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1 mes después

Jimin se encontraba en una cafetería pasando el rato con Tae-Min. Ya casi no convivía con su amigo de la infancia, así que sacó un espacio de su preciado tiempo para pasarlo con él, bueno, también estaba pasando tiempo con Tae-Min porque su Alfa estaba ocupado.

Había pasado un mes desde que habían ido a la playa, su Alfa ya había solucionado todo sobre la mafia y esa empresa. El tío de Jungkook ahora era el jefe de la mafia y dueño de esa empresa corrupta, todo estaba yendo de maravilla, su padre le había dado el mando de una de las empresas a su Alfa y ahora era el director ejecutivo de esta después de casi suplicarle de que tomara el cargo que había estado vacío por un tiempo.

—. ¿De verdad Jeon Jungkook te está tratando bien, Jimin? —preguntó Tae-Min con un deje de duda en la voz. La verdad, no podía creer que aquel alfa fuera capaz de tratar bien a alguien, mucho menos a su mejor amigo. Jungkook siempre le había parecido frío y distante, como si los sentimientos le resultaran ajenos. Nunca lo había visto sonreír sinceramente ni mostrar afecto hacia nadie, así que no podía evitar desconfiar.

Jimin dejó de sorber su café y levantó la mirada, frunciendo el ceño ante las palabras de su amigo—. ¿Qué insinúas, Lee Tae-Min? — replicó, clavando sus ojos en él con una mezcla de molestia y descontento

Tae-Min suspiró, recargándose en el respaldo de la silla mientras jugueteaba con la taza entre las manos—. No quiero que lo tomes a mal, Jimin. Es solo que… no lo veo como alguien capaz de cuidar de alguien más, ¿sabes? Jungkook siempre ha tenido esa vibra de tipo distante, como si todo el mundo le diera igual. No quiero que salgas lastimado—

Jimin dejó la taza sobre la mesa con un golpe suave pero firme, y su mirada se endureció—. Tú no conoces a Jungkook como yo lo conozco, Tae-Min. Él no es lo que parece— Su tono era firme, casi desafiante, como si las palabras de su amigo hubieran tocado un nervio sensible—. Sé que a simple vista puede parecer frío, pero… conmigo es diferente— dijo con una sonrisa leve recordando a su amado Alfa

Tae-Min arqueó una ceja, curioso y escéptico al mismo tiempo—. ¿Diferente cómo? El Jungkook que conozco no sería el mejor Alfa del mundo—

Jimin suspiró y siguió sonriendo—. Diferente porque cuando estamos a solas, es cálido, tierno,  considerado, cariñoso, soy afortunado de tenerlo como mi destinado, es el Alfa que cualquier omega quisiera tener. Él Siempre me escucha, siempre está ahí. No necesitas verlo sonreír en público para saber que tiene un corazón enorme. Yo lo veo, Taemin, y créeme, es suficiente, es una persona increíble, estar con él estos dos meses ha sido lo mejor, eso puedo asegurarlo—

Tae-Min suspiró y asintió—. Bueno, si tú lo dices. Pero deberías de estar alerta con él, que tal que le de un ataque de ira y le de ganas de hacerte daño—

Jimin soltó un gruñido y golpeó la rodilla de Tae-Min con su pie, el Alfa soltó un quejido alto por el dolor causado—. Deja de hablar mal de mí Alfa y mejor comienza a buscar a tu destinado—

Tae-Min froto su pierna adolorida, lo que había dicho a lo último era una broma pero Jimin no la había captado, sacó su dedo del medio y se lo mostro, Jimin iba a doblar su dedo pero vió como su Alfa llegaba y se posicionaba detras de Tae-Min—. Vete a la m...— no termino de hablar ya que Jungkook tomó su dedo con fuerza haciendo estremecer a Tae-Min.

—. Hola Cariño, veo que ya terminaste de hablar con tu amigo, entonces ¿Nos vamos?— preguntó con una sonrisa mirando a Jimin

El pelirosa se levantó de su asiento y miró a Tae-Min con burla—. Sí, Jungkookie, vamos—

Jungkook vió como su omega caminaba hacia la salida, su sonrisa se borro y convirtió su expresión en una fría e inexpresiva mientras volvía a mirar a Tae-Min, el Alfa pelicastaño trago grueso—. Da gracias a Dios o a la Luna que eres amigo de mi Omega, porque si no lo fueras ya estuvieras muerto— dijo con voz amenazante apretando un poco más el dedo de su menor, Tae-Min hizo una mueca de dolor y vió como Jungkook lo soltaba ¿Acaso Jimin estaba ciego? Él había dicho que era tierno, considerado y un montón de cosas más pero a sus ojos solamente era alguien de temer, que Dios lo libere de un destinado así.

Jungkook alcanzó a Jimin y lo abrazó por la espalda escondiendo su rostro en su cuello, Jimin soltó una risita—. Te extrañe, no sabes cuanto te extrañe— habló Jungkook besando tiernamente el cuello de su omega

—. Yo también te extrañe demasiado. Ya me estoy cuestionando de porque te persuadi para que tomaras el cargo de director ejecutivo— dijo Jimin suspirando arrepentido, Jungkook salió de su escondite y soltó una risita

—. Sí no lo hubieras hecho en este momento estaríamos los dos acurrucados en nuestra cama— susurró en su oído, Jimin se arrepintió terriblemente, se volteo para quedar cara a cara con su Alfa e hizo un puchero, Jungkook se derritió por la ternura que desprendía Jimin  y beso tiernamente su puchero.

—. Alfaaa... Renuncia— propuso Jimin haciéndole ojitos a Jungkook

—. ¿Que me darás si renunció?— preguntó besando su mejilla

Jimin lo observó fijamente y sin pensarlo dos veces respondió—. Lo que quieras—

Jungkook levantó una ceja y lo miró deseoso, en ese momento Jimin se arrepintió—. Oh... Bueno, entonces eso lo solucionaremos en casa— dijo llevando a su Omega hacia el auto y subiéndolo en el

—. Espera Jungkookie ¿Que piensas hacer?— preguntó algo temeroso, si era lo que estaba imaginando, no podría salir de la cama hasta dentro de una semana

Jungkook entro al auto y lo encendió mientras le guiñaba un ojo a su omega—. Ya lo averiguaras—

Jimin río nervioso—. Lo que te dije que dejaras de trabajar, olvida eso. Trabaja Alfa, se que te encanta—

Jungkook soltó una carcajada y negó—. ¿Ya no quieres jugar conmigo, cariño?— preguntó con una sonrisa mientras ponía su mano en el muslo de su omega y subía sus dedos hacia arriba, Jimin soltó un jadeo y detuvo la mano de su Alfa

—. Mejor conduce, en casa puedes hacerlo— dijo Jimin con una sonrisa pícara

Jungkook sonrió satisfecho y asintió—. Eso me hace querer llegar rápido— dijo comenzando a conducir

Jungkook observó de reojo a su Omega, no había podido lograr encontrar el cuerpo qué faltaba y ya había pasado un mes, eso lo preocupaba demasiado, esperaba que no le pasara nada a su Omega, aunque había puesto a casi cinco guardaespaldas que lo cuidarán de él, así que no era posible que pudieran acercarse a su Omega.

Jungkook conducía con calma, disfrutando del trayecto, cuando un camión apareció de repente, avanzando a una velocidad asombrosamente rápida. El rostro del Alfa se frunció en una expresión de preocupación; intentó discernir quién estaba al volante, pero solo logró ver la mitad de un rostro vendado, lo cual le generó mala espina.

En ese instante, se dio cuenta de que el camión se dirigía directamente hacia ellos. Jungkook intentó esquivarlo, pero al hacerlo, perdió el control del volante. Miró a Jimin, quien tenía una expresión de pánico. Justo cuando el auto estaba a punto de volcarse, Jungkook se lanzó sobre Jimin, protegiéndolo con su propio cuerpo en un intento desesperado de mantenerlo a salvo.

El auto dio un brusco giro y comenzó a volcarse, dando varias vueltas que parecieron eternas antes de finalmente detenerse. El corazón de Jimin latía con una intensidad desbordante, como si fuera a salirse de su pecho en cualquier momento. Apenas podía respirar, pero lo único que tenía claro era que su Alfa lo había protegido durante el impacto. Si Jungkook no lo hubiera hecho, estaba seguro de que en este instante no estaría consciente, quizá ni siquiera vivo.

Con manos temblorosas, Jimin levantó la mirada, buscando el rostro de Jungkook. Pero lo que vio hizo que sus ojos se abrieran de par en par y un frío aterrador recorriera su espalda. Un hilo de sangre corría por la frente del alfa, deslizándose lentamente por su rostro pálido.

—. ¡Jungkook!—susurró, la voz rota por el pánico mientras acercaba una mano trémula hacia él.

Sus dedos tocaron con cuidado la mejilla cálida de Jungkook, como si al hacerlo pudiera devolverle la vida. Pero al mirarlo con más detenimiento, su respiración se detuvo por completo: Jungkook estaba inconsciente.

—. No… no, no… por favor, no. — Jimin apenas logró articular las palabras, su pecho subiendo y bajando frenéticamente. El miedo se apoderaba de cada rincón de su ser.

Luchando contra el terror, comenzó a sacudir suavemente el hombro de Jungkook, rogando por una respuesta, un gesto, cualquier indicio de que estaba bien. Pero el alfa no se movía, y cada segundo que pasaba solo hacía que el pánico de Jimin creciera aún más.

Con esfuerzo y el cuerpo temblando, Jimin se movió como pudo, intentando enfocar su mirada en la salida del auto. Cada movimiento le costaba, su cuerpo dolía, pero sabía que no podía detenerse. Tomó aire y, reuniendo el poco valor que le quedaba, extendió la mano hacia la puerta. Trató de abrirla, pero esta no cedía.

El miedo comenzó a invadirlo de nuevo. Miró a Jungkook, todavía inconsciente, su rostro manchado de sangre, y las lágrimas se acumularon en sus ojos antes de rodar por sus mejillas.

—. No… no puedes dejarme, Jungkook… — susurró con la voz entrecortada, sintiendo cómo el pánico lo consumía por completo. La idea de perder a su Alfa, de que no volviera a despertar, era insoportable. Un escalofrío recorrió su cuerpo, y el nudo en su garganta lo hacía casi imposible respirar.

Apoyó ambas manos contra la puerta, ahora con desesperación, tirando de ella con todas sus fuerzas—. ¡Vamos! ¡Por favor, ábrete! — rogó, casi gritando, mientras sus brazos temblaban por el esfuerzo.

Tras varios intentos que parecieron una eternidad, un chasquido rompió el silencio. La puerta, finalmente, cedió con un rechinido metálico. Jimin cayó hacia atrás ligeramente, jadeando, pero no se permitió descansar.

Se giró rápidamente hacia Jungkook, sus ojos nublados por las lágrimas. Ahora tenía una oportunidad para sacarlo, y no iba a perderla. No podía permitir que algo le pasara a su alfa que había arriesgado todo por protegerlo. Con esfuerzo sacó el cuerpo inmóvil de Jungkook y lo arrastró como pudo lejos del auto, no se podían quedar cerca de ese auto, podía explotar en cualquier minuto. Cuando vió que ya estaba lo suficientemente lejos soltó el cuerpo de su amado Alfa y lo observó, la sangre que salía de su cabeza era mucha, debía de llamar a una ambulancia ¿Pero como? No tenía su teléfono, pero lo que lo alivio fue que a lo lejos vio a algunas personas que parecían llamar a una ambulancia, eso lo hizo suspirar aliviado.

Con todas sus fuerzas y
el cuerpo temblando,
Jimin logró sacar el
Cuerpo inmóvil de
Jungkook del auto. Su
corazón latía frenético,
pero no podía detenerse.
Lo arrastró como pudo,
ignorando el dolor que
recorría cada fibra de su
ser. No podían quedarse
cerca; sabía que el auto
podía explotar en
cualquier momento, y no
iba a arriesgarse.

Sus piernas casi cedían
bajo el peso del cuerpo
del alfa, pero siguió
avanzando hasta que creyó estar lo suficientemente lejos. Con un jadeo exhausto, dejó suavemente a Jungkook en el suelo,
arrodillándose a su lado.

—. Jungkook... por favor,
despierta— susurró, su
Voz rota mientras sus ojos recorrían el rostro pálido del Alfa. La sangre que salía de su cabeza era demasiada,  empapando su cabello y manchando la ropa de Jimin.

El pánico regreso con fuerza. Necesitaba ayuda, una ambulancia, algo. Buscó
desesperadamente su
teléfono en los bolsillos,
pero no lo encontró. La
frustración lo hizo morderse el labio, casi
hasta el punto de sangrar. Justo cuando empezaba
a desesperarse, su mirada se alzó y notó a lo lejos a un pequeño grupo de personas.
Algunas de ellas parecían estar haciendo llamadas, probablemente a los servicios de emergencia. Un suspiro de alivio escapó de sus labios y su cuerpo se relajó un poco.

—. Gracias... Gracias— murmuró, mirando a Jungkook una vez más. Colocó una mano temblorosa sobre su mejilla, acariciándola con cuidado—. Aguanta por favor. La ayuda viene el camino, por favor se fuerte Alfa, por favor— suplicó mientras las lagrimas bajaban por sus mejillas

Aunque el miedo seguía apretándole el pecho, ver que la ayuda ya venía le dio un rayo de esperanza. Su alfa tenía que estar bien. No podía ser de otra manera. Todo había estado perfecto minutos antes. ¿Cómo habían llegado a esto? ¿Qué fue lo que salió tan mal? La imagen de lo que pudo haber sido no dejaba de atormentarlo. Deberían estar ya en casa, disfrutando juntos de una tarde tranquila, pero en cambio, ahora estaba arrodillado en el suelo, rogando desesperadamente que Jungkook estuviera bien.

Jimin apretó las manos contra su pecho, como si pudiera detener el dolor que lo atravesaba—. Por favor… por favor, despierta — susurró, la voz temblando mientras observaba el rostro inmóvil de su alfa.

La espera de la ambulancia se hacía eterna, cada segundo que pasaba sentía que podía perderlo. La idea de que algo grave le sucediera le llenaba los ojos de lágrimas y hacía que su cuerpo se sacudiera con sollozos.

—. No puede ser… no puede terminar así— murmuró, acercándose más a Jungkook. Colocó una mano sobre su pecho, sintiendo el leve pero constante movimiento que indicaba que aún respiraba. Esa pequeña señal le dio fuerzas para seguir esperando, para no perder la esperanza.

Lo único que podía hacer ahora era suplicar al cielo que la ayuda llegara rápido, que no fuera demasiado tarde. Que su alfa abriera los ojos y le dedicara esa mirada que siempre le hacía sentir que todo estaría bien.





Solo puedo preguntar ¿Se lo esperaban? ¿Y qué piensan sobre él que manejaba el camión?

Espero que les guste, y que lo disfruten, y por favor no se desperen mucho Jajaja

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