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JiMin despertó lentamente, Agust se encontraba a su lado izquierdo y YoonGi en el lado derecho, ambos lo abrazaban mientras dormían. Hace un mes que lideraba la asociación y para bien o para mal, tenía mucho trabajo que desempeñar. Estaba siendo menos complicado gracias a que las pandillas de Suga se unieron y no había ningún empleado que no supiera de la relación entre ellos.
Desde el inicio se dejó en claro que YoonGi y Agust eran intocables para todos los agentes sombra, los empleados de base debían continuar con su trabajo habitual y no aceptar misiones que involucraran a los gemelos Min, aunque sí transmitirlas. JiMin se comportó bastante firme y benevolente ante toda Darkness, era fácil verlo como su líder porque durante muchos años fue compañero de muchos de ellos y sabían que podía con el cargo. Otros tantos se negaron a quedarse porque su fidelidad estaba con el señor Park, así que la pandilla de Suga se encargó de matarlos en silencio para que no filtraran o vendieran información.
Todo estaba marchando muy bien, afortunadamente la madre de JiMin se mantenía hospitalizada, no había sido dada de alta porque aparte del corte en su cuello, tenía un cuadro anémico. Sin embargo, por lo menos estaba viva, había cura y su mirada hacia su hijo y yernos fue de total agradecimiento, incluso les escribió una nota para aclarar su papel con su esposo.
No quería estar en malos términos ahora que podía convivir con JiMin sin que hubiera consecuencias.
—Es muy temprano, no te levantes.— bufo Agust, apretando la cintura de su pareja.
—Tengo una junta a las 10am, es importante.— se excusó JiMin, forcejeando.
YoonGi también lo atrajo hacia su cuerpo, rozando su erección matutina contra el muslo de su pareja —Quédate un poco más.— susurró con picardía.
Era habitual para ellos dormir los tres juntos, follar los tres, acostarse los tres y hasta vivir juntos los tres. Esta era la relación que llevaban y no había quien no lo supiera, JiMin era de los gemelos Min y Agust y YoonGi eran de JiMin. La pertenencia era algo de ellos, simplemente diciendo que eran suyos, sin restricciones, tan posesivos.
—Quince minutos.— ofreció JiMin, mordiéndose el labio inferior al sentir una boca succionando su pezón.
—Que sean treinta minutos.— exigió Agust, apartándose para dejarle una lamida y seguido una mordida.
JiMin no pudo negarse, lo habían hecho cuatro veces por la noche, pero parecían insaciables y sinceramente él no se quedaba atrás, siempre quería más. Dejó que Agust continuará estimulando sus pezones mientras YoonGi lo besaba y se frotaba con su muslo, a la vez que buscaba su miembro para masturbarse.
YoonGi le mordió el labio inferior y se apartó para descender en su lugar, por debajo de las sabanas, metiéndose entre las bien formadas piernas de JiMin para prepararlo. Agust también dejó los pezones tranquilos porque ya estaban sobreestimulados y completamente rojos, así que tiró la sábana para dejar al descubierto a su hermano.
—¿Tú abajo y yo arriba?
—Sí, es mi turno.
Agust sonrió y se encargó de apartar la mano de JiMin que se tocaba para reemplazarla con la suya, sincronizando sus movimientos con los de la cabeza de su hermano que le comía el culo e insertaba dedos en su interior.
La excitación tenía a JiMin con los ojos cerrados, buscando respirar correctamente con su boca entreabierta y era una imagen tan preciosa que Agust y YoonGi adoraban. Pronto sus paredes se encontraron siendo estiradas por cuatro dígitos, los sonoros gemidos no se hicieron esperar y el mayor de los hermanos los acallaba con besos apasionados.
YoonGi salió de entre sus piernas, se puso de pie y Agust se acomodó en el respaldo de la cama para sentarse, dejando su miembro totalmente erguido a la vista. JiMin quería ir y mamarlo con tanta necesidad, pero había poco tiempo y sabía lo que debía hacer, gateo hasta posicionarse encima de él y dejar que se introdujera en su culo.
—Tan apretado.— comentó Agust con sorna.
—Vamos, YoonGi, puedes meterte en mí.— alentó JiMin, abriendo sus mejillas traseras con ayuda de sus manos y las de Agust, mostrando obscenamente su agujero lleno.
—Primero unos dedos...
JiMin negó —Estaré bien, me estoy acostumbrando a los dos.
—Entonces te follaremos hasta que te desmayes, olvida la media hora.— aseguró YoonGi, acercándose para acomodar su glande y meterse de golpe en su interior.
Agust jadeo al sentir el pene frotándose contra el suyo, la presión tan placentera e intensa. En cambio, JiMin gruñó por el pequeño ardor que sintió, dejó caer la cabeza en el hombro de YoonGi.
—Cambiaré la junta, soy el jefe.— dijo ido en la nube de éxtasis.
JiMin solía ser bastante decidido, pero con los gemelos Min jamás se podía, siempre lograban convencerlo de lo que querían y estaba al tanto de su debilidad por ellos. Pese a eso, era algo que los tres tenían, se respetaban y amaban, incluso Agust y YoonGi que tenían su pasado.
Las duras estocadas no se hicieron esperar, estaban moviéndose fuera de tiempo, uno entraba y otro salía, provocando doble golpe en la próstata. JiMin a este punto estaba babeando, demasiado estimulado para siquiera hablar correctamente, solo balbuceaba. Después, Agust y YoonGi empezaron a besarle el cuello, llenándolo de marcas rojizas por cada lado.
Entonces la penetración se volvió un movimiento par, ambos entrando y saliendo, sintiendo como las paredes de JiMin los envolvían deliciosamente, apretándolos cada que profundizaban. YoonGi envolvió una mano en el cabello castaño y Agust lo presiono por el costado de la mejilla, ambos empujándolo para que los besara al mismo tiempo.
—Mierda.— gimió JiMin, corriéndose en el vientre de Agust.
YoonGi recolectó la esencia con sus dedos para dirigirlos hacia su boca, todo de JiMin sabía tan dulce que Agust sin dudar también se encontró ansiando probarlo, pero su hermano no había dejado nada para él.
—Maldito glotón.— refunfuño Agust.
—¿Quieres?— preguntó YoonGi, abriendo la boca y sacando la lengua.
—Están jodidamente locos.— se burló JiMin, observando como Agust se besaba con YoonGi.
Ambos apretaron el cuerpo que yacía en medio de ellos y finalmente, tras varias estocadas, se corrieron en el interior. Agust y YoonGi se apartaron, pero se mantuvieron dentro, disfrutando de la sensación abundante y caliente. JiMin adoraba que hicieran eso porque se sentía tan lleno, su estómago se abultaba un poco y se ponía mucho más sensible de lo normal.
—Aún no se termina.
—Claro que no.
JiMin solamente los escuchó hablar antes de que Agust volviera a moverse mientras le succionaba los pezones, YoonGi no se quedó atrás y persiguió el movimiento de su hermano a la vez que le aplanaba el vientre. Se sentía tan jodidamente bien que en algún momento nació la necesidad de orinar, pero no podía librarse de los gemelos Min.
—Necesito ir al baño, por favor.— rogó JiMin entre gemidos desesperados.
Claro que lo escucharon, pero continuaron en lo suyo, incluso fueron más persistentes, YoonGi dejó de tocarle el estómago para masturbarlo y Agust paso a besarlo de lengua. Nuevamente, JiMin se vino, aunque esta vez fue demasiado, como un chorro líquido, caliente y pausado, tenía espasmos en su culo.
Agust se corrió a continuación y sacó la mitad de su miembro, YoonGi siguió con otras dos estocadas y también se vino. JiMin estaba mareado, fuera de sí, llorando y jadeando como si su corazón fuese a salir por su boca.
—Eres tan hermoso, te amamos.— halagaron los hermanos al unísono, algo que recientemente había estado sucediendo frecuentemente.
—Los amo tanto.— confesó JiMin, besando a cada uno con adoración.
Este sería un día más en que los tres se quedarían en casa para amarse.
Perdonen la demora, llevo ya cuatro días en el hospital y me fue complicado actualizar, pero por fin hemos terminado esta historia. Espero les haya gustado, muchísimas gracias por darle la oportunidad y recuerden que pueden dejar propinas si les nace :3
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