
Capitulo 9.- Siete
Dos semanas de viaje después se toparon con un inconveniente, un obstáculo muy grande que los hacia estar a un paso de pisar Estados Unidos.
Tenían que cruzar el océano y la única forma era en barco o volando, ambas cosas que ninguno de los dos tenían.
— Podríamos ir al puerto en donde los barcos siempre parten — había sugerido Donovan — Tal vez encontremos uno que sirva.
— No nos queda de otra — dijo Daryl — Encontraremos la forma de regresar.
— Ha sido un viaje muy largo, Daryl — indicó Donovan — Necesitamos algo de suerte.
La caminata hacia el puerto fue demasiado larga, misma que les tomo un día completo para llegar.
Ambos sintieron el alivio y felicidad cuando vieron una hilera de barcos estacionados en el puerto, mismos que se veían en perfectas condiciones, cualquiera de ellos podría servirles.
— ¿Sabes conducirlos?
— No creo que sea complicado — indicó Daryl y cuando se disponían a ingresar a la cabina fue que esta se abrió de golpe y un hombre les apuntó con su escopeta.
— ¡¿Que mierda quieren?! — les gruñó el hombre.
Daryl mantuvo una expresión con el ceño fruncido mientras le veía pero a pesar de ello bajo sus armas.
— Tan solo queremos un barco para partir de aquí — dijo Daryl — Es todo.
— Una perdida de tiempo — dijo el hombre con burla — Créeme, ya lo he intentado.
— ¿Sabe manejar esos barcos? — preguntó Donovan y los ojos del hombre lo vieron unos segundos antes de bajar su escopeta.
— Claro que se hacerlo — dijo — Es pan comido.
— ¿Y porque dice que es una perdida de tiempo? — preguntó Donovan.
— Ninguno sirve — respondió el hombre — He perdido mucho tiempo reparándolo pero no parece dar efecto.
— Tienes siete barcos ahi, ¿no has intentado tomar las piezas para reparar uno solo?
— Claro que lo he hecho — dijo con el ceño fruncido ante la pregunta de Daryl — Y no ha servido de mucho, te digo que no funciona.
— ¿Porque no lo intentamos los tres? — sugirió Donovan — Ya que los tres queremos irnos, seria bueno reparar uno solo y ayudarnos mutuamente.
— Podría funcionar tu idea — dijo el hombre — El problema es el motor. No sirve y necesita uno nuevo.
— Nosotros podríamos conseguir el motor — dijo Daryl asintiendo con la cabeza — Tan solo dinos cual es.
— Podría ser un trato entonces — dijo el hombre — Soy Phoenix.
— Donovan y Daryl — señaló el más joven.
Entonces ese fue el trato.
Conseguir el motor había sido más sencillo de lo pensado, tan solo les demoro un día completo a Donovan y Daryl para irlo a buscar a un pueblo por el que ya habían pasado.
Lo complicado era repararlo y para Daryl el convivir con Phoenix, ninguno de los dos parecía llevarse bien con el otro y el único equilibrio que compartían era gracias a Donovan, ninguno de los dos parecía tener las agallas o corazón para discutir con el chico o tratarle mal.
Donovan era sin duda la calma y paz que no pudieran conseguir si estuvieran Phoenix y Daryl solos.
— Ahora pásame la llave — dijo Phoenix, entonces Donovan la estiro en su dirección de forma animada.
— ¿Aún sigues en eso? — preguntó Daryl acercándose mientras se limpiaba las manos llenas de aceite.
— Requiere calma, Daryl — escupió Phoenix con fastidio mientras rodaba los ojos.
— No creo que sea tan difícil — resoplo Daryl.
— ¿Entonces porque no lo haces tú?
— Eso dije desde un inicio — respondió el mayor.
— No hay porque pelear — intervino Donovan — Hay que mantener la calma.
— Entonces dile a este imbécil que me deje trabajar en paz — señaló Phoenix — Y así podré trabajar rápido.
— Daryl..
— Como sea — le interrumpió el mayor con molestia — Quédate con tú estúpido noviesito.
Phoenix y Donovan tan solo vieron como Daryl bajaba del barco de un salto para irse lejos de ahi y adentrarse a la cabina.
— Y todo porque no te pusiste de su lado — se rio Phoenix — que berrinchudo.
— No es..
— Vamos — insistió Phoenix con burla — ¿Te digo lo que he notado estos tres días?
— Si — respondió Donovan sentándose en un banquillo.
— Es notorio que a Daryl le gustan los chicos — comenzó a decir Phoenix mientras se inclinaba hacia el motor y comenzaba a trabajar en él — Y resulta ser que tú eres un chico adorable y que además es precioso.
— Oh dios.
— Ha estado pasando mucho tiempo contigo y creo que es muy predecible si llegase a sentir cualquier tipo de atracción hacia ti — concluyó Phoenix — Eres el kit perfecto en medio de todo.
— No, a Daryl ni siquiera le caigo completamente bien — negó el chico con las mejillas rojas — Creo que estas confundido.
— Vamos, pequeño, no seas ciego — resopló Phoenix — Lo que si no me puedes negar es que se sintió celoso hace unos instantes.
— Hablare con él.
— Es por eso que no me soporta — dijo Phoenix — Piensa que me quedare con su querubín.
— Me estas avergonzando — dijo Donovan cubriéndose el rostro con ambas manos — Por favor, basta.
— Bien, no insistiré — se burló Phoenix — ¿Nos besamos para hacerlo enojar?
— ¡Por dios, claro que no!
Phoenix se rio entre dientes y cuando levanto la cabeza se llevo un golpe gracias al techo del barco, aquello solo desato la risa en Donovan.
— Joder — se quejó Phoenix — Menos mal fue por encima.
Horas más tarde los tres se encontraban comiendo dentro de la cabina en un completo silencio mientras que Phoenix y Daryl se retaban con la mirada.
— Es momento de sacar el alcohol — soltó Phoenix levantándose de la pequeña mesa y sacando una botella de vodka de su escondite — ¿Alguna vez te has emborrachado, Donnie?
— Una vez — respondió el castaño — Tenia 18 creo.
— Seria bueno beber un poco y jugar, ¿por que no? — indicó Phoenix — ¿Te unes Daryl o eres un cobarde?
— No soy un cobarde — dijo Daryl levantándose de la silla — Asegurare alrededor.
— ¿Que pretendes? — preguntó Donovan observando como Phoenix se reía consigo mismo una vez que Daryl salió de la cabina
— Nada, querido Donovan, tan solo un poco de diversion.
No paso mucho cuando Daryl estuvo de regreso y esta vez lo esperaba un shot en donde antes había estado sentado.
— Jugaremos el típico "Yo nunca" un clásico para embriagarse — se rio Phoenix — La única regla es no mentir, y como el anfitrión empezare yo.
— Claro que si — soltó Daryl con ironía misma que fue ignorada por Phoenix.
— Empezare con algo leve — dijo Phoenix — Imagino que todos aquí hemos ido a la escuela, ¿no? Por lo menos a la primaria.
— ¿Puedes empezar el puto juego de una vez? — gruñó Daryl irritado.
— Yo nunca nunca he sido suspendido de la escuela — dijo Phoenix y seguido de eso se bebió su trago al mismo tiempo de Daryl — No me sorprende.
— He sido muy impecable en la escuela — se encogió de hombros Donovan — ¿Puedo seguir yo?
— Adelante, pequeño — le concedió Phoenix ocasionando el ruede de ojos en Daryl.
— Yo nunca nunca he chocado un auto — soltó Donovan y miro expectante a Phoenix quien no tardo en beber, Daryl en cambio conservo su trago intacto.
— Iba ebrio esa vez — se excusó Phoenix.
— Esto es divertido, sigues Daryl — le alentó Donovan volteando a verle.
— Yo nunca nunca he estado varado por meses en un puerto de barcos sin irme por ser un idiota sin poder reparar un simple motor.
— ¡Eso ya lo dices por mi, maldito! — le gruñó Phoenix azotando su mano en la mesa.
— No, no, no — intervino Donovan con rapidez — Hay que llevar la calma, recuerden.. vamos, nos estamos divirtiendo.
— Él si es sensato — señaló Phoenix — No como otras personas.
— Bien, como sea.
— Dire algo yo para continuar con calma — dijo Donovan — Yo nunca nunca he tenido un perro.
Ante ello, tanto Daryl como Phoenix bebieron.
— Yo nunca nunca he.. estado con una chica — soltó Phoenix y los ojos de Daryl dieron un brillo violento ya sabiendo que lo decía por él pero a pesar de ello no bebió de su trago — No se vale mentir, Daryl.
— No lo hago — gruñó Daryl.
— ¿A que te refieres con estar con una chica?
— Puedes ignorar esto, cariño — pidió Phoenix — Cosas de adultos.
— No soy un niño — resopló Donovan — Sigues, Daryl.
— Yo nunca nunca he sido un drogadicto — soltó Daryl y Phoenix bebió con una mirada entre burla y enojo.
— Yo nunca nunca he.. besado a otro hombre.
— ¿Por que siempre dices cosas parecidas? — preguntó Donovan — Cámbiala.
— Esas no son las reglas.
— Las reglas son cambiadas dependiendo la situación.
— Bebe Daryl.
— Este juego se esta tornando muy estúpido — soltó el castaño — Jódete, Phoenix.
— Aguafiestas — dijo Phoenix — ¿Que tal un verdad o reto? Quien diga verdad entonces bebe y con el reto se salva.
— Eso también podría servir — dijo Donovan — Tú empiezas, ¿verdad o reto?
— Verdad.
— Que novedad — soltó Daryl con sarcasmo.
— Bien, que sea reto entonces — rodó los ojos Phoenix — Más vale que digan algo bueno.
— Te reto a lanzarte por la borda — dijo Daryl ocasionado un resoplido en Phoenix.
— Lo hare, claro que si..
— No, vamos, el agua esta fría a esta hora — dijo Donovan — ¿Que les parece si son retos que no afecten a nuestra salud o sean riesgosos?
— Bien, entonces te reto a lanzar cuchillos.
Donovan soltó aire con cansancio y mejor se tallo el rostro con ambas manos, al parecer, tanto Daryl como Phoenix tenían pensado matarse el uno con el otro.
— Bien, Donovan, mejor tú — dijo Phoenix — ¿Verdad o reto?
— Verdad.
— Vamos, Donovan, inténtalo por lo menos — pidió Phoenix — Un poco de riesgo, ¿quieres?
— Esta bien, reto — cambió de opinion Donovan.
A Daryl no le importo el estúpido juego y se dedico a beber mientras los veía.
— Te reto a que me beses — soltó Phoenix y de pronto el silenció se torno tenso.
No fue hasta que escucharon el sonido de vidrio golpeando contra el suelo con brusquedad que notaron lo que ocurría y lo que pasaba era que Daryl se había levantado hecho una furia y sin perder el tiempo le lanzo un puñetazo en el rostro a Phoenix ocasionando que este se fuera de espaldas con todo y silla.
— No, no — murmuró Donovan — ¡Basta!
Ninguno de los dos pareció escuchar las palabras de Donovan ya que se comenzaron a golpear el uno al otro sin detenerse a las consecuencias. No fue hasta que a Donovan se le ocurrió disparar hacia el techo que ambos se separaron de golpe y observaron de donde provenía el sonido.
— Ya basta. No entiendo porque se odian tanto — soltó Donovan en voz baja.
Daryl entonces se levanto del suelo y salió de la cabina azotando la puerta tras él mientras que Phoenix se dejo caer en el piso a la vez que soltaba una risa.
— Joder que demente — dijo Phoenix — Celoso y posesivo.
— ¿De que hablas?
— De Daryl, ¿quien más?
Donovan soltó un suspiro a la vez que negaba con la cabeza, la pequeña esperanza que tenia de que Phoenix y Daryl convivieran en paz se desvaneció en un segundo.
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Siguiente capitulo:
Daryl y Donovan tienen un momento.
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