11
YoonGi no se dio cuenta de que iba directamente a una trampa o si lo sabía no estaba demostrándolo en el momento en que fue rodeado por un grupo de hombres armados, vestidos de completamente de negro y mascarillas grises en sus rostros. Claramente tenía el conocimiento que su hermano gemelo estaba involucrado, pero no esperaba que tuviera a este tipo de gente respaldándolo, conocía la asociación darkness lo suficiente como para arruinar sus planes algunas veces.
No peleo demasiado cuando lo apresaron y amarraron las manos, si quería llegar a JiMin esta era la opción más sencilla y rápida. Las cosas se irían dando, todo estaba en actuar al momento y traerlo de regreso a su lado para protegerlo de Agust.
Nunca imaginó que su hermano entrometería a un inocente, no cuando supuestamente era un hacedor de la ley y que trabajaba en un área legal. Era él quien se ensuciaba las manos, no Agust, pero le daba puntos extras por hacerlo.
Después de un recorrido en camioneta, por fin llegaron a unos almacenes abandonados y lo bajaron con empujones, se cerciore de observar su alrededor para saber por dónde salir. Sin embargo, pronto le cubrieron los ojos y arrastraron a tientas, lo único que sabía ahora era que estaba por anochecer y que habían tardado como media hora en llegar ahí.
—Denle una buena bienvenida.— ordenó la voz que reconoció perfectamente al instante, Agust.
Acto seguido sintió a los hombres empujarlo y cayó sobre un escalón, respiró agitadamente por la intranquilidad de no saber a qué se referían. No obstante, pronto lo descubrió, cuando una mano tomó sus mechones largos de cabello y lo hundieron en el agua, ahogándolo. Duró unos cuantos segundos de esa forma, lo suficiente para que la venda en sus ojos se soltara y pudiera ver el fondo del barril. Luego lo sacaron bruscamente y tosió mientras luchaba por respirar profundas bocanadas de aire, su gemelo se encontraba a unos pasos de ellos.
—YoonGi, tanto tiempo sin vernos.— saludo Agust con sorna, un cigarro descansaba entre sus labios y mantenía las manos dentro de sus bolsillos.
—Lo sé, aunque no entiendo qué haces aquí, deberías estar en Seúl.— respondió, su voz sonaba rota y apresurada, jadeo cuando en un chasquido de dedos volvieron a hundirlo.
Nuevamente afuera, escupió y gruñó, pero no espero que su hermano se hubiese acercado para golpearle directamente en el estómago. Abrió sus ojos con sorpresa, luchó contra las cuerdas y no le importo que se lastimara en el proceso, la ira estaba consumiéndolo al ver que no podía hacer absolutamente nada para contraatacar.
Agust lo miró fijamente, tomó el cigarro entre sus dedos y le alzó la barbilla para juntar sus frentes, aspirar profundamente y propiciarle un cabezazo. De no ser por los hombres sosteniéndolo, YoonGi hubiese caído, lo cual preferiría a sentir la proximidad de su gemelo.
—Debo decir lo mismo, ¿Acaso no deberías encontrarte en Daegu?— cuestionó Agust, aspirando el humo y soltándolo justo en su rostro —Creo que ambos nos mantenemos aquí por la misma cosa, o ¿Debería decir... Persona?— finalizó, con una ceja enarcada.
—Ni se te ocurra tocar a JiMin, es mío.— siseo YoonGi con rabia.
Agust se carcajeó —Follarlo no lo marca como tuyo, de ser así nos vemos en la necesidad de compartirlo porque hoy mismo fue mío.— informó con ironía.
—Mientes.
—Oh, hermanito, no ganaría nada haciéndolo, aunque puedo decirte que gime como los mismos dioses y si quieres engañarte está bien.
YoonGi le escupió y volvió a forcejear, solamente ganó que lo metieran en el barril por tercera vez. En esta ocasión lo dejaron más tiempo, provocando que su mirada se volviera borrosa y al salir vomitara todo el contenido de su estómago.
Agust ordeno que lo arrodillaran y utilizo su elegante zapato negro para patearle la cabeza, así fue como su gemelo termino en el suelo. No contento con ello, se subió encima de su cuerpo para tomarlo por el cuello de su camisa y levantarlo a su altura, le dejó un casto beso en la mejilla.
—Fue bueno verte de nuevo, pero tengo que irme o JiMin se aburrirá estando solo.
YoonGi apenas consiguió apartar el rostro de lo débil que se encontraba y trato de ignorar que su hermano yacía sobre su entrepierna, no debía reaccionar a él. Pese a su intento, era algo masoquista y esto estaba calentándolo como el infierno, fue una locura, pero estaba duro por la tortura.
Agust se dio cuenta, meció sus caderas con curiosidad y lo observó responder instintivamente. Continuó hasta que se aseguró de dejarlo necesitado, desesperado por lograr llegar a un orgasmo y no alcanzarlo.
—No has cambiado ni un poco, sigues siendo el mismo animal de siempre.— terminó por decir el mayor, poniéndose de pie para tirar su cigarrillo en la erección del menor y pisarlo duramente.
YoonGi negó —Esto no es exactamente por ti, no te sientas tan engreído, jamás me fijaría en un idiota como tú.— se defendió.
—Eso lo veremos más adelante, querido hermanito.— se despidió Agust, alejándose para subir en su propio automóvil y dejarlo con sus hombres.
En el camino de vuelta a la habitación de hotel que había rentado, Agust tuvo que apretar sus piernas para luchar con su propio problema, ya que de alguna retorcida manera también había sentido placer al ver que YoonGi fuera dañado. Desde niño tuvo esta idea errónea de sentir gusto por la aflicción de otros, quería que todos pasaran por el mismo dolor o algo peor y normalmente se satisfacía en casas de dominantes y sumisos. Ahora, se debatía si fue casualidad que siempre escogiera a alguien semejante físicamente o simplemente deseaba tener a su verdadera copia, su hermano, bajo sus pies, tal como en breve.
¿Qué más daba si era incorrecto? Se sintió bien, lo bastante para sentir el presemen manchar sus costosos pantalones de vestir. Necesitaba borrar las imágenes de YoonGi sonrojado por la falta de aire y sus ojos lagrimosos, la forma en que su pecho respiraba. También la fricción que compartieron mutuamente, la tensión entre ambos que lo hizo desatarse la corbata por ansias.
JiMin lo esperaba, eso era lo importante y esta vez lo tendría, no se quedaría atrás, su hermano no tenía por qué saber la verdad, que en realidad no lo había tocado aún. Solamente estaba jodiéndolo para hacerlo enojar, pero estaba confirmando que el inocente chico que yacía en su piso ya había sido primero de YoonGi y ahora tendría que ser suyo para limpiar las marcas del contrario en su piel.
Por lo mismo, al llegar al hotel y tomar el elevador, se preparó para lo que venía, afrontar a JiMin y de ser necesario obligarlo a sentarse en su pene. Como fuera, obtendría lo que deseaba, mientras que los hombres sombra se encargaban de borrar a YoonGi del mapa. Todo estaba debidamente preparado, después de terminar con él, irían por sus pandillas y lanzarían todos los cuerpos en la comisaría de Busan. Llevaría a todos ante la ley, vivos o muertos, era lo de menos, pero este teatro no terminaría bien, se vengaría por sus padres y complementaría su misión.
JiMin no tenía idea de donde estaba, pero al escuchar la puerta ser abierta se acomodó en su sitio, tenía las manos y pies esposados. Estaba receptivo a su alrededor porque no podía ver, había algo cubriendo su vista y todo era negro.
—¿Hola?— dudo temblorosamente.
Agust lo observó en silencio, el chico se encontraba sobre su cama, justo en medio, como si fuese un maldito regalo. Se veía perfecto estando ahí, accesible para tomarlo y hacerlo gritar su nombre. Camino hasta su lado y tomó asiento en el mullido colchón, le acarició las muñecas y tobillos, dándose cuenta de que no había estado precisamente quieto antes de que llegara. Debía haber estado lidiando con los metales para liberarse.
—Hola, lindura.— saludó, quitándole el antifaz de los ojos.
La mirada grisácea se fijó rápidamente en su persona y parecía desconcertado al darse cuenta de donde estaba, con quien. No respondió, mordió su grueso labio inferior y busco una explicación para esto.
—JiMin.— llamó Agust, tomándolo bruscamente por las mejillas, apretándolas —No hay ninguna salida para ti aquí, YoonGi estará próximamente tres metros bajo tierra y solo podrás aferrarte a mí, no intentes luchar.— declaró con seguridad.
JiMin no podía ni iba a creerlo, debía ser mentira.
¿Creen que YoonGi muera? Deberían saber la respuesta si leyeron el capítulo 00, pero igual me gustaría leerlos.
Quería agradecer a las siguientes galletitas Lucyakai y lalunablue por sus propinas, saben que me ayudan mucho a crecer como escritora, así que muchísimas gracias ♡
Recuerden que mi pay pal y ko fi están colocados en la descripción de mi perfil por si gustan, igualmente pueden enviarme un mensajito :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro