꧁𓊈𒆜22𒆜𓊉꧂
—Te espero en mi habitación está noche Jin, es momento de cumplir con mi deber de esposo y atenderte.
—¿Está noche? —repitió con sorpresa Jin.
—Así es, puedes usar el conjunto que compraste, ese que Jimin te ayudó a escoger para comprar.
El castaño de inmediato volteo a ver a Jin, esperando una explicación de lo que sucedía, que estaba dispuesto a obtener cuando Jungkook se retirara del comedor.
—Está bien —se limitó a decir Jin.
—Estaré en mi habitación —se levantó y en cuanto la puerta fue cerrada Jimin se acercó al mayor.
—¿Qué significa esto?, ¿por que sabe Jungkook de ese conjunto y a que se refiere con que va a cumplir con su deber?, ¿qué fue lo que le dijiste?
—No dije nada.
—No parece ser así.
—Tranquilízate, ¿si?, esto era algo que podía suceder, quizá lo dijo porque sintió que está siendo muy atento contigo y se ha olvidado de nosotros dos, debe ser su conciencia.
—Falta ver que sea capaz de tocar a Jin —apoyó Yoongi— aceptamos hacernos a un lado para que pudieras acercarte más a Jungkook, todo está conforme al plan.
—Lo único planeado aquí parece ser la cogida que te dará esta noche, ¡y no pienso tolerar eso!
—¿Qué no recuerdas como me regaño por tu herida en la mejilla?, definitivamente le importas, no creo que sea capaz de tocarlo.
—Así es Jimin, no te exaltes aún.
El castaño respiró hondo, no podía equivocarse con lo que sentía por el lazo, Jungkook lo quería tanto como él lo hacía, así que sólo podía confiar en eso.
—Está bien.
—Muy bien, ahora recojamos, ¿ibas a entrenar por tu cuenta Jimin?
—Si, solo un poco.
—Hay que darnos prisa entonces, así podrás descansar también Yoongi, fue tu primer día de entrenamiento.
Jimin empezó a lavar los trastes, Jin a secarlos y Yoongi los acomodó, pero la inquietud no se iba del castaño, estaba preocupado.
“¿Y si Jungkook se acuesta con él después de todo?”
Esa posibilidad lo estaba matando por dentro, no podía entrenar bien, así que decidió hacer ejercicio para distraer su mente y el dolor en su pecho.
Incluso fue con Estela para limpiar y cepillar tratando de buscar calma, estar con ella siempre lo reconfortaba.
—No se que voy a hacer Estela, no creo poder soportar estar en mi habitación está noche, temiendo que pueda tocar a Jin de la misma forma que lo hace conmigo, besarlo, acariciarlo, murmurar en su oído todo lo que siente y después… después abrazarlo mientras le dice cuánto lo quiere y pregunta si está bien —dejó de cepillar y limpio las lágrimas que bajaban por sus mejillas.
“Por favor Jungkook, no lo hagas, no hagas con Jin lo que haces conmigo, mi corazón no podrá soportarlo…”
Se refugió con Estela hasta que escuchó el llamado para cenar, pero el estómago lo tenía revuelto de los nervios y estaba seguro que vomitaría si comía algo, por lo que optó por irse a su habitación.
—¿Qué sucede Jimin?, la cena está lista —preguntó Jin entrando a su habitación.
—No tengo hambre.
—No está bien que vayas a dormir sin cenar.
—¡Dije que no quiero cenar!, ¿puedes entender cómo me siento y ser más empático?
—Jungkook pensará que estás mal.
—¡Pues no me encuentro bien tampoco!, no cenaré y es mi última palabra —tomó su pijama y salió para meterse al baño.
—¿Qué dijo Jimin? —preguntó Yoongi acercándose.
—Que no cenara.
—¿Eso no arruina el plan?
—Espero que no, ya inventaré algo, todavía no le digas a Jungkook que la cena está lista, debo hacer algo antes —camino a la cocina y empezó a preparar té, sacando unas gotas de su bolsillo.
—¿Qué es eso?
—Un somnífero, Jimin no debe escuchar lo que pase en esa habitación.
—¿Crees que no se dará cuenta?
—Sólo pondré un poco, el sabor del té lo va a cubrir, así que tranquilízate y ve por Jungkook.
Yoongi obedeció, Jin aprovechó para volver a guardar las gotas en su bolsillo y llevó la taza de té a la habitación de Jimin para luego empezar a servir los platos.
