|𝓛𝓸𝓼 𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓗𝔂𝓾𝓰𝓪|
Capítulo 4.
“Kabuto y los nueve novatos”

Por medio de una potente patada, Rock Lee logró mandar a Sasuke Uchiha por los aires. Era realmente rápido y sus reflejos impecables, además de aquello, él era inmune a él Sharingan de los Uchiha.

A Sasuke se le había dificultado ganarle. Además de ello, se sintió deshonrado por haber perdido ante alguien que consideraba patético y extraño.

Se regañaba a sí mismo mientras observaba cómo una tortuga parlante de color rojo y un hombre totalmente similar a él reprendían al joven de cejas enormes. Hasta que se despidió y desapareció después de una bomba de humo.

—–Recuerda dar tu mejor esfuerzo, Lee. Chaito.—y finalmente se fue, dejando al equipo 7 confundido.

Eso le dio oportunidad para que Lee pudiera decir lo que tenía a continuación, mientras recogía su venda y la enrollaba después en su mano. -Oye Sasuke.-Llamó Lee.-La verdad es que no fui totalmente honesto contigo. Te dije que quería probar mis habilidades y de hecho no mentí, pero tú no eres la persona con las que las quiero probar.-Pausó. Sasuke lo miró con atención.-Hace rato mientras peleabamos te mentí. Te dije que era el mejor genin de aquí, pero hay otros dos ninjas de altura.-Sasuke prestó atención. Sakura y Naruto se observaron mutuamente. Imaginaron que podría haber sido el Hyuga de hace rato que se había interesado por Sasuke.-Uno de ellos es alguien de mi propio equipo.-

—–¿Ah, si?—preguntó el Uchiha.—–¿Y quién es el otro?

—–Es la mejor estratega de mi clase. La mujer más fuerte , inteligente y cruel que conozco.—dijo.—–La líder del equipo de “Los tres grandes”

¿Quienes demonios eran “Los tres grandes”? Pues el equipo siete nunca había oído hablar sobre ellos. ¿Eran tan fuertes como lo pintaban?

—–Y vine para vencerlos a ambos. Tú sólo fuiste una práctica. Pero ya eres un objetivo.—bramó, antes de irse.—–Considerate advertido.—después de un impulso con una vuelta en el aire se fue, dejando a los tres Shinobi más que confundidos.

Y a un Uchiha con ganas de revancha, y curiosidad por aquellos otros mencionados.

Ahora, alguien más entraba en su lista.

Una Hyuga que poco daba para criticar.

La mejor de su clase, junto con su hermano, quién ahora mismo se estaba registrando con su equipo sin saber...

Que ahora sería el objetivo de alguien con ganas de probarse a sí mismo...

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—–Bien, entonces confirmaré.—habló el jōnin con las hojas de registro frente a él.—–Son... Meiko Dai, Kai Sakamoto... Y Nami Hyuga, ¿no?—observó a los tres chicos en espera de respuesta.

Ellos asintieron, y después de dar una pequeña reverencia sincronizada por las gracias, entraron al salón 301, lugar en donde se llevaría a cabo la primera etapa del examen chunin de ese año. Al cerrar la puerta detrás de ellos, los dos centinelas observaron con atención los papeles firmados por los tres.

—–Vaya. El equipo de Rei participará este año.—habló uno de ellos para su grupo.—–Estos exámenes serán divertidos.

En el salón habían muchas personas, sin duda algo que lograría poner nerviosos a algunos, sin embargo, no a ellos. Se encontraron con “Los nueve novatos” , quienes fijaron sus miradas en el equipo Rei, así como los demás presentes. Los murmullos comenzaron. Era más que obvio que se trataba de ellos, pues ahora el equipo Rei era el centro de atención. Nami iba al frente, siendo la cabeza del equipo después de todo. Mei Mei observaba al suelo; y Kai saludaba con la mano sintiéndose como en un desfile. Frente a ella se cruzó un joven de cabello gris atado en una coleta y de ojos negros, no lo reconocía, nunca lo había visto para ser precisa.

