ℰ𝓃𝒶.

Veía al omega pasar sus suaves dedos por la piel de su pecho, los suaves gemidos eran una sinfonía única que no se cansaba de escuchar.

Ver el rostro sonrojado del omega era otro de sus placeres, Wakasa Imaushi sin duda era el ser más hermoso sobre la tierra y la luna lo había bendecido al juntar sus caminos como pareja.

Da las últimas embestidas viendo al omega explotar en un grito y pequeños espasmos, sonríe antes de renovar la marca de unión mientras el nudo los mantiene juntos...

Shinichiro despierta al escuchar a alguien en el baño, busca aún dormido a su omega dándose cuenta de que los ruidos vienen de él, al acercarse al baño escucha a su pareja vomitar, segundos después la puerta se abre dejando ver a Imaushi algo pálido, los siguientes días mantuvieron la misma rutina llegando al punto en que el omega guardo sus sospechas en una ilusión burda que justifico con comer algo en mal estado, el alfa decide creerle a pesar de sentir el ligero cambio en el olor de su pareja.

Ambos sonríen guardando el secreto, un suave susurro acompañado de un beso cierra el trato.

— Ena— Shinichiro asiente abrazando a su omega viendo la luna iluminar la habilidad mientras ambos flotan en su burbuja de miel.