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No podía ver, sentía como el miedo recorría mi cuerpo como sí me fuera a morir. Sentía que mi ambiente, era frío y húmedo y que no estaba sola. Habían más niños y niñas en la habitación lloriqueando y rogando que los llevaran con sus padres, por mi lado no era diferente. Quería estar con mi hermanito y con mi mamá quien seguramente recién se entera de tu secuestro...
Uno de esos lloriqueos lo reconocía. Pues se la pasaba llorando en la escuela:
—¡Quiero estar con mi mami!..—Exclamó entre llanto—
—¿A-Alessandra?..—Llamé esperando a que fuera ella—
—¿Emilia?..—Suelta la mayor al oírme— ¿T-Tu también?..—Sollozó—
No sabía que ocurría, solo me arrastrastré por el frío y húmedo suelo de la habitación guiándome por la voz de tu amiga.
—Ale…—Sollozase para luego recostarme en su regazo, aún estando atada de brazos y piernas— tengo miedo…
—Yo también…—Solloza recostando su barbilla contra mi cabeza, sintiendo lo húmeda que estaba—
Con mi amiga oí que una puerta de metal se abría. Cosa que asustó a mi y a la contraria a mi lado quién solo se apegó a mi.
—Muy bien mocosos…—Dice una voz masculina y rudo mientras que se oían más pasos, uno de esos me quitó la prenda de los ojos dejando ver ojos azules y hermosos— No volverán con sus padres…—Dice el hombre directamente cosa que provocó más llantos y lloriqueos de los infantes y tuyos— vivirán aquí para aprender a matar a gente…”mala”…—Desvió la mirada algo sospechoso— De lo contrario…morirán…
Me apegué a mi amiga, sollozando. No querías dañar a gente buena pero no había opción. Con tal de sobrevivir…
Tenía que sobrevivir con mi amiga…
Durante este tiempo. Me entrenaron. Fué los peores 26 años de mi vida por no decir que nunca me permitieron salir del lugar. Al rededor de los 18 años me ordenaron eliminar a alguien en el misma pais en que vivía; Italia, así que me dirigí a obedecer. Las paredes se asustaron al ver el cadáver del magnate quien yacía en el suelo con 3 ollos en el pecho... Desde ese entonces. Cada mes me encargaban a eliminar una o dos personas por deber dinero o traicionar al "patrón"...
𝙰𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍: 𝟷𝟸 𝚍𝚎 𝙹𝚞́𝚕𝚒𝚘 𝟷𝟿𝟾𝟸 𝟶𝟾:𝟹𝟺 𝚊𝚖
Estaba entrenando. Siendo obcerbada por mi hija adoptiva de nombre Fiorella y Alessandra, Fiorella era castaña con ojos azules. Se notaba la diferencia entre nosotras aunque aún así la amo más que mi vida; disparé a un maniquí en el cráneo por lo cual el poco sonido del silenciador resonó en las 4 paredes del patio. Logrando oír un aplauso pesado y lento, reconocible para mis oídos:
—Bien hecho Emi... —Dice suavemente el patrón, un peli-negro que casi siempre tenía puesto lentes de sol— Cada día mejoras más...
—Gracias señor...—Agradecí con respeto, el cual era obligatorio si no quería un castigo—
Fiorella se levantó corriendo a mi, la cargué y besé su mejilla:
—Mami es muy fuerte... —Dice felizmente—
Permanecimos hablando de trabajo. Nada fuera de lo común...
𝙴𝚜𝚙𝚊𝚗̃𝚊 𝚙𝚞𝚎𝚋𝚕𝚘 𝙾𝚜𝚒𝚝𝚘; 𝟷𝟿𝟾𝟸 𝟶𝟾:𝟻𝟺 𝚊𝚖 𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚛:
El comandante Floffy, un hombre de 38 años. Con apariencia forchoza y con algo de vientre esperaba en las puertas de una mansión. Era un día de frío así que tenía un saco marrón oscuro con suave lana de bajo del cuero que cubría su cuerpo y una bufanda.
Pensaba en los muchos menores que había en ese orfanato, la semana pasada había Estado allí y hubo una niña en especial que le trajo la atención. Además de que era muy callada y no tenía el valor de acercarse al rosado sus ojos carentes de inocencia gritaban rogando felicidad, ese día guardaba una paleta de colores. El dulce favorito de la pequeña niña de ojos morados y estrellados. Aunque sus pensamiento fueron interrumpidos por el rechinar de la puerta de gran tamaño:
—Comandante, buen día... —Saluda una mujer de aspecto algo cansado y despeinado—Pase señor...
—muchas gracias... —Entra quitándose la chamarra, para así dejar ver su uniforme de trabajo— ¿Puedo ir a ver a Uta?.. —Pregunta educadamente—
La joven de cabellera peli-roja asiente señalandole donde se encontrana la pequeña niña, por lo cual Floffy no lo pensó mucho y escondiendo el dulce tras su espalda camina. Pudo apreciar una que otra pintura antigua llegando así al patio de juegos donde había infames correr y jugar.
La pequeña panda roja estaba bajo un árbol, manteniéndose abrazada a un peluche con que llegó al orfanato. Muy preciado para ella por lo cual el oji-verde solo se acercó con la intención de no asustarla, se agachó en una rodilla:
—Hola Uta... —Saluda suavemente a la menor—
La pequeña se asustó ante la voz, no obstante sus fosas nasales distinguieron algo que casi siempre olía cuando el hombre anteriormente traía esos manjares, acercándose mientras se oía el "snif" de su naricita. El mayor en consecuencia del olor a golosina expone la paleta blanca, verde, rojo y amarillo. Por lo cual Uta mueve de un lado a otro con emoción retraída:
—¿Que esperas linda? —pregunta bromista— ven, acercate...
La niña sin queja se levanta con su conejito de trapo y toma la paleta, en sus diminutas manitos contenían cicatrices de rasguños, jaloneos y/o quemaduras de cigarros. A causa de la vista el masculino solo toma una con suavidad:
—... —la niña posó la gran mano del hombre en su mejilla, sintiendo lo cálida y algo áspera que era—... —sonríe muy levemente— gande...
Floffy sonrió paternal ante oir por primera vez la voz de la niña quien sería su hija, la amaba, era la princesa de sus sueños y sentía el sentimiento inevitable de protegerla y consentirla con todo...
𝚝𝚛𝚎𝚗 𝚍𝚎 𝙿𝚞𝚎𝚋𝚕𝚘 𝙿𝚛𝚒𝚖𝚊𝚟𝚎𝚛𝚊 𝚊 𝚙𝚞𝚎𝚋𝚕𝚘 𝚘𝚜𝚒𝚝𝚘; 𝟷𝟺:𝟶𝟶 𝚙𝚖
La mujer de ojos azules veía por la ventana, acariciando cual felino a su hija. Tenía una misión, el padre de su blanco murió debiendo dinero así que no tuvo de otra más que eliminarlo... Debía eliminar al Comandante Floffy...
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Si banda, hice comencé con el fic y no me arrepiento. Bueno. En fin viva cristo Rey;
Ideas para el fic:
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