—¿Cuál es nuestra primera parada? —Cuestionó el pequeño Jimin mirando la guía turística en sus manos. No entendía nada ya que estaba en Maori el idioma natal.

     —La primera parada la tuvimos en  la mañana bebé. —Yoongi subía y bajaba sus cejas de manera traviesa y sugestiva pero se veía tierno.

Jimin no pudo evitar ponerse colorado como tomate y sus mejillas ardieron. 

     —¡Yoongi por Dios! —Susurró pues habían bastantes personas a su alrededor.  —Eres un pervertido, no conocía esa faceta tuya. 

La verdad era que Yoongi no solía ser así, jamás en su vida lo era porque siempre fue muy tímido para todo incluso para tener amigos y parejas. Solía ser simple y escueto a la hora de tener novio antes por el mismo problema que tenia de ser callado y asocial.

Solía bromear a veces con su madre o incluso de perdido con su hermano o Taehyung pero solamente, lo que ocurrió ahora era que cierto chico lindo de piel canela y de ojos pequeños lo hacia sacar su ser verdadero en su máximo esplendor, lo que Yoongi en realidad era sin tener pena o vergüenza de decir o hacer cosas.

Con Jimin podía ser el Yoongi verdadero sin la máscara fría o "Tsundere"  que Solía mostrarle al mundo, el hecho de tan sólo verlo dormir plácidamente le parecía a Yoongi algo tan adorable que era imposible no acercarse y acariciarlo, darle mimos e incluso susurrarle cosas lindas, las cuales Jimin a veces escuchaba pues sentía los suaves dedos del contrario hacer contacto con su piel pero prefería fingir que dormía y escuchar esas dulces palabras que raramente salían de la boca de su novio.

Lo mismo ocurría a la hora de ser coqueto, eso era algo que Yoongi jamás hacía pero al estar con Jimin era una cosa que le salía completamente natural que hasta él mismo se asombraba y a Jimin le encantaba.

     —¿Que tiene? Eres mi novio y si yo quiero decirle esas cosas a mi novio lo haré  ¿no te gusta?

El chico peli-naranja sonrió achicando sus ojitos mientras le tomaba de las dos mejillas y plantaba un piquito en la nariz del mayor provocandole que la arrugara tiernamente.

     —Claro que me encanta es sólo que es raro, pero me gusta amor.

A la hora de comenzar el primer día  en Nueva zelanda, la primeras parada que  realizarían seria en El monte Cook Aoraki, el lugar más visitado de ahí, con extensas y bastas zonas boscosas, era el monte más alto de todo el lugar desde donde se podían ver las zonas más hermosas desde ahí, las ciudades y pueblos aledaños. El camino era largo pero para ese par no era de importancia. Almorzaron por ahí mientras deleitaban sus oídos con  música lugareña. La tarde fue maravillosa y de regreso pasaron tomando fotos y comprando recuerdos.

Otro de los lugares a donde fueron durante su viaje  era Lago glaciar Pukaki, uno de los mas bellos de ahí, había bloques grandes de hielo por todos lados.
Incluso Yoongi no se avergonzó cuando discretamente se acercó a Jimin por detrás y lo abrazo emulando la icónica escena de la película Titanic.

     —Awww eres tan tierno. —Chilló emocionado Jimin.

     —Jimin...

      —¿Si?

     —Te amo. —Dijo sonriendo calidamente dándole un beso en la mejilla. 

El castaño sonrió con ternura y emoción sintiendo como su corazón era derretido como metal fundido al oír tales palabras. 

Luego de ello  Yoongi tenía una sorpresa programada, viajarian por crucero por el  Milford Sound navegando por el fiordo helado entre las montañas.

     —¿Aquí vivían Hanna y Elsa? —Preguntó el tierno Jimin mientras escuchaban como el guía iba diciendo por dónde pasaban.

     —¿Quienes?

     —Las muñequitas de Frozen, ¿Nunca viste frozen?

Yoongi arrugó la frente mientras pensaba. —Mmm creo que si, pero no vivían en los fiordos de Nueva Zelanda vivían en Noruega bebé.

     —Ah ok. 

La tarde fue agradable, almorzaron y caminaron por todo el barco admirando el paisaje aunque en un momento del día Yoongi se le había perdido a Jimin. Lo encontró charlando animadamente con una mesera del restaurante del crucero una chica alta rubia ojiazul muy sonríente.

La chica sonrió por algo que Yoongi dijo mientras le ponía una mano sobre el brazo.