—¿Por qué solo hay tres platos puestos? —preguntó Jungkook al sentarse.
—Jimin no se siente bien así que no cenara.
—¿Qué es lo que tiene?
—Sólo un poco de mala digestión, tranquilo, ya le prepare un té.
La puerta del baño se abrió y Jimin salió sin voltear a verlos cenar, el olor del té le llegó al entrar en su habitación, cepillo su cabello y terminó de secarlo antes de acercarse para olerlo y dar un sorbo, el sonido de las sillas ser arrastradas y los platos levantados aumentó sus nervios, terminando con el té de golpe para tratar de calmarse.
Estaba seguro de que no podría dormir, la ansiedad lo estaba atacando de la peor forma, por lo que terminó sentándose en la cama y respirando para calmarse, concentrándose solo en su respiración.
La puerta de su habitación se abrió y vio a Jin con una bata asomarse.
—Sólo confía, trata de dormir, ¿si? —mencionó luego de ver la taza vacía.
—Es fácil decirlo —se quejó.
—Anda, acuéstate, no te tortures más —levantó las cobijas y lo hizo recostarse.
—Me duele Jin…
—Ya pasará —murmuró y noto los párpados del castaño empezar a cerrarse— solo será momentáneo el dolor, te lo aseguro.
Jimin dejó de escuchar lo que Jin le decía, quedando completamente dormido, por lo que al despertar lo hizo de golpe, notando el sol asomarse por su ventana, los nervios regresaron y se alistó de prisa para salir de su habitación.
No había podido escuchar nada por quedarse dormido y eso lo dejaba con muchas preguntas que requerían de respuestas inmediatas pero se detuvo de interrogar a Jin al verlo en la cocina junto a Jungkook, sintió su corazón later acelerado, observó sus rostros, su interacción, algo que le dijera si ellos habían estado o no juntos.
—Buenos días Jimin, ¿te sientes mejor para desayunar? —preguntó el pelinegro.
—No tengo mucha hambre en realidad.
—Si te sientes mal quizá debería llevarte al doctor.
—Estoy bien —observó a Jin, notando que no había volteado a verlo desde que se acercó.
Eso solo empeoraba sus nervios.
—Decidí tomarme otro día más, así no se quedan tan solos, podemos incluso aprovechar para entrenar, te lo había prometido, ¿no?
—Claro…
Jungkook sonrió feliz y continuó desayunando, Yoongi se acercó y tomó asiento.
—También puedes entrenar con nosotros si quieres Yoongi —propuso Jungkook.
—Es buena idea, gracias, esta vez solo me quedaré con la espada de madera.
—Será lo mejor, ¿cómo sigue tu herida Jimin?
—Bien.
—Me alegra escucharlo —dijo y continúo comiendo, Jin acercó dos platos más y le hizo una seña para que se sentará, dudó un momento pero terminó accediendo y sentándose.
Todo parecía bastante normal y eso no le decía nada, pero el cariño en el lazo y mirada de Kook continuaba intacto, por lo que empezó a comer.
Enseñó a Yoongi otros movimientos para que continuara entrenando y luego de verlo practicar unos minutos sacó su katana y empezó a pelear con Jungkook en un ligero entrenamiento, haciendo notar que no se la pasaba perdiendo el tiempo y el hecho de estar casado no lo hacía perder condición.
Bloqueo todo ataque del pelinegro y contraataco hasta hacerlo retroceder, con toda la intención de hacerlo perder la espada, dio un giró y golpeó con fuerza siendo detenido, Jungkook aprovechó la posición para robar un beso a Jimin con la intención de desconcentrarlo y ganar, pero el castaño se separó y continuó atacando.
—¡No voy a caer con eso!
—Me imaginaba que no lo harías pero de todas formas quería hacerlo —sonrió.
—¡No te burles de mi! —reclamó volviendo a atacar.
Pero en cada oportunidad Jungkook volvía a besarlo, riendo sin poder evitarlo por el enojo del castaño, no podía explicar la felicidad que le producía estar junto a Jimin.
Jin observó por la ventana y aprovechó para entrar a la habitación de Jimin para ver el frasco que le menciono Jungkook, encontrandolo sin problema, frunció el ceño confundido por el color y lo abrió para olerlo, casi dejándolo caer por el ardor en su nariz mientras tosía.
—Esto no es ninguna esencia para las malas vibras, es veneno… —dijo con sorpresa, volvió a cerrarlo y lo dejó en el cajón para salir, sin poder dejar de pensar la razón para que Jimin tuviera ese frasco ahí.
Después de unas horas volvieron adentro, Yoongi ayudó a Jin con la cena mientras se rolaban para bañarse, en cuanto Jungkook se metió a bañar Jimin aprovechó para acercarse a Jin y poder hablar.
—No creas que no note que me has estado evitando, pero no puedes seguir huyendo, necesito respuestas.
—Lo sé, no era mi intención.
—¿Tuviste sexo o no con Jungkook?, y quiero la maldita verdad.
—¿Ya está la cena?, tengo mucha hambre por el entrenamiento, oh Yoongi, hoy serás tú quien duerma conmigo así que ve a bañarte de una vez para cenar.
A Jimin se le hizo un hueco en su estómago al escuchar eso, además de volver a sentir ese dolor en su corazón, tomó a Jin del cuello de su camisa para acercarlo a su rostro con enojo por su falta de respuesta y frustración por lo que acababa de escuchar.
—Tranquilo Jimin, confía en mí, ¿si?, te prometo que mañana te explicaremos todo, ¿puedes esperar?
—¿Tengo cara de que puedo hacerlo?
—Por favor Jimin —pidió y lo soltó de golpe para ir a su habitación y encerrarse.
—¡Maldita sea! —gritó molesto y golpeó la pared.
Otro maldito día de incertidumbre, era un idiota, había olvidado todo por estar toda la tarde con Jungkook, era como si… le hubiera dado igual por un momento.
Como si compartir no fuera tan malo si no lo veía ni escuchaba.
“¡Claro que es malo sin importar que no lo vea!, de ninguna manera lo voy a aceptar, ¡primero muerto!, mañana hablarán por las buenas o por las malas”
—Así tenga que hacer correr sangre… —murmuró viendo su katana brillar bajo la luz de la luna— está estúpida relación termina mañana o seré yo quien se beba ese maldito frasco.
Luego de un rato su puerta fue tocada y Jin se asomó con una taza de té.
—Espero que puedas calmarte y dormir, mañana todo se resolverá.
—Si, mañana todo lo hará —murmuró, Jin dejó la taza sobre el buró y salió.
La ansiedad volvió a apoderarse de él y empezó a caminar de un lado a otro, escuchando los ruidos de afuera hasta oír las voces de Jungkook y Yoongi y la puerta de la habitación del pelinegro cerrarse, Jimin llevo las manos a su cara para cubrirla y tratar de impedir salir sus lágrimas pero falló.
El olor del té le llegó y tomó la taza para acercarla a su boca pero se detuvo al percibir un aroma peculiar.
Ese no era un simple té, tenía algo más.
Abrió su ventana y lo tiró rompiendo la taza, lo estaban tomando por idiota y eso no lo perdonaría jamás.
Ahora tendrían que atenerse a las consecuencias de burlarse de Park Jimin.
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A primera hora de la mañana se levantó, notando que Jungkook había salido, Jin hablaba en voz baja con Yoongi en la cocina y voltearon a verlo cuando escucharon su presencia.
—Estoy esperando la explicación.
—Lo sabemos, es momento de hablar, lo que pasó…
—Es que parece que no fuiste suficiente, nos metió en su cama y tuvimos sexo con él, dijo que hoy era tu turno si te sirve de consuelo —interrumpió Yoongi dejando un incómodo silencio al esperar la reacción de Jimin pero su expresión no cambió.
—¿Eso es todo?
—A menos de que quieras los detalles de lo que hicimos en la cama, si —se cruzó de brazos Yoongi.
—Bien —se dio la vuelta para regresar a su habitación.
—Jimin —lo llamó Jin, deteniendo su pasó— lo siento…
—Todavía no —murmuró entrando a su habitación.
—¿Salió como esperabas? —cuestionó Yonngi.
—Eso creo… —murmuró.
Tenía un mal presentimiento.
En cuanto Jungkook cruzó la puerta de entrada Jimin salió con su katana de la habitación, el pelinegro sonrió al verlo imaginando que estaban por entrenar pero vio curioso la vestimenta que usaba.
Un hanbok negro con diseños en azul claro.
—Jimin, ¿qué es lo que-...
—Basta de estupideces, este matrimonio termina ahora —desenvainó su katana y lo señaló, dándole a Jeon un terrible dejavu— lo que Ishtar unió bajo su bendición, hoy será separado con sangre.
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