🌻|Capítulo 73.|🌻
𝓛𝓸𝓼 𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓗𝔂𝓾𝓰𝓪
Capítulo 73.
“¿Konoha en peligro? ”
Un jadeo de sorpresa se escapó de los carnosos y suaves labios de una castaña de ojos perlados, luego tuvo que girarse para recoger algo del suelo, pero aún así seguía sorprendida por la noticia que acababa de recibir de parte de sus amigos.
—–¿Entonces es una ajolote? Wow... Me alegra que hayan podido averiguarlo sin mi ayuda, y lamento mucho no poder ayudarlos ayer a buscar.—dijo la Hyuga, recogiendo los vendajes y colocándolos hábilmente al rededor de sus muñecas y sus manos.
Bajo las vendas no habían más que callos y magullones, todo por andar entrenando siempre y haciendo ejercicio, y ni hablemos de las misiones más recientes, la fuerza que tuvo que emplear en sus brazos y etc; eran las manos de una chica que entrenaba y se ejercitaba sin descanso, las manos de una chica que necesitaba adquirir más fuerza para proteger a todos los seres importantes para ella. Eran manos de una guerrera.
Las manos suelen decir mucho de una persona, aunque no lo creas.
—–Sí, así es.—asintió Kai, estando sentado en el suelo, sobre el pasto, bajo un árbol, mientras sus ojos se fijaban en Nami.—–Y no te preocupes, no tienes que disculparte.
—–Es verdad.—agregó la voz suave de una albina.—–No tienes de qué, Neji y tú merecen pasar tiempo juntos. Por nosotros está bien que no vengas a entrenar de vez en cuando.
—–Nah, Neji y yo nos vemos todo el tiempo en casa.—respondió la Hyuga, volviéndose a ellos, con los vendajes ya acomodados.
Se acercó y se sentó bajo la sombra del mismo árbol en donde ellos estaban sentados, los tres con las cabezas juntas y cubriéndose del sol así mismo.
—–Pero tengo que admitir que pasar tiempo con Neji fuera de casa me hace feliz...—comentó ahora, esbozando una media sonrisa.
—–Aunque siempre lo veas en casa, también se dejan de ver por las misiones, así que está mejor que sepan aprovechar su tiempo de hermanos.—añadió de nuevo la peliblanca.—–Ustedes dos tienen una relación muy especial, ¿Sabes? Incluso nunca los he visto discutir... ¿Así son los hermanos gemelos?
Kai dirigió su mirada hacia Nami, viéndola también con la intención de conocer una respuesta. Ellos conocían a la Hyuga, sería extraño que no después de haber pasado por muchas cosas juntos, a lo largo de su camino ninja, pero aún así, siempre hablaban de ellos, de Mei, de Kai, de sus familias... En esos aspectos, Nami era quien menos compartía, y querían hacerla sentir más incluida, después de todo la apreciaban bastante, y querían chismear un poco con su líder.
—–Bueno, para empezar... En realidad no somos gemelos, somos mellizos, y lo cierto es que sí discutimos, de hecho lo hacemos a menudo. Nada fuerte, solo desacuerdos, pero seguimos siendo hermanos, y en toda relación, sea fraternal o romántica, hay discusiones.—aclaró ella, manteniendo una ceja alzada mientras hablaba, tenía fija la mirada sobre el nido de unos pajaritos.—–Aún así, no nos parecemos mucho. Podremos estar cincronizados y demás, pero nuestros gustos son diferentes en ciertos aspectos... Y ni hablar de personalidad. Neji es... La mitad que yo nunca seré.
Nami esbozó una sonrisa más relajada y sincera, luego cerró sus ojos para relajar su vista. Era extraño, pero en la aldea no escuchaba los escándalos de las personas aquí y allá, es como sí estuviera desolada, era pacífico, y ni hablar de la brisa que comenzaba a soplar, es como sí nada pudiera salir mal en ese día.
—–Pero Neji, mi hermano mayor... También es la mitad que siempre necesitaré. Y sé bien que es el mismo caso con él...
—–¿Saben? Es chistoso como la familia de cada uno de nosotros tres es muy diferente.—dijo Kai, haciendo un gesto curioso.—–Yo vivo con un trío tornado, Mei es la hermana menor de una familia reconstituida y Nami tiene un hermano gemelo... Este equipo es muy diverso en cuanto a familias.—dijo ahora antes de echar una risa, ya que le había parecido tierno y gracioso ese aspecto.