     —Hola... —Dijo tímidamente mientras ponía una mano al rededor de la cintura de Yoongi.

     —Hola bebé.

     —Emm bueno yo tengo trabajo  adiós Yoongi. —La chica se despidió y se perdió entre la gente.

El resto de la tarde Jimin pasó más callado de lo normal. Había tenido celos.

Esa noche Yoongi tenía algo preparado para su tierno Jimin. En su habitación del crucero mientras él estaba en la ducha Yoongi salió dejando solo una nota sobre la cama.

Cuando Jimin salió y no lo encontró se preocupó. Salió vestido y abrigado pues hacía demasiado frío y lo busco por donde decía la nota.

     —¿Y ahora que? ¿Donde te has metido? —Susurró para él mismo dando vueltas al rededor.

Luego llegó hasta la zona donde indicaba la notita y subió escalón por escalón.

Lo encontró, era Yoongi pues su voz era inconfundible. ¡Oh! Pero no estaba sólo, la sonrisa de una chica llegó hasta los oídos de Jimin quien se acercó sigilosamente y los pudo ver.

Yoongi estaba de espaldas a él y la chica era la misma de la tarde.

     —Por favor, hazlo así. —Indicaba la chica. —Lento, sólo rozando los dedos.

     —Espera es mi primera vez no soy un experto...

     —Tienes los dedos muy suaves...

Jimin sintió algo duro invadir su corazón, sus ojos se llenaron de lágrimas en el instante  ¿Cómo era posible que Yoongi le hiciera algo así?

Bajó de nuevo las escaleritas y caminó de regreso a su habitación pero a medio camino decidió que iría a otro lado. Se fue en la dirección contraria del barco y se acurrucó a llorar en una esquina. 

Odiaba ser débil y llorar por todo, ¿Debió haber enfrentado la situación? Tal vez eso habría sido lo correcto.  Ir y decirle a la chica "Hey ese hombre es Mío  aleja tus sucias garras de él bruja baratuja" o algo por el estilo.  Quizá era lo que Yoongi quería ¿Y si era una prueba para ver como reaccionaba él y ver si pelearia por el amor de su amado?

Si así era ya lo había  perdido pues lo único que sabía hacer era salir corriendo a llorar como chiquillo.

Sintió rabia, de él mismo por ser cobarde y de Yoongi por hacerle eso, si el lo amaba tanto y Yoongi decía que lo amaba a él ¿por qué se escondía por ahí con mujeres?

Estaba triste y su corazon le dolía mucho, justo cuando pensó que las cosas no podían ir mejor.

Se quedó así dejando caer sus lágrimas por sus mejillas las cuales quemaban a su paso. De pronto se  sintió ser envuelto por unos brazos fornidos que muy bien conocía.

     —¿Jiminie? ¿Pero qué haces aquí bebé?

El chico no contesto simplemente secó sus lágrimas. 

     —¿Por qué lloras? ¿Quién te hizo algo? —La voz pacífica de Yoongi cambió a una diferente que Jimin no conocía una como un rugido de león a punto de devorar a su presa  demandante y feroz.

     —¡Tu! —Gimoteo el chico haciendo un puchero.

     —¿Y-yo? —La voz autoritaria de Yoongi drasticamente cambió a una con duda y titubeante. —¿Pero que te hice amor?

Ahora si Jimin tomó el valor requerido y se levantó haciendo que Yoongi quien estaba agachado frente  a él también se levantara.

     —¡Si tu! Has estado de coqueto con la mesera rubia desde la tarde ¿Crees que eso no me lastima? Lo que pasa es que tú  crees que soy tonto y no me doy cuenta... —Chilló cruzando sus brazos y derramando más lágrimas.

     —Pero...

     —No me des excusas Yoongi te vi y escuche como estabas con ella....

Jimin no lo iba a dejar hablar así que Yoongi hizo lo más obvio, lo atrajo hacia él y lo abrazo tan  fuerte que el otro no pudo seguir hablando. 

     —Escucha bebé has malinterpretado las cosas, yo no hacía nada malo con esa chica.

     —¿Ah no? —Preguntó Jimin con la voz aplastada ya que Yoongi no lo soltaba aún.

     —No, estaba preparando una sorpresa para ti tonto.

Jimin se quedó callado analizando lo que había escuchado.

     —¿Y cómo está eso de "pisi tis didis suiviminti" eso no sonó como una sorpresa. —Refutó imitando la voz aguda de la chica.

Yoongi comenzó a temblar y parecía que tendría una convulsión y Jimin se dio cuenta al separarse de él que estaba teniendo un ataque de risa, se agarraba el estómago por tanto reír.

     —Mira hijo de tu mandarina ¿de que te ríes?

Yoongi como pudo dejó de reír aunque aún tenia lagrimas a causa de la risa.

     —Ven conmigo y te enseño mejor. —Dijo aún con la risa en sus labios.

Jimin se dejó llevar por Yoongi y recorrieron de nuevo todo el camino hasta llegar a donde los había escuchado.  Subió todas las escaleras hasta el final y se encontró en una terraza arriba del crucero, habían mesas para los viajeros pero una de ellas estaba llena de rosas rojas y velas adornando y en una de las sillas había una guitarra y una rica cena servida.

     —Ohhh

     —Sorpresa bebé. —Soltó Yoongi con brillo en sus ojos.

Jimin se acercó e inspeccionó el lugar, estaba muy bonito.

     —Pero... ¿y lo de pasar los dedos lentamente?

Yoongi suspiró y tomó la guitarra que estaba ahí.

     —No se tocar bien la guitarra y ella me decía como hacerlo y dijo que tenia dedos suaves para ser músico, los músicos tienen los dedos duros de tanto practicar.

Jimin se sintió todo un tonto y dramático, estaba muy apenado que se llevó las manos al rostro para no ver a Yoongi. 

     —No me mires, soy un tonto.

Yoongi dejó la guitarra a un lado y lo abrazó fuerte. —No lo eres bebé sólo malinterpretaste la situación de haber subido como te pedí en la carta no habrías pensado mal. Ella sólo me ayudó a tener todo listo para ti.

Tenia razón debio haber subido y enfrentarlos para quitarse la duda.

     —Lo siento amor es que yo... es que me sentí impotente pensé que te estaba perdiendo.

     —¿Estás loco Jimin? Dios, con lo que nos costó poder estar juntos amor. No bebé sabes que te amo mucho, demasiado como para hacerte algo así... mi vida yo no te engañaría.

     —¿Nunca?

     —Nunca... además soy Gay ¿recuerdas?

     —¿Pero a veces hasta los Gays tienen sus dudas y deslices...

Yoongi volvió a reír mientras negaba. —Ohh bebé conmigo no, te voy a demostrar lo mucho muy Gay que soy. —Lo atrapó entre sus brazos y le miró de manera ardiente, tanto que Jimin pensó que se prendería fuego ahí mismo. —Pero eso será luego de la cena, ahora voy a intentar tocar algo para ti. 

Yoongi lo soltó y tomó la guitarra para comenzar una melodía que si bien no era tocada perfectamente sonaba hermosa. No paró de soltar suspiros mientras el mayor pasaba los dedos por las cuerdas y cantaba una canción que Jimin conocía muy bien. "My  heart will Go on"

     —Te amo demasiado Jiminie, jamás te haría o te haré daño porque eres lo que me mantiene con vida, mi aliento, mi regalo de la vida. —Dejó de tocar y lo atrajo nuevamente para besarlo de manera profunda y pasional, de esos besos que desnudan el alma y llegan hasta el corazón.

Ese par de jóvenes que se aman con locura, con desbordante pasión y que no les importaba nada ni nadie más que ellos y su burbuja de amor, donde todo era perfecto y nada  valía más que el sentimiento mutuo de amor que se tenían, eran felices a pesar de todas las adversidades, a pesar de que el mundo muchas veces va en contra de ellos, que los hace sentir que son ellos los que van en contra de mundo... más no era así.

Para el amor no hay límites, ni edades, ni sexo ni religión, el amor solo es amor. Un sentimiento que sólo puede ser tocado con el alma de los que lo sienten.

Por eso ellos se acariciaban el alma con tanto amor porque sabían que era real, ambos lo hacían real y solamente eso importaba. Ellos dos en su mundo ideal.

     —Te amo Jiminie no lo dudes. —Susurró mientras las luces de la Aurora boreal aparecían en el cielo estrellado. —Y aunque pasen mil años y tu ya no estés lo seguiré haciendo porque mi alma siempre te seguirá.

     —También te amo con toda mi alma Min Yoongi.  —Dijo Jimin derramando lágrimas de amor mientras  miraba  la creación más divina que sus ojos hayan visto.

No, no la aurora. A Min Yoongi.

FIN