San giraba en su cama, se sentía un poco inquieto y no podía dormir en la mañana tenia que trabajar y no quería ir cansado, así que se sentó en su cama y bostezo, iría por un vaso de leche. Se levantó y pasos silencioso salió de su habitación.

Cuando cruzó por la sala vio una pequeña sombra , se quedó quieto por unos segundos, era un tigre miedoso, así que rápidamente encendió la luz, encontrándose con cierto hámster sentado en el sofá.

—Por todas las garras Youngie, casi me matas del susto. —San tenía una mano en el pecho mientras se acercaba al omega.

—L-lo siento mucho, hyung. —

— ¿Qué haces despierto a estas horas de la madrugada? —

—Yo... Uhm... —Wooyoung estaba nervioso. —No podía dormir, así que decidí caminar un poco por la sala. —

—Mientes. —

— ¿Yo? —

—Si, no pienses que se me ha olvidado que cuando mientes esas afelpadas orejitas aparecen, además, de que pestañeas más de lo normal.

—Estas tontas orejitas me siguen delatando. —toco sus afelpadas orejas negras y rio nervioso.

—Conozco muy bien cuando mientes, pequeño. —San se puso de cuclillas frente al omega y extendió sus manos hacía él. — ¿Puedo? —

—Si. —Woo colocó sus manos encima de las del alfa, las cuales fueron envueltas de inmediato.

—Pequeño, sabes que puedes confiar en mi, si algo malo te pasa o quieres hablar, siempre puedes contar conmigo, aquí estarás seguro. —Con su pulgar dejaba suaves caricias en la piel de la mano del omega. —¿Puedes decirme lo que te pasa? —

Wooyoung solo dio un largo suspiro antes de hablar.

—Yo no podía dormir, debido a que me dio un antojo, pero tenía miedo de agarrar las cosas de la cocina sin permiso y de que qué tu me regañaras por eso. —

El ceño de San se frunció y su rostro se volvió serio al escuchar aquello.

—No me digas que ese dientón pulgoso ni siquiera te dejaba comer tus antojos. —San vio como el omega asintió y su sangre hirvió, quería golpear a ese estúpido castor, por hacerle pasar por todo eso a su bella florecita.

—Él era así, me regañaba, no dejaba que comiera demás o algún antojó, debido a que odiaba a mi bebé. —

—En este momento quiero ir a buscarlo, mi tigre y yo queremos arrancarle la cabeza. —San reposo su frente en las piernas de Wooyoung, mientras trataba de calmarse.

Pequeños gruñidos se escucharon por algunos minutos, el alfa calmaba a su tigre.

"Hay que calmarnos o asustaremos a Youngie"—San le hablo a su animal interior.

"¿No escuchaste lo que acaba de decir? Estoy muy enojado" —respondió el tigre mientras trataba de tranquilizarse.

— ¿Hyung? —

—Ya estoy bien. —San levanto su cabeza y vio directo a los ojos del omega. —Youngie. —

— ¿Si? —

—Florecita preciosa, escúchame bien, si tienes algún antojó o algo por el estilo, solo tomalo, no necesitas pedir permiso en esta casa, has lo que quieras yo no pondré límites, solo quiero que vivas libre, feliz y en paz. —

— ¿Estás seguro de eso, hyung? —

—Si, aquí nadie te regañara, él no está aquí, este tigre que está frente a ti nunca te hará sentir triste. —

—Gracias, Hyung. —Wooyoung estaba conmovido, San seguía siendo un chico dulce que se preocupaba por su bienestar.

—Si mi pequeño hámster quiere comer, tiene que hacerlo, así que vamos  y preparemos tu antojo. —San se levantó y sin soltar la mano de Wooyoung se dirigieron a la cocina. —¿Qué es lo que se les antoja a ti y a la semillita? para empezar a buscar los ingredientes. —

—Queremos pan tostado, con kimchi y jalea. —

—Eso es asqueroso. —San hizo una mueca mientras buscaba lo que necesitarían.

Wooyoung dio una pequeña carcajada.

—Pero para mi es un mangar. —

San le pasaba los ingredientes a Wooyoung y este los preparaba, en total hizo dos panes tostados con kimchi y jalea, acompañado de jugo de naranja. Y el alfa optó por un vaso de leche.