Mei decidió seguirle el juego también, por lo que rió un poco antes de hablar.
—–También en cuanto a jutsus y formas de pelear... De los tres, Kai es quien mejor maneja ninjutsu, además está estudiando para médico. Nami es la mejor en taijutsu, y yo soy capaz de desarrollarme más en genjutsu sí así lo quiero, pero prefiero a mi querida espada... Me gusta que los tres seamos tan distintos, pero a la vez que tengamos cosas que nos unen.
Nami y Kai asintieron con la cabeza, los dos al mismo tiempo. En parte tenía mucha razón, incluso los tres eran diferentes en cuanto a personalidad, siendo Meiko callada y tímida, Nami que pensaba con cabeza fría y llegaba a ser hostil de querer serlo, y Kai que es un completo sol de verano, cálido y amoroso.
—–Es gracioso.—mencionó el castaño.—–Es como... Si Mei fuese la luna, tranquila y suave, Nami un eclipse, y-
—–Y tú el sol. A veces cálido, a veces jodidamente insoportable.—interrumpió Nami, aunque luego soltó una risa, ya que lo había dicho a modo de chiste. Aún así, Kai y Mei igual se rieron, porque bueno...
Kai debía admitir que tanta energía podía llegar a ser abrumadora. Era consciente de eso.
—–Pues sí.
—–Kai tiene tanta energía como para cargar muchas baterías...
Los tres estaban disfrutando mucho de ese tiempo de paz, viendo a las hojas de los varios árboles que los rodeaban y les daban una fresca sombra, y comodidad. Luego de haber entrenado mucho desde temprano, ¿Qué mejor que descansar? Se quedaron ahí una gran parte de la tarde, hasta que el sol se escondió y llegó la noche, siendo la hora de ir a casa.
Como era habitual, en una parte del camino tuvieron que separarse, más que todo Meiko ya que ella vivía fuera de las murallas de la aldea; era la amiga que vive lejos del Grupo, así que sin más, tuvieron que despedirse. Irían a dormir, no habría mucho que hacer, pero les despertó la curiosidad cuando ya en casa, percibieron con una neblina, o más bien, humo.
¿A qué se debía? No lo sabían, pero notaron que los anbu también se estaban moviendo, así que, no ayudaría de nada intervenir.
No fueron los únicos en notarlo, al parecer, de los otros once de la hoja, más Nami, Kai y Mei, catorce, el único en no prestarle atención a ello, fue Naruto.
Pero de eso ya hablaremos mañana. Ahora hay que dejarlos a todos descansar.
No obstante, quienes no habían tenido una noche tranquila fueron los jonins. A horas altas de la noche en donde no quedaba nadie fuera caminando por las calles de la aldea, una reunión de emergencia por parte de la Hokage fue solicitada, llamando a todos los jonins para que se hicieran presentes, era un asunto de suma importancia así que, sí o sí debían atender, no importaba su trabajo, o qué estuvieran haciendo.
Entre ellos, Rei veía como todos corrían hacia el edificio de la Hokage, yendo ella también a un rápido paso, hasta llegar y posar sus pies en el Salón. Tsunade estaba ahí junto con Shizune, ambas estaban expectantes y con un aura seria, mientras que los demás, aguardaban pacientemente a las instrucciones y razones de la mayor de todos ahí.
—–¿Qué? ¿Dice que planean atacar la aldea?
A Rei le recorrió un escalofrío por su fina espalda. ¿Qué carajo estaba ocurriendo? ¿Como que los anbu no habían podido dar con el enemigo?
Bueno, si era honesta, a ella siempre le han parecido inútiles, incluso los jonin normales han tenido más logros que ellos, pero, ese no es el caso ahora. Era más importante saber qué estrategia iban a emplear para contraatacar.
—–Ataquen a todo aquel que pretenda entrar al territorio de Konoha. Dejen sólo a los que puedan cuidar la aldea en su ausencia, ¡Los demás vayan a proteger la frontera, a nadie se le puede permitir pasar!
Siendo así, aparte de esa alerta, la noche transcurrió con mera normalidad, y como siempre ocurría, llegó el sol a despertarlos a todos con su luz y calor. El día comenzaría como siempre, dado que la aldea estaba bajo una alerta especial de Seguridad.
Los gemelos Hyuga no tardaron en darse cuenta de ello, además de que ya les había parecido extraño percibir la cortina de humo en la noche. Konoha estaba en un estado de emergencia, sin mencionar que se veía realmente desolada y fantasmal.
No se extrañaron mucho cuando recibieron un mensaje de parte de Shikamaru, quien los necesitaba a todos reunidos en un lugar, ya que había algo que discutir. Seguramente la alerta y la razón serían el tema a tratar.
Neji y Nami ya estaban en el lugar, temprano como siempre, Shikamaru, Naruto y Sakura también estaban ahí, debían esperar a la llegada de los demás.
Los catorce miembros de una nueva generación ninja estarían reunidos. Era algo curioso.
—–Ni siquiera Izumo y Kotetsu están por ahí.—murmuró Nami, estando como siempre, colgada de cabeza en la rama de un árbol.—–La Hokage debe estar desesperada ¿Eh?
—–Déjalo. Lo que quiero saber es qué ocurre... Ya de por sí, la cortina de humo anoche fue algo bastante preocupante.
Neji estaba parado bajo ese árbol, de brazos cruzados y luciendo genial como siempre, con su clásico rostro serio que dejaba a cualquiera helado. Dirigió la mirada a las escaleras, notando que ya llegaban otros tres más; Kai y Meiko eran dos de ellos, mientras que el tercero iba acompañado de su amigo canino y peludo. Esos tres se acercaron a hablarles, quizá para calmar los nervios y la tensión que desde temprano había en el aire.
—–¿Ustedes también se dieron cuenta? Me costó dormir por el olor.—comentó el Inuzuka, dejando a Akamaru sobre el suelo. El cachorro no tardó en correr al árbol y ladrar hacia arriba una ves percibió a Nami.
A la mencionada los ojos se le volvieron estrellas, y rápidamente bajó del árbol y cayó en cuclillas, dispuesta a abrazar al perrito. A Kiba aún le seguía sorprendiendo como es que Akamaru se ponía así cuando saludaba a Nami, ni siquiera a Hinata se le lanzaba de esa forma, era extraño. Pero también era curioso ver como Nami cambiaba por completo su actitud frívola y distante cuando Akamaru se aparecía.
En serio tenía un corazón de pollo, era más blando de lo que ella demostraba.
—–¡Akamaru, me haces cosquillas!—exclamó la Hyuga entre risas, tan pronto el cachorro de ninken comenzó a lamer su rostro.—–Si, a mi pobre Shiba se le erizaron las plumas en seguida. Desde entonces supe que algo estaba mal.—le respondió, ahora mirando al dueño del cachorro, luego se levantó del suelo con Akamaru en sus brazos.
—–Pobrecito...—susurró Meiko, quien fue a sentarse también.
—–Queen no hizo nada extraño... Pero bueno, al menos eso no la asustó y pudo dormir bien en la pecera que le hice.—habló Kai, yendo a sentarse bajo el árbol, a un lado de Neji.—–¿Qué hay, hermano mayor?—le saludó, levantando su mano de forma amistosa.
—–Nada que reportar, hermano menor.—le dijo el Hyuga en tono tranquilo, pero siguiéndole el juego.
Nami miró la escena con una ceja levantada, pero lo ignoró, en su lugar, se fijó que Kiba traía consigo una bolsa de tela con servilletas, lo que despertó su interés al reconocer el lazo con el que estaba atada la bolsa, para que lo que estuviera en su interior no se saliera.
—–No sabía que te gustaban los mochis.—le dijo, ladeando su cabeza algo curiosa.—–Pensé que no te gustaba el dulce.
Kiba le miró casi sintiendo pánico, pero logró encontrarse pronto con una solución, al percibir un aroma conocido y ver que Hinata y Shino ya habían llegado, detrás de ellos caminaban también Tenten y Lee.
Así que dijo lo primero que pensó.
—–Oh, ammm... No son míos, los compró Hinata, pero ella se separó para buscar a Shino.—respondió mostrando la bolsa, viendo que Hinata se acercaba a ellos.—–Ten Hinata, tus mochis.
Se los entregó mirando a la Hyuga menor fijamente, como si le intentara decir algo con los ojos, mientras que Hinata recibió la bolsa con confusión.
La verdad no podía ser más notorio que Kiba estaba mintiendo, y que era obvio que él había comprado esa bolsa con mochis para ALGUIEN en específico, ya que él en realidad no era muy fan del dulce, pero su orgullo y sentido de vergüenza le podían más, así que no podría admitir que en realidad los había comprado para Nami.
Aún así, Kiba contaba con la suerte de que Nami era completamente ajena a todos esos gestos atentos, es decir, ella no notaba la intención, incluso, pese a que Nami sabía cómo detectar a un mentiroso, le creyó toda la historia al Inuzuka y eligió seguir acariciando las orejas de Akamaru mientras estaba en sus brazos, ignorando por completo que Hinata seguía muy confundida con esa bolsa de mochis en la mano.
Eso por parte de Nami. Claro estaba que ella no notó su intención, ni mucho menos la indirecta, pero los demás sí que sí lo hicieron.
Sobre todo Neji, lo cual, de hecho le sorprendió bastante, y en parte, le hizo sentir un poco extraño.
Hasta de alguna manera, irritado.
—–Ya veo, así que son de Hinata.—dijo Shino, incluyéndose en la conversación.—–¿No se te ocurrió alguna otra excusa, o simplemente decir la verdad? Era más fácil.—reprendió Shino, mientras se alejaba de ahí con Kiba, quien sonreía un poco nervioso.
—–La presencia de Neji no estaba en mis planes, ¿Sabes? Es un hermano mayor, ya sabes lo que dicen de los hermanos mayores.—se defendió, dejando que Nami se quedara con Akamaru un rato, sentándose sobre el pasto con Shino a un lado.—–Además, Hinata seguro le regalará la bolsa. Con eso mi problema está resuelto.
—–Más te vale que te acostumbres a la presencia de Neji si algo quieres lograr. Son gemelos, es raro no verlos juntos. Además, reitero. Era más fácil decir: Te compré esto.
Kiba negó con la cabeza, luego suspiró con pesadez y simplemente resopló.
—–Para ti es tan fácil decirlo...
Pasado el rato, ha casi todos estaban ahí, solamente hacia falta una persona, y de hecho ya se imaginaban qué carajos hacia como para tardar tanto, después de todo siempre vivía la buena vida, sin muchas preocupaciones.
Algo que si me preguntan es digno de admirar pero, aún así, con la aldea en un estado de alerta ¡Debes estar a la par! Naruto incluso caminaba de un lado a otro, estando bajo un claro estado de ansiedad, por la demora de Choji, y por lo que estaba por ocurrir.
—–Ya llegó.—avisó Neji, volviendo a dirigir la mirada hacia las escaleras que conectaban los relieves.
Nami simplemente se giró a verlo llegar también, sacando de la bolsa de papel otro mochi y llevándolo a su boca, haciéndolo reventar de glaseado y crema, mientras que su otra mano acariciaba el suave pelaje de Akamaru, quien dormía sobre sus piernas. Al final, Hinata sí había cumplido su misión.
—–Genial, ya estamos todos. Ya puedes explicarnos qué demonios ocurre.—comentó esta vez Nami, volviendo su mirada a Shikamaru, quien se miró disgustado por ver a Choji comer frituras tan tranquilamente.
Aunque al final le dio igual.
—–Ya podemos empezar. Imagino que ya lo sabrán, pero... Se preguntarán porqué la aldea ha sido puesta bajo el estado de emergencia nivel S.
—–Imagino que tiene que ver con la cortina de humo de anoche.—agregó Kai, levantando ligeramente su brazo, como sí pidiera la palabra para hablar.—–Fue muy extraño.
—–¡Esperen! ¿Tambien se dieron cuenta de que no era niebla?
—–Bueno, yo escuché una explosión muy fuerte a lo lejos...—dijo Meiko, apoyando las manos en su cintura.—–Y Momo-nii también tuvo que salir en dirección a la frontera con otros jonins por la alerta.
Shikamaru asintió ligeramente, manteniendo un rostro de pereza en todo momento.
—–Claro, es cierto que tu clan está fuera de las murallas. Y los anbu estaban en la escena... Con respecto a la explosión, a eso voy—dijo el pelinegro.—–Lo que sabemos es lo siguiente: los cazadores anbu tenían a un sujeto bajo constante vigilancia, eso durante semanas. Este tipo irrumpió en la casa del capataz de construcción y robó los planos de todas las estructuras importantes de la aldea.
Kai puso una cara de terror, mientras que Meiko abría sus ojos lentamente de par en par, mostrando sorpresa. Nami, como siempre, permaneció serena, pero gracias a esa noticia no pudo disfrutar el último mochi de la bolsa, incluso se le había ido el apetito.
Mucho más fue su frustración cuando Naruto preguntó porqué habria tanto escándalo por el robo de unos planos.
—–Usa la cabeza un momento.—dijo Nami seriamente.—–Normalmente los planos vienen en códigos, pero no son imposibles de descifrar, una vez hecho puede ocurrir desde un ataque masivo hasta un posible genocidio, ¿Qué crees que es peor?—agregó levantándose del suelo, cargando a Akamaru con suavidad.—–Sí caen en las manos equivocadas, sería fatal.
—–Una vez analizada la estructura de las murallas de la aldea, lograrían encontrar la forma más fácil de entrar. ¿Pero, qué hay también de los planos del Palacio del Hokage? Podrían atacarla directamente en su habitación y todo sería una tragedia.
Podían sentir como la tensión aumentaba en el aire, y todo se volvía más pesado. La alerta de clase S no era ninguna exageración, en verdad la aldea estaba en un riesgo muy grande, por no decir que pendía de un hilo. Y ahora, estaba en manos de trece genin y un chunin protegerla a toda costa.
Shikamaru explicó a detalle que las cortinas de humo que rodearon la aldea en la reciente madrugada fatal fueron hechas por el sospechoso como medio de una distracción. Aún así, los Anbu pudieron encontrarlo casi a tiempo para poder hacerlo hablar, pero noten bien que dije "Casi", ya que justo antes de que eso ocurriera, el viejo tuvo la osadía de suicidarse explotandose a sí mismo. Todos exhalaron con algo de molestia, era la clásica salida de un cobarde.
—–Bien, da la orden y partiremos. No importa que ese tipo haya sido un experto en trampas.—afirmó Ino.
—–Antes que nada, cabe mencionar que este sujeto se infiltró en la aldea para trabajar como un simple carpintero.—advirtió el Nara, lanzando hábilmente una fotografía del sujeto quien ya no se encontraba entre los vivos.
Naruto seguía refunfuñando de camino. Ahora mismo todos estaban en grupo, dirigiéndose a casa del capataz, quien lideraba absolutamente toda la construcción de los nuevos edificios que recientemente se estaban haciendo en Konoha. El rubio seguía insistiendo en que no era posible que ese viejo fuera tan malo, por su lógica de que no puede gustarte el ramen y ser malo, pero aún así todos tenían las que claro que ese tipo solo planeaba atraparlos a todos con la guardia baja, y sin hacerse mucho notar.
Una vez llegaron a casa del capataz, este mismo se disculpó con todos ellos por no haber sido capaz de cuidar bien de los planos, avergonzado, mirando como Shikamaru hojeaba unas listas con las construcciones de importancia planeadas y hechas. Genno, nombre del viejo desgraciado que provocó todo ese alboroto, no había trabajado en las construcciones de los edificios importantes de la aldea, el capataz explicó que no permitía que alguien de fuera —ya que debían contratar gente de otros lados por insuficiente mano de obra— trabajara en ciertas construcciones, pues eso comprometía la seguridad de la misma. Habló de haber tenido una excelente seguridad para no permitir que algún contratista de fuera se infiltrase, pero Neji sintió que era el momento de levantarse y cumplir con su misión.
Tomó uno de los cuadernos en donde estaba esa información, e invitó a Hinata a que se levantara también, ya que ella a comparación de él, tenía más alcance en su byakugan. Nami también estuvo por levantarse, después de todo, los tres Hyuga eran los más calificados para ese trabajo de buscar entre paredes, por obvias razones. Ahora mismo, lo que importaba era buscar trampas y los tres, gracias a sus ojos, las encontrarían en un santiamén.
—–Bien, vámonos.
—–Esperen.—clamó, haciendo que los mencionados se giraran a verle.—–Necesito que Nami se quede.
—–¿Qué?—cuestionó la Hyuga de inmediato.—–¿Por qué?
Neji le dedicó una mirada, haciendo qué su hermanita se tranquilizara, ya que la había visto muy a la defensiva. Estaba claro que a Nami no le agradaba Shikamaru en lo más mínimo, pero aún así, estaban en una misión ahora, ella debía dejar sus diferencias de lado.