—–Oye, disculpa. Necesito pasar, así que apartate.—levantó la ceja, algo irritada.

—–Oh... Claro...—asintió el joven algo apenado, apartándose para darle el paso a el equipo de Nami.—–Lamento mi torpeza, no quería molestar a líder de “Los tres Grandes...”

—–Sabia decisión, cuatro ojos.—murmuró la Hyuga para sí misma, apartándose de los demás en compañía de sus amigos.

Kabuto seguía observando de reojo, pero el equipo Reí no tenía tiempo de mirar hacia atrás. Aquel aire misterioso y el dicho interés de Kabuto en esos tres causó en Los nueve novatos mucha curiosidad. Fijaron sus miradas en la Hyuga,  después en Kai y Mei Mei. Caminaban tan tranquilos y serenos; sin embargo era más que obvio el poder que se desprendía de los tres, la seguridad que tenían al dar cada paso, las ansias y sed de sangre que ocultaban era más que obvia. La tensión en la atmósfera era tal, que los murmullos no daban chance de cesar. A Nami no le importaba mucho ser el centro de atención, para ser exactos le daba igual. Pese a despertar murmullos, ella estaba más enfocada en encontrar a su hermano Neji junto con su equipo pronto, para sentarse con ellos según lo planeado.

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Kabuto es un joven de cabello gris atado en una colega desordenada y lentes redondos. Ojos negros y viste de violeta y gris. Lleva en su frente la banda emblema de la aldea Konoha y según lo que dice ya ha presentado el examen más de una vez. Él se sintió atraído por los novatos quienes actuaban de una forma escandalosa y nerviosa, por lo que siendo un “buen samaritano” decidió acercarseles para advertirles lo mal que se veían y tal vez ayudarlos a tranquilizarse un poco.

—–Dijiste qué... Te llamas Kabuto, ¿no?—preguntó Sakura, con algo de interés.—–O sea, que no es la primera vez que presentas el examen.

Ante su pregunta, Kabuto se rascó levemente la nuca y sonrió con vergüenza antes de confesar que de hecho, había ya presentado el examen más de tres veces.

—–No... De hecho... Es mi séptima.—sus palabras causaron impresión, ¿era en serio? Técnicamente era un veterano.

Pero, ¿por qué nunca aprobaba? Aquella respuesta no provocó paz en los novatos. Más bien, los estresó un poco más.

—–Creo que todos los rumores de que este exámen es muy duro son ciertos.—habló Shikamaru, soltando un suspiro quejoso.—–Ay, rayos, sabía que ésto iba a ser aburrido.

Mientras el Nara hablaba y se quejaba de su triste y miserable vida, Kabuto buscaba en sus bolsillos algo para ayudar a los novatos, parecía muy servicial. Sospechosamente servicial. Pero los novatos en su inocencia preferían creerle al veterano amable que estaba frente a ellos antes que a otra cosa.

—–Muchachos, no se den por vencidos.—sacó de él unas tarjetas.—–Tal vez con ésto pueda ayudarlos.

—–¿Info-tajertas ninja?—preguntó Sakura.

¿de qué iban?

Él amablemente explicó que era algo difícil de comprender, pero en palabras resumidas se trataban de tarjetas codificadas con información de sus cuatro años de intentos en los exámenes. Estaban llenas de chakra.

-Puede que no se vean tan interesantes a primera vista, y de echo aparecen en blanco. Pero no quisiera que nadie viera ésto.-Con un toque de su dedo, comenzó a girar la tarjeta, hasta que apareció en ella una estadística.

En ella se veían a las aldeas participantes, daban a conocer los datos de la distribución geográfica de los candidatos al exámen. Barras verdes indicaban desde la mayoría a la minoría.

—–¿Y esas tarjetas tienen la información de algún Shinobi en especial?—preguntó el Uchiha, totalmente interesado por saber más en aquellos mencionados hace un tiempo.

Sin agregar que de camino al lugar también se había encontrado con otro chico misterioso. Pelirrojo y bajito para ser más exactos.

—–Prodría ser. ¿piensas en alguien en especial?—cuestionó Kabuto, dispuesto también a responderle.

—–Podría ser.—respondió, aún más misterioso.

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«-Es la mejor estratega de mi clase. La mujer más fuerte y cruel que conozco.-Dijo.-La líder del equipo de "Los tres grandes"- »-Recordó las palabras de aquel extraño chico que le ganó en su propio juego.

Sasuke no calmaria su curiosidad por aquellos mencionados hasta rectificar las cosas. Quería saber más.

—–No puedo prometerte que la información sea completa o perfecta.—nencionó Kabuto mientras organizaba las tarjetas.—–Pero tengo aunque sea algo de cada uno. Y eso los incluye a ustedes. Así que dime algo que sepas de ellos: ¿Una descripción, de donde son? Lo que sea.—sonrió ladino mostrando una de ellas por la espalda.

—–Tengo a tres en mente.—habló seriamente. Iba en serio.—–Ellos son: Gaara del desierto y Rock Lee de la aldea de la hoja.—pausó recordando.—–La última no sé su nombre en realidad,  pero es una de “Los tres Grandes. Sólo sé que es la líder de ellos. Participarán en el exámen.—describió todo lo que sabía sobre la chica. Ni siquiera imaginaba su apariencia, pues nunca había escuchado hablar de ese equipo.

Kabuto sacó de su baraja tres tarjetas en blanco. Las encontró. Luego las colocó en frente, listo para impregnar su chakra en ellas y revelar información.

—–Veamos... El primero es Rock Lee.—giró la tarjeta con la punta de su dedo mientras enviaba chanta a ésta, en cuestión de segundos se mostró cierta información.—–Ha llamado la atención en este último año, pero por alguna razón no participó en los exámenes después de graduarse como ustedes. Esta es su primera vez, como ustedes. Sus compañeros de equipo son Tenten y Neji Hyuga.

Al mencionar el apellido, Naruto pareció confundido, era tan poco conocedor que solamente imaginaba que Hinata era la única Hyuga de su edad. Por otra parte, la mencionada y temerosa Hinata intentaba mantener un gesto sereno, aunque ligeramente sus ojos se abrieron con impresión, quizás por el temor que ese dato le provocó.

—–Ahora con Gaara del Desierto.—puso la otra tarjeta en el suelo. Haciendo el mismo procedimiento.–—No hay mucho sobre él. Pero hallé ésto. Él realizó una misión nivel B, y ocho nivel C. Además de ello, no resultó herido en ninguna. Regresó completamente ileso.

Los jóvenes genin se mostraron tanto impresionados como abrumados por la información dicha. Bien sabían que las misiones que él realizó siendo un genin, y además sin obtener ni un sólo rasguño, era una noticia increíble y también espeluznante.

—–Y bien. Ésta es la siguiente.-Colocó la última tarjeta en el suelo. Realizando el mismo procedimiento de las veces anteriores.—–Creo saber de quién hablas.—una vez dicho, de la tarjeta se dejó ver los perfiles de los muchachos que cruzaron pocas palabras con Kabuto hace un momento.—–Ahí están. “Los tres Grandes”

En la tarjeta aparecían una Hyuga, una albina y un castaño de ojos verdes. La cantidad de información que Kabuto tenía sobre ellos era considerable.

—–¿Los tres qué? ¿Quienes son esos sujetos?—preguntó Ino, algo irritada.