Ambos compartieron de un aperitivo mañanero, ese era el primero de los muchos que vendrían.

—Bueno, yo iré a dormir, tengo turno por la mañana en el hospital y debo descansar un poco. —el pelirrojo se levanto y empezó a lavar su vaso, para luego secarlo y guardarlo.

—Descansa  hyung  y nuevamente muchas gracias. —

—Dulce sueños. —San se despidió.

"Sigue siendo un alfa muy amable, siempre me gustó mucho y sentí una conexión especial con su tigre." —el hámster de Wooyoung habló.

—Lo sé, San no cambió, es mejor que  dejes de hacerte ilusiones pequeño hámster, él es solo nuestro preciado amigo. —

Mi Ninie hyung merece algo mejor y no un omega usado.

Ya era sábado, era el día libre de San y como había prometido, llevo a Wooyoung a la cafetería.

Los dos chicos en ese momento estaban de pie frente a la cafetería el cual tenía un letrero con el nombre arriba de la puerta.  Ambos decidieron entrar eran los primeros clientes  y de inmediato fueron recibidos por un chico de cabello café.

—Buen día, bienvenidos a "Fix On" ¿en que podemos servirle? —el amable alfa les sonrió a la vez que su mirada quedó fija en Wooyoung.

— ¡Hey! Jongho, deja de verlo, lo pones nervioso. —San le reclamo al alfa de sonrisa de gomita.

— ¡Yeosang! —Jongho gritó asustando a San y a Wooyoung. —L-lo siento. —se disculpó.

—Deja de gritar o el jefe vendrá a reprendernos. —otro chico con aroma a alfa y cabello negro salió de una puerta colocándose el uniforme. —Oh, hola San, bienvenido. —

—Yeo, mira, es ese chico. —Jongho susurro en el oído de su compañero.

— ¿Quien? —Yeosang vio delante suyo y abrió la boca sorprendido. —Si, es él. —

—Ustedes dos dejen de murmurar y llamen a su jefe necesito hablar con él. —San los vio con ojos acusadores.

—Lo sentimos San, solo estamos felices que el chico que te acompaña este bien. —Jongho sonrió.

—No entiendo. —el pelirrojo tenía curiosidad.

Wooyoung analizó más la situación y abrió sus ojitos sorprendido.

— ¡¿Fueron ustedes?! —vio como ambos alfas asintieron.

—¿Qué paso? ¿Te hicieron algo? —San preguntó curioso. —Si fue así es hora de patear los traseros de un Oso y un Doberman. —

—No, hyung, ellos fueron los chicos que me encontraron a medio camino cuando escapé de aquella casa, también me ayudaron. —

—Nosotros fuimos en la ambulancia y lo dejamos frente al hospital, el doctor solo nos dijo que él se encargaría de todo. —Yeosang explicó todo.

—Entiendo, Youngie es alguien muy importante para mi, les estaré siempre agradecido. —San hizo una reverencia en forma de agradecimiento.

Wooyoung le siguió inclinándose al mismo tiempo.

—Muchas gracias a los dos, sin su ayuda no se que hubiera sido de mi y mi bebé. —

—De nada, ahora dejémonos de formalidades, ya que eres amigo de San, también serás nuestro amigo. —Yeosang habló y Jongho asintió a lo que él alfa de cabellos oscuros dijo.

—Ustedes ¿Qué hacen ahí parados? Muevan sus traseros y atiendan a los clientes. —un hombre alto de cabello naranja y destellos rubios apareció.

Wooyoung sintió un poco de miedo y se escondió detrás de San.

—Hey, gatito blanco ¿Qué escondes detrás de ti? —el pelinaranja con curiosidad vio por encima del hombro de San.

—No me digas así, cabello de fogata. —

–Mi olfato rastreo a un omega. —

—Estás en lo correcto, Mingi, es el chico del que te hable, pero creo que le causaste miedo. —

— ¿Yo? pero solo soy un inofensivo jaguar, además, también soy omega, no hay porque tenerme miedo, pequeño. —Mingi sonrió cuando aquel hombrecito salió de su escondite.

—Con ese porte de poste de luz y voz grave a quien no le darías miedo, la primera vez que te vi me intimidaste y eso que soy un alfa dominante. —San se burló un poco de su amigo.

—Que no se te olvide que soy un omega dominante, gato miedoso. —sonrió triunfante.

—Perdón por desconfiar de usted, mi nombre es Jung Wooyoung, es un placer conocerlo, señor. —un tímido Wooyoung al fin decidió hablar.

—Está bien, pequeñín, soy Song Mingi, pero solo llámame Mingi o Hyung como tú gustes. —

—Esta bien, Mimi hyung. —Wooyoung se sentía tranquilo, aquel omega le transmitía confianza.

—Que cosita tan tierna, prometo protegerte de todo mal, desde ahora en adelante serás mi protegido. —Mingi quería tomarlo por las mejillas, pero la noche anterior San le había contado la situación de Wooyoung y por eso respeto su espacio.

— ¡También será nuestro protegido! —Yeosang y Jongho gritaron al mismo tiempo desde la cocina.

— ¡Ustedes terminen de hacer lo que les dije y  no quiero encontrarlos nuevamente  pasándose saliva con esos fogosos besos que se dan en la esquina de la cocina! —

— ¡Hyung no diga eso! —ambos nuevamente gritaron con un tono más avergonzado.

Mingi junto con San y Wooyoung tomaron asiento para hablar más tranquilos.

— ¿Ellos son pareja? —pregunto un confundido Wooyoung, viendo como Jongho y Yeosang salían de la cocina y se sentaban detrás del mostrador.

—Si lo son, aunque no lo demuestren están enamorados. —Mingi respondió a la pregunta del menor.

— ¿Se puede entre alfas? —

—Si Youngie, en este mundo todo es posible. —San habló.

— ¿Sabes sobre los destinados? —Song vio como el más pequeño negó con su cabeza.

—No, Mimi hyung. —

—Los destinados son almas que están entrelazadas, nacen para encontrarse y estar juntos, cuando lo hacen forman un vínculo entre ellos el cual nadie puede romper y los convierte en pareja, esa persona será la más importante por el resto de tu vida ya que es tu otra mitad. —explicó. —Además, cuando encuentras a tu pareja una marca de media luna junto a las iniciales de este aparecen en cualquier parte del cuerpo. —

—Es lo más interesante que he escuchado. —Woo estaba sorprendido.

—Lo más común es entre alfas y omegas, pero hay casos especiales en donde se rompe con eso, por ejemplo un omega con otro omega y un alfa con otro alfa. —

— ¿Es eso posible? —Woo era un hámstercito curioso.

—Si, claro ejemplo son esos dos tontos qué en este momento se están peleando. —Mingi señaló a Yeosang y a Jongho los cuales se estaban peleando por quien se comería la cereza de aquel postre. —Ellos tienen la marca de la luna con sus iniciales. —

—Entonces ellos son pareja destinada. —abrió su boquita sorprendido.

—Por eso no debes de preocuparte, esos dos alfas no tienen ojos para nadie más, solo para ellos. —

—Gracias por la explicación, Mimi hyung. —pero antes de que el mencionado respondiera se escucho un vaso romper.

—¡Ustedes, par de cavernícolas, dejen de pelear qué destruirán mi negocio, un día de estos se quedarán calvos por siempre jalarse el cabello y los despediré porque no quiero alfas feos y calvos atendiendo a mis clientes, además les descontaré ese vaso de su sueldo, ahora ordenen absolutamente todo.! —Aquel regaño había sido tan rápido que Mingi estaba haciendo un rap en vez de hablar.

Yeosang y Jongho que aún mantenían sus manos en el cabello del otro se soltaron y temblaron del miedo, ver a Mingi un omega dominante el cual les gritaba con esa voz grave y además, estaba enojado les daba terror.

— ¡Lo sentimos, Mingi hyung! —los alfas gritaron al mismo al unísono haciendo una reverencia.

—Y esto. —Song tomó la cereza. —Como castigo me lo comeré yo. —escucho como los alfas lloriqueaban y eso le dio gracia. —Wooyoung, si te asustamos pido perdón, normalmente el ambiente es así, pero te prometo que somos un equipo los cuales nos apoyamos y cuidamos entre todos, somos una familia, así que puedes sentirte seguro. —

—El ambiente es agradable y divertido, estoy ansioso por trabajar con ustedes. —era el primer trabajo de Woo y eso lo tenía animado.

—Te esperamos en una semana, Wooyoung, nosotros cuidaremos muy bien de ti. —Mingi le regalo al menor una sonrisa.

—Muchas gracias a todos. —el Omega hámster sintió su pecho cálido, presentía que aquellas personas serían muy importantes en su vida.

—Nosotros ya nos vamos, aun tenemos que ir de compras. —San fue el primero en levantarse.

—Cuida del hámstercito, si lo haces llorar te arrancare los bigotes. —Mingi le jaló la nariz a San.

—Claro que lo cuidare, esta bella florecita al cual quiero mucho, es mi prioridad. —

Las mejillas de Wooyoung se tornaron rosas, las palabras de San siempre había tenido efecto en él. Los ojos de ambos se conectaron, sus animales interiores estaban reconociéndose. Jung se dio cuenta, regañando a su hámster  y rompió aquella conexión desviando la mirada.

Todos se despidieron para seguir con lo suyo unos de compras y los otros en seguir atendiendo en la cafetería.

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La tarde de Wooyoung y San transcurrió entre risas y compras. Ya habían comprado todo, desde ropa para el omega hasta sus cosas de uso personal, también habían tenido una deliciosa comida, la cuál fue pizza con mucho pepperoni y queso por petición del dulce hámster.

En ese momento se dirigían a la salida, el alfa se detuvo frente a una tienda con su vista fija en algo.

—Hyung ¿pasa algo? —Wooyoung quedo de pie junto al mayor.

—Quiero ser el primero en darle algo a la semillita. —San señaló el mostrador en donde un tierno trajecito amarillo y gorrito con redondas orejas se veía.

—Es muy lindo. —

—Entonces lo compraré. —Un decidido San entro a la tienda y Woo iba detrás de él. El alfa pago en la caja y le fue entregada una bolsa.

—Son una linda pareja y felicidades por su bebé. —la joven que los atendió les sonrió. —Gracias por su compra. —

San y Woo quedaron sorprendidos por las palabras de la chica pero solo se vieron y rieron con complicidad, para luego salir de ahí.

—Toma Youngie. —el tigre le entró la bolsa al omega. —El bebé se verá lindo en el. —

— ¡Muchas gracias, hyung! —estaba feliz por aquel regalo.

Después de terminar con todo lo pendiente, San condujo hasta su casa, cuando se detuvo en un semáforo rojo, giro a ver a su lado, encontrándose con un dormido Wooyoung el cual tenía una afelpada manta cubriéndolo.

En quince minutos habían llegado a su destino el alfa abrió la puerta de la casa y dejó las compras en la sala, para luego ir por el omega pero no quiso despertarlo así que lo cargo de forma nupcial. Con precaución subió las escaleras hasta llegar a la habitación, depositando con cuidado el pequeño cuerpo sobre la cama, quitando los zapatos y cubriéndolo con la manta.

—Dulces sueños, mi florecita. —tomó la manito del menor y dejó un cálido beso en el dorso de esta para luego colocarla bajo la manta.

Con delicadeza cerró la puerta, para dirigirse a la sala y sentarse.

"Hoy en la cafetería pude sentir conexión con el omega  hámster del pequeño" —la voz del Tigre hizo eco en la cabeza de San. —Tú también lo sentiste ¿verdad? —

—Si lo sentí, pero se que Youngie se dio cuenta y rechazo esa conexión. —San dio un suspiro. —Recuerda que no todo se soluciona con el poder del amor, nuestro hámstercito debe de sanar es por eso que esta recibiendo ayuda. —

"Por ahora solo cuidémoslos y ayúdenos a que vuelvan a brillar mientras olvidan todo lo malo que les paso." —

San solo asintió de acuerdo, vio su brazo y despego un parche que tenia cubriendo algo en su brazo, una marca de tono blanco de media luna con las iniciales "☾ JW" estaba plasmada en su piel, recordó cuando esta apareció había sido justo cuando conoció a Wooyoung en la universidad.

Con la historia que había contado Mingi ahora entendía la aparición de aquella marca y confirmaba su deseo por proteger a Wooyoung desde el primer día que lo vio.