavi cuéntanos que tal te va por Barcelona -pregunta Paola.
-Bueno, muy bien, estoy cumpliendo los objetivos y ahora tengo una semana de vacaciones que la voy a pasar con mi familia aquí -responde y me mira fijamente.
-Nos ha sorprendido a todos, verte aquí, se ve que Triana siempre ha sido muy importante para ti, teniendo tu vida en Barcelona abra ha sido difícil volver a Sevilla en plena temporada -comenta Paola y me pongo tensa enseguida.
-Triana siempre será importante para mí, es como mi hermana -responde.
"Triana siempre será importante para mí, es como mi hermana"
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