
Capitulo 8.- El Arquero
Parecía ser que esa pequeña promesa entre ambos había sido un indicio para que se acercaran el uno con el otro, ya no habían silencios incomodos y eso significaba bastante para Donovan, mismo que había dejado de parlotear desde que comenzó a convivir con Daryl.
Se habían turnado para conducir y ninguno parecía tener ánimos o ganas de parar su trayecto, en la noche dormían dentro del auto o algunas veces se detenían en algún pueblo o tiendas cercanas a buscar lo que necesitaban.
En una de sus paradas Daryl había encontrado un mapa y ahora se encontraba trazando la ruta de donde estaban hacia Georgia mientras que Donovan conducía.
— Iremos por esta ruta mejor — indicó Daryl extendiendo el mapa en el tablero y señalando con su dedo la ruta que recién había marcado con un plumón rosa.
— Pensaba que por la 75 era la mejor opción — dijo Donovan.
— No — negó Daryl — Iremos por la 71..
— ¿No es más lejos por ahi?
— Si — respondió Daryl — Hay pueblos continuos por la 71, podríamos encontrar varias cosas como gasolina y comida.
Donovan asintió con la cabeza y giro en la avenida 71 una vez que estuvo cerca de esta, el camino era más largo por ahi pero como Daryl había dicho, si querían más cosas esa era la mejor opción.
— ¿No estas de acuerdo? — preguntó Daryl ganándose una mirada confundida por el castaño — El venir por aquí.
— Es solo que.. gastaremos la poca gasolina que tenemos aquí y no estamos seguros de si encontraremos más a donde vamos — respondió Donovan volteando a verlo en el momento preciso que Daryl frunció el ceño.
— ¡Da la vuelta! ¡Da la vuelta! — indicó Daryl de forma apresurada, fue entonces que Donovan dirigió su mirada al frente y vio la avenida tapada por una enorme horda de caminantes.
Donovan muy apenas alcanzo a frenar, a pesar de ello unos cuantos chocaron con el auto y el castaño con manos temblorosas dio vuelta al volante con velocidad para dar vuelta al auto e ir de regreso a donde estaban anteriormente.
— Mierda — soltó Daryl el aire retenido girándose a ver la grande horda que dejaron atrás — Sera por la 71.
Si, eso era justo lo que Donovan había querido.
— Eran demasiados — murmuró Donovan.
— Lo eran — asintió Daryl — ¿Nunca habías visto tantos?
— No, jamás — admitió el castaño — No en esa cantidad por lo menos.
— Te sorprendería Atlanta entonces — respondió Daryl tapando el marcador rosa y arrojándolo en los asientos traseros del auto.
— Las ciudades grandes como Atlanta deben estar infestadas — dijo Donovan de forma pensativa, una corta mirada al tablero le hizo suspirar — La gasolina se termina.
— Ya veo — asintió Daryl entonces giro su cuerpo en dirección del castaño y movió su mano insistentemente — A cambiar.
— Deja paro.
— No, muévete así — indicó Daryl — Vamos.
Donovan soltó el volante y su pie piso el acelerador moderadamente al mismo tiempo que veía a Daryl levantarse levemente del asiento, entonces Donovan soltó el acelerador y se inclino hacia el otro asiento para cambiarse. Daryl lo apresuro empujándolo de la espalda sin nada de delicadeza al mismo tiempo que el mayor caía en el asiento del piloto y retomaba el volante con sencillez.
— ¿Por qué? — preguntó Donovan sobándose la cintura y quitándose el cabello del rostro.
— Era muy probable que si apagabas el auto ya no volviera a encender — dijo Daryl — Llegaremos al primer pueblo cercano.
— Bien — respondió Donovan — Espero que encontremos lo que buscamos.
Daryl asintió con la cabeza, en eso dio vuelta en una calle y orillo el auto antes de llegar al pueblo. La gasolina se había terminado finalmente lo que indicaba que iban a caminar hacia el pueblo que no quedaba muy lejos de donde estaban.
— Mira — señaló Donovan un árbol cuando pasaron al lado de este. Había una flecha encajada de color azul y entre ellas la cabeza de un pajarito color blanco.
— Pájaros — soltó Daryl — ¿Son muy comunes aquí en Francia? ¿Es algo característico de aquí?
— ¿De que hablas, Daryl? — preguntó Donovan curioso mientras lo veía quitar la flecha del árbol y tomaba el pájaro entre sus manos.
— Hemos encontrado aquel dije de pájaro y ahora un pájaro muerto por causa de un arquero.
— Uh.. ¿Sera una superstición? ¿Crees en ellas?
— No — respondió Daryl después de una larga pausa — Debe ser nada.
Donovan no le creyó pero de cualquier forma no se lo hizo saber y en cambio camino a su lado mientras que Daryl balanceaba la flecha entre sus manos de forma ansiosa.
— ¿Para que guardas la flecha?
— No lo sé, espero encontrarme alguna ballesta — respondió Daryl.
— ¿Eres arquero?
Daryl asintió con la cabeza, una de las cosas que más extrañaba era su ballesta.
— Tenia una ballesta pero la he perdido — dijo Daryl — Es más sencillo con una.
— Creo que si es más fácil teniendo un arma característica — dijo Donovan — ¿Todos los de tu grupo tenían un arma característica?
— Algunos — respondió sin ocultar su nostalgia — Michonne tenia una katana, Rick su revolver y.. algunos tenían un arma en especifico en la que eran buenos.
— Una katana, vaya — soltó Donovan alzando ambas cejas — como una samurai.
— Si, lo era.
— ¿Rick es importante para ti? — preguntó Donovan con voz baja.
— ¿Por qué asumes eso?
— La forma en que.. tu rostro se torno al mencionarlo — señaló — como si fuera realmente importante para ti.
Daryl emitió una mueca y el ambiente entre ambos se torno triste y pesado como si compartieran el mismo sentimiento.
— Lo volverás a ver — le animó Donovan.
Daryl entonces sintió la calidez de una mano puesta en la suya, no fue difícil entender que esa era la forma en la que Donovan le brindaba su apoyo y empatizaba con él.
— Vamos — dijo Daryl de forma tranquila mientras le soltaba la mano y en cambio la posaba en la espalda del chico para que caminara — Tal vez tengamos suerte.
— Tal vez — respondió Donovan sin notarse afectado.
Ambos ingresaron a la primera tienda que encontraron, misma que parecía vender diferentes artículos para turistas.
Daryl le permitió a Donovan buscar en la habitación continua ya que sabia que se encontraba vacía de caminantes, estaba claro que primero verifico todo antes de bajar levemente la guardia.
Lo poco que encontró en la entrada principal habían sido unas latas de comida y barras energéticas.
Se dejo caer en una silla y abrió una de las barras a la espera de que Donovan regresara.
— ¿Donovan? — llamó Daryl al no escuchar nada y no verlo regresar.
Un fuerte estruendo lo hizo levantarse de la silla apresurado y cuando se disponía ir a ver que ocurría fue que vio al chico de regreso bañado en rojo.
— ¿Que...?
— No es sangre, es pintura — dijo Donovan haciendo una mueca de desagrado.
Daryl entonces lo observo y noto el color diferente entre el rojo sangre y ese rojo que era pintura, también el olor.
— Alguien puso una trampa — dijo Donovan quitándose la sudadera que estaba bañada en pintura — Y.. bueno..
Donovan se comenzó a reír levemente pero entonces su risa se transformo en una más fuerte ocasionando que Daryl le viera divertido.
— Y ahora la pregunta es como te quitaras la pintura — indicó Daryl una vez que Donovan detuvo su risa.
El cabello castaño claro se le comenzaba a tornar duro gracias a que la pintura estaba secando, había pequeños rastros de pintura en su rostro y manos.
— De cualquier forma encontré esto, ¿crees que nos sirva? — preguntó Donovan extendiendo un bolso — ¿Que son?
— Mierda.. son explosivos — soltó Daryl una vez que abrió la bolsa — Explosivos, granadas y gas lacrimógenos.. muy bien.
— Con razón había una trampa ahi — dijo Donovan de forma graciosa — Necesito limpiarme y una nueva sudadera.
— Si, ven, hay que buscar.
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Siguiente capitulo:
Un juego se sale de control y Daryl consigue un enemigo.
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