Aunque poniéndose en los zapatos de ella, comprendía bien porqué alguien tan machista como Shikamaru no le caía bien.
—–Solo hay dos cuadernos, Nami... Y de los tres, tu byakugan tiene más alcance, ¿No? Con Neji y Hinata buscando las trampas es suficiente, pero eres la Hyuga que queda, y necesito tu byakugan para otro trabajo.—se explicó, sin dar muchas vueltas.
Nami interpretó todo eso un vago "Vuelve a tu asiento", lo cual, la molestó, y mucho, pero bastó con que Neji le mirara con comprensión para que Nami volviera a sentarse, aunque teniendo un gesto de entre triste y molesto. Ella solo observó a su hermano mayor irse, con Lee, Hinata y Tenten.
De todos modos, Nami decidió tomar aire y tranquilizarse. Sus manos intentaron rascar la piel de sus brazos, buscando canalizar su ira, pero dado que sentía las miradas de sus compañeros de equipo, decidió no hacerlo, ya que sabía muy bien que si la veían no tardarían en avisarle a su hermano, además, no quería echar a perder la misión por una conducta que a su parecer era tan infantil.
—–Como dije antes, aún queda la esperanza de que este tipo haya escondido los planos robados en algún lado, ya que no los encontraron con su cadáver. Así que, Nami, para eso necesito tu byakugan.—llamó, haciendo que nuevamente la Hyuga se levantara de su cojín.
—–Bien.
—–Shino y yo también podemos ayudar, ¿Hay que pensar como ladrones y encontrarlo no? Entonces vamos. Podremos cubrir más terreno así.
Shikamaru asintió nuevamente, dejando que los tres se fueran a hacer lo suyo. Mientras que, con los restantes, necesitaba mover bien sus fichas.
—–Ino, Sakura, Kai, necesito que ustedes vayan a revisar el cuerpo del viejo, a ver si pueden encontrar alguna pista que pueda ser de ayuda.
Kai se levantó de un salto, mostrándose bastante animado, mientras que Ino estaba asqueada y Sakura se mostró seria y determinada. Kai y Sakura eran compañeros, por así decirlo, ya que ambos estudiaban jutsu médico con Tsunade, así que, revisar el cuerpo sería pan comido, pero Ino como estaba en sus inicios, y además era ingeniosa, también podría ser de ayuda.
—–Yo también voy. Tal vez no sepa ninjutsu médico, pero por el estilo que practico y mi familia sé mucho de anatomía, así que puedo ayudar.—comentó la albina, también levantándose. Una vez que Shikamaru le dio el permiso, los cuatro se fueron directamente al hospital a revisar los restos que quedaron de Genno.
Ahora mismo Konoha lanzó sus cartas, pero la partida no sería para nada fácil. ¿Qué es lo que le espera a Konoha ahora?
Averigüenlo en el próximo capítulo. Nah, no es cierto.
Seguiremos hasta que se completen cerca de las cinco mil palabras.
—–Bien chico. Esto será como una búsqueda del tesoro, tú puedes.—le animó el chico amante de los perros, motivando a su cachorro de ninken a que diera lo mejor para buscar algún rastro de los planos robados, que seguramente estaban escondidos.
Él y Shino estaban sobre un techo, Shino usaba sus insectos hábilmente para que ellos buscaran por él. Nami por su parte, estaba en otro techo, sentada y con una posición de manos, con su byakugan activado. Tenía que estar concentrada y buscar bien, su byakugan podía ver cosas pequeñas, pero a eso sumenle que debía prestar atención a todos esos pequeños detalles para asegurarse de no pasar algo por alto, y mucho más sí tenía que fijarse bien en la distancia.
El byakugan podía ser una ventaja, pero buscar a distancia cosas pequeñas u ocultas es más complicado de lo que parece.
Pasaron un buen tiempo buscando por todos los rincones de ese territorio, y Nami daba su mejor esfuerzo para ver tras las casas o rincones, incluso pequeñas canaletas, o incluso el suelo, pero no daba con alguna señal posible de un plano o si quiera papeles. Comenzaba a molestarse ya que últimamente ha dejado de entrenar, si hubiera aprovechado el tiempo que usó para leer en entrenar, a lo mejor ya habría dado con esos planos.
Eso, o ese maldito viejo sin dudas era un maestro en esconder cosas. Si estuviera vivo, sólo por hacerla pasar por esto, podría ser capaz de ahorcarlo con sus propias manos.
—–¿Aún nada?—preguntó Kiba, viendo a Nami parada de espaldas a él, frente a el camino para cruzar a una plaza y varios conjuntos de casas.
Shino suspiró al ver que Nami negó con la cabeza.
—–Aún nada.—respondió en un tono molesto, luego desactivó su byakugan para descansar la mirada.—–Ni siquiera veo un rastro, o algo inusual. Todas las casas son casas normales...
Se apoyó sobre sus rodillas algo frustrada, llenando sus pulmones de aire para respirar, de a poco y relajarse, luego se volvió a su postura natural y desactivó su byakugan, dispuesta a descansar un poco sus ojos.
—–Esto es peor que buscar una aguja en un pajar.—se quejó, notando a lo lejos un par de alas acercarse al grupo. Inmediatamente sonrió, luego extendió su brazo para que Shiba pudiera aterrizar ahí. —–Hola amiguito. ¿Nada que reportar?
El búho se negó rápidamente, moviendo su cabeza y sus plumas se erizaron. Lo más gracioso es que Shiba era el único que podía revelar qué estaba haciendo, pero en realidad, Queen y Kuro también estaban haciendo su trabajo, a escondidas de sus dueños para mantener la imagen de "animal doméstico" y no llamar la atención. Aún no encontraban los planos ocultos, mucho menos algo preocupante, pero todos estaban tensos dado lo complicado que era el asunto.
El futuro de Konoha ahora dependía de trece genins y un Chunin... No es precisamente la autoridad más confiable, de hecho ni siquiera son autoridad, pero... Quizá era la oportunidad de estos chicos para demostrar de qué madera eran hechos.
¿No?
—–¿Qué hacemos, debemos seguir buscando? Por estos lados no hay nada.—preguntó, volviéndose a ver a los dos chicos.
—–Sugiero que volvamos con Shikamaru, a lo mejor tendrá otra instrucción o habrá descubierto algo... —avisó Shino, viendo a Nami y a Kiba acercarse. Kiba estaba en desacuerdo, como solía pasar entre ellos dos.
—–Al menos debería ir uno, así los otros dos siguen buscando. ¿No? Vamos, ¿Qué tan lejos puede ir un anciano con planos y con cazadores anbus persiguendole?
Nami suspiró de nuevo con pesadez, viendo que entre ambos, Kiba y Shino volvían a discutir un poco sobre qué hacer, ella los miraba con una ceja alzada y algo de molestia, pero algo más la distrajo de ellos, siendo una chica de cabello blanco que llamó su atención. Nami bajó del techo de esa casa de un salto, aterrizando al frente de Meiko con sigilo, ahí la Dai aprovechó para comentarle a Nami sobre la situación, por lo que, la Hyuga, viendo que ni siquiera la presencia de Meiko podía llamar la atención de Kiba y Shino, puso dos dedos sobre sus labios y sopló, soltando hábilmente un silbido que finalmente calló a esos dos; causó que ambos se asomaran a ver hacia el suelo, justo donde ellas y Shiba estaban.
—–¡Oigan!—clamó apoyando las manos sobre sus caderas.—–Ya dejen de discutir. ¡Debemos volver con Shikamaru!
De nuevo, ando como el monito este de platillos de Toys Story viendo los últimos episodios de la primera parte de Naruto para así involucrar bien a mis niños y que no se vea tan forzado en todo esto, aparte de que me tiene emocionada la idea de que este libro está en su recta final XD
Realmente espero que les guste como va todo, que les haya gustado desde el principio hasta el final, y como siempre, les agradezco muchísimo a todos que sin importar cuánto tarde en actualizar, siguen aquí <3 No saben cuánto, me motivan más a seguir y leer sus buenos comentarios siempre me anima el día uwu
A todos les mando un abrazo, tomen agua y coman bien por favor, y cuidense bien del covid y de la viruela del mono, además no olvidemos que el planeta nos necesita, así que mientras menos quememos basura, más reciclemos y no cedamos al consumismo, mejor :3
Cuidense todos, los amo de verdad ;3; gracias por estar aquí, con ustedes no me siento tan sola.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro