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✧06彡✿

Wooyoung estaba concentrado en el espejo, en ese momento le daba los últimos toques a su cabello, bajó su mano hacia su vientre dejando una suave caricia.

Por un momento su vista quedo fija analizandose, sus mejillas habían vuelto, aquellas ojeras que antes tenía habían desaparecido, teniendo una apariencia más saludable la cual no veía desde hace unos meses, eso gracias a la ayuda de San ya que este siempre estaba pendiente de su alimentación, además, que lo consentía con todos sus antojos.

Salió de sus pensamientos dándose cuenta que ya era la hora de ir hacia la cafetería, salió de su habitación tomando su bolso y teléfono, al llegar a la sala, el alfa estaba esperando, ya que el también se dirigía al hospital a realizar su turno.

— ¿No olvidas nada, Youngie? —Preguntó levantándose del sofá.

—No hyung, lo llevo todo. —

Ambos se dirigieron a la puerta, tomando sus abrigos y las llaves del auto.

—Youngie. —Llamó el pelirrojo

—¿Si? —giró a ver al alfa.

—Quería darte algo, hace unos días los vi y recordé lo mucho que te gustaban. — San extendió una cajita azul. —Espero te gusten. —

Wooyoung algo confundido tomó el regalo y lo abrió, en el instante una dulce sonrisa surco en sus labios y sus ojos se llenaron de lágrimas nostálgicas.

En la cajita habían seis preciosos juegos de broches con diferentes diseños, recordando el como amaba llevarlos en su cabello en los días de universidad.

—Son hermosos, Hyung. —Levantó la vista. —Muchas gracias. —

—Me alegra que te gustaran. —

—Desde que me fui con ese alfa ya no pude usarlos, él los tiró diciendo que me veía muy infantil, yo realmente estaba triste ya que eran parte de mi personalidad. —unas lágrimas rodaron por sus mejillas.

—Él ya no podrá decirte nada, ese Wooyoung con miedo ya puede quedar atrás, ya volverás a brillar y ser feliz haciendo lo que más te gusta. —San limpió las lágrimas que estaban en las mejillas del omega y dejó un beso en la frente.

El Omega suspiro, sintiendo su corazoncito cálido y su hámster interior brincaba de felicidad al sentir la cercanía del alfa.

—Hyung ¿Puede ayudarme a colocarlos? — extendió la cajita hacía San. —Hoy usted escogerá. —

—Con gusto. —San fijo su vista en los broches pensando en cuales escoger. —Colocare estos de fresitas, así combina con tu abrigo rosa . —

Wooyoung tenia puesto en ese momento un abrigo rosa pastel con estampados de fresas.

El alfa con delicadeza tomo los mechones castaños contrastados con rubio, colocando finalmente los broches uno junto al otro.

— ¿Se ven bien? —preguntó el hamster.

—Te ves adorablemente hermoso. —pellizco la nariz del hamstercito. —Pareces una pequeña fresita. —

—G-Gracias. —pronuncio con timidez.

—Ahora vamos, se nos hace tarde y tengo que pasar a dejarte en la cafetería. —

Mientras San colocaba el seguro en la puerta, Wooyoung ya estaba esperando en el auto y colocando el cinturón de seguridad.

El alfa se adentro al auto encendiéndolo e igualmente colocándose el cinturón de seguridad, pero antes de arrancar se dio cuenta que la nariz de Wooyoung se movía, como si su olfato buscara algo.

— ¿Pasa algo, Youngie? —

—Siento un leve aroma a semillas de girasol. —

— ¡Por todas las garritas! —El alfa recordó algo.— 

— ¿Hyung? —

—Tienes un buen olfato, ayer las compré y olvide dártelas. —San abrió uno de los compartimientos sacando una gran bolsa extendiéndosela al Omega. —Todas tuyas, bonito. —

El alfa sonrió orgullosos al ver los ojitos brillosos del omega frente a él, amaba consentirlo.

— ¡Muchas gracias! —abrazo la bolsa en su pecho, hace tiempo que no comía sus deliciosas semillas.

—De nada, que las disfrutes. —El alfa le sonrió haciendo que sus gatunos ojos se volvieran un fina línea y sus hoyuelos resaltaran.

Emprendieron su camino, San iba concentrado y Wooyoung disfrutaba de  sus preciadas semillas.

—Hyung diga "ah" —el Omega habló.

San de inmediato entendió y abrió su boca para luego sentir la semilla en su lengua. Aquella acción me trajo recuerdos así que sonrió con nostalgia.

—Hemos llegado a su destino linda florecita. —San desabrochó su cinturón y de inmediato se dirigió a abrirle la puerta al Omega.

—Gracias. —Woo bajó del auto y tomo su bolso. —Buen turno, hyung. —

—Gracias, cuídate y recuerda tomar tus vitaminas, nos vemos más tarde. —agitó su mano despidiéndose del omega hámster.

— ¡Hyung! —

— ¿Si? —

—Gracias por todo. —abrazó al alfa a la vez que aspiraba aquel relajante aroma, para luego separar e ir directo a la cafetería.

San sentía su corazón latir, su tigre rugía gustoso por sentir el aroma de su adorable Omega.

                   — ¡San, nuestro hamstercito
                     nos abrazo! el tigre habló
                     emocionado sin dejar de
                     ronronear.

—Lo sé, estoy muy feliz, definitivamente hoy es un buen día. —San nuevamente se adentro a su auto para partir a su destino, aquella sonrisa en sus labios estaría ahí todo el día, solo era un alfa enamorado.

Mientras tanto un Wooyoung con mejillas rojas entro a la cafetería.

— ¡Por todas las garras! —el grito de Mingi se escuchó. —Nuestro pequeño Hámster se ve precioso el día de hoy. —se acerco al Omega menor. —Ese nuevo look se te ve muy bien. —

—Cuando estaba en la universidad utilizaba ropa color pastel y muchos broches ya que amo colocarlos en mi cabello, pero mi ex alfa odiaba mi forma de vestir y peinar así que lo tuve que dejar. —

—No menciones a ese bicho, que me dan ganas de tenerlo enfrente y romperle los dientes. —Mingi mostró su puño con notable enojo.

—No se enoje, Mimi Hyung, todo eso quedó atrás. —le sonrió al Omega jaguar. —Ahora solo quiero volver a ser quien era antes y cuidar de mis cachorros. —

—Me alegra escuchar eso. —

—Mis terapias me han ayudado mucho, al igual que San Hyung. —

—Ese gato blanco está haciendo las cosas bien, es uno de los pocos alfas a los cuales les tengo confianza, me alegra que no sea como esos apestosos que solo levantan sus estúpidas voces de mando. —Mingi odiaba a esos alfas.

—San Hyung siempre ha estado de lado de los omegas, defendiéndolos de cualquier alfa, cuando estábamos en la universidad se metía en muchas peleas con alfas inmaduros que hablaban mal de nosotros. —respondió el Omega hámster, mientras arreglaba su mandil.

—Lo se, yo lo conocí de esa forma en la universidad, un alfa lobo en celo no me dejaba en paz, cuando este intento aprovecharse de mi llego San y le rompió la cara. —Mingi también colocaba su mandil, ya que pronto abrirían la cafetería. —Si él no hubiera pasado ese día por mi facultad no se que fuera de mi. —

—Es un buen alfa, solo espero que encuentre un lindo Omega el cual lo ame mucho. —al decir eso su hámster interior se retorció enojado.

                        —Nosotros somos ese
                           omega, humano tonto.refuñó.

—Ya hablamos sobre eso, hámster necio. —Woo susurro.

Mingi se dió cuenta de la incomodidad de Wooyoung, el menor peleaba con su animal interior, su ceño fruncido lo delataba. El jaguar sabía la situación de San ya que este le había contado sobre la marca en su brazo y el como Wooyoung lo rechazaba, el alfa aceptaba todo, ya que nunca obligaría a alguien a estar con él.

El pelinaranja cambio la conversación a una más alegre y entre pequeñas risas empezó su horario laboral.

Yunho estaba cansado de trabajar toda la mañana y aún tenía que cubrir el turno de la tarde, en ese momento estaba fuera de servicio ya que fue a almorzar porque en dos horas debía de regresar a su labor.

—Te ves horrible, hyung. —San se sentó al lado de su amigo el cual estaba acostado en una banca.

—Estoy cansado, quiero regresar a mi departamento y dormir. —se reincorporo. — Que suerte tienes, tu turno ya termino. —

—En este momento me dirigía a la cafetería de un amigo, si tienes tiempo vamos, te invito a un café para que puedas despertar. —

— ¿Es la cafetería donde trabaja Wooyoung? —

—Si, él hace unos postres deliciosos, te  encantarán. —

—Esta bien, vamos, necesito azúcar y cafeína para estar despierto. —el alfa rubio se levantó y siguió a San hasta el auto de este.

En el transcurso del camino, platicaban sobre asuntos del hospital, de su vida o cualquier otra cosa que se les ocurriera. San se estacionó frente a la cafetería y sonrió.

— Cafetería "FIX ON" — Yunho leyó el título. —Tiene un nombre interesante. —

—Mi mejor amigo de la universidad es el dueño. —

—Así que tienes otro mejor amigo, eso dolió Choi San. — Yunho fingió llorar.

—Eres un dramático. —San dió una carcajada.

—Bienvenidos a FIX ON. —una voz grave se escucho.

Yunho giro a ver a la dirección de aquella voz, la cual lo llevo a un bello chico alto que estaba detrás del cajero. 

Su alfa interior se removió, moviendo la cola con notable felicidad.

—Hola Mingi. —el pelirrojo saludó.

—Hola gato pulgoso ¿Qué van a pedir? —su vista se dirigió al otro chico el cual no dejaba de verlo.

—Hoy vine con Yunho hyung, él es uno de mis mejores amigos y compañero de trabajo. —

—M-mucho gusto, soy Jeong Yunho, alfa Golden retriever. —se dió un golpe mental por tartamudear un poco.

—Soy Song Mingi, Omega dominante de Jaguar. — respondió para luego olfatear un poco.

Chocolate y café, era el aroma de ese chico.

—Quiero dos café helados grandes, además, de dos pasteles, uno de vainilla y el otro de... —San pensó un poco. — ¿Qué sabor de postre quieres? —le pregunto a Yunho.

—Pastel de melocotón. —respondió el rubio. —Amo esa fruta. —Menciono viendo a Mingi, ya que se dió cuenta del aroma frutal del Omega, el cual era melocotón y Sandía.

El pelinaranja frunció su nariz.

—Esta bien, en un momento se lo llevaremos. —Escribió la orden en la pantalla. —San. —Llamó al alfa y el mencionado de dirigió a la caja. .

— ¿Si? —

—Tu amigo, el perro pulgoso me vio raro, mantenlo alejado de mi. —con nerviosismo se cruzo de brazos.

—Por todas las garritas, Yunho hyung te puso nervioso. —San se burló un poco ya que se dio cuenta de la actitud de su amigo. —El amor se siente en el aire. —

—Cállate antes de que te arranque los bigotes. —amenazo jalando la mejilla del alfa.

—Esta bien, ya no diré nada. —San logro soltarse del agarrare de su amigo, para luego ir a sentarse en su lugar.

—San, tu amigo es muy lindo. —Yunho habló ilusionado.

—Ten cuidado, se sintió incómodo así que ese jaguar  es capaz de meterte un puñetazo si te le acercas, Mingi desconfía de los alfas, solo Yeosang, Jongho y yo tenemos el privilegio de ser sus amigos. —

—Entiendo, no fue mi intención incomodarlo. —Hizo un puchero.

Puchero el cual Mingi vio desde lejos y se le hizo tierno, por eso mismo se regaño mentalmente y desvío su mirada para seguir tomando órdenes.

Wooyoung iba saliendo de la cocina ya que era su turno de entregar las órdenes, pero al estar junto a Mingi se dió cuenta que este estaba distraído ya que no lo escucho cuando le hablo.

—Mimi hyung. —Volvió a hablar, pero no recibió respuesta, entonces giro a ver hacia donde la vista de Mingi se dirigía.

 A lo lejos vio a San el cual platicaba alegremente con el Doctor Jeong.

—Oh, Wooyoung, lo siento, no te escuché. —El jaguar volvió en si.

—Esta bien Hyung, solo vine a recoger la orden. —

—Es para la mesa 10, dónde está San y su amigo... —por un momento olvidó el nombre del alfa.

—Yunho, el Doctor Jeong Yunho. —completo la oración de Mingi.

— ¿Lo conoces? —

—Si, el fue el doctor que me atendió el día que Yeosang y Jongho me encontraron, es un alfa muy amable y carismático, por eso es uno de los mejores amigos de San Hyung. —

—Entiendo. —algo dentro de el se alegro de escuchar aquello, al menos no era un alfa con carácter horrible.

—Muy bien, ahora iré a entregarlo. —el Omega hámster tomó la bandeja para luego dirigirse a la mesa. —Buenas tardes hyungs, aquí está su orden. —

—Muchas gracias Youngie. —San le sonrió dulcemente al Omega.

—Gracias Wooyoung, me alegra verte. —Yunho tomó un sorbo de su café. — ¿Cómo va el embarazo? —preguntó

—Muy bien, mis cachorros están creciendo sanamente. —

—Me alegra escucharlo, eso quiere decir que este gato pálido de aquí está cuidado bien de ti. —señalo a San.

—Ya deja de llamarme así, son un salvaje tigre albino. —gruño, Mingi y Yunho siempre lo llamaban Gato.

—Hyung ha sido de mucha ayuda. —Wooyoung desordeno un poco los cabellos de San.

El alfa lo vio sorprendido, hace años Wooyoung no alborotaba su cabello o daba palmaditas en su cabeza como forma de agradecimiento y verlo hacer eso lo alegro, su hámster estaba volviendo a tener un poco más de confianza.

San solo veía a su hamstercito con ojos brillosos, Yunho se dió cuenta de eso y sonrió burlesco.

—Yo debo regresar, deje unos pastelitos en el horno, que disfruten su comida. —Woo hizo una pequeña reverencia. —Nos vemos más tarde en casa, San Hyung. —se despidió.

El alfa asintió regalándole una sonrisa de hoyuelos.

—Ahora pareces gato mimado. —

—No lo soy. —

—Si tú lo dices. —se encogió de hombros y se dedicó a comer.

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