—–Ellos parecen ser un año mayor que ustedes. Pero a pesar de ser genin, presentan habilidades que incluso podría igualar a un chūnin o a un jōnin. Han realizado quince misiones nivel C, y diez de nivel D. Para un total de veinticinco misiones exitosas. Son llamados así entre los otros genin de otras aldeas, pero esta también es su primera vez presentando el exámen.—observó a los chicos.—–Habían rumores de que se presentarían el año pasado, pero por alguna razón jamás llegaron al lugar. Luego supe por otras bocas que prefirieron esperar hasta este año.

—–¿Cuales son sus nombres?—preguntó el Uchiha, bastante interesado.

—–Allá voy.—sonrió.—–La primera es, Nami Hyuga. Es conocida por sus habilidades estratégicas en batalla,y por tener una actitud fría y calculadora ante el enemigo, su manejo de chakra es perfecto. Tiene una memoria excepcional y por rumores escuché que tiene un IQ por encima de 195,aunque no sé el número exacto, tal vez sea algo más bajo. Sus mejores habilidades son en las áreas del ninjutsu y el taijutsu. Pero no tengo mucho de ella. Sólo sé que no sólo es una cara bonita.—pausó.—–Ella es la líder, eso si lo sé. Sus compañeros son Meiko Dai,es la albina de rostro inexpresivo. Pertenece al clan Dai, que más bien es una familia de Samurai. Ella también es algo misteriosa. Pero según la información, la espada que lleva siempre jamás ha sido empuñada por otra persona. Es como si sólo ella pudiera... Y bueno, el último es Kai Sakamoto. El chico es hijo de una familia de herreros, desconozco sus habilidades, en realidad. Los tres tienden a tener un perfil bajo... Su mentora es Rei Sarutobi.-Dijo finalizando.—–Es todo lo que tengo sobre ellos. ¿Alguno de ellos que despierte tu interés?

—–Tal vez.

“Entonces ese raro no mentía. La chica ha de ser una genio”—pensó el Uchiha en realidad.

—–Entonces su nombre es Nami... Hyuga...

Entre la misma multitud, Naruto sólo le prestaba atención al apellido de la primera mencionada. Quizá Hinata tenía otros dos hermanos mayores y no lo sabía, o nunca la había escuchado mencionar. Después de todo, tenían el mismo apellido. Pero está claro que el joven Uzumaki apenas y se entera de lo que pasa a sus alrededores.

—–Bueno. No cabe duda de que éste año el exámen será muy duro. Jamás había visto candidatos con tanta habilidad en años anteriores como en éste.—agregó el mayor de cabello gris, ya levantándose.

—–Podría parecer... Que eso fue suficiente para perder la confianza...

—–Vaya. Que buen momento para decir esas cosas.

Entre los novatos se halló otro silencio. Incómodo y sepulcral. Intentaban calmar los nervios. ¿Como no entenderlos? Se enfrentarían a ninjas mayores que ellos, incluso más experimentados por el tiempo de entrenamiento que llevan. Incluso Naruto Uzumaki, el joven que ocultar al Zorro, estaba temblando. Bueno, no precisamente de miedo. Más bien era por la emoción que sentía el rubio. No obstante, pensando en animarlo, Sakura se sintió apenada por él, e intentó con una sonrisa darle ánimos acercandose a él para tomar su hombro. Sin embargo, quedó sorprendida cuando éste se volteó con una sonrisa alegre y señaló a los demás genin quienes observaban a los novatos. Gritó su nombre y su meta, gozando de la alegría que le daría vencerlos a todos ellos, además de que prometía patearles a todos el trasero. Claro que, a muchos de los presentes no les hizo mucha gracia, así que miradas matadoras de los espectadores no se hicieron esperar.

Ésto provocó que entre Ino y Sakura se diera una pequeña discusión.

Entre la misma multitud, observando con incomodidad y pena ajena a los primerizos novatos recién graduados, Nami, Meiko y Kai estaban a la expectativa de lo que sucedería, charlando y hablando de las posibilidades.

—–¿Qué creen... Que trata de hacer ese inepto... ?—preguntó Meiko, mientras afilaba la hoja blanca de su espalda con una roca que siempre llevaba en el bolsillo.

—–Vaya. Admiro su valentía.—habló Kai, con una leve sonrisa.—–¿Tú que dices Nami?—miró a su amiga. Quién estaba de ojos cerrados pensando en otras cosas que consideraba más importantes.

—–Que no me sorprendería si trataran de asesinarlo ahora. Con los demás.—suspiró.—–Vaya, que imprudente.—surló cubriéndose levemente la boca para no soltar una risa escandalosa.

Ese tipo de actos a Nami le hacían mucha gracia, admiraba la confianza del rubio. Aunque claro, por su imprudencia, para nadie era un secreto que se había condenado.

—–Él tiene pasión.—dijo Lee, quién estaba sentado detrás de ellos con su equipo.

—–Creo que no lo intimidaste tanto. ¿Eh, Lee?—se mofó Neji. Sonriendo igual que su hermana.

—–De todas formas la pasión no sirve de nada si te hace falta cerebro.-Rió Nami en voz baja. Que poco a poco fue aumentado de ruido mientras cubría su rostro apoyado en la mesa, y con el puño la golpeaba levemente. Embarrada de risas.

Meiko también soltó una risa pequeña, sin hacer mucha expresión de felicidad en su rostro ya que se le hacía demasiado gracioso el acto de ver a la Haruno reprender al rubio, en compañía de la Yamanaka.

—–¿Piensa que hirió nuestros sentimientos? Wow.—sacó de su bolsillo un pañuelo azul y otro amarillo, el azul se lo pasó a Meiko quien lo recibió para limpiarse los ojos. El amarillo se lo pasó a la Hyuga, quién estaba a punto de llorar de la risa también.

Pero  de pronto, sintiendo que el ambiente divertido se había transformado en uno más intenso, las risas de Meiko y Nami se detuvieron rápidamente para observar a su alrededor muy expectantes, Kai también se colocó en una posición de alerta, sin levantarse de la silla. Los tres  habían percibido que algo corría a gran velocidad cerca de ellos, e iban en dirección a los novatos. Nami llena de curiosidad activó su byakugan, para observar de mejor manera.

—–Se dirigen a los novatos. Creo que son del sonido... Hmpf. Se formará un pleito.—se cruzó de brazos desinteresada y desactivó su Dōjutsu.

La albina y el castaño después de escuchar a su compañera con atención, se propusieron a observar la escena. No despegarán la mirada de los novato.

Aquello pasó muy rápido, pero algunos pudieron verlo. Los del sonido se propusiera a atacar al más cercano: el peligris. Al esquivar el golpe del ninja de sonido, Kabuto sonrió triunfal pensando que había ganado, los había burlado. Pero, al parecer no fue así. En cuestión de unos pocos segundos más sus lentes se rompieron por completo, provocando después que el chico se arrodillara para apoyarse en el suelo, comenzando a experimentar arcadas y mareos. Meiko y Kai se alertaron un poco al notar aquello, intrigados de lo que había pasado.

—–¿Qué le sucede?—preguntó Meiko, volteando a ver a su amiga.

—–¿Nami?—el castaño miró a la Hyuga, que observaba la escena con atención.—–Él logró esquivarlo. Ni siquiera lo tocó...

Nami levantó ambas cejas con una pequeña impresión, intentando buscarle una explicación a lo que le sucedía al peligris, pero no había visto nada, ni siquiera algún contacto, por lo que decidió no tomarle más importancia y prestarle atención a lo que comenzaría a suceder: bajo una pantalla de humo, el censor de la primera parte del examen apareció reprendiendo a los del sonido por su acto, después pidió orden con rudeza, dando inicio a lo que sería un examen escrito. Kai, Meiko y Nami se miraron los rostros, encogiendose de hombros entre sí para después simplemente obedecer, no había más opción.

—–Ésto será interesante...